23.12.22

La Navidad según el Greco "Adoración de los pastores"



El Greco (el griego), fue un pintor del final del Renacimiento. Es un caso único en la Historia de la pintura. Cualquier persona sin tener muchos conocimientos artísticos puede identificar su inconfundible estilo. Su originalidad radica en una personalidad peculiar y que en él confluyen cuatro tradiciones pictóricas y espirituales que se sintetizan en armonía creando un estilo irrepetible: la figuración bizantina, el colorismo veneciano, el manierismo miguelangelesco y la espiritualidad castellana. Pintó durante 50 años por lo que su obra es muy extensa y variada.
«El Greco, probablemente el pintor más radicalmente manierista de la pintura europea, consigue en estas obras romper con las reglas establecidas en el clasicismo: estira las figuras e ilumina y agrupa la figuras de otro modo; las manos y los rostros se agitan, también los brazos de los pastores al contemplar el nacimiento de la Divinidad, y la gloria de ángeles que hay en la parte superior, es una apoteosis de escorzos de brazos y de piernas, que se entrecruzan de una manera sorprendente». La luz también tiene un papel determinante en la composición: «recibe un tratamiento sobrenatural. Emana del Niño, que tiene una potencia lumínica superior a la de otras figuras, no porque haya un foco, sino porque Él es la luz ya desde el momento en que nace».

Análisis del cuadro “Adoración de los pastores”
En este lienzo las características responden a lo que será su estilo ya formado:

La escena se desarrolla de noche en un espacio cueviforme muy estrecho y con arcos en el fondo Este espacio parece algo agobiante por la falta de profundidad.


Pulsen para ampliar
Los colores brillantes, «disonantes», y las formas y poses extrañas crean una sensación de maravilla y éxtasis, al celebrar los pastores y los ángeles el milagro del niño recién nacido. El grupo de ángeles que sobrevuelan la escena puede que se parezcan a la parte que falta de la Visión del Apocalipsis o la Apertura del quinto sello. El cuadro fue pensado para estar situado en el altar del convento de Santo Domingo el Antiguo, allí reposarían los restos de la familia Theotocopuli .Fue este convento quién le hizo el primer encargo cuando llegó a Toledo. El tema está basado en los textos bíblicos los pastores avisados por ángeles fueron los primeros en acudir a adorar al Mesias.
Contraste de espacios llenos y vacios. Está lleno el espacio donde se desarrolla la adoración y el que ocupan los ángeles , pero en medio existe un espacio vacío. Las figuras como es característico del pintor se alargan en pastores, ángeles.
Es una de sus últimas composiciones destinada a su capilla funeraria (1612-1614). Su estilo final es dramático y antinaturalista, intensificando los elementos artificiales e irreales: cuerpos muy largos en cabezas pequeñas iluminados con luces fuertes y estridentes (quiso conseguir en esta pieza un símbolo de resurrección y eternidad). El pintor ya viejo y con poca salud, da pinceladas rápidas, largas, creando formas que parecen inacabadas, como si tuviera prisa en acabar su obra funeraria. 

Se ha pensado que escogió esta temática por su apellido Theotocopoulos y la palabra griega Theotokos = Madre de Dios. Hay quien cree que el pastor que aparece en primer plano pueda ser el propio artista autorretratado.


Se observan dos niveles: en el inferior María en actitud serena que parece ofrecer con sus manos en escorzo a su hijo , José , el niño sobre una sábana blanca luminosa y los pastores en actitudes teatrales de asombro de adoración , de pleitesía y en el nivel superior en el rompimiento del cielo, los ángeles muestran su alegría por el nacimiento y uno de ellos porta un texto Gloria in excelsis Deo et in terra pax hominis.La obra derrocha emoción y colorido. Cada rostro expresa una vibrante emoción y una luminosa expectación que parece mantenerlos en éxtasis. Los personajes se ondulan y estiran de manera irreal, la composición está diseñada en espiral, creando un movimiento de ascensión, algo muy característico del cretense y del estilo manierista.



El Niño Jesús aparece envuelto en brillantez y blancura, lo que es un recurso tomado de los iconos, y parece emitir una luz que juega en los rostros de los pastores descalzos que se han reunido para rendir homenaje al nacimiento milagroso. Una energía rítmica anima la pintura, expresada en los movimientos de las figuras, como si bailasen. Fuertes contrastes entre la luz y las zonas oscuras realzan el sentido del drama. Parece irreal y surge del niño y de la tela simbolismo de que Dios es fuente de luz y espiritualidad.



Esta obra fue pintada, con cierta prisa (véase la característica de su pincelada rápida y suelta), por el Greco hasta el final de sus días, puede considerarse una obra póstuma. Según su ayudante, Luís Tristán 1618, su maestro estuvo trabajando en la Adoración de los Pastores hasta su muerte.
Fue adquirida por el Museo del Prado en 1954.


Pulsar para ver un conmovedor vídeo, otro milagro de los "Reyes Magos" en  Cuento de Navidad
El papel de madre lo interpreta, Flora Díaz Hurtado

Fuente: Blog Historia del Arte

21.12.22

RESEÑA DE DOS VEJERIEGOS, Teresa Moncayo López

En recuerdo de Teresa Moncayo.
Acueducto romano de Santa Lucía, que tanto admiraba

Publicamos hoy este trabajo de la escritora, Teresa Moncayo, (recientemente fallecida) con nuestro profundo agradecimiento a Jesus Zamorano, su esposo.


