30.7.21

Maria Callas, La Sonnambula Ah, non credea mirati

             
Sucedió en abril de 1954, Teatro La Scala, Milán
Ópera: La Sonámbula, Vicenzo Bellini 
Productor: Luchino Visconti.     Director: Leonard Bernstein

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María Callas hizo maravillas en el papel de Amina. Su esbelta figura, su juvenil encanto y gráciles movimientos, produjo un soberbio retrato del atractivo personaje. Exquisitamente vestida por Piero Tosi y cantando como un ángel, su caracterización de la encantadora sonámbula fue fascinante. 

El personaje requiere una cantante-actriz ingenua e inocente y, al mismo tiempo, apasionada, impetuosa y cariñosa, que puede llorar de alegría o tristeza. Y esto lo hace Callas. La clave está en la cualidad única de su voz y, en apariencia, del fácil uso que hace de ella. 

Bernstein la describe como, "Algo maravilloso, a veces es violín, otras viola, otras flauta. Su interpretación de la sonámbula es fascinante. Callas es gloriosa” 
La Sonámbula es uno de los más grandes logros que se haya visto sobre un escenario. 

Gonzalo Díaz Arbolí

27.7.21

PATRIMONIO MUSICAL: REVISTA MUSICAL. MAITETXU MÍA.

 Maitetxu mía, 1927

Aunque no se trata de una Zarzuela, este sortxico (canción popular vasca), la colocamos hoy para nuestros amigos y amigas, por su extraordinaria belleza. Es una canción sentimental y tierna con una curiosa historia. Quienes escuchen 'Maitetxu mía' especialmente los migrantes, no pueden evitar sentir una profunda e intensa emoción y recordar con nostalgia el terruño, el lugar donde pertenece su alma, donde la luz y el corazón trazaron las coordenadas de la dicha. 
Se asocia al país vasco y Navarra por la variante euskérica más común del nombre Maite, aunque también es muy popular en el resto de España.

Breve biografía del compositor
Francisco Alonso López (Granada, 9-5-1887- Madrid 18-5-1948).  Su música es graciosa, alegre, de fácil melodía y acento popular. Destacaba en los pasodobles y chotis a los que imprimía garbo y desenfado. Muchas de sus obras continúan siendo muy apreciadas, como el pasacalle Los nardos, el chotis, El Pichi, ambas de la Revista Musical, Las Leandras.
Escribió igualmente dos pasodobles para las fiestas de la ciudad de Alicante, "Les Fogueres de Sant Joan", titulados La festa del poble, que se estrenó en 1934, y La Nit de San Joan, pasodoble foguerer para banda, coro y bajo solista y la canción Maitetxu mía. Llegó a presidir la Sociedad General de Autores de España.

El Maestro Alonso, en sus estancias en Fuenterrabía captó el sentir de las gentes de los caseríos y pueblos vascongados y llevarlos a sus pentagramas, creando una de las canciones más populares y célebres de su repertorio. Tan célebre, que siendo su compositor andaluz supo captar el espíritu vasco y hoy día podemos decir que no tiene patria.

Maitetxu mía ha sido interpretada y grabada por los más eminentes tenores de habla hispana, como Miguel Fleta, Juan García, Plácido Domingo, Alfredo Kraus, José Carreras, Luis Mariano y por grupos populares como Los Xeys, Mocedades y otros.

El origen de Maitetxu mía está en una apuesta. En Fuenterrabía, unos amigos vascos le juzgaban incapaz de componer música vasca. El Maestro Alonso, picado en su orgullo, pidió a su amigo y colaborador Emilio González del Castillo una letra de ambiente vasco para ponerla música. Cuando la tuvo, el compositor granadino se sentó al piano y, en sólo una hora, creó esta impresionante y maravillosa canción. 


         La interpretan de forma magistral Plácido Domingo y el grupo Mocedades.

