25.7.22

La Música en la España islámica


(711-1492) Al-Andalus es el nombre con el que se conoció a todas aquellas tierras, gobernadas por musulmanes, que habían formado parte del reino visigodo: la península Ibérica, la Septimania francesa y las Islas Baleares. Su zona este se denominó Xarq al-Andalus.

"La música es sin duda una de las artes más hermosas que nos lleva a conocer el sentir de un pueblo, y en la cultura árabe-islámica constituye junto con la poesía una de las formas de expresión más importantes de su civilización. El artista árabe encontró en la música y la poesía esa evasión que le permitiría plasmar el genio que encerraba en su interior, de ahí que su patrimonio musical sea una de las más bellas huellas que ha ido dejando a través de su andadura histórica como un auténtico museo oral. Dentro de este patrimonio, la música andalusí, dadas sus características, es un hecho cultural imprescindible para el conocimiento de la civilización árabo-islámica en su rama hispano-árabe”
(CORTES GARCIA, 1996). E



La importancia e influencia que significó, no solo para la España islámica, sino también, para gran parte de Europa: la teoría de la música y los instrumentos musicales, -que han llegado en uso prácticamente hasta nuestros días; en el Magreb, todavía hoy, se sostiene la viola de igual manera que en el esplendor del califato de Córdoba, obteniendo un considerable aumento de la intensidad del sonido-. Fue a partir de entonces cuando la música logró entrar en la Universidad como parte de las ciencias matemáticas.


En el año 755, se estableció en Córdoba un califato independiente; desde esa fecha, la España islámica, más concretamente Córdoba, la capital del califato, se convirtió en un importante centro musical que irradió su influencia a una gran parte de Europa. Mientras que la música europea conocía, a través de san Agustín, sólo algunos conceptos de la teoría griega, los árabes tenían tratados enteros a su disposición. Sus teóricos y estudiosos escribían métodos propios, ya en el siglo VIII, antes de que en Europa hubiese algo parecido. “El tratado relativo al conocimiento interior de melodías”, cuyo manuscrito se encuentra en el Museo Británico, es el texto más antiguo que existe sobre la teoría árabe de la música, se deriva, principalmente, de la teoría griega, e incluye un sistema de notación fonética.


La España islámica fue importante tanto por sus propios logros musicales, como por su influencia sobre una gran parte de Europa. El islam fue la principal fuerza motora entre Bizancio y el Renacimiento europeo. Europa aceptó del islam varios instrumentos, de los que sólo el laúd ha sobrevivido. El Laúd español procede del árabe al’ud, cuyo mástil disponía de trastes y se afinaba según la escala pitagórica. El rebec –rabel- principal instrumento de cuerda en Europa, antes de la aparición de la viola, descendía directamente del rabar árabe. Con este instrumento apareció el arco y se conservó, en su forma de arco de cazador, hasta el siglo XV.

Al-Farabi, uno de los teóricos helenísticos del islam, - filósofo y músico de origen turco y afincado en Córdoba - escribió los tratados “De Scientiis y De Ortu Scintiarum “ y “El gran libro de la Música”, que traducidos del árabe al latín, se convirtieron en libros de texto en las instituciones educativas europeas. En muchas de ellas, la música formaba parte de las ciencias matemáticas. La facultad de música más antigua de las universidades occidentales se fundó en el siglo XIII, precisamente, en la universidad de Salamanca.

En uno de los libros de Al-Farabi, hay un capítulo muy importante acerca de la teoría de la música, del teórico y célebre médico Ibn Sina – Avicena – que describe un rasgo melódico al que no se había aludido anteriormente: la pulsación de las octavas, quinta y cuarta, simultáneamente con la melodía, a la que él denominaba “tarkib” – literalmente “organum”- pero que no tiene nada que ver con el órgano medieval europeo. Dicho capítulo resume todos los conocimientos científicos y filosóficos de los países islámicos hasta su tiempo.


Los elementos materiales de la música son: sonido, tiempo e intensidad.

- Sonido.- Los sonidos se ordenan, unos sobre otros, por grados de tono o semitono. La distancia entre un sonido y otro se llama intervalo. Los intervalos se designan por el número que expresa los grados que contiene, y se miden por medio de los tonos y semitonos.

- Tiempo.- Considera la duración de los sonidos y la medida sistemática de la duración o compás. En la misma proporción y mismo sistema que el sonido, se mide también el tiempo de silencio.

- Intensidad.- la cantidad, fuerza, articulación y calidad del sonido son elementos esenciales de la música.
Por su intensidad el sonido puede ser: fuerte, medio fuerte y suave.
Por su cantidad se denominan: grandes o llenos, y pequeños.
Por su articulación: líquidos, picados, stacatos, martillados, pesados, etc. 
Por su calidad: claros y obscuros, dulces y ásperos, estridentes o redondos, etc.


Fuente: Balansiya.  Legado andalusí. La Música

Gonzalo Díaz-Arbolí

2 comentarios:

Antonio Ortega dijo...

¡Preciosa aportación al conocimiento de la música! Gracias. Un abrazo

Anónimo dijo...

La música es la más bella y completa de todas las artes. Cuando por compromiso contraído con anterioridad tuve que dejar el orfeón, lloré.

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