Introduciéndome:

Ando buscando un fragmento para incorporar a este texto y que me defina durante el transcurso de mi vida en Vejer (casi 30 años…). Y solo acierto a situarme en aquellas imágenes que han quedado impregnadas en mi memoria como actos sublimes, como tinta indeleble y que formarán para siempre parte de mi historia. Aprovechando el reposo de esta tarde de primavera junto a la imagen de Ntra. Sra. de la Oliva bajo su aposento siempre presente y de la canción hermosa de “Pescador de Hombres”: “Señor me has mirado a los ojos”, me sitúo en aquellas formas fantásticas, a veces místicas, líricas, o simplemente estéticas de versos. Los místicos como expresiones individuales se situaban junto a mi mesa de estudio con sus experiencias de altos vuelos apareciendo los primeros focos de alumbrados culteranos en la misma obscuridad de mi inconsciencia: Santa Teresa de Jesús, S. Juan de la Cruz, Fray Luis de León, Juan de Yepes; perseguidos ferozmente por la Inquisición. Místicos que abrían las fronteras del pensamiento resquebrajando categorías rígidas y generando desasosiegos espirituales. Desde la óptica de la historia de las religiones se dice que el Papa Wojtyla fue influenciado por S. Juan de la Cruz. Una contemplación que vivió a modo de vida apostólica. 

Encuentro imaginativo:


Esa misma tarde habíamos quedado para vernos en mi casa de La Muela con unos amigos vejeriegos a los que siempre admiré por su humanidad y trayectoria en la vida, Antonio Morillo Crespo y Francisco Basallote Muñoz.

Fue una sorpresa inmensa, a pesar de que habían sido invitados tampoco estaba segura de que, a causa de la multitud de compromisos pudieran asistir. Desde siempre mantuvimos unas relaciones de franca cordialidad. La tarde se presentaba interesante y amena; apagué el ordenador y dejé aparcada mis tareas en el campo. La entrada fue festiva, hacía tiempo que deseábamos mantener un encuentro. 

Después del saludo cordial del abrazo, Francisco se iba posicionando sobre sus preferencias poéticas y, de manera pausada, fue declarándose fiel al “príncipe de los escritores” (garcilasista), pues aunque no fueron coetáneos le encantaba el ideal de caballero renacentista del poeta del Siglo de Oro y porque además, tenían en común el amor expresado por medio de tópicos, el de nuestro poeta resaltando la belleza de Vejer con un estilo natural sin excesiva retórica. Una poesía equilibrada. Antonio, retomando la paráfrasis anterior de Francisco con su habitual ironía, que la tiene, le respondió con una sonrisa fugaz: -Soy fiel a la monarquía y, por lo tanto, considero que para llegar a ser rey, primero hay que ser príncipe, aunque no, necesariamente deba ser escritor-.

Y así fue internándose de una manera excepcional en su trayectoria política y literaria y en cómo desarrolló su vida entre las dos relevantes “actividades” que le marcaron y designaron como persona pública desgranando aquellos otros sistemas políticos en clara oposición con la Democracia, donde (según nos dijo): -Nadie más que el pueblo debía ser dueño de sus vidas-. Francisco aunque atento, se imbuía en los versos del “príncipe” mientras le decía a Antonio que a él, la política, no le ocupaba mucho tiempo en su vida, pero que despreciaba a aquellos que infunden miedo cuando secuestran a un país. Una actitud que coincidía con la valoración de Antonio Morillo que, como sabemos, realizó una ingente labor en la denominada Transición siendo diputado del Grupo Parlamentario Centrista de UCD. Yo mientras tanto rememoraba aquellas columnas en Diario de Cádiz donde publicaba cada semana poniendo en alza su pasión por la Naturaleza transmitiendonos un lirismo hondo que traspasaba los sentidos del lector.


Recuerdos:



Desde mi óptica siempre lo consideré con una gran sensibilidad y un comunicador nato. Los relatos de un columnista que no conocía pero que admiraba. El tiempo hizo que coincidiéramos en el mismo paisaje de un Vejer exuberante de belleza y que, Antonio consiguió que fuera considerado Conjunto Histórico-Artístico en el año 1976 y el Premio Nacional de embellecimiento de pueblos; me retrotraigo en el tiempo de mi vida en Santa Lucía con mis padres. Allí pasé mi niñez y adolescencia. Y allí conocí la vida natural que me formó como humano. 
Las tardes de lectura bajo la sombra de loa álamos de hojas verdiblancas cercanos a la construcción conocida como “La Fábrica de la luz” (frente al chorrillo) propiedad del Conde de Bornos, antes del Duque del Duque de Medina Sidonia, construcción que fue alquilada por mi padre, Francisco Moncayo. Aquellas huertas con árboles cargados de frutos, las otras en la Velada de Agosto con mis amigas, el primer baile en la Plaza de los Pescaitos… con la música de Tom Jones (Delilah, año 1967), la compra que mi madre hacía en ultramarinos “Casa Palomita” de Manuel Sánchez Galván, inaugurada en el año 1957, cuyo nombre de entonces era “El Resbaladero”, aquellas bajadas por la Cuesta “Los Roíos o de Esparragosa, con multitud de retamas, lentiscos, arbustos y peñascos que hacía difícil el tránsito, tanto como aquellos otros caminos descritos por Delibes en “Los santos inocentes” o en Diario de un cazador”. 

Recuerdo la recogida de la leche acabada de ordeñar y donde los márgenes del carril estaban rebosantes de cañaverales y sonidos de insectos escondidos tras el follaje, el Acueducto romano y perfeccionado por los árabes con los molinos de agua, propiedad del Duque de Medina Sidonia, que los hereda a principios del siglo XX el Conde de Villariezo, después su hijo el Conde de Bornos, aprovecha los saltos de agua para crear una empresa eléctrica que en el año 1.906 da luz y agua a Vejer y accionan una fábrica de harina para suministrar pan no sólo a Vejer sino a sus pueblos cercanos. Y ese olor de pan recién sacado del horno que mi madre compraba aún con las migas calientes. El manantial junto a sus acueductos y atarjeas eran aprovechables para el riego de las huertas, zarzas y acantos frutales. 

