16.12.25

Iglesia de San Manuel y San Benito. Es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura neobizantina madrileña

Cúpula

La Iglesia de San Manuel y San Benito, situada en la calle de Alcalá de Madrid, frente al Parque del Retiro, inició su actividad litúrgica el 1 de enero de 1911, aunque su origen se remonta a comienzos del siglo XX. En 1902, doña Benita Maurici, viuda de Caviggioli, se comprometió con los Agustinos de la Provincia de Filipinas a financiar la construcción de una iglesia y un convento. El templo serviría además como panteón para su esposo y para ella misma, mientras que el convento estaría vinculado a una fundación dedicada a la instrucción gratuita de obreros, posteriormente conocida como Fundación Caviggioli.

La primera piedra se colocó en 1903 y las obras concluyeron en 1910. El templo fue consagrado el 31 de diciembre de ese año por fray Francisco Valdés, obispo de Salamanca. Desde entonces, la comunidad agustiniana desarrolló una intensa labor litúrgica, pastoral, cultural y social, convirtiendo la iglesia en un destacado centro espiritual del barrio de Salamanca. En 1926, con la creación de la Provincia Agustiniana de España, San Manuel y San Benito pasó a ser residencia del Prior Provincial.

La Guerra Civil española supuso una grave interrupción de esta trayectoria. En 1936 los agustinos fueron expulsados, cinco religiosos fueron asesinados y el templo fue clausurado y destinado a usos ajenos al culto. Finalizada la contienda, la comunidad regresó y emprendió la rehabilitación del edificio, aunque se perdieron definitivamente importantes bienes artísticos y litúrgicos, como la biblioteca, el mobiliario original, la sillería coral y valiosas piezas de orfebrería.

Durante las décadas posteriores, la iglesia recuperó su prestigio religioso y social, siendo frecuentada por destacadas personalidades del mundo político, intelectual y cultural español. En 1965, a petición de la Archidiócesis de Madrid, el templo fue erigido en parroquia, función que desempeña desde entonces bajo la atención pastoral de diversos religiosos agustinos.


Desde el punto de vista artístico, la iglesia es un caso único en España al estar construida íntegramente en estilo neobizantino. Fue diseñada por el arquitecto Fernando de Arbós y Tremanti. Exteriormente destaca por su estructura de mármol blanco, la gran cúpula revestida de cobre rojo y la torre cuadrada situada a los pies del templo. La planta central de carácter funerario se combina con elementos de cruz latina, generando una disposición espacial singular.

El interior alberga un altar mayor de mármol de Macael, presidido por esculturas del Salvador, San Agustín y San José, realizadas en mármol de Carrara. La bóveda del ábside está decorada con mosaicos que representan a Cristo como Señor del universo, acompañado de los doce apóstoles. La capilla funeraria, situada en el brazo derecho, acoge los sepulcros de los fundadores y un altar dedicado a San Benito, mientras que el brazo izquierdo alberga la capilla de Santa Rita, enriquecida con diversas advocaciones marianas y reliquias de los mártires agustinos del siglo XX.
Uno de los elementos más sobresalientes del conjunto es la cúpula, sostenida por pechinas decoradas con los símbolos de los evangelistas y cubierta por mosaicos que representan a santos y beatos vinculados a la Orden Agustiniana. Esta decoración, realizada por la firma parisina *Facchina et Cía.*, constituye el mayor valor artístico del templo.
Finalmente, destaca el órgano Walcker, construido en 1910 y restaurado en 1977, que ha acompañado la vida litúrgica y cultural del templo desde sus inicios. Junto con el coro, ha convertido a San Manuel y San Benito en un referente musical y cultural de la ciudad de Madrid.

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Imágines cedidas por D. Joaquín Fernández Toral

Gonzalo Díaz Arbolí

1 comentario:

flora Diaz Hurtado dijo...

Maravillosa entrada. Siempre me ha parecido una iglesia espectacular tanto por dentro como fuera pero no conocía su historia ni tanto detalle respecto a la misma, volveré y ahora la veré con otros ojos pero siempre con la misma admiración.

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