Buscando hacer fortuna como emigrante
Se fue a otras tierras
Y entre las mozas una
Quedó llorando por su querer
Vuélvete al caserío
No llores más mujer
Que dentro de unos años
Muy rico he de volver
Y si me esperas
Lo que tú quieras
De mí conseguirás
Maitechu mía
Maitechu mía
Calla y no llores más
Yo volveré a quererte con toda el alma Maitechu mía
Y volveré a cantar sortxicos al pasar
Y volveré a decirte las mismas cosas que te decía
Por oro cruzo el mar
Y debes esperar
Luchó por el dinero
Y al verse rico volvió por ella
Saltó a tierra el primero
Porque soñaba con su querer
Ya llego al caserío
Voy a volverla a ver
No sale a recibirme
¿Qué es lo que pudo ser?
Murió llorando y suspirando

Si la han leído o escuchado con atención, el  dolor es tal que se propone quitarse la vida. 

El título emplea la palabra vasca 'maitetxu' -escrita a la española- con un posesivo, de modo que viene a significar, 'amor mío'. No quiere decir 'Maite mía', pues maitechu no es diminutivo de María Teresa ni equivale a Maite o Mari Tere, Suenan igual 'maite' y Maite por pura coincidencia.  
Txu en euskera es un diminutivo cariñoso. que se añade a los nombres propios.

Con esta canción recordaré eternamente a un amor lejano en el tiempo...... al primer amor.     
 
Gonzalo Díaz-Arbolí

24.7.21

LA LETRA CON SANGRE ENTRA

                                                                             

Fotografía tomada de paperblog
         

Esta máxima, que durante tanto tiempo se ha aplicado en el sistema educativo y apenas abandonamos hace unos años, es tan antigua como la enseñanza de la escritura cuneiforme en todas las escuelas y colegios de este país. Por tanto, todo aquel que tenga cierta edad en la actualidad, lo recordará en primera persona y me imagino que también, algunos, incluso lo habrá sufrido en sus propias carnes (yo, personalmente puedo dar fe de ello). 

Viene esto a cuento porque según se relata en una muy antigua leyenda de nuestro amado pueblo Vejer, existió hace ya bastantes años un maestro de escuela que a la sazón enseñaba a sus pupilos, desde las primeras letras, hasta estudios más avanzados y que con ello se ganaba su sustento. Éste era corto porque se nutría sólo con las aportaciones de los padres de sus alumnos y, éstas, no podrían catalogarse como suculentos estipendios, sino más bien al contrario e, incluso, la más de las veces, recibía el óbolo en especies. 

               
Escuela de D. Antonio León,  Vejer.  De dcha. a izq. Pepe Luis Díaz Arbolí 
                 Pepe Benítez Díaz y Gonzalo Díaz Arbolí. Año de 1942

También era muy normal en aquella época, que aquellos alumnos que llegaban tarde a la escuela o que su caligrafía distaba mucho de ser la correcta, recibían el consiguiente castigo corporal en forma de azotes. Transcurría todo de esta guisa, cuando uno de sus alumnos, harto ya de sufrir tanto castigo y que su cuerpo dejara notar ya demasiadas laceraciones, adelantándose a que su padre descubriera lo que acontecía en la escuela, decidió anticiparse a éste y viendo que lo tenía muy difícil para "pasar de curso", y sabiendo que los honorarios del maestro eran bastante escasos, le propuso a su progenitor invitar a comer a su maestro y agasajarlo con variados presentes para que se ablandase, y su día a día en la escuela, por tanto, fuera más llevadero. El padre conocedor de que su hijo no era de grandes luces y además sabedor de sus grandes limitaciones intelectuales, entendió que era la única manera de que su hijo pudiese prosperar algo en su vida académica. De esta manera se dio cuenta y accedió a la invitación. Durante la comida, en la que la familia del muchacho sirvió el mejor vino que tenían en la casa, y las mejores y más variadas viandas, el alumno se mostró diligente, educado y no paró de regalarle los oídos al invitado con sus virtudes y dar gracias a Dios por tenerlo como maestro. Penséis lo que penséis, y aún sabiendo que todo aquello tenía un solo propósito, a todos nos gusta que nos hagan la pelota y recibir lisonjas…, aunque éstas sean falsas. 

