29.8.21

EL “RÍO DEL OLVIDO”

Dibujo del arquitecto Carlos Hurtado Casanova. Pulsar para ampliar

Paseando esta mañana, como tantas otras, por la “Avda. de la Bajamar”, donde el Guadalete deja de ser río para ser mar, mientras esperaba a un amigo, portuense de nacimiento y sentimiento, apoyado en la baranda del cantil, más que imaginar, soñé que en ambas márgenes de la ría había barcos pesqueros y buques de carga atracados, afanados en las tareas de carga y descarga: sal y pescados, vino en botas y a granel, mercancías procedentes de América y Filipinas. Todos ellos daban vida a este río del que hoy nos hemos olvidado. 

Hoy, El Puerto–ciudad- vive de espaldas a su río, y su puerto, como tal, languidece, por no decir se muere, con un par de pesqueros amarrados, una draga que no draga, unos cuantos derrelictos y dos diques flotantes que esperan, hace no sé cuánto tiempo, que alguna embarcación vare en ellos. Éstos en la margen izquierda, la más industrial. 

Si recreamos la vista en la margen derecha, la que debía ser - y puede serlo si ponemos empeño en ello - el vestíbulo de entrada a la ciudad, la fachada principal de nuestra ciudad,- “la de los cien palacios”- lo que vemos son fachadas desconchadas de edificios en ruinas, bolsas de aparcamientos, un varadero abandonado con el esqueleto podrido, tapando sus vergüenzas – para más vergüenza - con harapos, del que ha sido durante décadas el icono y logotipo de la ciudad: “El Vaporcito” 
No sé si a nuestras autoridades, políticas y marítimas, les dará vergüenza. A mí, como vecino, y como marino que ha vivido media vida en la mar, y de la mar, sí. Sí me da vergüenza, por eso me atrevo a plantear una idea para revitalizar la ribera de nuestro “Río del Olvido” y no volver a olvidarnos de él.


Hace ya algún tiempo, al poco del percance que sufrió el Vapor del Puerto, cuando se trajo al varadero de la Bajamar para terminar su vida, me preguntaron si era posible su recuperación. Entonces, sin verlo, me atreví a decir que sí, lo que no pude cuantificar fue el coste de la restauración, pues no conocía el estado interior del mismo. Es más, ofrecí mis conocimientos y experiencia en buques propulsados a vapor para instalar en él una caldera y una máquina alternativa a vapor, en vez del motor diésel que tenía montado, y así, su propulsión concordara con su denominación: “El Vapor del Puerto”. 

Esta propuesta traería, además de la consiguiente restauración del casco y habilitación de la embarcación por profesionales de la carpintería de ribera, la recuperación y adaptación del varadero para crear una escuela de esta especialidad, e instruir en el montaje y manejo de la instalación propulsora a vapor, a todo aquél que le interesara.


Hoy, la carpintería de ribera está siendo reconocida y potenciada por las instituciones como patrimonio industrial y cultural. Astilleros como el de Nereo, en Pedregalejo, están haciendo restauraciones y réplicas de barcos históricos, barcos de recreo y jábegas tradicionales de pesca de la costa malagueña. En Conil de la Frontera, Carpintería de Ribera Muñoz Ruiz, se dedica a la construcción artesanal de barcos pesqueros, combinando la madera con la fibra de poliéster. 

En Orio (Gipuzkoa), se ha recuperado Mutiozabal, el último astillero de carpintería de ribera de la costa vasca, que desempeña una doble función: ser un centro divulgativo del patrimonio naval de la cuenca del río Oria, y centro de recuperación y construcción de embarcaciones tradicionales de pesca y recreo. 

Ontziola, en Pasajes de San Juan, es otro de los astilleros de ribera recuperado por la Agencia de Desarrollo Comarcal Oarsoaldea (ADCO) creada para promocionar la zona de Pasajes y su entorno. 


Iniciativas como éstas podrían llevarse a cabo en nuestra ciudad recuperando el varadero donde se encuentra hoy lo que queda del “Vapor”, pidiéndole la concesión a la Autoridad Portuaria; creando la citada escuela de carpintería de ribera para hacer barcos de madera y de fibra; de carpintería de blanco, para hacer mobiliario de barcos y otros usos, una actividad que volvería a dar vida a nuestro río y a nuestro Puerto. 

