Galicia se nos cuela en el alma. Hermosa tierra llena de misterio y nostalgia.
La letra de la conocidísima balada gallega "Unha noite na eira do trigo" es el poema "Cantiga", que Manuel Curros Enríquez escribiera en 1869, siendo estudiante en Madrid con sólo 17 años, y el primero que escribía en su lengua natal. Fue publicado en el libro "Aires da miña terra", en 1880.
La melodía es del maestro José Castro González "Chané", otro emigrado en Cuba, que mantuvo una fuerte amistad con Curros, ha quedado para la historia.
El tema de esta canción es la tristeza, y finalmente la tragedia, causada por la separación de la pareja cuando el 'ingrato galán' emigra a América, situación que tantas veces se repitió en Galicia a lo largo de los s. XIX y XX.
Homenaje a una de las mejores voces de Galicia, Pucho Boedo y Los Tamara, embajadores de la lengua Gallega por el mundo...
Escuché por primera vez esta canción, cuando hacíamos el Camino a Santiago francés en 1993, la etapa terminaba en el Monte do Gozo. Aquella noche celebraban una fiesta en la gran explanada, algo así como en la actualidad "O son do Camiño", disfrutamos en demasía de queimada gratis. Quedaban apenas cinco Kms. para finalizar la peregrinación, ya podíamos divisar la ciudad de Santiago y las torres de su catedral; en ese momento nos liberamos de la carga espiritual que habíamos acumulado durante el viaje, la emoción estremecía nuestros corazones llenos de felicidad.
Una de las leyendas del Monte do Gozo:
Las primeras menciones de este lugar se remontan al siglo XII. Se le identifica con una capilla para el culto, en el lugar ocupado por la actual de San Marcos y surgida, sin duda, para facilitar la oración de los peregrinos recién llegados, y con uno de los milagros más difundidos del Codex Calixtinus.
Muchas de las leyendas jacobeas, difundidas casi siempre a lo largo del Camino de Santiago, son admitidas como creencias por fieles y peregrinos. Sucede sobre todo con los milagros que desde la Edad Media se atribuyen al Apóstol.
Es el milagro protagonizado, en 1080, por veinte caballeros de Lorena (Francia) que ante las penalidades del Camino se juran protección mutua. Sin embargo, uno de ellos cae enfermo y es abandonado en los Pirineos por todos los compañeros, excepto uno. Tras fallecer, Santiago lo transporta milagrosamente a caballo, al Monte do Gozo. El Apóstol pidió al caballero que había permanecido con el muerto, a quien también lleva consigo en el milagroso viaje hasta el monte, que comunicase a los demás, al llegar, lo inútil que resultaba la peregrinación que estaban realizando. Era, por tanto, el Monte do Gozo un lugar con una connotación singular ya en los siglos XI y XII.
El ser humano hace el Camino de Santiago por la necesidad de encontrar respuestas y expectativas, es un viaje reflexivo, transformador. Ahí está la esencia del Camino. Si uno es consciente de estas circunstancias y a ellas añade un componente religioso, su camino se convierte en peregrinación.
El milagro de Santiago al transportar al caballero que permaneció fiel al lado del enfermo al Monte do Gozo para que adviertese a los demás lo inútil de la peregrinación: Deduzco que sería porque antes están "las personas que las creencias".
El éxito popular de este relato, considerado como fantástico por la propia Iglesia compostelana al chocar de forma frontal con las evidencias históricas de la creación de la primera iglesia de culto a Santiago (820-830) por el rey asturiano Alfonso II el Casto, hizo que se incorporase a las leyendas épicas narradas por los peregrinos.
Vio en el cielo un camino de estrellas que empezaba en el mar de Frisia, entre Alemania e Italia, en la Galia y Aquitania,….. y continuaba hasta llegar a Galicia…”
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Gonzalo Díaz-Arbolí
3 comentarios:
Pertenezca a lo cercano o al recuerdo, Gonzalo, a todo relato, como éste tuyo, en torno a nuestro Apóstol Santiago o a su camino lo adorna y enriquece ese hálito, espiritual o profano, que nos lo hace siempre interesante, tierno y cercano
Muchas gracias, por tu sensibilidad poética.
Siempre es buen momento para saber algo nuevo. No conocía éste relato, que como todo lo relacionado a Galicia y especialmente a Santiago y el Camino todo está colmado de esa mezcla de historia, religión, fé y leyenda. Nada más acertado que la frase del encabezado, 'Galicia se nos cuela en el alma. Hermosa tierra llena de misterio y nostalgia'. ... y allí siento profundamente mis raíces. Saludos, C. Meijome
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