6.8.21

Presentación del poemario: Desde la caverna sin distancias, de Eugenio Martínez Orejas



Deseo manifestar, en primer lugar, el honor de presentar este poemario y a su autor, Eugenio Martínez, poeta grande. Me va a resultar difícil explicar sobre alguien al que su modestia le niega ser conocido. Es una persona que no se deja tentar por la vanidad, no hace alarde de su sabiduría, antes al contrario, aprendió de Santo Tomás de Aquino que, es más bello iluminar que brillar.

Sabemos de su extraordinaria formación académica, de una intensa y rigurosa formación filosófica, y una auténtica personalidad humanística. Siente pasión por la lectura de los clásicos, de nuestros escritores de la Generación del 98 y de los poetas de la Generación del 27. También aprendió en su adolescencia que para ser un buen cristiano hay que tener fe y un poquito de sentido común.

Hemos tenido la suerte de conocerlo y, disfrutar de su amistad, desde que se trasladó a las tierras del sur, y pasamos a formar parte de una tertulia que hemos bautizado “De los Cántaros” pues en la cafetería de este hotel nos reunimos los miércoles.


Cuando en la tertulia, hablamos de los clásicos, Sócrates, Platón, Aristóteles…nuestra curiosidad se acrece para escuchar, parte de la historia de la humanidad y de los hitos realizados por los hombres, que el autor relata en diferentes poemas del libro que aquí nos trae, por ejemplo, el mito de Er, este mito puesto por Eugenio en boca de Sócrates relata la historia de un soldado muerto en la guerra, y que, es resucitado por los dioses al cabo de 12 días para contar a los vivos el destino de las almas después de la muerte. La idea central que refiere la narración es la inmortalidad del alma y la transmigración. Es decir, dar sentido a la vida antes de morir.

                                         El mito de la creación. Voz: Flora Díaz Hurtado

La transmigración es algo así como, el viaje que realiza el Espíritu a través de las diversas formas de vida a las que anima momentáneamente, mientras dura su vida, para luego retirarse sin sufrir cambio alguno. Se suele contraponer al dogma cristiano de la resurrección de la carne. Por lo que Eugenio no lo comparte. Si así fuese, en su reencarnación en un ser humano, Eugenio sería físico cuántico, su gran frustración, y seguiría desarrollando el principio que afirma que es imposible medir simultáneamente de forma precisa la posición y el momento lineal de una partícula; si los dioses no le concedieran tal privilegio, al menos que fuese en el gato de Schrödinger, que mostró las paradojas e interrogantes a los que aboca la física cuántica. De todas formas, está convencido de que la física es el motor de la humanidad y que nos puede acercar a la comprensión de Dios.

Ya en el reposo de su jubilación se siente feliz con el sosiego que da el estudio, el encuentro con uno mismo, el recogimiento y los pensamientos.

Durante este periodo realiza una selección de sus poemas que recopila en su libro “Huésped conmigo”, poemario intimista, cálido, sincero; escrito respetando los cánones tradicionales del metro y de la rima.

Y ahora, nos sorprende con esta virtuosa creación inscrita en una fina sensibilidad, fruto de largas reflexiones que han reactivado todo el conjunto de valores conservados gracias a su formación intelectual en la búsqueda de Dios por la vía de la interioridad. “No quieras ir afuera, entra en ti mismo; en el hombre interior mora la verdad, trasciéndete a ti mismo. (De La verdadera religión 72)

Libro compuesto por un Epígrafe cronológico y 23 poemas, es complejo, tanto en lo formal como en lo conceptual, que están en sintonía, que no deja indiferente a nadie. Un texto muy rico literariamente, con un enorme sentido del ritmo, de gran hondura moral, técnica poética y espléndido enraizamiento en las culturas clásica, bíblica, filosófica y social, con referencia constantes a la mitología, fruto de un trabajo de al menos 12 años.



Al iniciar la lectura, ya, el epígrafe cronológico te sorprende:”En todos los lugares palpita nuestro enigma”. Somos los inocentes y crueles juguetes de la vida. Hasta que un bruto alazán nos descabalga de su grupa, antes de llegar a los abismos donde se sientan los jueces, que ordenarán sus destinos de recompensa o castigo. Con la esperanza de que su próximo regreso borrarán las aguas del Leteo los vientos de la memoria.

-Aquí, me gustaría hacer una corta digresión y recordar nuestro río Guadalete, donde se celebró una ceremonia de reconciliación y olvido de las ofensas entre fenicios, tartessos y griegos y así el río llegó a ser conocido como el río del olvido, Lete o Leteo (en la mitología griega).-

Termina el epígrafe: Y así seguirá siendo hasta que fundidas todas las voces, resuene triunfalmente una sola, la voz de la armonía.

Elocuente el poema 5º: Mayéutica contra Renitencia. Notable poema en forma de diálogo socrático del filósofo ante su cercana muerte.
Ya saben que la Mayéutica es el método socrático con que el maestro, mediante preguntas, va haciendo que el discípulo descubra nociones que en él están latentes; contra la resistencia que se pone a hacer o admitir algo.

En el 2º retablo, la penúltima estrofa, juega desde el miedo en el camino de la vida, el miedo siempre en vilo, cuya respuesta es la sombra de un misterio inexplicable.
En definitiva, es un libro que asume el paso del tiempo y el no tiempo, pero también la excitante aventura de vivir.

Mi consejo: léanlo despacio, al final, constatarán su coherencia.

Termino con algunas de las estrofas de la luminosa poesía que cierra el poemario: “Hacia la nueva tierra” de una espiritualidad y misticismo que trasciende la religión….


Dirige el curso, en capitán, la alondra
a través de las grietas de las horas,
de espacios palpitantes, de torrenciales norias
hacia la nueva tierra de vides y de aromas…

Al fulgor de la vida no hay gracia que lo iguale,
aunque jamás podamos prolongarle un instante,
porque al gesto solemne de un yo con sus perfiles
el ardor de la frente lo acompaña en sus límites
como domada fiera, como amansado buitre….

Sigue ordenando el curso, hasta el final, la alondra
y al hombre oscuro desde su raíz luminosa.

Pero dirige el curso, en capitán, la alondra
hacia la nueva tierra de vides y de aromas.
Algo ondea en el agua del jardín
que va gritándole a los cielos, sí.

Gonzalo Díaz Arbolí
Académico de Bellas Artes Santa Cecilia


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3 comentarios:

Luis Manzorro dijo...

El misterio del universo nunca estará al alcance de los humanos, pero podemos hacer poesía con él, como lo hace magistralmente Eugenio M.O.
Me encantan las imágenes y la voz de Flora recitando el "Mito de la creación.

Elcy Cavalcanti dijo...

Gracias...Gonzalo por compartirlo...o mito da criação..do Universo...muito lindo trabalho...

Javier Díaz Arbolí dijo...

Gracias Eugenio, por tu magnífica aportación que traspasando disciplinas, llega a lo más profundo de la naturaleza humana. Manifiestas, como siempre, las suficientes dosis de sensibilidad, paz, belleza, armonía... que nos permiten acceder al recogimiento necesario, no para comprender, lo cual es imposible (como bien dice nuestro amigo Luis) para el ser humano, pero si para poder, con la necesaria tranquilidad interior, aproximarnos al estudio de los complejos, pero bellos y necesarios conocimientos que nos propones

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