Si esta propuesta se tuviera en consideración, yo ofrezco mi colaboración, aportando mis conocimientos y experiencia, para llevarla a cabo sin ningún otro interés que el de potenciar esta actividad en nuestra ciudad.   
 Ignacio Pantojo Vázquez
(Marino)
Artículo editado en el Diario de Cádiz. Marzo 2019

26.8.21

SOBRE LA HISTORIA DE LA MURALLAS Y BALUARTES DE CÁDIZ

El origen de La Puerta de Tierra se remonta al siglo XVI, símbolo de Cádiz, constituye una de las piezas del sistema defensivo que se articula durante la Edad Moderna. 

La primera noticia sobre las murallas de Cádiz aparece con Alfonso X el Sabio que repuebla esta ciudad en 1262. Durante el reinado de Felipe II decide y ordena la reconstrucción de una muralla, que en realidad consiste en un muro almenado con torreones de defensa, comienzan las obras en 1598, los planes de fortificación consisten en la construcción de un castillo al norte de la Caleta (Santa Catalina), el cierre del istmo mediante un nuevo muro en el Frente de Tierra bordeado de dos nuevos baluartes (San Roque en el Atlántico y Benavides en la Bahía) y la protección de la Bahía interior gracias a un castillo en Matagorda y una plataforma artillada en Puntales. La muralla rodeaba el actual barrio del Pópulo, cubriendo levante, poniente y norte con tres lienzos cuyas puertas todavía se conservan con el nombre de Arcos de la Rosa, de los Blancos y del Pópulo 


Tras el saqueo por el conde de Essex en 1596, crece en los ciudadanos de Cádiz la necesidad de unas murallas protectoras frente a asaltos similares. Salvo el frente de Tierra, el resto de las murallas se construirán lindando con el mar para dificultar posibles desembarcos. 

Destacar tres de las principales fortificaciones:
Castillo de Santa Catalina 


El castillo de Santa Catalina es una fortificación situada en La Caleta que se adentra en el mar gracias a unas escolleras. Fue construido a finales del siglo XVI siguiendo los planos del ingeniero Cristóbal de Rojas. De planta pentagonal, llama la atención las puntas que a manera de estrella salen al mar. 
Durante el reinado de Carlos II se construyó la capilla y la sacristía en 1693. Esta capilla está dedicada a Santa Catalina de Alejandría y a la Purísima Concepción. 
Carlos III en 1769 lo convirtió en prisión militar para personalidades destacadas. En ella estuvieron liberales e independentistas americanos y, a finales del siglo XX algunos implicados en el golpe de estado del 23 de febrero de 1981.  El Ministerio de Defensa dejó de hacer uso del castillo en 1991. 

El Baluarte de la Candelaria es una fortificación de la Edad Moderna. 


Aprovechando una elevada punta de tierra, fue construido en 1672 por iniciativa del gobernador de la plaza Diego Caballero de Illescas. Protegido por un resistente muro que hace de rompeolas, con sus cañones se dominaba el canal de acceso al puerto. 
Ha sido cuartel, maestranza de ingenieros y palomar del servicio colombófilo del Ejercito. Rehabilitado, actualmente se utiliza como espacio cultural. Se pensó construir un Museo del Mar en dicha sede y se reinauguró con ese nombre. Posteriormente se dejó como sede permanente de exposiciones. 

Arco del Pópulo


Es la primitiva Puerta del Mar, o Puerta principal de la Villa, pues por ella se accedía a la zona portuaria, y estaba flanqueada por dos cubos. 
Las aguas de la bahía, en efecto, llegaban muy cerca de ellas, pues lo que hoy día es la plaza de San Juan de Dios y fue Plaza Real, estaba casi ocupada por el Canal Bahía-Caleta y que constituía el verdadero muelle y puerto comercial de Cádiz. El canal, al irse cegando, se convirtió en unas pequeñas lagunas o boquetes (cuyo nombre fue dado a la actual calle Plocia), el segundo de los cuales se cegó hacia 1628 mientras que el otro lo hizo hacia 1618, quedando como una especie de astillero para barcos y navíos de pequeño porte. 
A comienzos del siglo XVII se construyó ante ella la capilla de Nuestra Señora del Pópulo, que le ha dado el aspecto de pasadizo que presenta en la actualidad. Las características del paramento interior coinciden con las técnicas edilicias de las murallas islámicas de los siglos X y XI, mientras que el arco es muy posible que originalmente fuese de herradura. La disposición de sus dovelas permite situarlo en el siglo XII, en época almohade, como todo el perímetro murado original.

