Las artes consuelan la vida, la sabiduría la dirige. (Séneca, Cartas, 85, 32)
30.10.25
En el cumpleaños de María Teresa León. 31 de octubre de 1903
Don Quijote: “Entre los pecados mayores que los hombres cometen, aunque algunos dicen que es la soberbia, yo digo que es el desagradecimiento”. (II, 58).
Muchísimas gracias a todos los colaboradores.
Los refranes de Sancho Panza: marketing con sentido común para organizaciones
Don Quijote: “Entre los pecados mayores que los hombres cometen, aunque algunos dicen que es la soberbia, yo digo que es el desagradecimiento”. (II, 58).
Muchísimas gracias a todos los colaboradores.
28.10.25
EN RECUERDO DEL POETA, SALVADOR CORTÉS NUÑEZ (EL CHIGÜI)
| Salvador Cortés, miembro de la Junta Directiva de la Academia de Bellas Artes Santa Cecilia |
Don Quijote: “Entre los pecados mayores que los hombres cometen, aunque algunos dicen que es la soberbia, yo digo que es el desagradecimiento”. (II, 58).
Muchísimas gracias a todos los colaboradores.
26.10.25
DUBLINESES. Cuento "Los muertos", de James Joyce.
Dublineses es una serie de quince cuentos magníficos, del escritor irlandés James Joyce. Es una de sus primeras obras. Se publicó en 1914. Los quince magníficos cuentos, constituyen una representación realista, y da muestras de su gran sensibilidad y de una maravillosas capacidad imaginativa, aun naturalista en ocasiones sutilmente burlona, de las clases media y baja irlandesas, en su Dublín natal de los primeros años del siglo XX.
![]() |
| Joyce, 1939 |
Unos toquecitos en el cristal lo hicieron volverse a la ventana. Otra vez había empezado a nevar. Soñoliento, se fijó en los copos, plata y sombra, cayendo oblicuos contra la farola. Le había llegado el momento de encaminarse al Oeste. Sí, los periódicos tenían razón: la nieve caía por toda Irlanda. Caía por toda la oscura llanura central, sobre las colinas desnudas; caía suavemente sobre la Marisma de Allen y, más hacia el oeste, suave caía sobre las oscuras olas amotinadas del Shannon. Caía también en la colina del cementerio solitario en que yacía enterrado Michael Furey. Se amontonaba espesa sobre las cruces y lápidas torcidas, en las lanzas de la pequeña verja, sobre los espinos resecos. Su alma fue desvaneciéndose mientras oía caer la nieve tenuemente por todo el universo, y tenuemente caer, como el descenso de un último ocaso, sobre todos los vivos y los muertos.
La intención de James Joyce era escribir un capítulo de la historia moral de su país, y escogió Dublín para escenificarla porque esa ciudad le parecía el centro de la parálisis.
Don Quijote: “Entre los pecados mayores que los hombres cometen, aunque algunos dicen que es la soberbia, yo digo que es el desagradecimiento”. (II, 58).
Muchísimas gracias a todos los colaboradores.
La estación dormida de Alcázar de San Juan
![]() |
| Apunte del artista alcazareño Antonio Tomás Romero |
Escribo estas líneas para recordar que aún estamos a
tiempo. Cuando el tren se detiene, no solo se detiene el viaje: se detiene
también la vida de la ciudad. El tren del futuro debe pasar por aquí.
He pasado media vida oyendo el silbido de los trenes.
En Alcázar de San Juan, ese sonido no es un rumor: es el latido de nuestra
historia. El tren nos despertaba y nos despedía, nos daba trabajo y esperanza,
nos conectaba con el mundo y con nosotros mismos. Durante más de siglo y medio,
la estación fue el corazón de la ciudad. Hoy late más despacio, pero aún late.
Quien creció aquí lo entiende sin palabras. En los
andenes aprendimos a esperar, a despedirnos y a mirar al horizonte con la
certeza de que siempre habría un tren de regreso. Casi todas las familias
tenían un ferroviario en casa. El tren no era solo transporte: era forma de
vida. Por eso duele ver cómo la estación se apaga poco a poco, como una lámpara
vieja sin bombilla.
