20.11.25

Ballet, basado en el capítulo XIX del segundo libro de El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha de Cervantes.


Don Quijote - Kitri Variation (Royal Ballet - Marianela Núñez)

El ballet Don Quijote, coreografiado por Marius Petipa y estrenado en 1869 por los ballets rusos, destaca por apartarse del mundo fantástico habitual del ballet clásico del siglo XIX. En lugar de hadas y criaturas sobrenaturales, esta obra pone en escena a personajes populares y situaciones cotidianas. Su argumento se inspira en un episodio del segundo volumen de El Quijote de Cervantes, concretamente en el capítulo XXI, dedicado a las bodas de Camacho. Aun así, la trama se centra mucho más en los amores de dos jóvenes, Kitri (o Quiteria) y Basilio, que en las andanzas del propio Don Quijote y su fiel Sancho Panza.

La historia comienza en la plaza de un pueblo de Castilla-La Mancha. Kitri, hija del tabernero, coquetea con Basilio, el barbero del lugar. Ambos se aman desde siempre, pero el padre de la muchacha se opone al noviazgo porque Basilio es pobre. Además, ya ha decidido que su hija debe casarse con Camacho, un hombre rico y presumido. Aunque él intenta conquistarla, Kitri lo rechaza una y otra vez. El ambiente se anima con la llegada de un grupo de toreros, y poco después entran en escena Don Quijote y Sancho. El caballero, fiel a sus fantasías, confunde al tabernero con el señor de un castillo y lo saluda con gran respeto. Al ver a Kitri, imagina que es su idealizada Dulcinea. Cuando la joven huye con Basilio, el hidalgo decide proteger a los enamorados y favorecer su escapada.

Don Quijote - Acto I final (Marianela Nuñez y Carlos Acosta, The Royal Ballet)

Ya de noche, la oscuridad ampara a la pareja, que se encuentra con un grupo de gitanos. Ellos reconocen a los jóvenes y les brindan refugio. A ese mismo lugar llegan Don Quijote y Sancho, y poco después el tabernero y Camacho, que consiguen recuperar a Kitri, mientras Basilio logra escapar. En la confusión, Don Quijote toma partido por los amantes. Es aquí cuando se enfrenta a los molinos de viento, creyendo que son gigantes, y termina derribado por uno de ellos. Exhausto, cae en un profundo sueño.

Cuando despierta, aturdido por el golpe, entra en un mundo de visiones. En sus alucinaciones ve a Dulcinea acompañada por Cupido y por dríades, seres mágicos que habitan en el bosque. Este interludio onírico recuerda el vínculo entre el universo fantástico del ballet y la imaginación desbordada del personaje cervantino.

Finalmente llega el día de la boda impuesta entre Kitri y Camacho. Entre los invitados están Don Quijote, Sancho, el torero Espada y su compañera Mercedes. La ceremonia se ve interrumpida por la llegada de un misterioso personaje cubierto con una capa: es Basilio, que finge quitarse la vida mostrando su navaja de barbero. Kitri suplica cumplir el último deseo del joven moribundo: casarse con él antes de que muera. Don Quijote, siempre dispuesto a defender el amor verdadero, intercede. El sacerdote bendice la unión y Basilio revela su truco. Camacho, ante la evidencia, acepta su derrota, y Don Quijote media para que el padre de Kitri dé su consentimiento y la pareja pueda celebrar su boda como es debido.

La obra concluye con una gran fiesta y con Don Quijote y Sancho retomando su camino, listos para vivir nuevas aventuras.

 Acto III, paso a dos (Marianela Nuñez, Vadim Muntagirov; The Royal Ballet)

Ahora digo –dijo a esta sazón don Quijote-, que el que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho. Segundo libro, capítulo XXV.
Gonzalo Díaz-Arbolí



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