Pulsen sobre la imagen y disfruten de las imágenes de su sistema defensivo. 


Texto refundido y fotografías, tomado de diversas fuentes en internet.
Gonzalo Díaz-Arbolí

Cádiz, ciudad que bien merece ser Patrimonio de la Humanidad. 

Desde la Tertulia del Colegio de Médicos de Cádiz, se apoyó y empujó la iniciativa de solicitud a la Unesco de "Cádiz, Patrimonio de la Humanidad", que ya existía desde los tiempos de la alcaldesa Teófila Martínez, pero también en esta ocasión quedó en nada.

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15.8.21

DÍA DE LA MADRE. 2 de mayo 2021. Y Rabindranath Tagore,

"La historia de todo hombre ya viene escrita en el corazón de su madre”.
A mi madre, María Luisa Arbolí Romaríz, en representación de todas las madres:
Confesión:
Me arrepiento, en lo más hondo de mi alma, de no haberte dicho más veces te quiero, de no abrazarte, de no besarte, de no ayudarte lo suficiente; de no haberte valorado, de no haberme dado cuenta de la entrega y del sacrificio extremo que hiciste por tus nueve hijos; de no contarte mis sueños, de no haberte preguntado por los tuyos, de tantas preguntas y ansiadas respuestas que se quedaron demoradas en el sendero de mi adolescencia y juventud. Y siento con intensidad y tristeza, no haber sido consciente de mi responsabilidad y que, mi más sentido y ardoroso último beso ya no pudieras percibirlo. 
Hoy, llegado el momento en  que ya no hace daño la vida que se pierde, sigo añorando con nostalgia tu dulzura.  ¡Qué gran señora fuiste!

¡Qué  cosa es la vida!  Ahora advierten dos de mis hijas que yo también he sido hijo y, me siento dichoso.

¿De dónde vine yo? ¿Dónde me encontraste?’, pregunta el niño a su madre.
Ella llora y ríe al mismo tiempo, y estrechándolo contra su pecho le responde: Tú estabas escondido en mi corazón, amor mío, tú eras su deseo.
Estabas en las muñecas de mi infancia; y cuando, cada mañana, yo modelaba con arcilla la imagen de mi dios, en verdad te hacía y deshacía a ti.
Has vivido en todas mis esperanzas, en todos mis amores, en toda mi vida y en la vida de mi madre. El Espíritu inmortal que preside nuestro hogar te ha albergado en su seno desde el principio de los tiempos. 
En mi adolescencia, cuando mi corazón abría sus pétalos, tú lo envolvías como un flotante perfume. Tu delicada suavidad aterciopelaba mis carnes juveniles, como el reflejo rosado que precede a la aurora. Tú, el predilecto del cielo; tú, que tienes por hermana gemela la prima luz del alba has sido traído por la corriente de la vida universal, que al fin te ha depositado sobre mi corazón. Mientras contemplo tu rostro, me siento sumergida en una ola de misterio: tú, que a todos perteneces, te has echo mío. 
Te estrecho contra mi corazón, temerosa de que escapes. ¿Qué magia ha entregado el tesoro del mundo a mis frágiles brazos?

Leyendo este poema escrito en prosa, El principio, que forma parte del poemario de Rabindranath Tagore,  “La Luna Nueva”,  nos muestra a una madre hablándole a su hijo sobre su concepción, y sobre la curiosidad de un niño ante un mundo nuevo y maravilloso que comienza a desplegarse ante él. El niño hace preguntas a su madre para intentar comprender su entorno, y las respuestas le llegan desde el corazón de quien le ha dado la vida. El texto es de una belleza lírica tan extraordinaria, que enaltece, si cabe, la belleza de la maternidad.
Traducido por Juan Ramón Jiménez y Zenobia Camprubí, consiguieron hacer una autentica recreación de Rabindranath Tagore, que tuvo enorme eco en los escritores de lengua española de todo el mundo,  y  por mi parte experimenté un remolino de emociones que desbordaron mis sentimientos. 

Rabindranath Tagore. Resumen biográfico:

Nacido en Calcuta el 6 de mayo de 1861, fue poeta, dramaturgo, músico y filosofo del movimiento Brahmo-Samay (secta social y religiosa monoteísta, que significa literalmente la sociedad de devotos del Dios verdadero). Fue premiado con el Nobel de literatura en 1913, siendo el primer laureado no europeo en obtener este reconocimiento.