Terminada la cena, y por si la cosa todavía no estaba clara, el maestro recibió varios regalos entre los que había varias orzas de manteca, pieza de caza, ristras de chorizo, longanizas… y, hasta un jamón. Aunque no sabemos si el alumnos llegó a ser un ilustrado en su madurez, me atrevería a decir que efectivamente si pasó de curso. 

                         
 Escuela de D. Juan Caballeiro, Vejer de la Frontera. Año de 1943

Aprovechando esta historia de maestros, de su escasa remuneración y, sobre todo, de lo poco valorado que han sido a lo largo de la historia, me voy a permitir rendirles un pequeño homenaje. Y como cuando un maestro habla, lo mejor es callarse, voy a dejar que sea Carlos Fisas, el que demuestre etimológicamente que no cualquiera puede ser maestro, pero si ministro. 

El término -maestro- deriva del latín magister, y éste, a su vez, del adjetivo magis que significa -más- o -más que-. Por tanto, el magister lo podríamos definir como el que destaca o está por encima del resto, por sus conocimientos y habilidades. En la literatura encontrareis innumerables ejemplos de esto que os digo: Magister equitum (Jefe de Caballería), Magister militum (Jefe militar). 

Por el contrario, el término -ministro- deriva del latín minister, y éste a su vez del adjetivo minus que significa -menos- o -menos que- El minister era el sirviente o el subordinado que apenas tenía habilidades o conocimientos. 

De todo ello se puede legar a una conclusión, que es el propósito inicial de éste relato. Para ser ministro no hace falta ser o hacer… nada. 
Javier Díaz Arbolí


23.7.21

Nacionalismo Musical Español, Jesús Guridi Bidaola

El objetivo principal de esta entrada no es sólo recalcar las bondades e importancia del arte musical, sino también promover la paz, la amistad y la concordia entre las diferentes nacionalidades españolas a través de la unión que causa la música, como un rayo de luz que se abre paso entre las nubes.

La música refuerza la idea de pertenencia a una nación, fortaleciendo el sentido de lo nacional mediante un himno, independientemente de lo marcial o monótono que pueda ser. También proporciona un mundo sonoro para ensalzar hazañas y gestas épicas; describir y realzar paisajes, acompañar danzas folclóricas en una plaza pública o en una sala de conciertos. Exaltar el nacionalismo y el patriotismo fue una de las características más notables del Romanticismo Nacional.

Jesús Guridi Bidaola.  (Vitoria, 25 de septiembre de 1886 - Madrid, 7 de abril de 1961). Fue uno de los principales exponentes de la música nacional vasca. 
Compositor y organista español, de familia de músicos, comenzó a estudiar solfeo y piano de la mano de su madre, y continuó su formación en Bilbao con Sainz Besabé. A los diecisiete años marchó a Paris e ingresó en la Schola Cantorum para estudiar piano y órgano con Abel Decaux, y composición con Auguste Serieyx. Luego prosiguió su formación en Lieja y en Colonia, adquiriendo una extraordinaria solidez técnica que se manifiesta en todas sus obras. En Bilbao asumió la dirección de la Sociedad Coral Bilbaína y ocupó las cátedras de órgano y armonía en la Academia de Música y en el Conservatorio de la capital vizcaína. Desde 1939 vivió en Madrid, donde, en 1955, se hizo cargo de la dirección del Real Conservatorio de Música y también ocupó la cátedra de armonía. Nombrado Académico de la Real Academia de Bellas Artes y colaborador del Instituto Nacional de Musicología, fue una de las personalidades más eminentes de la vida musical española.