El Acueducto medieval me sirvió para darle nombre a la revista cultural que edité y donde realizaba entrevistas a personajes de la actualidad: D. José Ortiz Galván (Alcalde de Vejer), D. Juan M. Bouza Mera (delegado de Empleo de la
Junta de Andalucía), D. Alejandro Manzorro (Portavoz de la Plataforma Vejer Futuro), D. José Antonio Gómez Periñán (delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía), D. Juan José (Párroco de Vejer), D. Francisco González Cabañas (Presidente de la Diputación de Cádiz), D. Antonio J. Verdú Tello (alcalde Vejer año 2007), Dña. Ana Mosquera, diputada de cultura de la Diputación de Cádiz). Y contaba con colaboraciones de la talla de Rafael Vite, Francisco Basallote, con sus “Pasajeros a Indias”, Flora Núñez, Juan Sánchez Calle, Paulina Blom e incorporaba mis relatos de “Vidas paralelas”, fueron años de mucha actividad.

Y seguía rememorando aquellas bandadas de grajos en su recorrido hacia las cuevas de La Barca llenas de leyendas de árabes y bandoleros…También los años en la Asociación de vecinos de la Muela con una trayectoria cultural de representaciones de obras de teatro (infantil y adulto) en el Teatro San Francisco de Vejer, en el de Benalup Casas Viejas, en el teatro Moderno de Chiclana (aprovechaba los meses de julio y agosto para escribirlas y empezábamos los ensayos en septiembre). ¡Cuántos recuerdos! Me siento una vejeriega más. Amo a estos campos. 


No podía faltar en mis recuerdos la Presentación al Pregonero de la Feria de San Juan de la Muela en el años 2013 donde por causas “inesperadas” Antonio me aceptó ser el Pregonero de ese año (curiosamente se había retirado de la vida pública) por lo que le adjudico un valor en su aceptación. Todo estaba organizado perfectamente, ,para ello conté con la valiosa ayuda de Juan Begines que, como Jefe de Protocolo, me ayudó a situar a los invitados y a facilitarme teléfonos de contactos de algunos de ellos. Y he aquí la sorpresa de nuestro invitado al ver cómo sus amistades queridas y admiradas estaban ahí, junto a él, para escucharle: Rafael Román (que mantenía una relación estrecha de “piña” democrática con Antonio), Juan Begines, Juan M. Marchante, Ricardo Chamorro, Francisco López, Juan L. Cepero, Ricardo Ribe y José Ortiz (entonces alcalde de Vejer con sus concejales). 

Y así Antonio Morillo tomó la palabra después de una presentación que le hice con muchísimo cariño (su primer párrafo fue): “Este monte de la Muela es como el hermano geológico del monte de Vejer, la orogenia del Terciario levantó estos cerros hace millones de años y luego la erosión ha ido tallando sus perfiles. Es muy curioso observar bajando por la carretera de Vejer cómo las faldas de la Muela hacen una curva invertida, desde los canchos hasta Urdiales señal de cómo en siglos y siglos la erosión la fue tallando”.

A 22 de junio de 2013. La Muela Vejer




Confesión utópica bajo la luz…

Francisco se contraponía con la pasión de Antonio por la política y rescataba aquellos paisajes añorados desde su infancia: escenas de Vejer con su luminosa blancura que la circunscribía “como anillo de luz” aún perdurable en su memoria y en la nostalgia del poeta. La misma emoción de los espacios de un Vejer de hermosa arquitectura:

Donde la luz
y el eco trazaron
las coordinadas de la dicha.

Siempre en su poética hay una búsqueda constante y emocionada con pinceladas de filósofo-humanista que no pasa desapercibida a nadie. Su poesía está constituida con la tersura y nitidez de los poetas neoclásicos.

             -¿Por qué tanta nostalgia en tus versos? Le pregunté:

              -Sé que he perdido tantas cosas que no he podido contarlas y que esas perdiciones ahora sé que son mías-.


Con una expresión lírica en sus versos y acompañada sobre una imagen visual, me vino la curiosidad de indagar…

              -¿Crees, Francisco, que de esta manera se refleja un mayor cultismo en tu poesía?-


             -A veces, me dijo, -un cuadro lleva toda la intensidad emotiva de un poema y a la inversa un poema puede ser portador de las vibraciones de la pintura.-

Y añado a esto la declaración del pintor marroquí Mohamed Chaoui donde asegura que la poesía es un arte y si le añadimos una imagen visual es la fusión de dos artes y, si a esto le añadimos música, es un ARTE con mayúsculas.




Fantasía de un debate:


Ya instalados en mi estudio, hicimos presentes algunos pasajes de la historia antigua tanto de la pública como de la cultura en general, sin dejar de lado la parte política y social. 

Se estableció en los tres una relación coincidente sobre la Generación del 27 en cuanto a que ejercieron la estética de la vanguardia sin renunciar a la tradición del Siglo de Oro coincidiendo yo misma con esa referencia y coincidiendo los tres en que el poeta renacentista (Garcilaso) expuso, sobre todo, ideas platónicas sobre el amor. 

