5.11.21

LA RADIO EN VEJER: Colección de radios antiguas



El pasado día 3 de noviembre de 2021, aprovechando una de las numerosas visitas que hace el célebre periodista y académico de Bellas Artes Santa Cecilia, Luis Del Olmo, a El Puerto de Santa María, para visitar a sus familiares y amigos y, ante una promesa antigua, nos acercamos a Vejer de la Frontera, el poeta Eugenio W. Martínez y el académico de Bellas Artes, el vejeriego de nacimiento y de alma que no ha roto jamás el vínculo con su pueblo de la infancia, a pesar de vivir fuera de él desde hace años, Gonzalo Díaz-Arbolí, compañero de corporación de Luis, junto a algunos de sus familiares, para saludar y conocer a Ángel Tinoco y su espectacular exposición de aparatos de radio y emisoras.
Del Olmo manifestó a Tinoco y al Alcalde de Vejer, Manuel Flor, su sorpresa por el fascinante Museo y las explicaciones que Ángel le transmitió sobre la historia de la exposición.
Como recuerdo, la familia Tinoco le obsequió con una de las antiguas radios que forman parte de su valiosa muestra radiofónica.

La historia del Museo de la Radio de Vejer, cuyo autor es Ángel Tinoco Chirinos, la pueden leer, imprimir o descargar pulsando en La radio en Vejer.

Por la premura del tiempo no pudimos pasear por sus intrincadas callejuelas, y sus estrechos almizcates, sus luminosos patios, con el naranjo, la celinda, los geranios… o contemplar el grandioso paisaje que desde la atalaya de la Corredera se divisa.
Nos prometimos con Vejer y su alcalde en volver pronto.


Durante la comida, en la Venta Pinto de la Barca de Vejer, hablamos los tres, sobre el importante patrimonio artístico de Vejer y como no, de su celebrado Discurso de Investidura en Santa Cecilia, el cual comenzó con las siguiente palabras: "Me siento muy honrado, y a la vez agradecido, por el privilegio de pertenecer a la Academia de Bellas Artes de Santa Cecilia, orgullo de El Puerto de Santa María, una ciudad que me tiene robado el corazón. Me he pasado media vida hablando en la radio, y la otra media hablando de la radio. Voy a ser fiel a mi costumbre y también hablaré de radio en este discurso de investidura". Y el privilegio de pertenecer a su Cuerpo de Académicos. Convenimos en publicarlo por capítulos en el blog “Desde mi rincón del arte”.


A modo de ejemplo, de lo que serán los capítulos, publicamos hoy este fragmento de su Discurso de Investidura:
…La comunicación no siempre da respuestas, pero proporciona encuentros. Y ese puede ser un buen camino.
El fanático cree que lo sabe todo sobre todo, se cree dueño de la verdad y se sube a un estrado a proclamarlo a los cuatro vientos.
Ese no es un comunicador, y más le vale que aprenda la lección de estos versos de Machado:

¿Tu verdad? No, la verdad!
Y ven conmigo a buscarla.
La tuya guárdatela.

El poder de la comunicación se basa en la palabra. El poder de la palabra se fundamenta en la persuasión. La persuasión se nutre de la libertad. Sin libertad, persuadir es coaccionar. La palabra es libre, envuelve una opinión, y la contrasta con otras, hasta crear, por ósmosis, un criterio. La comunicación solo tiene sentido con el diálogo.
Aquel santo varón que fue el Maestro Ávila, nos dejó una de las más bellas definiciones de la palabra: “La palabra es un soplo de aire herido”.
La palabra hiere el aire, pero no con el objetivo de dominar, sino de dialogar, no con la
obsesión de vencer, sino con el afán de convencer, no con la obcecación de partir, sino con la voluntad de compartir.
Los atenienses que inventaron la democracia, dialogaban en el ágora. Por la palabra persuadía Sócrates, con la palabra tertuliana Tertuliano. La primera palabra que utiliza la Biblia para designar a Dios es precisamente esta: Palabra. La palabra se hizo carne y habitó entre nosotros. La palabra se ha hecho comunicación y habitó en el diálogo. Porque dialogar es convivir…

Pulsar para contemplar la belleza del paisaje de Vejer
Un cordial abrazo
Gonzalo Díaz-Arboli

2 comentarios:

Eugenio Martínez dijo...

Ciertamente, Gonzalo, la visita de Luis del Olmo a Vejer, aunque intensa, estuvo acotada por ese rigor inclemente que nuestro momento vital nos impone al paso del tiempo y por el interés en visitar la espectacular exposición de aparatos de radio de Ángel Tinoco. Todo esto nos impidió atender el requerimiento de los geranios, la celinda y el naranjo de los luminosos patios de tu querido Vejer, el de los estrechos almizcates y el del paisaje que regala la atalaya de la Corredera, aunque compensa, en parte, esta pérdida el blanco y el verde que ocupa gloriosamente nuestros ojos en tu video final

Gondiazar dijo...

Gracias, amigo mío.
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