Tagore revolucionó la literatura bengalí con obras tales como El hogar y el mundo y Gitanjali. Extendió el amplio arte bengalí con multitud de poemas, historias cortas, cartas, ensayos y pinturas. Fue también un sabio y reformador cultural que modernizó el arte bengalí. 

Rabindranath creció en una familia acomodada y enraizada en la tradición literaria, fue el menor de catorce hermanos.  A los 13 años ya había comenzado a escribir poesía y en 1879 ya había publicado una edición de sus versos.

Cuando Tagore cumplió 17 años, emprendió el viaje a Inglaterra para estudiar en el University College de Londres  Se enfoca en aprender el idioma y conocer la literatura inglesa. A pesar de eso no abrazó nunca las rígidas normas inglesas ni la estricta interpretación de la tradicional religión hindú.

A lo largo de su vida viajó y  mantuvo múltiples contactos con otros intelectuales de su tiempo, incluyendo a Henri Bergson, Albert Einstein, Robert Frost, Mahatma Gandhi, Thomas Mann, George Bernard Shaw, Victoria Ocampo, H. G. Wells y Romain Rolland.

Se sabe por el archivo de Juan Ramón Jiménez que hubo un proyecto de viaje de Tagore en abril de 1921, con un recorrido por los alrededores de Madrid y Andalucía y una fiesta en la Residencia de Estudiantes, con intervención de Federico García Lorca. Finalmente, por circunstancias desconocidas, el viaje se frustró.  

Epílogo:
Una célebre frase de Tagore: “Convertid un árbol en leña y podrá arder para vosotros; pero ya no producirá flores ni frutos.” Murió en Jorasanko el 7 de agosto de 1941.

Y una recomendación a todas las personas que aún conservan a sus padres: Nunca dejéis de decirles cuánto los queréis; abrazadlos con mucha frecuencia; sentiros orgullosos de ellos y sabed que siempre estarán a vuestro lado cuando lo necesitéis.
No olviden que el tiempo no se puede abrir y cerrar como una puerta, apenas da tiempo para mirar un árbol.


Gonzalo Díaz- Arbolí

13.8.21

La poesía de Inmaculada Moreno. Recuerdo de un solemne y hermoso día.

La poesía de Inmaculada Moreno irrumpe, para sorpresa de todos en 1998. La colección Calle del Aire de la Editorial Renacimiento publica su primer poemario, Son los ríos, que merecía la reseña elogiosa, entre otras, de Guillermo Carnerero. Había ganado con esta obra el Premio Ciudad de San Fernando de aquel año. Pocas voces resultaban tan seguras como la suya en una primera publicación. En el libro rememora las Coplas por la muerte de su padre de Jorge Manrique, inaugurando una poesía intimista y reflexiva, que tiene como contenidos esenciales el tiempo, el amor y el recuerdo, los grandes temas de la literatura universal.
Aunque su pluma se ha movido en estos ámbitos hasta ahora, su entorno portuense (y en particular su infancia) se vislumbra entre sus versos. Así, en el poema "Materia inexacta", sobre el recuerdo, nos dice:

...un azote de blanco en la azotea;
la herida de la luz de un mediodía
entre el follaje denso de los pinos

y en su poema "Siestas" rememora:

(…) por entre los olores
de albaricoque y plancha de los sábados.
Salmodiaban el cierro
melopeas de higos y salitre.
Me acogía la casa,
la penumbra, la cal fresquísima, el serial
de la radio entre blandos
murmullos hormigueros de mayores.

En este otro poema, titulado “Antigua Fábrica de Tabacos”, encontramos el recuerdo de su juventud estudiantil en Sevilla:

De la misma manera
que el imán de la ola en retroceso
sobre los pies mojados en la orilla,
ese mareo blando que te arrastra...
así,
pasear por aquellos corredores,
sorprender mis resquicios y mis luces
tomados por extraños,
y resistir de pie
la resaca del tiempo y sus ardides.

De su estancia en Gran Bretaña nace el libro Donde la hoguera verde con el que en 2011 nuestra académica ganó la décimo quinta edición del Premio Internacional de poesía en español "Antonio Machado". El libro comienza así:

Vivir como lo hicieron los antiguos:
con esos ritos lentos que daban a los días
la dimensión de un Amazonas
y rodeada de esas gentes
que guardan las distancias y veneran
los signos más sutiles,
el artificio más baldío,
la más escrupulosa hipocresía.