Y cuánto había que polemizar sobre este contenido. Francisco, aunque no se definía como un soñador, si mantenía que “nos recreamos en esos instantes de la dicha que solo tiene sentido en el hueco inmenso del corazón”. Para Antonio, su amor se concretaba en un nombre: María Cruz Andújar, incluyendo en el sentimiento a sus cuatro hijos y dieciséis nietos. Yo absorbía cada palabra mientras acercaba unas copas para licor y vino una cerveza para Antonio. Lejanamente, me llegó al oído una pregunta hecha a bocajarro:


 -Y tu Teresa ¿Cómo sientes esa dicha?. Mi respuesta no se hizo esperar: -“Mí amor está dividido entre mis hijos, esposo y nieta, que son mi familia, tengo debilidad igualmente por los ancianos dejados de la mano de Dios y animales dejado de la mano del hombre. Podría parecer una declaración para enaltecerme, pero en el fondo es lo que siento y con una intención de despertar conciencias (como dice Antonio) “que todos los niños tengan casita, comida y de todo.


Posición idealista:


A veces la defensa de nuestros ideales eran polos opuestos. Mientras que yo braceaba para salir airosa de ambas posiciones. Antonio me hacia un guiño y me decía: -Siempre nos salvan las palabras-. Y era cierto. Personalmente, les dije: -Me apasiona toda la Generación que acogió a lo español y al surrealismo europeo en respuesta al caos originado por la I Guerra Mundial. De esta manera el subconsciente se expresaba a través del arte y sin control de la razón-.

Antonio, defensor a ultranza y amante de la paz, la libertad y la Democracia, se declaraba a favor de los países libres. No de los “salvadores de patrias” (recordemos que Antonio fue presidente de Derechos Humanos en el Congreso de los Diputados, lo que le confiere como un humanista por el valor que le asigna a la generosidad y la compasión humana. Y lo es por esencia, poro su sistema de pensamiento, por su manera de actuar ecuánime y prudente desde la perspectiva de la justicia y la equidad entre su semejantes. Así íbamos entremezclando la conversación (literatura-política) de manera que formara un solo cuerpo; obviamente mientras que Francisco defendía con ardor sus poemas, los mismos que me enviaba puntualmente y que recibía con apasionada ilusión. Entonces no me dedicaba a escribir poemas con asiduidad, solo de vez en cuando anotaba alguna idea no sujeta a las reglas del vero. Pero sí me deslumbraba la sensibilidad del poeta ante las cuartillas blancas, ocupadas, más tarde, por unas esplendorosas rimas:

Vive la rosa
rodeada de espinas
pero feliz

(No pude resistirme…): -Consideras que la vida de la rosa es dulce o trágica?-.
-La tragedia, me respondió, le advendrá de manos de este estúpido ser que es el hombre-.

Antonio nos recordaba, con ese talante arrollador de buen conversador, sus inicios en política con una idealidad de Centro Social: -Siempre he sido una persona inquieta; colaboré con todos los alcaldes de Vejer. Recordemos que en los años sesenta-setenta los vejeriegos tenían un sentimiento de abandono; yo era uno más y en medio de todos supe que debía hacer algo. Después de largas y varias dificultades me presenté como alcalde de Vejer. Nuestra entrada en el Ayuntamiento fue singular, deseábamos cambiar de abajo arriba tanto la imagen como el espíritu de aquellas Casas Consistoriales, quitamos las clásicas ventanillas: “el despacho en la calle”.


Lo escuchábamos embelesados por tantas anécdotas que venían a confirmar y implicación como espectador en el sistema político de la Dictadura. Y aquellos miedos se disolvieron como nubes oscuras para dar paso a un periodo de Democracias. –Aunque el intento del golpismo de Tejero en el Congreso de los Diputados aún me sabe amargo; justo cuando estábamos votando la investidura de Calvo Sotelo a la presidencia del Gobierno.


Recordando Sucesos:

Tantos escritores y poetas que fluían en medio de un escenario caótico por las consecuencias sociales y políticas del país… de modo que la poesía se instaló en las trincheras. El conflicto originó la dispersión del Grupo a causa de la muerte de Lorca y el exilio de los demás. Un hallazgo importante que a veces acompañaba a mi soledad; braceaba sobre los pliegues de aquellos ritmos y cadencias (también sobre la pausas que perforaban mi coraza, si acaso clandestina) mi obsesión, si acaso enfermiza, mis ansias desbordadas por aquellas metáforas crípticas y “traslucían” ante mis ojos para eclipsar mi asombro. Reflexionaba sobre las nuevas ediciones poéticas y declaraciones de algunos “revolucionarios” dentro del mundillo de la poética. Grandes poetas que escribían sobre lo profundo y lo aparente, sobe la vida y la muerte, sobre la patria y el exilio.


Mientras mi vida transcurría en la zona suroeste de los campos de Andalucía, desde esa óptica rememoraba y consumía los versos de la Generación del 27. Una generación donde ejercieron la estética de la vanguardia y al surrealismo europeo e hispanoamericano (Lorca, Alberti, Aleixandre y Cernuda). Fue una época de tanteo con matices becquerianos que se inclinaron hasta después de la guerra por una poesía desgarrada, convulsa y existencialista donde los temas principales fueron “La Patria perdida”.


 


...Y de nuevo:


Ando buscando un fragmento para incorporar a este texto y que defina mis sentimientos de mi transcurso en Vejer. Y rememoro la entrada por la verja del jardín para acceder a mi hogar, entonces la llamada “Fabrica de la luz” en Santa Lucía, años ya de ese olor a dama de noche que impregnaba las estancias de los cuartos, aparte de la albahaca que mi madre guardaba para dar olor y que se extendía por los alrededores de aquellas salas amplias y tan llenas de calor humano. ´Desde allí y desde entones me hilvanaba párrafos de una época de la cultura española importante donde se iban estrechando lazos de la amistad y se fraguaban enemistades en un plano de infinitas puntas y rectas donde se representaba con letras mayúsculas lo más granado de la Literatura. 