Como compositor, Guridi cultivó con acierto géneros muy diferentes. Desde su primera obra coral, el poema Así cantan los chicos, para voces blancas y piano, hasta su última: Homenaje a Walt Disney, para piano y orquesta, premio Oscar Esplá en 1956, pasando por la producción sinfónica y teatral, música de cámara, de órgano y cinematográfica. Sus Diez melodías vascas son una muestra orquestal del mejor nacionalismo vasco.


Fuente: Internet
Gonzalo Díaz Arbolí

21.7.21

Los orígenes de O Sole mio.

 



Para elevar un poco la moral de los lectores debido a las restricciones para frenar el avance descontrolado de la Covid-19, hoy, con este espléndido sol sureño, en casa, pueden disfrutar con esta bellísima canción napolitana, O Sole mio.


¿Pero cuál es la historia de la canción napolitana más famosa a nivel internacional?

 

La versión original está escrita en napolitano y ha sido llevada a diferentes idiomas alrededor del mundo e interpretada por un gran número de artistas líricos -principalmente tenores- Enrico Caruso, Giovanni Martinelli, Giuseppe di Stefano, Mario Lanza, Alfredo Kraus, Plácido Domingo, Pavarotti...

También ha sido interpretada por artistas vinculados al mundo del rock y el pop como Elvis Presley, Nannini, Bryan Adams, Al Bano, Anna Oxa...

 

Los padres de la pieza simbólica de la ciudad de Nápoles son: Giovanni Capurro, autor de la letra (su obra más conocida) y el compositor Eduardo di Capua autor de la música.

 

La canción que aún hoy es el símbolo de Nápoles no fue compuesta viendo la salida del sol sobre la ciudad napolitana, la realidad es muy diferente y lejana, Eduardo di Capua estaba en Odessa, (entonces parte del Imperio ruso) con la intención de ver el amanecer en el mar Negro, durante un descanso de una gira con su padre. Sin embargo, esto no cambia lo que es la esencia y el mensaje de esta obra maestra: amor por la ciudad de Nápoles, el napolitano y la melancolía por la distancia desde una ciudad que para los nacidos allí es realmente una segunda piel.




La leyenda dice que en el momento en que se sentó al piano para componer la melodía  de O' Sole mio, ya conocía el texto compuesto por el periodista Giovanni Capurro en 1898.


Otra curiosidad radica en el hecho de que la canción no tuvo inicialmente el éxito deseado, no ganar en el Festival Piedigrotta organizado por la editorial Bideri, ocupando el segundo lugar, en ese momento era el concurso de canciones napolitanas más importante.  A pesar de ello, la composición se hizo muy famosa traspasando la fronteras municipales y nacionales, y se hizo famosa en todo el mundo, a pesar de la gran simplicidad estructural y conceptual: y esta es probablemente su gran fortaleza, 

La versión interpretada por Elvis Presley bajo el nombre de "It's now or never" (Es ahora o nunca) ​ es la más vendida del tema con una cifra estimativa de más de 20 millones de copias, constituyendo al mismo tiempo uno de los sencillos más vendidos del artista.


Si aún no crees en el hecho de que esta canción realmente hizo historia, piensa que fue capaz de ir más allá de los límites de la música. 
Un ejemplo:
Proust lo citó en uno de los volúmenes de "En busca del tiempo perdido."

Una anécdota: 

En las Olimpiadas de Amberes de 1920 sucedió un hecho muy singular, que demuestra la importancia que para los italianos tenía ya entonces esta canción. Al inaugurar los juegos, se extravió la partitura de la Marcha Real, el himno de Italia, y resultó ser que la única canción que todos los músicos conocían era “O Sole mio”, que fue la música que acompañó a los atletas italianos.

Sin embargo, con toda esta fama, los dos autores Capurro y Di Capua murieron en la pobreza y la editorial Bideri se convirtió en el propietario de los derechos de autor. Aunque las regalías terminan después de 100 años, en 2002 Alfredo Mazzucchi fue reconocido como coautor musical de “O Sole mio” y, por lo tanto, la canción se cubrirá hasta 2042.


