7.7.23

EL APELLIDO ARBOLÍ, En Vejer de la Frontera: ORÍGENES FAMILIARES

                                                                   


Comienza con una conversación que mantenía con el historiador D. Antonio Muñoz Rodríguez que, me preguntaba si mi familia conservaba algún tipo de documentación sobre la segregación de las aldeas de Barbate y Zahara de los Atunes. 
Me contó que su padre, D. Antonio Muñoz, tantos años Alcalde de buen gobierno de Vejer, le había dicho que,  D. José Arbolí Navarro, entonces Secretario en propiedad del Excmo. Ayuntamiento de Vejer de la Frontera, se había negado a firmar el acuerdo "De los Caños de Meca" alcanzado por los dos alcaldes de entonces. La fecha de la firma, en 1938 y las circunstancias especiales de la Guerra Civil Española, hicieron posible el agravio en los términos y las condiciones que la justificaban, a las que mi abuelo, jurista reconocido, se oponía con firmes argumentos. Le contesté que no conservamos nada y contándole su historia y la de mis antepasados, me invitó a que la escribiese para su publicación en el Boletín de la Sociedad Vejeriega de Amigos del País.

Encantado me puse manos a la obra, por pertenecer a la Sociedad y por mi amor, por mi profundo amor a Vejer y a todo lo que con él se relacione. Sólo esto justifica esta modesta aportación a la historiografía local.

Aunque el apellido Arbolí no tiene arraigo en Vejer de la Frontera, sin embargo, su corta permanencia ha dejado una profunda huella y ha quedado ligado a él, incrustado en el corazón de sus descendientes y sedimentada en la memoria a través de los años, inculcado por mis padres José Díaz Muñoz, vejeriego antiguo, y mi madre María Luisa Arbolí Romaríz. Actualmente no vivimos en Vejer ninguno de sus nueve hijos, a pesar de ello, sus nietos y biznietos, todos, sentimos la llamada de nuestros orígenes, nuestra vocación, nuestros olores, nuestra nostalgia, nuestro pueblo: Vejer de la Frontera. Y todavía de allí conservamos nuestros mejores recuerdos, nuestros mejores amigos y nuestros primeros amores.
Mi tío, José Arbolí Romaríz casó con la vejeriega Francisca Guerra Guerra, se establecieron en Cádiz. Lamentablemente, murió joven y no tuvo descendencia.
Mi tía Carmen Arbolí Romaríz casó con Luis Babuglia Marín, entonces perito aparejador que construía el actual edificio del Salón de Plenos del Ayuntamiento de Vejer (Los antiguos comedores) y al finalizar la obra se marcharon residiendo en distintas ciudades de España y finalmente se establecieron en Oviedo.

Familia Arbolí Romaríz: Abuela Ana, M. Luisa, Carmen y Pepe


Fue a partir de 1923 cuando el apellido Arbolí se vincula a Vejer. Mi abuelo José Pablo Arbolí Navarro, Secretario entonces del Ayuntamiento de Chipiona, por motivos familiares, a pesar de tener asignada su plaza en el Ayuntamiento de Cádiz, pide su traslado a Vejer, donde trabajó como Secretario Titular del Excmo. Ayuntamiento hasta 1942,  fecha de su muerte.


La Corporación Municipal bajo mazas. La flecha roja indica al secretario. Año de 1926 

Había nacido en la Habana, (Cuba) en 1874, fruto del matrimonio entre José M. Arbolí y Weidner, entonces capitán de Infantería de Marina, destinado en Cuba y María Luisa Navarro y Acosta, natural de Puerto Príncipe; retirado en 1889 con el grado de Coronel del Ejército Español y condecorado con la Gran Cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo entre otras. Tras su vuelta a España en 1878 con su hijo, ya muerta su esposa, es destinado a Mahón, posteriormente a Barcelona y nuevamente a Cuba (Guantánamo), Cartagena y San Fernando. 

