17.11.25

Asunto: LA ÉTICA

 

Texto del Compendio de las lecciones de Filosofía del Obispo Arbolí

Transcripción.
Pregunta: ¿Qué es la Ética o la Moral?
Respuesta: Es la parte de la filosofía que fija los principios y establece las máximas reguladoras de las acciones humanas en la prosecución y cumplimiento del bien...Cicerón la llamó arte, Séneca la regla de la vida. Todas esta definiciones confirman esclarecen la nuestra. La Ética es ciencia en cuanto investiga y afianza los principios del orden moral: es arte o regla en cuando deriva de ellos los preceptos prácticos por donde deben dirigirnse las acciones del lhombre crado para vivir dentor de este orden: y como las acciones humanas por el mero hecho de estar sujetas a reglas...



La ética puede entenderse como el verdadero documento de identidad de cada persona. No se limita a registrar tu nombre, tu origen o tus datos externos; en ella quedan grabados los aspectos más profundos de tu ser: tu conciencia, tu responsabilidad y la manera en que decides relacionarte con el mundo. Es un registro invisible pero permanente, que acompaña cada gesto, cada palabra y cada elección que haces.

Dentro de esa ética habita lo que podríamos llamar tu Esencia. Es un componente sutil, casi imperceptible, pero fundamental. Crece, se transforma y evoluciona contigo. Posee la suavidad y la flexibilidad necesarias para adaptarse a las experiencias que vas acumulando, a las lecciones que aprendes y a los valores que eliges cultivar. Aunque pueda moldearse, nunca desaparece; siempre permanece como el núcleo de lo que eres.

Cuando te detienes un momento y te observas con honestidad —más allá de lo que muestras a otros, más allá de lo que haces por costumbre— aparece tu verdadera imagen. Esa que no se esconde detrás de máscaras ni de expectativas ajenas. Lo que descubres allí, en esa mirada hacia adentro, es tu realidad más íntima: tu modo de ser, tus convicciones, tus límites y tus aspiraciones. Y todo ello, unido, constituye tu Ética.

Porque la ética no es solo un conjunto de normas o principios, sino el reflejo vivo de tu esencia en movimiento. Es el hilo que une lo que piensas con lo que haces, lo que sientes con lo que eliges. Y en esa coherencia —o en la búsqueda de ella— se revela quién eres realmente. Tu verdad. Tu identidad. Tu ética.


El maestro Emilio Lledó, en su libro Memoria de la Ética, nos explica:
<< Etimológicamente Ética viene del griego “Ethos”, que quiere decir Carácter.
La Ética de Aristóteles es el primer análisis de lo que podríamos llamar la estructura del comportamiento humano.
Este análisis consiste en saber describir todo el complejo mecanismo que rige el silencioso transcurrir de nuestra intimidad y haber descubierto la materia real, las pasiones, deseos y deliberaciones que orientan nuestro estar en el mundo.

Pero ese “estar en el mundo” es un estar condicionado, y las condiciones de posibilidad están teñidas de los estímulos que la enhebran, según sea el presente concreto y la tradición histórica en la que se manifieste. >>

En mi opinión, la ética no debe ser una más de las asignaturas del programa, sino el complemento esencial y básico en la enseñanza de todas y cada una de las asignaturas.
Su cometido ha de ser como el del capilar que, por goteo, distribuye el agua y humedece la tierra del huerto que riega, haciendo que la raíz de cada planta absorba la cantidad necesaria para su crecimiento su sazón.
Maimónides, filósofo judío, en su tratado “Guía de Perplejos”, define a la Ética como la “medicina del alma” y, como tal, hay que tomarla en la dosis apropiada a cada individuo.

Así debe actuar la Ética.
La Ética, además de una teoría, es la práctica continuada de tu manera de ser y de estar, de tu comportamiento con el entorno familiar, social y profesional.
La teoría es necesario conocerla, pero si no se practica, se olvida. Somos lo que hacemos.
Este “hacer” es la condición fundamental que define el sentido del comportamiento.
Es el “Ethos” (carácter), la ontología ética que no brota de la reflexión, sino del pensamiento que interpreta la experiencia, y se solidifica en las obras y en la actividad de las personas.
Yo, después de estudiar la solución que los alarifes cordobeses dieron a las arcadas de sustentación, mediante columnas, de las naves de la sala hipóstila de la Mezquita de Córdoba, y recrearme en la composición de los arcos para conseguir mayor altura en la techumbre de la sala de oración, la tomo como paradigma para definir la misión que la ética ha de tener en la arquitectura de la personalidad del individuo:
<< Ética y moral, son las dovelas basales donde se impostan los arcos de entibo que, enjarjados, se imbrican en mi conciencia para darle estabilidad y sustentar mi responsabilidad. >>
Gonzalo Díaz Arbolí

No hay comentarios:

Publicar un comentario