15.11.21

RECORDANDO a MANUEL DE FALLA. En su Cádiz natal dio numerosos conciertos

Manuel María de los Dolores Clemente Ramón del Sagrado Corazón de Jesús Falla y Matheu, nació en Cádiz, un 23 de noviembre de 1876, en pleno corazón del centro histórico de la capital, en la plaza de Mina, número 3. Fue el hijo mayor del matrimonio formado por José María Falla Franco, un acomodado comerciante de origen valenciano, y de María Jesús Matheu Zabala, proveniente de una adinerada familia industrial catalana, aunque ambos eran gaditanos.

Con el discurrir de su vida llegó a convertirse en uno de los compositores más relevantes del panorama nacional. Entre sus obras más insignes destacan 'La vida breve', 'Noches en los jardines de España', 'El sombrero de tres picos', 'El amor brujo', 'Retablo de maese Rodrigo', entre otras. Aunque no se puede quedar en el tintero 'La Atlántida', una de las composiciones que le reportó al compositor fama y reconocimiento aunque de manera póstuma. Y cuyo estreno internacional se llevó a cabo en Cádiz y bajo la dirección de Enrique Toldrá.


Entre sus amistades destacan poetas de la talla de Federico García Lorca. Una persona clave en su vida, ya que fue tras la muerte del poeta decidió abandonar su país para emigrar en octubre de 1939 a Argentina. Lugar en el que falleció cuando contaba con 70 años de edad, el 14 de noviembre de 1946. Su cadáver fue trasladado de la localidad de Alta Gracia a Cádiz para que los restos del compositor pudieran descansar en su tierra natal. Era su deseo, regresar a Cádiz cuando falleciera, y así se hizo. Ahora los restos mortales de Manuel de Falla descansan en la cripta de la Santa Iglesia Catedral junto a otros gaditanos ilustres como José María Pemán y Pemartín o el obispo Juan José Arbolí y Acaso.

Traslado de los restos de Manuel de Falla a la Catedral de Cádiz. enero 1947

Falla se convirtió en miembro activo, como compositor, intérprete e incluso promotor de conciertos, de la Sociedad Nacional de Música, fundamental en la divulgación de las nuevas corrientes europeas en nuestro país. En esos años escribió numerosos artículos sobre música española histórica, uno dedicado a Enrique Granados y también realizó el prólogo para la Enciclopedia abreviada de la música en España de Joaquín Turina. También fue partícipe del deseo de muchos intelectuales del país por la creación de un teatro lírico nacional. La crítica, en esos años personalizada en Adolfo Salazar, le era afín y los directores Arbós y Pérez Casas difundieron sus obras por todo el país.
Fue un miembro muy activo de la cultura española, y estableció relación con Vázquez Díaz, Juan Ramón Jiménez, Manuel Azaña o Cipriano Rivas Cheriff entre otros.

Noches en los Jardines de España

Es una obra muy novedosa para su tiempo, muy orgánica, muy refinada, muy amada por los pianistas, una obra maravillosa, de un lenguaje sofisticado, que pinta esos paisajes de los jardines de España. Tiene que haber un entendimiento perfecto y profundo con el pianista, porque la orquesta no acompaña simplemente. Si el pianista no es consciente de que es parte de la orquesta la obra no funciona.

Concebida a partir de 1909 en plan de nocturnos, la obra sinfónica fue completada un año después de su regreso a Madrid, en 1915. Dedicada a Ricardo Viñes, su primera ejecución se realizó en el Teatro Real de Madrid, el 9 de abril de 1916. Al estreno asistió el pianista Arthur Rubinstein quien luego confesó haberse enamorado de la pieza, la que prontamente incorporó a su repertorio, seducido por este nostálgico tríptico para piano y orquesta. 

Iniciada en París en 1909 y terminada en Sitges, en 1915.  Falla comenzó esta pieza como un conjunto de nocturnos para piano solo, pero el pianista Ricardo Viñes le sugirió que transformara los nocturnos en una obra para piano y orquesta. Es una obra más expresiva que descriptiva con evocaciones en sonido, melancolía y misterio, estos términos sugieren impresionismo musical y Noches en los Jardines de España es, sin duda alguna, la obra más cercana al Impresionismo, a la vez que una de las más brillantes.

La obra está estructurada en tres movimientos o secciones, con el segundo y tercero unidos sin pausa.
Movimientos:
. En el Generalife
. Danza lejana
. Los jardines de la Sierra de Córdoba

Esta pieza es decisiva en la trayectoria de Falla y llega acompañada de su deseo de irse a vivir a Granada. En 1916 participó en el concierto de Noches en los Jardines de España en el Palacio de Carlos V, en la Alhambra, y por el silencio del lugar y por su ensoñación, dijo: “quiero vivir aquí”. 


                              La versión es de Daniel Barenboim al piano, acompañado 
                               por la Chicago Symphony Orchestra, dirigida por Plácido Domingo.


EL AMOR BRUJO. La danza del fuego

El 15 de abril de 1915, se estrenó la primera versión de esta obra, espectáculo ideado para  resaltar las cualidades de la gran Pastora Imperio como cantaora, actriz y bailaora.

Sinopsis:
 “Una gitana enamorada y no demasiado bien correspondida acude a sus artes de magia, hechicería o brujería, como quiera llamarse, para ablandar el corazón del ingrato, y lo logra, después de una noche de encantamientos, conjuros, recitaciones misteriosas y danzas más o menos rituales, a la hora del amanecer, cuando la aurora despierta el amor que, ignorándose a sí mismo, dormitaba; cuando las campanas proclaman su triunfo exaltadamente”

Corte tomado del reportaje sobre M. de Falla. TVE 1991


Fuentes: 
Real Academia de Historia
Internet

Gonzalo Díaz-Arbolí

3 comentarios:

Eugenio Martínez dijo...

Qué maravilla, Gonzalo! Yo, de momento, me compro las manos de Daniel Baremboin, con sus diez dedos querellándose por todas y cada una de las notas de teclado, después ya me compraré el piano.

Luis Manzrro Benitez dijo...

Muy interesante la historia de Falla, -su nombre completo se las trae- otro genio de los miles que ha dado este país. Me ha gustado mucho las opiniones que dan en el video de "canción del amor dolido". El video del traslado de los restos de Falla, bonito y emocionante.
Es imposible para mí escuchar la música de Falla y no acordarme de Andalucía.
Fantástica tu publicación, Gonzalo.

Teresa Moncayo dijo...

A modo de recordatorio...
La música estaba en plena revolución. Debussy compone “Preludios para piano” (1.909-1.913), alejándose de las formas clásicas, supuso una influencia para Manuel de Falla que escribe El amor brujo y recurre a una historia gitana buscando nuevas raíces y nuevos lenguajes. Los ballets rusos de Serge Diaghilerv se refugiaban en España buscando amparo tras la guerra. La política de Franco colisionó con sus profundas convicciones religiosas, aunque su marcha a Argentina se correspondía más a su precaria situación económica ya que por la situación del país, así como por las formas y el uso que el franquismo quiso hacer de él, decidió trasladarse a un país neutral dentro del conflicto mundial. Siempre intentó ser apolítico en una situación que era muy difícil serlo.

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