 


Hicimos un paréntesis en el debate para, los tres, dar un paseo por aquellos campos de la Muela en flor, árboles rebosantes de naranjas y grandes pomelos caídos sobre la tierra húmeda con una variopinto paisaje no exento de águilas, búhos, verderones y mirlos que daban valor al paisaje, embelleciendo aún más este natural donde los crepúsculos incendian las malezas de los campos y la brisa empuja desde las huertas perfumes suntuosos.

Antonio señalaba a los mirlos que, más que volar, correteaban por el verde: -Qué maravilla, decía, y que difícil es encontrar a una blanco, dicen que son así por anomalías de origen genético-, y a esto, una paloma de mismo color se le cruzó por delante, rozándole la cara fugazmente, Antonio se amedrentó acabando con una espontánea risa (creo que de susto), ante el estupor de Francisco, que observaba la escena con cierta risa contenida, no pude evitar un chiste sobre cómo Antonio, acostumbrado a lidiar con depredadores políticos y defendiendo la Democracia con tanto ardor y pasión se intimidó ante el “símbolo de la Paz”-. ¡Cuánto nos reímos!

Cernuda, María Zambrano, Juan R. Jiménez

Aún en el recuerdo:

Las actitudes de algunos escritores también contaban en aquellos cuyas creaciones eran magníficas pero no así sus conductas porque es importante difundir el sistema de valores de algunos poetas que, amparados en la “protección” del régimen, obraron de manera malvada contra iguales. Fueron los casos de algunos y, entre ellos, Alberti que, como otros miembros de la Generación experimentó un proceso de radicalización política, mientras que Juan Ramón Jiménez y otros intelectuales lo observaban con escepticismo (no son injurias sino la revelación de otra verdad…). La actitud de Marañón, Ortega, Unamuno y Baroja fue apoyar al régimen, a veces con entusiasmo y otras con ambigüedad, en contradicción de otros que hubieron de exiliarse, Juan R. Jiménez, María Zambrano, Pedro Salinas, Francisco de Ayala, Antonio Machado, Luis Cernuda, etc.
Por lo que nos encontramos a una intelectualidad dividida en dos bandos, así como el autor de “podrán cortar todas las rosas/ pero no podrán detener la primavera” (Neruda), quien fue considerado un padre para los refugiados republicanos en aquella colisión entre hermanos, sin embargo su hija de dos años no entró en su misericordia. De esta manera, la abandonó enferma de hidrocefalia no siendo aceptada por este “humanista”.

 

Despedida:



A veces los episodios de la vida se viven como una revolución donde damos fuerza a nuestras guerrillas, como una tragedia que revivimos compadeciéndonos, como un relato histórico donde recordamos los combates de otros.

A veces con un telón de fondo donde aparecen distintos horizontes con personajes dignos, explotados, humillados, esclavos, derrotados, miserables. A veces nos identificamos con algunos de ellos, con el ideólogo, con el derrotado, con el valiente, con el apasionado, con el débil, con el fanfarrón. Y con aquel que destruye los personajes creados… Quien escribe se identifica un poco con todos ellos. Cada uno nos conduce a ese ámbito personal que lo formaron como humano y otros han sido víctimas del destino o de la sociedad.

Esta tarde despido a dos grandes amigos inventados a los que admiro y me quedo con la satisfacción de haber conversado con dos grandes de la literatura y de la política, nacidos en Vejer que, igual, influyó en esa formación humana que los conforman. Y yo me aferro a creerlo como creo en los Ángeles, como creo en la inmunidad del Paraíso.


Dedicado a mi ángel, Mara, amiga y enfermera.

Teresa Moncayo López

 

NOTA DEL EDITOR:
Se refería Teresa al arte con la declaración del pintor marroquí Mohamed Chaoui que, asegura que la poesía es un arte y si le añadimos una imagen visual es la fusión de dos artes y, si a esto le añadimos música, es un ARTE con mayúsculas.
Permitidme añadir a esta despedida un saludo del editor de este blog colocando un vídeo donde se integran: pintura, poesía y música. El lienzo donde desarrolla el dibujo, la gama de colores y la música. Pues eso.


Otro ejemplo 

16.12.22

FELIZ NAVIDAD. Oratorio de Navidad de Johann Sebastian Bach.




El Oratorio de Navidad de Johann S. Bach, es una obra sacra atípica, compleja y extensa, compuesta para ser interpretada durante las fiestas de Navidad. Está catalogada como la obra BWV 248 (1) del compositor, aunque en realidad es una reelaboración de otros materiales. La obra pertenece a un grupo de tres oratorios compuestos hacia finales de la carrera de Bach en 1734 y 1735 para fiestas importantes.

Se divide en seis partes, cada una de ellas diseñada para su interpretación en cada uno de los principales días del periodo navideño. Habitualmente, el oratorio se presenta como un todo o, si no, dividido en dos grandes partes de similar extensión. La duración total se acerca a las tres horas.

La primera parte –Cantata para el primer día festivo de Navidad-, que escucharemos en este vídeo, describe el nacimiento de Jesús, predomina en ella la tonalidad de re mayor y brilla la sonoridad de las trompetas, timbales, flautas y oboes, que complementan a la cuerda y el órgano continuo. De la fuerza contenida de la música, nace
una obra maestra maravillosa en si misma.

En el 1º vídeo podrán escuchar el coro de la primera parte, en el 2º la obra completa.




