El objetivo principal de esta entrada no es sólo recalcar las bondades e importancia del arte musical, sino también promover la paz, la amistad y la concordia entre las diferentes nacionalidades españolas a través de la unión que causa la música, como un rayo de luz que se abre paso entre las nubes.
La música refuerza la idea de pertenencia a una nación, fortaleciendo el sentido de lo nacional mediante un himno, independientemente de lo marcial o monótono que pueda ser. También proporciona un mundo sonoro para ensalzar hazañas y gestas épicas; describir y realzar paisajes, acompañar danzas folclóricas en una plaza pública o en una sala de conciertos. Exaltar el nacionalismo y el patriotismo fue una de las características más notables del Romanticismo Nacional.
Jesús Guridi Bidaola. (Vitoria, 25 de septiembre de 1886 - Madrid, 7 de abril de 1961). Fue uno de los principales exponentes de la música nacional vasca.
Compositor y organista español, de familia de músicos, comenzó a estudiar solfeo y piano de la mano de su madre, y continuó su formación en Bilbao con Sainz Besabé. A los diecisiete años marchó a Paris e ingresó en la Schola Cantorum para estudiar piano y órgano con Abel Decaux, y composición con Auguste Serieyx. Luego prosiguió su formación en Lieja y en Colonia, adquiriendo una extraordinaria solidez técnica que se manifiesta en todas sus obras. En Bilbao asumió la dirección de la Sociedad Coral Bilbaína y ocupó las cátedras de órgano y armonía en la Academia de Música y en el Conservatorio de la capital vizcaína. Desde 1939 vivió en Madrid, donde, en 1955, se hizo cargo de la dirección del Real Conservatorio de Música y también ocupó la cátedra de armonía. Nombrado Académico de la Real Academia de Bellas Artes y colaborador del Instituto Nacional de Musicología, fue una de las personalidades más eminentes de la vida musical española.
Como compositor, Guridi cultivó con acierto géneros muy diferentes. Desde su primera obra coral, el poema Así cantan los chicos, para voces blancas y piano, hasta su última: Homenaje a Walt Disney, para piano y orquesta, premio Oscar Esplá en 1956, pasando por la producción sinfónica y teatral, música de cámara, de órgano y cinematográfica. Sus Diez melodías vascas son una muestra orquestal del mejor nacionalismo vasco.
Fuente: Internet
Gonzalo Díaz Arbolí
7 comentarios:
¡Buenísimo!!! Gracias por compartirlo..
Como de costumbre lo que seleccionas es magnífico.
Gracias, por la gran labor que estás haciendo.
Muy interesante.
Gracias, Gonzalo, por traernos siempre música diferente. Hoy la música vasca con los impresionantes paisajes, me parece excepcional.
Preciosa la música, pero la guitarra sonando “Recuerdos de la Alhambra” emocionante. También muy interesante, la historia de Enrique Granados que no tenía ni idea. Gracias por lo que me estás enseñando...
Muchas gracias Gonzalo.
Estupenda entrada al blog, sobre el Nacionalismo Musical Español del s. XIX (si quitamos a Guridi que entraría en el s. XX).
Y como el Nacionalismo Musical Español, forma parte de la Historia Universal de la Música, te animo a hacer una nueva entrada sobre el Nacionalismo Musical Español del s. XX, con Falla, Turina, Usandizaga, Joaquín Rodrigo... y como asturiano que soy, me gustaría que contaras también con Martínez Torner "demasiado" desconocido.
Magnífica entrada, Gonzalo, recordándonos la importancia que ha tenido la música a lo largo de la historia de los pueblos y su influencia en la promoción y consecución de la concordia entre los mismos. La selección de la música muy amena, porque hay pasajes musicales que su repetición nunca cansa, sino más bien su reiteración acrecienta el deleite. La anécdota hondamente sentimental y terriblemente trágica de Granados a todos nos hace vibrar el bordón de los sentimientos más auténticos Me uno a la sugerencia de nuestro común amigo Julio. Y a su lista de célebres músicos añade, por favor y como súplica personal mía, al barbudo de Camprodón,Isaac Albéniz. Nos quedamos a la espera de otra exquisitez tuya similar a la presente
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