Qué cosa más bella un día de sol,

un aire sereno después de una tempestad

Por el aire fresco ya parece una fiesta

¡Qué cosa más bella un día de sol!

Pero otro sol

aún más bello, mi niña,

mi sol

está en tu frente.

El sol, mi sol

está en tu frente

está en tu frente.Lucen los cristales de tu ventana

una lavandera canta y se jacta (de ello)

y mientras tanto estruja, tiende y canta

lucen los cristales de tu ventana.Pero otro sol

aún más bello, mi niña,

mi sol

está en tu frente

El sol, mi sol

está en tu frente

está en tu frente.

Cuando llega el anochecer y el sol baja,

casi me sube una melancolía;

me quedaría bajo tu ventana

cuando llega el anochecer y el sol baja.

Pero otro sol

aún más bello, mi niña,

mi sol

está en tu frente

El sol, mi sol

está en tu frente

está en tu frente


Gonzalo Díaz-Arbolí

4.7.21

Khatia Buniatishvili pianista de concierto.

 



Gracias a la sugerencia de uno de mis amigos, Julio, en la que me pedía que hiciese una “entrada” sobre la célebre pianista Khatia Buniatishvili y con la aportación del culto lenguaje  de otro de ellos, Eugenio, Con diligencia me pongo a la labor.

Khatia Buniatishvili es una brillante pianista de concierto georgiana establecida en París y nacionalizada francesa en 2017. 
Comenzó a estudiar piano bajo la enseñanza de su madre a la edad de tres años, como su hermana Gvantsa. ​ Dio su primer concierto con la Orquesta de Cámara en Tbilisi a la edad de seis. Desde los diez años ha dado conciertos en Europa, Rusia, Ucrania, Armenia, Israel, España y los Estados Unidos. Se graduó de la Escuela Central de Música de Tbilisi, y luego ingresó al Conservatorio Estatal de Tiflis, en el 2004. 

Ha descrito el piano como «símbolo de soledad musical», escogió este instrumento sobre el violín a pesar de su oído absoluto. Ella y su hermana aprendieron juntas a tocar el piano y tocaban dúos en casa. Sus actuaciones juntas suelen ser memorables. 

La puesta en escena de la joven y exuberante georgiana es, en todos los sentidos, aparatosa. Con un glamour y atractivo indudables, manejados con extraordinaria habilidad, la mezcla arrastra como un tsunami a un público especial, con abundancia de jóvenes, que se entrega con entusiasmo inevitable ya de entrada, incluso antes de que el resultado artístico haya podido producirse. 

A pesar de tales fulgores mediáticos el resultado artístico es incuestionable; es pianista de medios y talento, y se entrega con el teclado con energía, demostrado en cada uno de sus conciertos.

Estas dos piezas, la Sonata de Beethoven Núm. 14, que nos transporta a la antesala de la belleza y la Rapsodia Húngara  Núm. 2 de Liszt, que nos eleva al quinto cielo de la armonía, de ejecución endiablada, pero dominada por una depurada técnica y una sensibilidad mucho más allá de lo deseado.
Increíble Khatia Buniatishvilli superando las dificultades de realización del gran Liszt y sosteniendo esa sensibilidad armónica que traspasa todos los sentidos, haciéndonos vislumbrar una belleza que nos abraza y nos invade como una caricia de pura gracia.

En este vídeo la pueden escuchar en versiones distintas a las habituales y, por la que a mí concierne,  excelentes, son mis favoritas.