Está definida con respecto a los requerimientos particulares del calendario de la iglesia para la navidad de 1734/35. Bach abandonó su práctica usual al escribir cantatas para iglesia que consistía en basar el contenido en la lectura del Evangelio correspondiente a ese día, con la finalidad de lograr una estructura narrativa coherente.

La estructura de la “historia luterana”, que es su base ideológica, pone en música textos de la Sagrada Escritura, en lengua vulgar, con destino a su interpretación en la iglesia en el curso de los oficios litúrgicos. Junto al recitativo que reproduce el texto bíblico, en la voz del Evangelista.

El Oratorio de Navidad, es uno de los más grandes monumentos musicales erigidos en honor de la Natividad. Su perfecta geometría y la emoción que recorre toda la partitura exigen una audición y una interpretación absolutamente devotas.

(1) BWV, es un catálogo musical que numera cada una de las obras musicales del compositor alemán Johann Sebastian Bach. Fue creado por el musicólogo alemán Wolfgang Schmieder, publicado en Leipzig en 1950.


El Aria para la cuerda de sol es un arreglo musical hecho por el violinista August Wilhelmj del segundo movimiento de la Suite orquestal nº 3 en re mayor, escrita por Bach para el príncipe Leopoldo de Anhalt Cöthen. Actualmente se la conoce con el título “para la cuerda de sol”, aunque se toque tal como la escribió Bach.

La música que completa este vídeo muestra la serenidad y belleza del 2º movimiento, aún más popular que la suite completa.

Pulsar para ver un conmovedor vídeo en  Cuento de Navidad
El papel de madre lo interpreta, Flora Díaz Hurtado

                                                                                                                                   Gonzalo Díaz-Arbolí


15.12.22

120 aniversario del nacimiento de Rafael Alberti, el poeta de El Puerto de Santa María.

 

Rafael Alberti, Premio de Literatura "Miguel de Cervantes"1984


Mi idea del tiempo siempre choca con la de ese lugar donde moran los poetas, es la confrontación inevitable entre lo perenne y lo efímero, entre lo eterno y lo pasajero. Expresé mi deseo de hablar con Rafael Alberti quería preguntarle algunas cosas sobre su poesía primera, sobre aquella arboleda perdida, o sobre el castillito en la playa, quizás hubiésemos podido pasear un poco a la orilla del Guadalete, recorrer la calle Larga de punta a punta o pasar por su casa en la calle Santo Domingo. Me dijeron que no podía ser, que estaban reunidos los del 27; pregunté sobre cuánto tiempo estarían y la contestación fue: "unas horas, un día ─o varios─, semanas, meses o años." Imagino que se me quedó una cara como el título de aquella obra que escribió en 1929: «Yo era un tonto y lo que he visto me ha hecho dos tontos». Después hube de meditar un poco sobre ese tiempo que nos diferenciaba que no era cuestión sólo de curvaturas del espacio. 

Rafael  Alberti, académico de Santa Cecilia 

Siempre me han fascinado las diferentes direcciones de la obra de todos los poetas, nunca ─y es lógico─ hay linealidad. Alberti partió de un sentimiento lírico-popular andaluz plasmado en "Marinero en tierra" y "La amante" plenos de musicalidad y ágil desenvoltura:

No quiero barca, corazón barquero,
quiero ir andando por la mar al Puerto.
¡Qué dulce el agua salada 
con su salitre hecho cielo! 
¡No quiero sandalias, no! 
Quiero ir descalzo, barquero. 
No quiero barca, corazón barquero, 
quiero ir andando por la mar al Puerto. 

No me he aclarado nunca sobre si ese "puerto" es con mayúscula o minúscula, me hubiese gustado hacerle esa pregunta. Bueno, yo ─y como licencia de paisanaje─ lo pongo en mayúscula. Me suena mejor. 
Los estudiosos distinguen una segunda etapa, la de su obra "Cal y canto", aquí su trabajo poético se gongoriza, y su expresión se oscurece. De ésta es su "Soledad Tercera" en homenaje a D. Luis de Góngora: 

Conchas y verdes líquenes salados,
los dormidos cabellos todavía,
al de una piedra sueño,traje umbroso
vistiendo estaban, cuando desvelados,
cítaras ya, esparcidos,
por la del viento lengua larga y fría
templados y pulsados fueron y repetidos,
que el joven caminante su reposo
vio, música segura, 
volar y, estrella pura, 
diluirse en la Lira, perezoso. 
... 
Es de un atractivo especial el tercer periodo que podemos distinguir en su obra, se trata de la etapa surrealista en la que siguiendo los postulados de André Breton, en el Manifieste du surréalisme, intenta con éxito poetizar las distintas fases de la inconsciencia y explorar los submundos mentales de lo incoherente y de lo absurdo. Su libro representativo es "Sobre los ángeles". Aquí el poeta denomina "ángeles" a unas entidades extrañas y esotéricas que de alguna manera percibe y que combaten en su mente. Utiliza un mayor dramatismo y hace la versificación libre.
... 
Me estás quemando vivo.
Vuela ya de mí, oscuro. 
Luzbel de las canteras sin
auroras de los pozos sin agua 
de las simas sin sueño, 
ya carbón del espíritu, 
sol, luna. 
Me duelen los cabellos 
y las ansias. ¡Oh, quémame! 
¡Más, más, sí, sí, más! ¡Quémame! 
¡Quémalo, ángel de luz, custodio mío, 
tú que andabas llorando por las nubes, 
tú, sin mí, tú, por mí ángel frío de polvo, 
ya sin gloria, volcado en las tinieblas! 
... 
A partir de estos momentos, deja su expresividad poética y la cambia por la intención política, para ─años después─ retornar a la musicalidad primigenia con varias obras; quizás la que nos parece más significativa sea "A la pintura"; una hermosa colección de poemas en los que recoge muy variados aspectos del arte pictórico. 

