Su nombre artístico COSTUS lo adoptan del mote que le daban sus amigos, que decían de ellos: trabajáis sin parar en vuestra casa, por encargo, igual que si fueseis "costureras" . Entendieron del enorme potencial que ese mote y lo adoptaron sin pestañear.
Desde su encuentro en la Escuela de Artes y Oficios de Cádiz en 1974, Enrique Naya y Juan Carrero Galofré, iniciaron una relación de amor y creatividad artística que generó una obra vibrante y de cierta manera ayudó a transformar un momento particular de la cultura española.
Enrique Naya nacido en Cádiz el 12 de septiembre de 1953 y Juan Carrero, nacido en Palma el 4 de mayo de 1955, pero gaditano de adopción, a partir de ese primer encuentro, se convirtieron en una pareja sentimental y artística, que en 1981 asumiría el nombre de «Costus” en un homenaje al gremio de las costureras con el que se sentían identificados. Juan y Enrique tenían una asombrosa capacidad de trabajo y vivían pegados a sus lienzos, como las costureras pegadas a su máquina de coser. Cómo equipo, Los “Costus” se convirtieron en icono de lo que fue la Movida madrileña, el movimiento contracultural que vino a mover los cimientos de una Madrid que aún mostraba el letargo en que la había sumergido la larga dictadura franquista. Su Casa de la Calle de la Palma se convirtió en el epicentro del movimiento: De Pablo Pérez-Mínguez a Pedro Almodóvar (fue en “Casa Costus” donde se rodó Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón (1980 primera película de Almodovar en la que recreó el ambiente que se vivía en la casa de Los Costus). De Tino Casal a Fabio McNamara, Alaska, Nacho Canut o Carlos Berlanga y tantos otros, tenían la casa de los Costus como su refugio. No es exagerado entonces decir que en “Casa Costus”, se creó el germen de lo que lo que más tarde se daría a conocer como La Movida.
Paradójicamente, esta asociación con La Movida, entendida como un fenómeno «de moda», actuó como un freno al reconocimiento de la obra de Costus y del lugar que merecía dentro de la pintura española, algo que el tiempo comienza a corregir y al día de hoy, Costus y su obra trascienden La Movida como dos artistas a los que, dentro y fuera de nuestras fronteras, se les reconoce su importancia dentro de la vanguardia artística española.
La ascendente estela de los Costus se ve truncada por la muerte prematura de estos jovencísimos artistas: Enrique Naya fallece El 4 de mayo de 1989, por causas derivadas del SIDA y un mes más tarde, Juan Carrero sumido en una profunda depresión, decide seguirle, suicidándose en la madrugada del 3 al 4 de junio de 1989. No obstante su temprana desaparición, dejaron el legado de una amplia obra que ha ganado en reconocimiento con los años. Sin duda, no parece exagerado decir que a 24 años de su desaparición física los Costus, están hoy más vivos que nunca.
«Costus» fueron mucho más que simples pintores; toda su vida se movió entre artistas, músicos, fotógrafos, cineastas, modistos... y su creatividad fue extraordinaria: Juan además de pintar realizó esculturas, tapices y trabajó en bastantes ocasiones como modelo publicitario; Enrique por su parte realizó cómics, carteles de películas, portadas de libros y discos, etc.
Hay que destacar que durante toda su vida artística cada uno creó sus propias obras individuales; sin embargo donde su estilo se hace único, especial e inconfundible es en los cuadros que pintaron conjuntamente. En estos cuadros a veces Juan realizaba las figuras y Enrique los Fondos ("Serie Andaluza") y en otras ocasiones lo hacían al revés: Enrique pintaba las figuras y Juan los Fondos (Serie "El Valle de los Caídos"). En todo caso su conjunción ─pese a ser estilos tan diferentes, o quizá por eso mismo─ da como resultado obras de sorprendente belleza y donde cada parte potencia y realza a la otra.
Vídeo realizado para la Academia de Bellas Artes Santa Cecilia, por Gondiazar
Fuente: Internet
Gonzalo Díaz-Arbolí
1 comentario:
Reconozco que es la primera vez que leo el nombre de COSTUS, y la primera vez que veo sus cuadros. El video es una maravilla, como la obra de estos dos grandes artistas, desconocidos para mí. El retrato de Yul Brynner con Lola Flores es impresionante, como todos que salen en el video.
Gracias, Gonzalo, por obsequiarnos hoy con esta sorprendente e interesantísima publicación.
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