En 2010, el ministro de Fomento José Blanco López y el
presidente José María Barreda Fontes, anunciaron que Alcázar de San Juan, sería
un gran eje logístico nacional. Se habló de plataforma intermodal, inversiones
millonarias y un futuro prometedor. Ese mismo año se firmó un protocolo para
construir una terminal de mercancías, destinada a ser centro neurálgico del
transporte ferroviario en España.
Pero el tiempo siguió su curso. Lo que prometía
progreso acabó en vía muerta. La estación, símbolo de movimiento, empezó a
cubrirse de silencio.
La ciudadanía tomó protagonismo: en 2006 nació la
Plataforma por el Tren en Madridejos y Consuegra; en 2010, la Plataforma por el
AVE de Alcázar; y en 2018, la Plataforma Regional en Defensa del Ferrocarril
Público, Social y Sostenible. Voces empeñadas en mantener vivo el tren como
servicio público, sostenible y vertebrador del territorio.
Han pasado quince años y los hechos hablan por sí
mismos: parte de las instalaciones permanece fuera de servicio. Donde antes
había vida, ahora hay memoria. El motor que impulsó generaciones se ha
convertido en símbolo de abandono.
Y la amenaza continúa. El proyecto del baipás de
Montoro, para las conexiones Jaén/Madrid, podría vaciar la estación casi por
completo. No sería un cierre repentino, sino una muerte lenta, discreta,
imperceptible.
Aun así, no todo está perdido. Con la mirada puesta en
un futuro más próspero, la alcaldesa Rosa Melchor y su equipo trabajan sin
descanso desde el Ayuntamiento para hacer realidad la Plataforma Logística
Intermodal de Transporte. El proyecto busca conectar los grandes corredores
ferroviarios del país: el central, que une Algeciras con Francia, y el
atlántico-mediterráneo, que enlaza Valencia con Portugal. Una iniciativa que se
perfila como símbolo de crecimiento, innovación y nuevas oportunidades para la
ciudad y la región.
Alcázar de San Juan tiene la ubicación, las vías y la
historia para volver a ser un nudo esencial del transporte sostenible. Deseamos
que la estación sea una puerta al futuro, no un vestigio del pasado. Solo
faltan decisiones valientes.
El artista local Antonio Tomás Romero, hijo de
ferroviario, lo expresó así: “Nosotros hemos ido desapareciendo, pero nuestra
estación seguirá ahí como la Puerta de Alcalá: testigo de generaciones que
crecimos con el Correíllo, el Rápido, el Automotor a Tomelloso…” Sus palabras
no son nostalgia: son memoria viva. Hablan de un pueblo que construyó su
identidad al compás del tren.
Cuando paso junto a la estación y veo los andenes
vacíos, siento tristeza y rabia. No quiero que nuestro lugar se convierta en un
edificio fantasma. Alcázar de San Juan sería menos Alcázar de San Juan sin su
estación.
Defenderla no es nostalgia, es justicia. El edificio
tiene enorme potencial, arquitectónico y simbólico. Sus espacios son amplios,
bien ubicados, con valor histórico y estratégico, idóneos para usos logísticos,
culturales y económicos.
Imaginemos la estación renacida: un lugar que vuelve a
latir al ritmo de la ciudad, un motor que mueve trenes, ideas y sueños. Un
espacio de creatividad y encuentros, donde cada persona encuentra inspiración.
Esta idea nace de la convicción de que los espacios pueden ser semillas de
creatividad, donde cada persona descubre su lugar para inspirarse.
Visualizamos un edificio vivo, abierto y dinámico,
donde ciudadanos, empresas y emprendedores se cruzan para compartir
experiencias y proyectos. Un gran acercamiento que celebra talento local,
innovación y una economía cercana que genera empleo y multiplica el bienestar.
Durante varios días, la estación se convierte en un
universo de descubrimientos: pasillos llenos de propuestas audaces, salas que
despiertan nuevas ideas, espacios que invitan a crear, aprender y colaborar.
Cada rincón es oportunidad de soñar y actuar, para conectar con otros y con el
futuro que podemos construir juntos.
