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| Acueducto de Santa Lucía en obras. dibujo de Carlos Hurtado. Pulsar para ampliar |
Se trata de un pago no poco curioso, una de las elevaciones del terreno que rodean la montaña sobre la que se asienta Vejer.
En lo alto de Santa Lucía hay un manantial de agua que desborda a lo largo de la pendiente en varias cascadas y acaba vertiendo en el río Barbate, ese racimo de agua bajo Vejer buscando ya la playa.
Esta Paraje de ensueño, se identifica por el elemento agua, que representa la inteligencia y la sabiduría, donde el sonido cristalino de las torrenteras libres, el cántico de los pájaros, los olores de los jazmines y las cañas danzando al blando y dulce compás de lo auténtico lo perfecciona. Es un sitio verdaderamente sagrado, venerado por sus habitantes desde que el quinto sol alumbró el reino de la oscuridad.
Mostremos, con las palabras del profesor Francisco Gallardo Bermúdez un resumen de la historiografía del elemento agua publicada en el libro: “Santa Lucía, un recorrido por su pasado, su presente y su futuro”.
Santa Lucía es un rincón lleno de rincones. Como en otros lugares especiales se guardan mil historias entre las fisuras.
Procedente del manantial de La Muela fue empleada desde tiempo inmemorial en dos de las actividades que han marcado el carácter de nuestra aldea: la molienda con los molinos hidráulicos y el riego de sus huertas. Hasta la llegada del siglo XX, estos dos usos eran totalmente compatibles y en gran medida se producían de forma simultánea: el agua corría permanentemente por la acequia una vez que pasaba por los molinos se utilizaba para el riego.
Cuando cesó la actividad de los molinos y el agua empezó a tener un uso industrial, comenzó un periodo de conflictos entre los hortelanos y demás usuarios. En aquellos años, la esposa del XIII Conde de Villariezo heredó de los duques de Medina Sidonia el manantial y todo el conjunto molinar. Para sacar rentabilidad al potencial del agua, el conde construyó el depósito y entubó el agua para producir electricidad y abastecer a la ciudad de Vejer. En el año 1978 el Ayuntamiento de Vejer se hizo cargo del manantial, destinando la mayor parte del caudal al abastecimiento de la población. Años más tarde este suministro se estableció desde la red de la bahía de Cádiz y en la actualidad el agua del manantial de La Muela se emplea para aprovisionar agua a las pedanías del entorno…
Poema de Francisco Basallote
Asciendes por la senda del agua,
galería de los cañaverales y de las zarzas,
desde el salto al algibe que hicieron los moros
para regar las huertas que el duque les robó.
El corinto de zarzamora
reta al carmín de la sangre
que no lava la pureza del agua
ensimismada en su correr.
Asciendes por la senda
del agua entre las sombras
del tiempo,
dónde están aquellos que hicieron este vergel,
dónde el molino y el molinero,
dónde la luz que incida
clara en estos días grises de olvido
que en ruina convierten
esplendores del agua.
Dónde, decidme, dónde.
Qué puede uno hacer sino extasiarse ante tanta belleza. Gonzalo Díaz-Arbolí
2 comentarios:
Una exquisitez, Gonzalo
Santa Lucía es un paraíso, un lugar idílico, donde he estado cientos de veces y que visito cada vez que voy a ver a mi familia en Patría. La última vez que estuve, en octubre del pasado año, me llevé una grata sorpresa porque estaba igual que cuando estuve anteriormente, hacia 8 o 9 años: mucha agua, mucho verdor, y muchos pájaros; pude ver petirrojos, currucas, mirlos... Por si fuera poca la belleza de Vejer, además tiene a Santa Lucia. El video es precioso.
Gracias, Gonzalo.
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