Recoge en él su experiencia británica y en él se suceden las mujeres que toman té, los cielos llenos de nubes, los verdes radiantes, cuando un sol pasajero los alumbra. Si su primer libro, Son los ríos, está dedicado a sus padres, este es un homenaje a su hermana Cristina, que prematuramente nos fue arrebatada:

¿Adónde nos levanta esta miseria?
Esta marginación ¿de qué nos salva?

Porque el dolor aísla: él defiende
los límites donde gobierna
con su desolación estéril
y ya todo es dolor,
todo es el rayo,
todo desolación y terremoto (…)

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Pero el libro más profundo de Inmaculada Moreno es Igual que lava oscura. Esa lava es el miedo de todo hombre, miedo que se desarrolla en cuatro momentos: miedo al paso del tiempo, a la soledad y la incomprensión, al misterio y al dolor. Aquí ya la autora no se nos muestra como una joven encandilada por la vida, sino como una mujer, ya madura, que sabe de dolores e interrogantes sin respuesta.

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Los poemas de este libro recogen versos en los que los hombres, cito textualmente, "se reúnen en bares bulliciosos" por "constatar la propia / existencia en el gesto de los otros" porque "la soledad fue su condena", cierro la cita. Y sin embargo surge una palabra de esperanza, la palabra robusta del padre:

De una manera extraña
esa palabra dice todavía
que voy a ser feliz
y yo le creo.

En la poesía de la doctora Moreno la importancia del recuerdo se da la mano con una fuerte dimensión familiar, hasta el punto de haber dado lugar al libro Poemas para sobrinos que el editor Jesús Munárriz publicó en la Colección Ajonjolí de poesía para niños de la editorial Hiperión. Ya el crítico, también portuense, Enrique García-Máiquez hizo ver que este libro para niños mostraba un saber hacer poético muy maduro. 

Dos ratones, dos ratones
que se escapan, que se esconden
tras las patas de la mesa.
Se han metido en la despensa
y se suben y se bajan
por los botes, por las latas
por paquetes y botellas.
Han mordido las galletas,
han abierto los garbanzos,
han salido y han entrado,
han corrido por el suelo,
han saltado hasta el frutero,
sin pararse se han cagado
y se han ido como entraron.

Y este otro, para un sobrino enfadado, con el título de "Elegía primera":

Ahora que estás triste y a la vez enojado,
que el dolor te parece tan enorme y eterno,
ten en cuenta que existe eso que llaman tiempo,
que todo pasa, Ale, todo acaba pasando.
Como se filtra lenta en la tierra la lluvia,
igual que se descuelga una gota indecisa,
de la misma manera que el hielo en tu bebida,
este día, lo sabes, no va a volver ya nunca.

Doctora en Filología Hispánica con Mención Internacional por la Universidad de Cádiz. Ha traducido a la poeta alemana Mascha Kaléko.  A la vez, su poesía, ha sido traducida al portugués y al árabe. Ha publicado diversos ensayos sobre poesía en revistas especializadas. En el ámbito universitario internacional aparece citada o analizada en los libros: Sharon K. 
Y sin embargo, la admiro por su discreción deliberada y humilde.
Gonzalo Díaz Arbolí
Académico de Santa Cecilia

Igual que lava oscura: Con este libro, Inmaculada Moreno, modifica el rumbo de su poesía y sustituye la mirada introspectiva que le ha caracterizado hasta la fecha por una visión más abierta a la realidad que le rodea. "Este libro es el menos introspectivo de mi obra -reconoce la escritora- en él hay una mirada más hacia afuera que en mis anteriores libros de poesía".
Pueden leerlo  pulsando en:  Igual que lava oscura

10.8.21

Análisis del poema, "Consolación por la carne" y breve biografía del poeta José Luis Tejada

 



La poesía ha sido siempre un cauce expresivo de lo religioso y lo profano y no solo en los temas sino también en las formas: La soledad, el amor y la muerte han sido los preferidos por la poesía y José Luis Tejada, los ha tocado con clarividencia todos y los ha llenado de palabras que el pueblo conoce y reconoce, porque entran o han podido entrar en su vocabulario desde siglos.