No es solo un evento: es un latido que transforma la
ciudad, un puente entre personas y empresas, un recordatorio de lo que aún
podemos llegar a ser. Es una estación donde cada paso despierta la curiosidad,
y enciende la chispa del entusiasmo y cada instante deja un brillo de
inspiración que perdura mucho después de que el último tren haya partido. Tomás
Moro creó la palabra utopía; nosotros la convertimos en acción, acercando
sueños a la realidad.
Si de verdad queremos un modelo sostenible, no podemos
dejar morir nuestra estación. Invertir en Alcázar de San Juan no es
sentimental: es racional. El progreso no debe borrar la memoria. El impacto
esperado generará empleo logístico, tecnológico y turístico y reactivará la
ciudad.
Don Quijote: “Entre los pecados mayores que los hombres cometen, aunque algunos dicen que es la soberbia, yo digo que es el desagradecimiento”. (II, 58).
Muchísimas gracias a todos los colaboradores.
22.10.25
Adagio en Sol menor de Tomaso Giovanni Albinoni
Don Quijote: “Entre los pecados mayores que los hombres cometen, aunque algunos dicen que es la soberbia, yo digo que es el desagradecimiento”. (II, 58).
Muchísimas gracias a todos los colaboradores.
La paradoja de la intolerancia, formulada por Karl Popper
Popper sostenía que si una sociedad tolera sin restricciones a los
intolerantes, corre el riesgo de que estos utilicen las libertades democráticas
para destruirlas desde dentro. La historia de los siglos XX y XXI, marcada por el ascenso
de regímenes totalitarios, muestra cómo la pasividad ante discursos
intolerantes puede desembocar en la anulación de la libertad. No se trata,
según Popper, de censurar toda opinión irracional o dogmática, sino de negar
tolerancia a aquellos movimientos que recurren a la violencia o rechazan el
diálogo racional, pues estos no buscan convivir, sino dominar.
En la actualidad, la paradoja de la tolerancia adquiere nueva relevancia
ante el auge del discurso de odio y la desinformación en los medios digitales.
Permitir que voces extremistas utilicen la libertad de expresión para promover
la exclusión o la violencia puede erosionar los valores que sostienen la
convivencia democrática. La defensa de la tolerancia, por tanto, exige
discernimiento: no toda limitación es censura, del mismo modo que no toda
libertad absoluta es justa.
En conclusión, la paradoja de la tolerancia nos recuerda que la libertad no
puede sobrevivir sin límites racionales. Ser intolerante con la intolerancia no
implica renunciar a los valores democráticos, sino protegerlos de su autodestrucción. Solo una sociedad que sepa defender sus principios frente a
quienes buscan abolirlos puede considerarse verdaderamente libre y tolerante.
Don Quijote: “Entre los pecados mayores que los hombres cometen, aunque algunos dicen que es la soberbia, yo digo que es el desagradecimiento”. (II, 58).
Muchísimas gracias a todos los colaboradores.
La esperanza llega para quienes viven con ELA..
El Gobierno aprueba la financiación de la Ley tras años de espera
Don Quijote: “Entre los pecados mayores que los hombres cometen, aunque algunos dicen que es la soberbia, yo digo que es el desagradecimiento”. (II, 58).
Muchísimas gracias a todos los colaboradores.
Banda sonora de "1492 La conquista del paraiso. Vangelis"
Don Quijote: “Entre los pecados mayores que los hombres cometen, aunque algunos dicen que es la soberbia, yo digo que es el desagradecimiento”. (II, 58).
Muchísimas gracias a todos los colaboradores.
21.10.25
"En un mercado persa," una «escena intermezzo» de 1920
| Compositor británico Albert William Ketèlbey (1875-1985). |
Don Quijote: “Entre los pecados mayores que los hombres cometen, aunque algunos dicen que es la soberbia, yo digo que es el desagradecimiento”. (II, 58).
Muchísimas gracias a todos los colaboradores.
19.10.25
El día 20 de octubre el calendario católico conmemora a Santa Irene de Tancor
![]() | |
|
surge este texto,
publicado con el corazón
y dedicado a ella,
Don Quijote: “Entre los pecados mayores que los hombres cometen, aunque algunos dicen que es la soberbia, yo digo que es el desagradecimiento”. (II, 58).
Muchísimas gracias a todos los colaboradores.














