24.1.21

HERNÁN CORTÉS MORENO y su vinculación con El Puerto de Santa María.


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Antonio Cortés Sabariego llega al Puerto gracias a la vinculación que con nuestra Ciudad tuvo su padre, abuelo de Hernán Cortés Moreno, que comercializaba pescados, especialmente mariscos, en los tiempos esplendorosos del auge marítimo pesquero de El Puerto. Estudió Medicina en la Complutense de Madrid, realizando doctorado bajo el padrinazgo del Prof. Doctor Gregorio Marañón Posadillo, con quien sostuvo fructífera amistad durante toda su vida. Posteriormente, dicha amistad estuvo consolidada e incrementada con la de su hijo Gregorio Marañón Moya, que visitó Cádiz en numerosas ocasiones. 

La casa familiar del Dr. Cortés, casado con Elisa Moreno, y su Consulta profesional de Pediatría, estuvo en la Calle Luna de El Puerto de Santa María, en el tramo comprendido entre Misericordia y Jesús de los Milagros, en la vecindad con la de los Jiménez González-Nandín, frente al Almacén de Suárez. Aquel tramo comenzaba en la Sombrerería de Chamorro y terminaba en la Capilla de la citada Calle Jesús, en donde se construyó luego la vivienda de José González Bruzón y Milagros Gómez.
A pesar de su vida en El Puerto, el Dr. Cortés nunca perdió su vinculación con Cádiz, a donde se trasladaba con frecuencia, siempre viajaba en el Vapor. En eso, como en otras cosas, fue maestro en el descubrimiento placentero y útil, de los viajes bahíeros del Adriano. 

Hernán Cortés Moreno, Académico de Santa Cecilia de El Puerto de Santa María.
Extrato de su Discurso de Investidura.

Comenzó su discurso agradeciendo a la Academia el honor de haber sido elegido y a sus padres por el descubrimiento de la luz y el inmenso mar de la bahía gaditana, diciendo que nunca fue tan feliz como su niñez en El Puerto de Santa María. Ya entrando en el cuerpo del discurso dijo:

El retrato del rey Felipe VI que tienen ante ustedes y que pretendo donar a la Academia Santa Cecilia procede de las distintas poses del Rey, en diferentes momentos, durante los dos últimos años. 
Es fundamental la búsqueda del ángulo en el que el retratado mejor se exprese a sí mismo. No se trata del más favorecedor, necesariamente, sino de aquel en el que se produce con mayor naturalidad el “ritmo dibujístico”, esta imagen es muy representativa de su carácter serio y reflexivo dentro de la normalidad y cercanía con la que se enfrenta a los nada fáciles retos que afronta un monarca del siglo XXI.

Gaditano de nacimiento. Pintor de reconocido prestigio internacional. Estudió en la Escuela Superior de Bellas Artes Santa Isabel de Sevilla. Completó su formación en la Escuela Superior de San Fernando de Madrid.

Es académico de número de la Real de Bellas Artes de Cádiz, de la Hispanoamericana, de la de Bellas Artes de Madrid y de  la de Bellas Artes Santa Cecilia de El Puerto de Santa María. Es miembro del Real Patronato del Museo del Prado. Su obra es considerada pintura realista contemporánea. Es principalmente conocido por sus retratos, entre los que se encuentran numerosos personajes de las monarquías, de la cultura, de la economía, y de la política.

Y terminó con el siguiente párrafo:
“A medida que la universalidad se amplía (en demandas sociales y en desastres, en demostraciones de poder y en demostraciones de miserias) el interés por la individualidad se vuelve más y más irresistible. También más necesario. Convencidos en secreto de que nuestro nombre es Nadie, como el de Ulises, reclamamos ser tratados como personas. Es una muestra de idiotez, si se quiere: O sea, es un lamento de la individualidad”.


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