Como apuntaba el desaparecido investigador y catedrático de Literatura de la Universidad de Navarra, Ángel Raimundo Fernández González: “Dios es la referencia de todos sus amores: el amor del propio poeta que se sabe criatura de Dios, el amor entre él y la amada, el amor de los dos hacia sus hijos, el amor hacia los demás hombres y el amor hacia todo lo creado”.

José Luis era un poeta creyente y esa creencia constituye la base de todo su sistema poético, incluido también el amoroso. Elige la escritura como una forma de manifestar y canalizar la fuerza que le presta la pasión amorosa.

En 1985 publicó Poemía, una antología de sus primeros libros; recuerdo que cuando lo compré en la Navidad de 1985, me impresionó por su hermosura y profundidad. Especialmente me sobrecogió el poema: “Consolación por la carne”, que sin duda entiende mejor el amor como entrega y donde el poeta se mueve en el tono más íntimo de la confidencia. Quedé entusiasmado por su desbordamiento lírico y sensual. Y como muy acertadamente ha indicado Leopoldo de Luis, es pieza príncipe de la poesía amorosa. La pareja humana abrazada, frente a la eternidad, frente al misterio, por encima del odio y guareciéndose de la muerte.

 He elegido para leer, por ser los más intensos y trascendentes, los últimos versos del poema:
                           Pulsar en la imagen
José Luis Tejada Peluffo nació el 4 de agosto de 1927 en El Puerto de Santa María y muere en Cádiz el 11 de mayo de 1988.

Inicia su escolarización en el colegio de las Carmelitas de El Puerto y comienza el Bachillerato, interno en el colegio San Felipe Neri en Cádiz y lo termina en la Academia Poullet de El Puerto de Santa María.

Culmina su licenciatura con un trabajo de investigación sobre Marinero en tierra, de Rafael Alberti. Se doctora en Filología Moderna por la Universidad de Sevilla con un estudio monográfico sobre la poesía del primer Alberti. Fue Profesor titular de la Universidad de Cádiz, Director del Departamento y del Aula de Poesía, Académico de la Real Sevillana de Buenas Letras, de la de Ciencias, Artes y Letras de San Dionisio de Jerez y de las más prestigiosas Academias de Andalucía.

Su producción poética se enmarca en la Generación del 50-60, heredera de la tradición del 27. Fue uno de los poetas mayores de dicha generación. Autor precoz aunque de muy tardía publicación. Se da la circunstancia de que aun antes de publicar su primer libro, ya figuraba en varias antologías.

Galardonado con numerosos premios, entre los que destacamos: Primera Medalla Nacional de Poesía Flamenca. Premio Nacional de Poesía de la “Vendimia de Jerez”. Poesía “Rafael Alberti de la Caja de Ahorros de Cádiz…etc. En cuanto al Premio Nacional de Poesía 1967 no me es posible silenciar una anécdota histórica que habla de su valía poética y de su calidad humana: Cuenta el académico, Luis Suarez Ávila, lo ocurrido en la concesión de dicho Premio.

Federico Muelas, secretario del Jurado, una vez votado y concedido el premio y firmadas las actas, telegrafía a José Luis diciendo: “Enhorabuena, Premio Nacional”.

Horas más tarde, Tomás Borrás, miembro del Jurado, le telefonea y le cuenta que han convocado de nuevo al Jurado, porque ahora proponen a Carmen Conde, por su “obra completa”.

Pasado poco más de un mes, Carlos Robles Piquer, Presidente del Jurado, dirige una carta a José Luis, que termina con estas palabras: “Como ya sabe, su obra fue la verdadera finalista, aunque pesó más la “obra completa” de Carmen Conde. Me permito animarle a seguir en la “brecha” poética.

José Luis, haciendo honor a su bonhomía, había telegrafiado a Carmen Conde dándole la enhorabuena. Su contestación fue significativa: “Agradecidísima generosa enhorabuena”...

Para conocer más sobre la biografía y poemas de José Luis, pulsen sobre el siguiente vídeo:



Gonzalo Díaz Arbolí
Académico de Santa Cecilia

6.8.21

Presentación del poemario: Desde la caverna sin distancias, de Eugenio Martínez Orejas



Deseo manifestar, en primer lugar, el honor de presentar este poemario y a su autor, Eugenio Martínez, poeta grande. Me va a resultar difícil explicar sobre alguien al que su modestia le niega ser conocido. Es una persona que no se deja tentar por la vanidad, no hace alarde de su sabiduría, antes al contrario, aprendió de Santo Tomás de Aquino que, es más bello iluminar que brillar.