Abajo a ti, sonoro, puro, quieto, blando,
incalculable al mar de la paleta,
por quien la neta luz, la sombra neta
en su trasmutación pasan soñando. 

A ti, por quien la vida combinando
color y color busca ser concreta; 
metamorfosis de la forma, meta
 del paisaje tranquilo o caminando.
... 
Me quedé un buen rato casi adormilado, pensaba en que la poesía era algo tan sutil como soñar, y soñar, caminos; estaba seguro que Antonio Machado también lo creía así. 
Se me había venido ya la tarde encima; desde la playa y las rocas veía el sol que se acostaba por la mar de Rota... 

Zarparé, al alba, del Puerto,
hacia Palos de Moguer,
sobre una barca sin remos.
De noche, solo, ¡a la mar!
y con el viento... 
Ignacio Pérez Blanquer

10.12.22

Edad malvada... Leer poesía


Sentir que la vigilia es otro sueño
que sueña no soñar y que la muerte
que teme nuestra carne es esa muerte
de cada noche que se llama sueño
Jorge Luis Borges


La vejez en esta fotografía de Paco Basallote

Ahora comprendo la exactitud del aforismo escrito por Chrétien de Troyes hacia el año 1176 –el primer testimonio escrito en lengua romance-
Prisionero de los años, cansado y sintiendo en mi propia carne sus consecuencias, 84 cumplidos, no atiné a valorar en su justa medida la verdad que esconde la máxima que glosa el escritor medieval.
“Destruyes todas las cosas alegres, edad malvada; quitas el ingenio, privas de vigor al cuerpo”. 

Aquí os confieso con tristeza, dos de mis íntimas experiencias que jamás podré repetir:
1) Volver a hacer el Camino de Santiago. Jamás fui tan feliz, como durante las inolvidables e interminables caminatas de reflexión y misticismo.
2) Me viene a la memoria el soneto que escribió Miguel Hernández, con su increíble pericia, entusiasmo y vocación, para El silbo vulnerado: Me tiraste un limón
Lean con atención el segundo cuarteto:

Me tiraste un limón, y tan amargo,

con una mano cálida y tan pura,

que no menoscabó su arquitectura

y probé su amargura, sin embargo.

                                                                               

Con el golpe amarillo, de un letargo

dulce pasó a una ansiosa calentura

mi sangre, que sintió la mordedura

de una punta de seno duro y largo.

 

Pero al mirarte y verte la sonrisa

que te produjo el limonado hecho,

a mi voraz malicia tan ajena,

 

se me durmió la sangre en la camisa,

y se volvió el poroso y áureo pecho

una picuda y deslumbrante pena.

 

La poesía de Miguel Hernández está cargada de imágenes y elementos simbólicos. En este poema, la sangre es el deseo sexual, la camisa es el sexo masculino y el limón es el pecho femenino. 
La certeza de que ya nunca podré sentir la dicha de colmar, de derramar libidinosamente mi deseo sexual entre los brazos de la mujer amada. 
Pero y ¡aquellos días de amor inolvidables y maravillosos! y, otra vez sigo con Miguel Hernández:

He poblado tu vientre de amor y sementera
he prolongado el eco de sangre a que respondo
y espero sobre el surco como el arado espera:
he llegado hasta el fondo.

Nada ni nadie podrá quitarnos esos días de deleite, nos pertenecen, el destino pagó la deuda que con nosotros tenía.
Pero eso... nunca más... 
A hurtadillas le llega la muerte a lo vivo, la vejez a lo joven: Mientras preguntamos ¿Qué hora es?  ha huído ya la hora...
Todo lo bello deja un hueco......Rafael Guillén


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Algunos me dicen:
No estoy de acuerdo… a esa edad el ingenio florece y la paz inunda el alma.
Otros: Sí, es la nuestra una edad malvada. Pero hay que afrontarla, porque sino, nos hunde aún más.
Cicerón exalta la vejez, como un momento de creatividad fructífera, si la disciplina por seguir aprendiendo y dando fruto se impone «de manera tranquila, sosegada, plácida y soportable, como hemos oído decir de Platón, quien murió a los 81 años, cuando escribía un libro.

Pues sabéis lo que os digo: Escuchen poesía, para las emociones sutiles...


Y más poesía:
Jorge Manrique: Coplas por la muerte de su padre:

Recuerde el alma dormida,
avive el seso y despierte
contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte 
tan callando,
cuán presto se va el placer,
cómo, después de acordado,
da dolor;
cómo, a nuestro parecer, 
cualquiera tiempo pasado
fue mejor...

...Este mundo es el camino
para el otro, que es morada
sin pesar;
mas cumple tener buen tino
para andar esta jornada
sin errar.
Partimos cuando nacemos,
andamos mientras vivimos,
y llegamos
al tiempo que fenecemos;
así que cuando morimos descansamos.

Lo cierto es, que el destino de todos los poetas ha estado siempre marcado por un ansia irreprimible de perfección.
Jorge Luis Borges:
¿Dónde estará mi vida, la que pudo
haber sido y no fue, la venturosa
o la triste horror, esa otra cosa
que pudo ser la espada o el escudo
y que no fue?
(....)
¿Donde el ancla y el mar, dónde el olvido
de ser quien soy?

