31.7.22

La Música española siglos XVIII, XIX y XX

 


La influencia del primer Romanticismo en España fue prácticamente nula. La férrea censura instituida por Fernando VII impidió que llegara hasta España la música de Beethoven o Schubert. Aunque llegó la de los compositores más conservadores, sobre todo la de Rossini, que contó con buen número de admiradores en España.

La música española del XIX tuvo como base el estilo italiano, todavía cercano al Clasicismo, que se aprecia en la obra operística y sinfónica de Ramón Carnicer (1789-1855).

Ramón Carnicer y Batlle - Pot-purri de aires característicos españoles (ca. 1837)


Fue tras la muerte del rey Fernando VII (1808-1833), último monarca representante del absolutismo en España y la llegada al poder de los liberales cuando comenzó una mayor difusión de la música europea y se puso mayor cuidado en su enseñanza. Para ello fue fundamental la creación, en 1834, del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid que comenzó así una labor educativa que dio sus mejores frutos ya en el último tercio del siglo.

El predominio de lo italiano en la música de comienzos del XIX tuvo pronto voces en contra, sobre todo en lo que al género operístico se refiere. La pugna contra el teatro cantado en italiano tuvo como resultado la resurrección de la zarzuela popular, creada a finales del XVIII por don Ramón de la Cruz y olvidada posteriormente.

En España, la influencia del nacionalismo en la música se manifestó de forma especial en el terreno del teatro musical y en dos vertientes distintas: la de aquellos que defendieron la zarzuela como forma española frente a la ópera, considerada espectáculo extranjero, y la de quienes defendieron la necesidad de crear una ópera española que permitiera aminorar la influencia italiana, que ellos consideraban excesiva.

Durante el periodo Barroco, España y Portugal permanecieron aislados de influencias foráneas, de modo que surgieron y prosperaron tradiciones musicales particulares y locales. Las formas remiten con frecuencia a modelos precedentes, sobre todo a la imitación y a la variación renacentistas, que se utilizan de un modo bastante flexible. Sobrevive una gran cantidad de música sacra de la época en formas muy variadas: misas en latín con uno o más coros y contrapunto imitativo. Pero es el villancico la forma más popular de música sacra. Se trata de obras vocales cortas de textos sagrados en lengua vernácula, con acompañamiento instrumental o no, destinados a una celebración religiosa. Suelen ser estróficos – la misma música se repite en cada estrofa -, e incluyen elaborados estribillos.
Casi todos los compositores barrocos españoles compusieron villancicos, que se hallan depositados en los archivos catedralicios de Burgos, Salamanca, Segovia, Valladolid y Valencia.

  Ojos, pues me desdeñáis, José Marín, Raquel Andueza soprano.


Las canciones profanas y teatrales del Barroco español, en concreto los Tonos Humanos y las Tonadas, se basan en textos de los mejores poetas de la época. Gran parte de las partituras de estas canciones, se perdieron en el incendio, de 1734, acaecido en el Alcázar de Madrid. Muchas de esas canciones se habían escrito para acompañar obras musicales estrenadas en la corte de Madrid. El arpa, el laúd y la guitarra eran los instrumentos de acompañamiento más usuales.

Resultaba prácticamente imposible imaginarse un teatro lírico de características nacionales. No obstante, como se sentía la necesidad de crear algo que fuera, al menos, un sucedáneo de lo que se echaba en falta, los valores propios buscaron refugio en un género menor que surgió para alcanzar, en breve tiempo, una extraordinaria difusión: La Tonadilla escénica.

La Tonadilla:
Pieza escénica de corta duración que alterna la música, el canto y el baile, de pura raigambre española, nacida del pueblo como viva y eficaz protesta contra las costumbres y los gustos extranjeros dominantes en la época, que admitía toda clase de asuntos y, que antes de italianizar su estilo, triunfaba porque, sobre todo, había logrado recoger el aire de la calle, incorporando a la escena personajes y elementos populares con los que la sociedad de la época se identificaba. La Tonadilla no era otra cosa que un simple coro a cuatro voces llamado un siglo antes “Cuatros de empezar”, conocidos también como “Tonos humanos”- para diferenciarlos de los Tonos Divinos que se cantaban en la iglesia - con los que daba comienzo la representación de la comedia. Estos Tonos eran cantados por cuatro mujeres ataviadas con trajes señoriles, e iban acompañados de instrumentación musical compuesta por cuatro violines, dos trompas, dos oboes y un contrabajo. La tonadilla escénica se difundió por toda la península y contribuyó a la formación de un lenguaje musical español que más tarde hallaría un campo más amplio en el desarrollo de un género genuinamente español: La Zarzuela.