Sabemos de su extraordinaria formación académica, de una intensa y rigurosa formación filosófica, y una auténtica personalidad humanística. Siente pasión por la lectura de los clásicos, de nuestros escritores de la Generación del 98 y de los poetas de la Generación del 27. También aprendió en su adolescencia que para ser un buen cristiano hay que tener fe y un poquito de sentido común.

Hemos tenido la suerte de conocerlo y, disfrutar de su amistad, desde que se trasladó a las tierras del sur, y pasamos a formar parte de una tertulia que hemos bautizado “De los Cántaros” pues en la cafetería de este hotel nos reunimos los miércoles.


Cuando en la tertulia, hablamos de los clásicos, Sócrates, Platón, Aristóteles…nuestra curiosidad se acrece para escuchar, parte de la historia de la humanidad y de los hitos realizados por los hombres, que el autor relata en diferentes poemas del libro que aquí nos trae, por ejemplo, el mito de Er, este mito puesto por Eugenio en boca de Sócrates relata la historia de un soldado muerto en la guerra, y que, es resucitado por los dioses al cabo de 12 días para contar a los vivos el destino de las almas después de la muerte. La idea central que refiere la narración es la inmortalidad del alma y la transmigración. Es decir, dar sentido a la vida antes de morir.

                                         El mito de la creación. Voz: Flora Díaz Hurtado

La transmigración es algo así como, el viaje que realiza el Espíritu a través de las diversas formas de vida a las que anima momentáneamente, mientras dura su vida, para luego retirarse sin sufrir cambio alguno. Se suele contraponer al dogma cristiano de la resurrección de la carne. Por lo que Eugenio no lo comparte. Si así fuese, en su reencarnación en un ser humano, Eugenio sería físico cuántico, su gran frustración, y seguiría desarrollando el principio que afirma que es imposible medir simultáneamente de forma precisa la posición y el momento lineal de una partícula; si los dioses no le concedieran tal privilegio, al menos que fuese en el gato de Schrödinger, que mostró las paradojas e interrogantes a los que aboca la física cuántica. De todas formas, está convencido de que la física es el motor de la humanidad y que nos puede acercar a la comprensión de Dios.

Ya en el reposo de su jubilación se siente feliz con el sosiego que da el estudio, el encuentro con uno mismo, el recogimiento y los pensamientos.

Durante este periodo realiza una selección de sus poemas que recopila en su libro “Huésped conmigo”, poemario intimista, cálido, sincero; escrito respetando los cánones tradicionales del metro y de la rima.

Y ahora, nos sorprende con esta virtuosa creación inscrita en una fina sensibilidad, fruto de largas reflexiones que han reactivado todo el conjunto de valores conservados gracias a su formación intelectual en la búsqueda de Dios por la vía de la interioridad. “No quieras ir afuera, entra en ti mismo; en el hombre interior mora la verdad, trasciéndete a ti mismo. (De La verdadera religión 72)

Libro compuesto por un Epígrafe cronológico y 23 poemas, es complejo, tanto en lo formal como en lo conceptual, que están en sintonía, que no deja indiferente a nadie. Un texto muy rico literariamente, con un enorme sentido del ritmo, de gran hondura moral, técnica poética y espléndido enraizamiento en las culturas clásica, bíblica, filosófica y social, con referencia constantes a la mitología, fruto de un trabajo de al menos 12 años.



Al iniciar la lectura, ya, el epígrafe cronológico te sorprende:”En todos los lugares palpita nuestro enigma”. Somos los inocentes y crueles juguetes de la vida. Hasta que un bruto alazán nos descabalga de su grupa, antes de llegar a los abismos donde se sientan los jueces, que ordenarán sus destinos de recompensa o castigo. Con la esperanza de que su próximo regreso borrarán las aguas del Leteo los vientos de la memoria.

-Aquí, me gustaría hacer una corta digresión y recordar nuestro río Guadalete, donde se celebró una ceremonia de reconciliación y olvido de las ofensas entre fenicios, tartessos y griegos y así el río llegó a ser conocido como el río del olvido, Lete o Leteo (en la mitología griega).-

Termina el epígrafe: Y así seguirá siendo hasta que fundidas todas las voces, resuene triunfalmente una sola, la voz de la armonía.

