En pocos días esperamos al veterano fundador de la AACS, el altruista, Dr. Julio R. de la Rúa vuelva a nuestra tertulia, después de prestar ayuda humanitaria durante una campaña médico-quirúrgica de tres semanas agotadoras, en un hospital de la lejana República de Chad.
Es un orgullo tenerte como amigo y tertuliano. Con nuestra admiración y agradecimiento. Bienvenido amigo.
Nacido el 29 de Mayo del año 1945 en Oviedo en el seno de una familia de médicos que comienza con su tío-abuelo y su padre siendo la 3ª generación en seguir los pasos de la profesión junto a 6 hermanos más. Se licencia en Medicina y Cirugía en la Universidad de Santiago de Compostela en el año 1967 compaginando los estudios con el atletismo, una de sus pasiones junto a la música que le llevó a ser campeón de triple salto en Asturias.
Siguiendo los pasos de su padre se especializa en Cirugía Ortopédica y Traumatología alcanzando posteriormente el grado de Doctor. Tras una lesión de espalda se interesa en la patología de columna vertebral y se especializa en esta patología con estancias formativas en el extranjero.
Tras aprobar la prueba de concurso-oposición de Jefe Clínico en tres comunidades diferentes, Galicia, Asturias y Andalucía, se traslada a Cádiz en 1977 para tomar la plaza en el Hospital Universitario Puerta del Mar pues prefería "venirse con los andaluces" y es aquí donde toma forma su vida como traumatólogo y padre de familia de una nueva generación de médicos.
Galardonado con el Premio “Medicina Gaditana”
2017, por los valores que representa: profesionalidad, competencia, espíritu de
servicio y liderazgo, a favor de la profesión médica y de la asistencia
sanitaria. Asimismo los miembros del Jurado resaltaron su relevante
actividad científica y de divulgación y su compromiso
asistencial; muy vinculado desde años con la cooperación internacional a través
de la AACS.
Julio se quedó a vivir en Cádiz y nadie podía imaginar que con su llegada, esta tierra ganaría un médico inmenso.
Inmenso como persona y como cirujano. Un cirujano preocupado por el bienestar de sus semejantes. Y eso, con el trabajo que desempeñaba, lo tenía a la mano.
Espíritu inquieto y altruista, decidió un día que tenía que llevar la ayuda que sus manos proporcionaban y sus conocimientos, a otros países, los más necesitados, subdesarrollados y sin esperanza de recibir ayuda. Su sueño era crear hospitales y formar nuevos médicos y enfermeros, nativos, a ser posible.
Con esa idea fundó en 2006, la Asociación Andaluza de Cooperación Sanitaria (AACS).
Según se contempla en los estatutos de la asociación, los fines principales son:
. Promover la cooperación internacional en materia de asistencia sanitaria, especialmente en países de desarrollo.
. Facilitar la participación de profesionales sanitarios en acciones y proyectos de cooperación internacional.
. Colaborar en la transferencia de material y tecnología de uso sanitario, que ayude a la mejora de las condiciones de salud de los países objeto de la cooperación.
Y en esas está este gran asturiano; asturiano que ha llevado el nombre de Cádiz muy lejos en el mundo de la cooperación, en los quince años que lleva funcionando la Asociación. Es un hombre con una gran formación demostrada en sus múltiples éxitos profesionales como cirujano especialista en columna, pero su formación abarca otros muchos campos. Sin embargo es una persona humilde en su trato. Algo que debemos resaltar de su carácter es la capacidad como
coordinador (fácil de percibir en la tertulia que, afortunadamente, comparto),
y su delicado gesto de escucha con el que te hace sentir importante.
Los logros que consigue con su equipo no los comenta si no se le pregunta, aunque forman parte de su vida. Se diría que durante todo el año tiene su mente puesta en El Chad, en Madagascar o cualquier otro lugar en donde anualmente pasará esas semanas humanitarias. Semanas sin comodidades pero que el doctor de La Rúa las vivirá con su buen talante, diría que felizmente.
No me extraña, Julio, que te emociones con este video por la cantidad de acciones y peripecias, recuerdos y emociones, que tienes que tener almacenas en la "mochila" de tu sesera y de tu corazón. Recuerdos que, estoy seguro, te acompañarán siempre y te regalarán la satisfacción placentera de lo que has entregado, sin ninguna exigencia a cambio, como tú nos has comentado muchas veces, diciéndonos que has recibido mucho más de lo que has dado, comentario propio de las personas que rebosan generosidad por todos los poros de su piel y por los cuatro puntos cardinales.
Sabes que tus amigos valoramos con admiración esas "exóticas excursiones" que haces a lejanos, y aún a veces peligrosos, lugares en compañía de otros "locos" altruistas como tú.
Hay mucha gente buena por el mundo (Deo volente), aunque también de la otra, porque para que haya un mundo "tién que haber de to". Pero tú, Julio, no es un caso de bondad, es un caso de elegancia moral, cívica, ética y todos los adjetivos positivos que queramos añadir.
Nota final.
Uno de los riesgos de estos héroes cooperantes sanitarios es, la exposición a los efectos contagiosos de ciertas enfermedades, a pesar de las vacunas. Julio, llegó antes de ayer todavía convaleciente, infectado primero por la Malaria y más tarde por la maldita Covid-19. ¡Ánimo amigo! recuperate pronto. Estamos deseando abrazarte.
Tus amigos "Los tertulianos"