Termino con un comentario de mi recordado e íntimo amigo, el poeta Eugenio Martínez: 
Jorge Manrique en los versos a la muerte de su padre nos dulcifica el dramatismo de la edad maldita y da vida a toda una existencia que siempre, siempre, con sus pendientes y sus curvas merece la pena vivirla.
Un cordial abrazo
Gonzalo Díaz-Arbolí


5.12.22

Eugenio Montale. Premio Nobel italiano (1975)

“La poesía es conocimiento, salvación, poder, abandono. Operación capaz de cambiar al mundo, la actividad poética es revolucionaria por naturaleza; ejercicio espiritual, es un método de liberación interior. La poesía revela este mundo; crea otro…Cada lector busca algo en el poema. Y no es insólito que lo encuentre: Ya lo llevaba dentro”. 
Octavio Paz 
 
Eugenio Montale (Italia, Génova 1896-Milán 1981) 
Poeta, periodista, crítico literario y musical. 
Aportó una visión absolutamente personal de la problemática y las inquietudes del hombre contemporáneo, partiendo de los hallazgos formales del simbolismo y del decadentismo, a los que enriqueció con una voz inconfundible. Considerado con frecuencia uno de los fundadores del hermetismo italiano de entreguerras, la singularidad de su poética desborda no obstante los presupuestos teóricos de este movimiento.

Interrumpió los estudios secundarios para estudiar canto, y luego sirvió como oficial de infantería en la I Guerra Mundial. Cuando decidió dedicarse a la poesía ya era un intelectual de vasta cultura que alternaba el gusto por la lectura de los grandes novelistas del siglo XIX, con la pintura y la música. 
En 1939 sus manifestaciones antifascistas le valieron la suspensión por parte del gobierno como director del Gabinete Científico - literario Vieusseux. Florencia.1819´

Obtuvo el Premio Feltrinelli, el título de Doctor Honoris Causa por las Universidades de Milán, Roma, Cambridge y Basilea, el título de Senador vitalicio en 1966, Premio Nobel de Literatura en 1975.
"Huesos de sepia" en 1925, "Las ocasiones" en 1939, "El vendaval y otras cosas" en 1956, "La mariposa del café de la plaza" en 1956, "Treinta y dos variaciones" en 1973 y "Altri versi" en 1981, hacen parte de su valiosa obra.

Ya en la vejez, Eugenio Montale entregó todavía las crónicas de Cuaderno de cuatro años (1977), la sabiduría teórica de Sobre la poesía (1976), y fundamentalmente los memorables poemas de amor que integran las dos partes de Xenia (1964-1969) y el testamento de su estética y su concepción del mundo que significó Satura (1971).
 
En su primera colección de poemas, Huesos de sepia (1925), casi todos ambientados en los paisajes y escenarios en los que pasó su infancia, expuso ya los temas más característicos de su poética: un sentimiento de cansancio y de soledad, una angustiosa desconfianza en la vida y la conciencia de la inutilidad de cualquier lucha, que, sin embargo, no le empujaban a la autocompasión, a una actitud resignada o al abandono de la esperanza. A través de endecasílabos fragmentados, en un casi sinfónico empleo del verso libre, expresó el "mal de vivir": la irremediable derrota del hombre, que se halla prisionero en el mundo.

Elegimos el poema:


Forse un mattino andando in un'aria di vetro, 
arida, rivolgendomi vedró compirsi il miracolo: 
il nulla alle mie spalle, il vuoto dietro 
di me, con un terrore di ubriaco. 

Poi come s'uno schermo, s'accamperanno di gitto 
alberi case colli per l'inganno consueto. 
Ma sarà troppo tardi; ed io me n'andró zitto 
tra gli uomini che non si voltano, col mio segreto. 
Traducción:
Tal vez una mañana caminando en un aire de vidrio,

árido, volviéndome veré cumplirse el milagro;

La nada a mi espalda, el vacío detrás de mí

con un terror de borracho. 

Luego, como en una pantalla, se aparecieran de pronto

arboles, casas, lomas con el habitual engaño.

Pero será demasiado tarde y yo me habré ido callado 

entre los hombres que no se vuelven, con mi secreto.


El punto fundamental del poema es éste. La hipótesis puede enunciarse en términos simples y rigurosos: dada la bipartición del espacio que nos circunda en un campo visual delante de nuestros ojos y un campo invisible a nuestras espaldas, el primero se define como pantalla de engaños y el segundo como un vacío que es la verdadera sustancia del mundo. 

Dos velocidades distintas atraviesan el poema: la de la mente que intuye y la del mundo que transcurre. Entender es cuestión de ser veloces, de volverse de pronto para sorprender al  (esconderse detrás), es una vertiginosa voltereta sobre uno mismo y en ese vértigo está el conocimiento. El mundo empírico en cambio es la habitual sucesión de imágenes en la pantalla, engaño óptico como el cine, donde la velocidad de los fotogramas te convence de la continuidad y de la permanencia. 

Hay un tercer ritmo que triunfa sobre los dos y es el de la meditación, la marcha absorta y suspendida en el aire de la mañana, el silencio en el que se custodia el secreto arrebatado en el movimiento de la intuición.

Per i miei amici: Stefania e Luigi 
Perché leggere i classici.  Autore.  Italo Calvino.
Si dice classico, in definitiva, ogni libro che stimola un atteggiamento personale critico, che provoca discorsi critici ma che continuamente sappia liberarsene. Non sempre il classico ci insegna qualcosa, anzi, molte volte è una conferma di ciò che sapevamo.

Fuentes:
Perché leggere i classici. Italo Calvino
Wikipedia, 
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «Biografia de Eugenio Montale».

Gonzalo Díaz-Arbolí

Itinerario biográfico de Eugenio Montale