27.12.23

Con nuestros deseos de un venturoso año nuevo. Escuchen un villancico flamenco


Los campanilleros tienen una larga y antigua proyección popular. El nombre está asociado a unos hombres, campesinos en su mayoría, que iban tocando unas campanillas con cuyo sonido recordaban a sus vecinos de cada pueblo que debían sumarse en procesión a la Misa del Alba para el rezo del Santo Rosario. Ello sucedía a finales del siglo XVII y el XVIII, muy en concreto en comarcas andaluzas y extremeñas. Unos coros y acompañamiento de guitarras ponían un fondo de música popular a las canciones que iban desgranando los fieles.
Así que, entrando a desmenuzar este cante, en primer lugar hay que destacar que reciben su nombre de las campanillas que usaban para su acompañamiento los ‘aurores’ - que es el nombre que recibían los integrantes de los coros de Rosarios de la Aurora-, quienes con guitarras y algún elemento de percusión, conformaban la orquesta sobre la que se sostenían su melodías y cadencias rítmicas, acompañadas en compás de 3x4 e interpretadas en modo menor. 
Y en lo que concierne a la composición y su estructura métrica, hay que destacar que no tiene una construcción sencilla sino que, al contrario, es bastante compleja. Bajo una arquitectura de siete versos de rima asonante, se alterna la métrica decasílaba y endecasílaba, siendo el quinto verso un verso asimétrico al estar compuesto de cinco sílabas. Este hecho es que muchos consideran que lo hace asemejarse en su composición, salvando las distancias, a las del cante por siguiriyas, pero no hay que olvidar ni dejar de lado los tintes afarrucados que también posee en su estructura musical.

A lo largo de la historia, han sido muchos los artistas que han incluido estos cantes en sus antologías y discografías, sobre todo la realizada por Manuel Torre, y mencionarlos a todos sin que se quede ninguno fuera sería poco menos que imposible. No obstante, el hecho de que se haya encorsetado a la Navidad su vertiente más aflamencada ha provocado que vayan pasando de generación en generación a través de la transmisión oral, al igual los villancicos que se cantan en las Zambombas más tradicionales.

A modo de ejemplo, vamos a quedarnos con la estrofa más conocida que grabara Manuel Torre, (un cantaor legendario nacido en 1878 y fallecido en 1933, Jerez de la Frontera), con las guitarras de Miguel Borrull y Niño Ricardo en el año 1929:


“A la puerta de un rico avariento, (10)
llegó Jesucristo y limosna pidió (11)
en lugar de darle la limosna (10)
los perros que había se los achuchó, (11)
y Dios permitió, (5)
que los perros murieran de rabia (10)
y el rico avariento pobre se quedó”. (11

Fuente: La voz del Sur
Gonzalo Díaz-Arbolí

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gonzalo que maravilla y entrañables recuerdos de mi infancia. Feliz Año todo lo mejor!!

Julio R. de la Rua dijo...

Gonzalo, muy enriquecedora la informacion de los "campanilleros" y que grande la interpretación de Manuel Torre...
Feliz 2024.

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