Elocuente el poema 5º: Mayéutica contra Renitencia. Notable poema en forma de diálogo socrático del filósofo ante su cercana muerte.
Ya saben que la Mayéutica es el método socrático con que el maestro, mediante preguntas, va haciendo que el discípulo descubra nociones que en él están latentes; contra la resistencia que se pone a hacer o admitir algo.

En el 2º retablo, la penúltima estrofa, juega desde el miedo en el camino de la vida, el miedo siempre en vilo, cuya respuesta es la sombra de un misterio inexplicable.
En definitiva, es un libro que asume el paso del tiempo y el no tiempo, pero también la excitante aventura de vivir.

Mi consejo: léanlo despacio, al final, constatarán su coherencia.

Termino con algunas de las estrofas de la luminosa poesía que cierra el poemario: “Hacia la nueva tierra” de una espiritualidad y misticismo que trasciende la religión….


Dirige el curso, en capitán, la alondra
a través de las grietas de las horas,
de espacios palpitantes, de torrenciales norias
hacia la nueva tierra de vides y de aromas…

Al fulgor de la vida no hay gracia que lo iguale,
aunque jamás podamos prolongarle un instante,
porque al gesto solemne de un yo con sus perfiles
el ardor de la frente lo acompaña en sus límites
como domada fiera, como amansado buitre….

Sigue ordenando el curso, hasta el final, la alondra
y al hombre oscuro desde su raíz luminosa.

Pero dirige el curso, en capitán, la alondra
hacia la nueva tierra de vides y de aromas.
Algo ondea en el agua del jardín
que va gritándole a los cielos, sí.

Gonzalo Díaz Arbolí
Académico de Bellas Artes Santa Cecilia


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5.8.21

LAS CABAÑUELAS, SABIDURÍA POPULAR

     



Mucho se ha oído hablar de las cabañuelas, un método de predicción a largo y corto plazo en las zonas rurales del sur de España, es el ámbito donde más se practica este método arraigado a la tradición popular, basado en las observaciones meteorológicas sistemáticas llevadas a cabo durante los primeros días del mes de agosto. Las cabañuelas siguen arraigadas en el mundo rural, a pesar de carecer de base científica.

Sin embargo, sería prácticamente imposible un estudio de las “Cabañuelas” sin hacer previamente referencia a sus orígenes, los cuales se podrían encontrar en la “Fiesta de las Suertes” ó “Zamuc” incluida en el ceremonial del año nuevo babilónico llamado “Akitu” ó en su correspondiente versión semita de la “Fiesta de los Tabernáculos”.

Aunque los meteorólogos consideran que en la predicción a corto plazo es fiable, no ocurre igual con la predicción a largo plazo. En España estas predicciones eran usadas frecuentemente hasta el año 1.940 en que se fueron sustituyendo por el Almanaque Zaragozano.

Actualmente, los expertos en “Cabañuelas” realizan sus observaciones a través de las indicaciones que obtiene sobre las formas de las nubes, la dirección del viento, las características del sol, la luna, las estrellas, la niebla, el rocío de la mañana, el arco iris o el granizo.
Los expertos procuran situarse en el campo, sobre un punto elevado para aislarse de la contaminación de las ciudades, generalmente se acompaña de una o dos personas más, pues la observación debe ser permanente veinticuatro horas del día y además para constatar opiniones sobre lo observado.
Cada provincia tiene sus propias “Cabañuelas” pues el radio de acción de las previsiones no supera los 80 km.
El método más tradicional y que se utiliza de forma general es el siguiente: agosto se divide en dos períodos, es decir, del 1 al 12 y del 13 al 24. 

Se analizan los días de agosto, desde que sale el sol hasta que se pone, el estado del cielo, la humedad y el viento, así que aquí también entra en juego la memoria de cada uno. Se supone que el primer día del mes haría referencia al tiempo que va a hacer en enero del mes siguiente, el día dos de agosto al mes de febrero del año posterior, y así sucesivamente hasta el día doce que se cerraría el año con diciembre.
Este es el método más tradicional, aunque existen otras variantes tanto en España como en otros países.
Actualmente en España existen varias Asociaciones dedicadas a este estudio prácticamente en todas las regiones.
Nuestro objetivo es, ahondar en los orígenes de las “Cabañuelas” para conocer su relevancia e implantación en las civilizaciones antiguas. 


Gonzalo Díaz Arbolí