Nació en El Puerto de Santa María-1908- donde su padre era Juez de 1.ª instancia.
Pasó en El Puerto los tres primeros años de vida. Después, la niñez en Córdoba. Con nueve años de edad llega a Madrid, contrajo matrimonio con Mª del Milagro Dal-Ré en 1939 con la que tiene seis hijos, falleció en Madrid en un domingo de otoño, a los 87 años de edad. Madrileño de adopción, no olvidó nunca su patria chica, la ciudad que le vio nacer y que recordó siempre con mucho cariño.
Comienza a dibujar muy joven, cuando todavía era un adolescente, para las revistas que aceptan rápidamente sus trabajos Nuevo Mundo, Blanco y Negro, La Esfera, Buen Humor… Sabemos que frecuentaba la tertulia del Lyon d´Or, donde forjó amistad con artistas y escritores.
Desde sus primeros trabajos muestra un interés por los ambientes populares como los cafés y las verbenas; y los espectáculos sofisticados como el circo y el ballet ruso. Y una predilección especial por la figura femenina, que se convierte en la verdadera protagonista de su obra a lo largo de toda su carrera.
No menos importante es su aportación
al mundo de la infancia, con la creación de un lenguaje específico acorde al
mundo del niño, en la que supuso su primera colaboración en la revista infantil
Chiquilín (1925).
Se interesa por el
cartel desde su juventud. Abandona poco a poco esta actividad para centrarse en
la creación de su pintura. Trabaja el cartel en todas sus variantes:
publicitario, de cine, fiestas, carnaval, toros, turismo…En pocos años destaca
en este campo, obtiene importantes galardones –como el codiciado premio del
Círculo de Bellas Artes—que le sitúan a la cabeza del cartelismo español. Como pintor y dibujante inaugura muchas exposiciones a lo largo de toda su vida. En los años veinte y treinta forma parte de asociaciones artísticas que defienden un arte nuevo e independiente.
Con estas muestras crece su
reconocimiento. A partir de 1940 comienza un nuevo periodo que
va a caracterizarse por un vuelco hacia la pintura. En
1944 comienza a mostrar en exposiciones su pintura de retrato de niños, que
hará que en unos años se le denomine pintor de niños, por la gran
repercusión que tuvieron estas obras. A partir de mediados de los años
sesenta se centra casi exclusivamente en la pintura de libre creación, donde
desarrolla unos temas propios, con los que obtiene una crítica notable, siendo
éste el periodo en el que más se ocupó de él la crítica y que desarrolla hasta
los años noventa.
Creó un tipo singular de mujer; figuraciones femeninas estilizadas, espirituales, de rasgos finos y posturas delicadas, surgen de su imaginación y del recuerdo que tiende a idealizar todo aquello que pasa por sus pinceles, en una búsqueda constante de la belleza.
Otro ejemplo: Genoveva es una de sus mujeres de las que tiene distintas versiones... Estas mujeres que Serny pinta no existen, es decir, no se trata de modelos que hayan posado para él, sino que él mismo las crea y si existen es precisamente por eso.
José Francés fue el creador de los Salones de Humoristas. Francés escribe unas palabras después de ver este dibujo titulado Dos Siglos, imagen que salió reproducida en la prensa madrileña:
“Hay en la exposición del Heraldo una obra excepcional; una de esas creaciones que no precisan de grandes dimensiones, ni pertenecer a los géneros que suelen considerar superiores los Jurados de calificación de las Nacionales, para destacarse y para afirmar rotundamente una vez más la existencia de un gran artista joven.
Me refiero al dibujo Dos siglos, de Serny. Esa figura de mujer tan de hoy, vestida de negro y sentada en un sillón tan de ayer, tiene el valor y la belleza de un Toulouse Lautrec...
Sin esa hipócrita o esa cazurra reserva de admiración que hace a los hombres contemporáneos de un verdadero artista situarlo parejo o superior a los de otro tiempo, ya debió decirse de Serny esto mismo: el Toulouse Lautrec de nuestra época… ”
Vinculado a su ciudad natal a lo largo de su vida, a través del Ayuntamiento y de la Academia de Bellas Artes Santa Cecilia de la que fue insigne académico.
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Gonzalo Díaz-Arbolí
3 comentarios:
Gracias. Muy interesante
Como portuense de adopción recibo con interés y entusiasmo toda la información de los personajes y valores que contribuyen a dar brillo y relieve a nuestra ciudad y en el caso particular de Serny me resulta gratamente curioso lo mucho que algunos de sus cuadros me recuerdan a Toulouse-Lautrec
No cabe duda de que Serny fue un gran pintor que se atrevía con todo. Aunque en todo lo que sale en el video se ve su arte, a mi, personalmente, el primer desnudo, Genoveva, mujer con flores en la cabeza y la carpeta de carnaval, me parecen extraordinarias, aunque, eso si, la maravillosa música incrementa la belleza del video.
Gracias, Gonzalo, por traernos tanta belleza.
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