Debido a este constante cambio de destinos, deja a su hijo José Pablo, el nombre se lo habían puesto por su abuelo materno, con su tía abuela María, que vivió y cuidó durante muchos años a su hermano el Obispo de Cádiz, Juan José Arbolí y Acaso. Bajo su tutela vive, se educa y acaba sus estudios de licenciado en derecho. Mi bisabuelo vuelve a contraer matrimonio con Elisa Elmer Freshivater.  

Los testimonios oídos de los que le conocieron hablan de su caballerosidad, de su entrega al trabajo y a sus amigos, de su elegancia en su porte y en su trato, todo ello fruto de una exquisita educación recibida en la casa donde se crió y donde a lo largo de su infancia y adolescencia, cimentó lo que luego serían sus principios morales y éticos, que a lo largo de toda su vida personal, social y laboral puso de manifiesto en todas sus actuaciones.

Gran aficionado al cante flamenco, recuerdo haber visto en casa “placas de gramófono” de los grandes de la época: Chacón, M. Torre, La Niña de los Peines…. y también recuerdo haber oído a mi madre decir que cantaba muy bien las peteneras. Como gran lector poseía una excelente biblioteca. Era uno de los contertulios de la rebotica de D. Antonio Álvarez.

Le fue concedida la Medalla al Mérito en el Trabajo de plata “Por una constante laboriosidad, fruto de 44 años de servicios ininterrumpidos a plena satisfacción de los Ayuntamientos donde actuó como tal funcionario, los cuales le hicieron merecedor en distintas ocasiones de elogiosos votos de gracia en los que se consignan el agrado y satisfacción por la labor realizada y así premiaba las cualidades excepcionales que le hacía acreedor de tan alta recompensa” (sic).
Así consta en el escrito del Ministerio de Trabajo, añadiendo: “Toda vez que el cargo que ostenta en la actualidad está equiparado a Jefe de Administración Civil, con el disfrute anejo a dicha recompensa de todos los derechos y honores que las disposiciones vigentes determinen" (sic). Fue solicitada por Don José Valdés González, Alcalde Presidente del Ayuntamiento en nombre y representación de dicha Corporación Municipal.

Ascendencia gaditana:
Su abuelo,  José María Arbolí y Acaso, abogado de los Tribunales de la Nación y del Ilmo. Colegio de Cádiz, contrajo matrimonio con Amelia Carolina Weidner y Gamboa en 1842, ambos eran naturales de Cádiz.
Este, a su vez, era hijo de Juan José Arbolí y Jubany y María Dolores Acaso y Gamboa, que contrajeron matrimonio en Cádiz en 1795. (También fueron los Padres del arriba mencionado Obispo Juan José Arbolí).

Ascendencia catalana:
Servando en
Arbolí, Tarragona
Los ascendientes inmediatos que contrajeron matrimonio en Barcelona en 1734 fueron Juan José Arbolí y Arbolí y Vicenta Isabel Jubany. Desde aquí ya empiezan a sonar los apellidos catalanes, que probablemente serían oriundos de Arbolí, pueblo de la provincia de Tarragona. Pensamos que debido al auge del comercio con América a mediados del siglo XVIII, debieron trasladarse a Cádiz, pues en los documentos que poseo, dicen que se dedicaban a la actividad comercial..
Y estos, a su vez, nacen del matrimonio formado por Joseph Arbolí y Emerenciana Arbolí Serra,  nacidos a finales del siglo XVII.

Cuadro Familiar del Apellido Arbolí. Las fechas indican la celebración del matrimonio

El apellido Arbolí es de origen toponímico, poco frecuente y disperso por España, si bien se registra, sobre todo, en Barcelona y Tarragona, siendo notable su presencia en Madrid, Cádiz y Sevilla, y menor en Girona, Lleida, Castellón, Valencia, Alicante, etc. Procede del topónimo Arbolí, nombre de una población de la comarca del Priorat, a la derecha del río Arbolí (Tarragona), cuyo nombre tomaron los progenitores de las familias hoy así apellidadas, según fue costumbre en la Edad Media para indicar su origen geográfico.