La Zarzuela:
Obra escénica entre el drama y la ópera que en la parte declamada alterna con el canto, constituyendo un género teatro-musical semejante al francés “ópera comique”, al italiano “opereta”, al “musical play” inglés y al “singspiel” alemán, aunque conservando, a través de su evolución, el sello propio y fisonomía del elemento tradicional literario y musical que le caracteriza. El abolengo de este género no puede ser más antiguo e ilustre, pues nuestro teatro lírico tiene sus orígenes en las Églogas de Juan de la Encina (1468-1529), en las Farsas de Lucas Fernández (1474-1542), y en los Autos del dramaturgo portugués Gil Vicente (1465-1537).

El nacimiento de la zarzuela puede asignarse con exactitud a 1629, fecha en la que, por primera vez, en el Real Sitio de la Zarzuela, se representó ante los reyes la égloga pastoril La selva sin amor, texto de Lope de Vega y música del boloñés Filippo Piccini, considerada como la primera zarzuela, que no ópera, dándose desde entonces el nombre de Fiestas de la Zarzuela, a los eventos que allí se celebraban, y por ende al género de la nueva composición musical: Zarzuela.
Todo induce a creer que es la zarzuela el espectáculo lírico predilecto por los españoles del siglo XVII, y que zarzuelas fueron, y no óperas, aquellas producciones que los eruditos consideraban óperas.


Algunos de los representantes más significativos de la Zarzuela son:
Manuel Bretón de los Herreros (1796-1863)
En colaboración con Basilio Basili, músico italiano emprendió con denuedo la lucha contra la influencia musical italiana y, en 1839, con el estreno de El novio y el concierto, renace la zarzuela. Esta obra, en la que predominaban aires españoles también dejaba ver la influencia italiana, obtuvo un gran éxito y, con ella, la zarzuela entró en su mejor época. 


Para los amantes de la Zarzuela pueden seguir escuchando pulsando sobre los títulos en color.

  Fco. Asenjo Barbieri (1823-1894)
          El barberillo de Lavapiés; Pan y toros; Jugar con fuego; El bolero afligido;Los diamantes de la corona…     

Manuel Fdez. Caballero (1835-1906)
Gigantes y cabezudos; La Marsellesa; La viejecita; Las dos princesas; La manta zamorana, Los hijos del capitán Grant…
Federico Chueca (1846-1908)
La Gran Vía; La alegría de la huerta; Cádiz; La canción de Lola; Agua,azucarillos y aguardiente; Las mocitas del barrio;…

Ruperto Chapí  (1851-1909)
La tempestad; El milagro de la Virgen; Mujer y reina; La revoltosaLas hijas del Zebedeo; El tambor de granaderos; El “puñao” de rosas;La patria chica; La venta de Don Quijote; El barquillero…    

Amadeo Vives (1871-1932)
Don Lucas del Cigarral; Bohemios; Doña Francisquita; La gatita blanca;  El arte de ser bonita; La generala; La villana; Talismán; El señor Pandolfo; Los flamencos; El duquesito o la corte de Versalles…
       
Federico Moreno Torroba (1891-1982)
Luisa Fernanda; La Marchenera; La ilustre moza; Los laureles; Polonesa; La niña del polisón; La Caramba y María Manuela…

Jacinto Guerrero (1895-1951)
La rosa del azafrán; La alsaciana; Los gavilanes; El huésped del sevillano; Las mujeres de Lacuesta; El país de los tontos; La orgía dorada; El ama; Don Quintín el Amargao; La sombra del Pilar; Las alondras, Martierra…

Pablo Sorozabal (1897-1988)
La del manojo de rosasLa tabernera del puerto; Katiuska; Los burladores; La guitarra de Fígaro; Black, el Payaso; Adiós a la bohemia; Don Manolito y la eterna canción; La isla de las perlas; Entre Sevilla y Triana y Brindis.
Para orquesta:
Capricho español; Mendian y Txistulariak; Suite vasca; Variaciones sobre un canto popular y La casa de las tres muchachas.

La música de los siglos XIX y XX en la historiografía musical española, que ninguna persona persona interesada por cultura musical debería ignorar.

Fuente: Música española siglos XIX y XX La música en España (comp.) Justo Fernández López www.hispanoteca.eu
Gonzalo Díaz-Arbolí

4 comentarios:

A. Ortega dijo...

Mis relecturas y disfrute de las propuestas musicales, solamente contribuirán a que, siga admirando tu excelente trabajo de docencia de tu blog. Muchas gracias Gonzalo.

Eugenio M. dijo...

Gonzalo, una entrada tan documentada y tan estupendamente elaborada, solo le queda, coronarla con un fuerte aplauso

Julio dijo...

Hay mucho esfuerzo detrás de esta estupenda entrada de tu blog. Y mucha generosidad al transmitirlo a los demás...
Muchas gracias Gonzalo

Pepe C. dijo...

Impresionante La Música española....Menudo trabajo
Enhorabuena y gracias por hacerme partícipe👏👏👏👏👏👍

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