6.4.21

Desde la caverna sin distancias y el poema: Dirige el curso, en capitán, la alondra. Autor, Eugenio Martínez Orejas

 

Dirige el curso, en capitán, la alondra

El poemario "Desde la caverna sin distancia", de Eugenio Martínez, nos sorprende con esta virtuosa creación inscrita en una fina sensibilidad, fruto de largas reflexiones que han reactivado todo el conjunto de valores conservados gracias a su formación intelectual en la búsqueda de Dios por la vía de la interioridad. “No quieras ir afuera, entra en ti mismo; en el hombre interior mora la verdad, trasciéndete a ti mismo. (De La verdadera religión 72)

Libro compuesto por un Epígrafe cronológico y 23 poemas, es complejo, tanto en lo formal como en lo conceptual, que están en sintonía, que no deja indiferente a nadie. Un texto muy rico literariamente, con un enorme sentido del ritmo, de gran hondura moral, técnica poética y espléndido enraizamiento en las culturas clásica, bíblica, filosófica y social, con referencia constantes a la mitología, fruto de un trabajo de al menos 12 años.

Al iniciar la lectura, ya, el epígrafe cronológico nos atrapa:”En todos los lugares palpita nuestro enigma”. Somos los inocentes y crueles juguetes de la vida. Hasta que un bruto alazán nos descabalga de su grupa, antes de llegar a los abismos donde se sientan los jueces, que ordenarán sus destinos de recompensa o castigo. Con la esperanza de que su próximo regreso borrarán las aguas del Leteo los vientos de la memoria.
Termina el epígrafe: Y así seguirá siendo hasta que fundidas todas las voces, resuene triunfalmente una sola, la voz de la armonía.


El poema 23, con el que finaliza el libro, juega desde el miedo en el camino de la vida, el miedo siempre en vilo, cuya respuesta es la sombra de un misterio inexplicable.
En definitiva, es un libro que asume el paso del tiempo y el no tiempo, pero también la excitante aventura de vivir.
Termino con algunas de las estrofas de la luminosa poesía que cierra el poemario: “Hacia la nueva tierra” de una espiritualidad y misticismo que trasciende la religión….

Dirige el curso, en capitán, la alondra
a través de las grietas de las horas,
de espacios palpitantes, de torrenciales norias
hacia la nueva tierra de vides y de aromas…

Al fulgor de la vida no hay gracia que lo iguale,
aunque jamás podamos prolongarle un instante,
porque al gesto solemne de un yo con sus perfiles
el ardor de la frente lo acompaña en sus límites
como domada fiera, como amansado buitre….

Sigue ordenando el curso, hasta el final, la alondra
y al hombre oscuro desde su raíz luminosa.

Pero dirige el curso, en capitán, la alondra
hacia la nueva tierra de vides y de aromas.
Algo ondea en el agua del jardín
que va gritándole a los cielos, sí.

Pulsar en la imagen

Gonzalo Díaz Arbolí
Académico de Santa Cecilia

Algunos datos y comentarios críticos sobre la obra:

Es un mensaje armonioso, con forma o cuerpo de versos que nos traspasa la epidermis en cuanto pasea su poema por cuantas rendijas y rincones inadvertidos y que ya forma parte importante del ayer y del hoy.
Avanzamos desde lo oscuro mientras hablamos de la vida y de la muerte, de la nueva tierra de vides y aromas. Y como todo buen poema, triunfa la armonía de su fondo y su forma, porque y, aunque se halle enraizado en lo barroco no se opone a la hondura del verso. Hallamos, pues en el poeta, una reflexión magnífica sobre la emoción del humano. Y me remonto al Siglo de Oro (Góngora, Tirso de Molina, Quevedo, Calderón, amplificador de los temas de Lope) e, incluso reconocemos la ascética y la mística, como una manera de ideal religioso. Observamos el exceso del ornamento y la búsqueda de la espiritualidad junto a las pasiones internas. Por lo que encontramos un contraste (al igual que en el poema de luces y sombras). Un dualismo y contradicción y fuertes contrastes que no se oponen sino que se complementan (al igual que el idealismo de El Quijote y el positivismo de Sancho).
Se me antoja una cierta comparación con el propósito de S. Juan de La Cruz: “esperando un misterio inexplicable”... Le admiro hasta el punto de haber escrito tres poemas de cien versos y ganado tres premios consecutivos. Y recurro a las imágenes de Lorca en cuanto se refiere al miedo en el camino de la vida, porque nuestro poeta tenía un miedo absoluto a todo, no sólo el miedo se aúna en sus versos por la pérdida de lo que ama, también miedo a cualquier conflicto político...
La humildad de nuestro autor, Eugenio Martínez, es comparativa con la de otro poeta salvadoreño André Cruchaga. Un grandísimo autor de versos, sumamente reconocido con varias distinciones y más de treinta poemarios publicados (Ars Moriendi, iba acompañado con un prólogo de mi autoría, 2018).
Me hace feliz cuando a un poema se le acompaña con música. Una buena música hace que los versos sumen un valor añadido y, si a esto le incorporamos pintura, el poema se transforma en Arte.
Mi reconocimiento al autor Eugenio Martínez por tanto buen hacer en el ámbito de la poesía, tanto por su armonía, música y pausas (que dicen tanto), como por su valor artístico que, en definitiva, es lo que cuenta y lo que se valora en un poema.

Teresa Moncayo
Escritora y poeta

Recibo como si fuera dedicado a mí, este comentario de Teresa Moncayo al poemario "Desde la caverna sin distancias" de Eugenio. 
Lo recibo con satisfacción y con orgullo, por ser amigo de Eugenio, porque sé que es un gran poeta y por el reconocimiento que supone a tanta dedicación y valentía. 
La primera vez que leí y releí el poemario, como suelo hacer con los libros que me gustan hice un resumen. Entre otras cosas al final puse "...en mi opinión, el Poeta con belleza, estética rítmica y con los pies en el suelo, nos habla del Hombre, de los hombres, de la Vida y de la Fe. Y entre una realidad de bueno y malo, de luces y sombras, de fulgor y vacío...nos reafirma en la ESPERANZA. Muchas gracias, al Poeta".

Julio de la Rúa
Profesor de la facultad de Medicina de Cádiz

 La lectura de este poemario proporciona una placentera satisfacción. Es original, abundan notables aciertos poblados de aromas bíblicos, filosóficos y sociales. Los poemas tienen ritmo, un cuidado formal y una riqueza léxica difícil de encontrar en los poemas que ahora se escriben. Eso además de la hondura en el contenido, las referencias filosóficas y mitológicas constantes y un escepticismo vital lo acercan mucho a la estética del Barroco.

Mi enhorabuena  por el trabajo:
Me gustan mucho estos versos: 
"Al fulgor de la vida no hay gracia que lo iguale,
aunque jamás podamos prolongarle un instante"

Olga Rendón Infante
Dra. en Filología Hispánica

Agradecimiento:

Y como decía el inmenso D. Antonio Machado en su oda a un olmo seco: "quiero anotar en mi cartera la gracia de..." que tener amigos como vosotros  es un lujo, una riqueza y un privilegio que estoy seguro de no merecerlo, pero agradezco a Quien vosotros sabéis, que me haya regalado este magnífico beneficio. 


Os recuerdo que, el poemario está disponible en Amazon.es  Pulsar Aquí


Un abrazo 

Eugenio


1 comentario:

Eugenio Martínez dijo...

Me siento desbordado, Gonzalo, por más que en aras de nuestra amistad tengo que darte las gracias

Publicar un comentario