El significado de Arbolí no está del todo claro, pudiendo derivar del árabe “al-walaga”, con el significado de “tierra de aluvión junto a un río”. Según los datos recogidos en el “fogatge” o censo de hogares catalán del año 1553, Pere Arbolí vivía en Gratallops (Tarragona); la viuda de Joan Arbolí vivía en Reus (Tarragona); Pere Arbolí vivía en Constantí (Tarragona), y Perot Arbolí vivía en Palma (Lleida). Joaquim Arbolí (Falset s. XVII –Conca de Barberà, 1660?) fue abat del Monasterio de Poblet entre los años 1656 y 1660; durante su mandato se terminó el panteón de los Duques de Cardona y Sogorb; fue autor de un estudio sobre las “Antigüedades de Poblet”. Francesch Arbolí, comerciante, nacido en Barcelona en 1658, figura entre los “comerciantes de matrícula” de Barcelona (18 de octubre de 1758), con acceso a las dignidades nobiliarias del Principado de Catalunya.
Dicho Apellido en España lo tienen 201 personas como primer apellido, 228 como segundo apellido y nadie con ambos apellidos.

Cuando mi padre fallece (noviembre de 1,966) y mi familia abandona Vejer, (aunque consideramos que nunca nos fuimos completamente);  el más pequeño de mis hermanos, Javier, era todavía un niño. Después de unos años de ausencia volvió un verano y escribió este poema, que para nosotros simboliza la añoranza, sentimiento tan humano y que, como mencioné anteriormente, emana del respeto y gran amor por nuestro pueblo que siempre nos inculcaron. 
Sí, echamos de menos a Vejer, sus gentes, sus calles y la grandiosidad del paisaje que vemos desde la Corredera. Al final, el corazón se nos va a su querencia.

Vuelta a la tierra natal.

Orgullo, altivo, así eres tú.
Y en tu cima de pinos y de piedras
donde el viento es libre y la luna
esparce su argentada aura,
fui aprendiendo a vivir de forma placentera.

Adoré tu belleza, tu luz y tu silencio.
Adoré tu noche intensa y estrellada.
Adoré tu cielo impasible de septiembre,
y te adoré a ti, en la paz de tu mirada.

Te dije adiós un día de noviembre,
y ya en la despedida se me rompía el alma,
por el miedo a no verte eternamente,
y perder esa quietud tan bien amada.

¡Y ahora! ¡Este verano!
Cuando el alba serpentea entre los pinos,
y aparece la luz, y las sombras entrecortadas
dan paso a la mañana,

tú, te perfilas puro
y a contraluz del infinito
tienes aire de cruzado solitario,
donde se oyen rumores, que despiertan,
recuerdos ya olvidados.

Tu silencio,
que llena de sonidos
las calles soleadas y las umbrías,
hacen renacer las esperanzas
de un reencuentro,
entre el que soy y el que ya he sido.

Porque, el volver a ti,
después de tanto tiempo sin tenerte
¡Después de una búsqueda infinita,
de un lugar que pudiera parecérsete!
es encontrar de nuevo una mirada,
de gozo de amor y de ternura.
De un embrujo que te hiere y que te mata,
y que a su vez, te ofrece su hermosura.

Ya si puedo esperar pacientemente
El momento en que al fin todo es resuelto.
Pues mi alma feliz es nuevamente,
Y el amor que puse en ti, me lo has devuelto. 
Javier Díaz Arbolí 1982
Gonzalo Díaz-Arbolí


5 comentarios:

Ana Maria Brea dijo...

Tienes a quien salir en inteligencia y caballerosidad.

Liberty Joke dijo...

Que sorpresa !!! No tenía idea , gracias por compartir tan interesante genealogía y felicidades por tan destacada familia

Luis Manzorro dijo...

Interesante la historia de tu apellido y la genealogía de la familia. Según dices tu abuelo cantaba peteneras, a mi me encantan, como las medias granaínas y, sobre todo, las colombianas. Ahora escucharé una de cada.
Gracias por compartir. Un abrazo

Gondiazar dijo...

Muchas gracias amigos. Vuestros comentarios me reconfortan.

Anónimo dijo...

Grande Javier, siempre

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