í

Todavía conservo en mi memoria, la emoción y el sentimiento de felicidad y orgullo, la imagen de mi abuelo, José Díaz Jiménez interpretando estas dos piezas, que tiene un sentido en mi vida. Ni el paso del tiempo ni el estado de ánimo han causado olvido. Cuando las escucho vuelven a brotar esos sentimientos.
Gonzalo Díaz Arbolí



1.7.21

Carlos Hurtado Casanova. Dibujante y viajero, enamorado de Vejer

 

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Nació en Madrid (1933), vivió en Toledo y paso su juventud en Cádiz, volvió a Madrid para estudiar arquitectura y allí estableció su residencia definitiva. Arquitecto y biólogo, dibujante, escultor, aventurero, inventor e investigador, viajero del siglo XX, ganadero y profesor de la Escuela de Arquitectura, llevan su sello de maestro diversos Centros Oficiales de Deportes e Institutos de Higiene y Seguridad en el Trabajo. 

Hombre de mil recursos, gran conversador, curioso observador y crítico, amante del conocimiento, buscador de lo raro y diferente. Carlos Hurtado, está convencido de que la física es el motor de la humanidad, que el universo está escrito en lenguaje matemático. 

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Sus dibujos tienen un predominio de la línea, faceta donde aflora su formación de arquitecto. La excelencia de sus dibujos motivó que fueran seleccionados para quedar como láminas modelo para los estudiantes de la Escuela de Arquitectura. Generalmente los dibujos de color son hechos con acuarelas o bien con lápiz acuarelable. 

Dibuja preferentemente cuando viaja, siempre del natural y a la primera, sin lápiz ni modificaciones. Se detiene cuando le interesa, por esa razón dibujó, tanto, el paisaje y las calles de Vejer, fue como un amor a primera vista. 

Me comentaba que, siempre había percibido un cierto paralelismo entre su querida Toledo y Vejer, ambas fortalezas militares, ambas fronterizas, ambas unidas por una genética similar. Sin conocerse, tiene los mismos padres, como un matrimonio adúltero.

Muchas veces, hemos deambulados plácidamente por sus calles y campos saboreando el misterio de su luz, la emoción al descubrir los contrastes de sus luces y sombras que generaban la paz que sentíamos y en mí, el agridulce sabor de la nostalgia.

No hay nada más fascinante que contemplar la grandiosidad en los atardeceres de marzo y abril paseando por la Corredera, escuchando el canto del ruiseñor, quizás, porque en la quietud de esas horas su canto destaca más. Yo, trataba de retener todo ese temblor interno que surge al rememorar mis orígenes y que nos lleva siempre a lo esencial. El poeta vejeriego, Francisco Basallote, lo describió muy bien con estas palabras: el espacio donde la luz y el corazón trazaron las coordenadas de la dicha.

"Decía María Zambrano que la naturaleza es una de las experiencias más precisas que los humanos podíamos tener de lo sagrado”.

 

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Para facilitar esta tarea, se fabrica mini-maletines o estuches donde guardar sus pinceles, tintas, acuarelas y el recipiente para el agua. Si se acaba este mágico contenido, lo sustituye por saliva, y a veces la lluvia, que podría ser un impedimento le sirve de tintero...Todo ello por el placer de dibujar.

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Su estilo agradable y sensorial, la espontaneidad de los trazos y su cromatismo es sorprendente y lo definen;  posiblemente se deba a su incapacidad para distinguir los colores: es daltónico.

Opiniones:
"Su sentido del color, me ha parecido fantástico, llamativo y genial. Lo defino sobre todo como osado, con brillantez, y esos colores extremos entremezclados, esos choques, esa potencia cromática lo hacen sencillamente maravilloso.
El dibujo, es muy bueno, con sentido del espacio, del volumen y de síntesis. Ejecutado con mano suelta y gran capacidad de captación. Y en definitiva, el dibujo es el clásico de los viejos arquitectos..."
Museo Reina Sofía

Vídeo de la obra sobre Vejer de Carlos Hurtado


Sí lo desean, pulsen en las siguientes ciudades para ver más dibujos:

Para ver el vídeo de las imágenes de su libro,  pulsar  AQUÍ

Gonzalo Díaz-Arbolí
Académico de Bellas Artes Santa Cecilia