30.10.25

En el cumpleaños de María Teresa León. 31 de octubre de 1903


Dibujo de la ilustradora, Eva Díaz Hurtado


María Teresa León nació el 31 de octubre de 1903 en Logroño. Escritora, dramaturga y activista española de la Generación del 27,  también fue miembro del grupo "Las Sinsombrero".
Pasó su infancia entre Madrid y Burgos, y recibió una educación culta e ilustrada en la Institución Libre de Enseñanza gracias a la influencia de su tía María Goyri y su tío Ramón Menéndez Pidal. Se licenció en Filosofía y Letras.

Contrajo matrimonio a los 17 años, con Gonzalo de Sebastián Alfaro; cuando conoció a Rafael lo abandonó al igual que a sus dos hijos para marcharse con él a Mallorca y convertirse en su compañera de viaje. A partir de entonces tendrían una vida entregada a la aventura, a la política, y compartiendo todos los momentos de su vida cotidiana. Ella lo refleja magníficamente, en su libro "memoria de la melancolía". 
Fue una mujer muy comprometida con su tiempo, fiel a sus ideas, probablemente generadas en la Institución Libre de Enseñanza. 
Falleció de una larga enfermedad el 13 de Diciembre de 1988 en Madrid.

Transcrito de Memoria de la melancolía
Estoy cansada de no saber dónde morirme. Esa es la mayor tristeza del emigrado. ¿Qué tenemos nosotros que ver con los cementerios de los países donde vivimos? Habría que hacer tantas presentaciones de los otros muertos, que no acabaríamos nunca. Estoy cansada de hilarme hacia la muerte. Y sin embargo, ¿tenemos derecho a morir sin concluir la historia que empezamos? ¿Cuántas veces hemos repetido las mismas palabras, aceptando la esperanza, llamándola, suplicándola para que no nos abandonase? (Mm 97).
¿Ha llegado la hora de hacer mi testamento?
Dejo a las mujeres de España mi entusiasmo por la vida. Nada más. Es todo lo que tengo.

Portada del libro de la ilustradora, Eva Díaz Hurtado

Desde este blog queremos reivindicar a las mujeres conocidas por las “sin sombrero”; curioso nombre que se debe al hecho que ocurrió en la Puerta del Sol madrileña cuando fueron tan atrevidas que se quitaron el sombrero en público, las protagonistas: M. Teresa León, Maruja Mallo, Margarita Manso, Salvador Dalí y Federico García Lorca. A este grupo de la generación del 27, también pertenecen las escritoras María Zambrano, Marga Gil Roesset, Concha Méndez, Ángeles Santos y Rosa Chacel. Todas estas mujeres engrandecieron esta generación y sin embargo algunas son poco conocidas, por esta razón queremos colocarlas en el lugar histórico que se merecen, su extraordinario talento estuvo situado en inestable equilibrio al borde del más absurdo y espurio de los olvidos. 

Las siguientes palabras son de la ilustradora y pintora portuense, Eva Díaz Hurtado, investigadora de las mujeres intelectuales de la Generación del 27:
Solo pretendo poner mi granito de arena en dar a conocer la obra de estas artistas (apenas conocidas por ser mujeres), y contagiar mi entusiasmo que ha ido acreciendo a medida que investigaba sobre ellas.
Lo que he tratado de reflejar con este trabajo, es que el arte, la ciencia la cultura o cualquier tipo de conocimiento no tiene género. El sexo del autor no debería ser factor determinante a la hora de juzgar una obra de estudiarla en las generaciones posteriores.

No puedo dejar de reproducir el preciado comentario del Dr. Julio Rodríguez de la Rúa:
He leído y releído el libro "Las sin sombrero" de Eva Díaz Hurtado. Me acercó de forma amena a esas mujeres, diría que transgresoras y valientes.
Y he disfrutado mucho visualmente, de las extraordinarias acuarelas, que Eva, excelente pintora, añadió al texto.
Aconsejo vivamente la lectura de su libro. 
Ah! y cuando conocí a Eva, iba "sin sombrero"...

Hacer clic sobre la imagen para visualizar el vídeo 
Podrán ver cada una de la 12 intelectuales mujeres investigadas por, Eva Díaz Hurtado
Gonzalo Díaz Arbolí

Los refranes de Sancho Panza: marketing con sentido común para organizaciones


¿Qué relación puede existir entre la lectura de El Quijote y el marketing del siglo XXI? La pregunta, aunque parezca insólita, invita a una reflexión profunda sobre la naturaleza humana que subyace en ambos mundos: el de los ideales y el de los mercados.

En la obra de Cervantes, don Quijote y Sancho Panza se lanzan a transformar su realidad movidos por la imaginación, la fe y la palabra. De modo similar, las marcas verdaderamente innovadoras actúan guiadas por una visión que trasciende lo material. Ambas comparten una misma filosofía: creer en los sueños y luchar por ellos.

A lo largo de mi trayectoria profesional —que ha abarcado desde la investigación, la gestión estratégica y la comunicación corporativa hasta el marketing social, digital y la docencia universitaria— he comprobado que, más allá de las tecnologías emergentes o las modas del consumo, el marketing sigue siendo una disciplina profundamente humana. Comprender los valores, emociones y comportamientos de las personas es su esencia.

Con el tiempo, he llegado a entender que muchas de sus claves no nacen solo de la teoría o de la tecnología, sino también de la sabiduría popular que forma parte de nuestra herencia cultural. En este sentido, los refranes de Sancho Panza ofrecen una sorprendente fuente de inspiración para la práctica del marketing contemporáneo.

La dualidad entre el idealismo de don Quijote y el realismo de Sancho Panza ha influido decisivamente en mi manera de entender esta disciplina. Entre el sueño y la tierra, entre la visión y la acción, se teje el arte de conectar con los demás.

Del mismo modo que El Quijote perdura porque narra una historia profundamente humana, las marcas que logran trascender son aquellas que construyen un relato con sentido. En la literatura, el poder del cuento no está solo en lo que sucede, sino en cómo se cuenta; en marketing ocurre igual. Las personas no se vinculan con productos, sino con historias que reflejan sus aspiraciones, valores y sueños.

El marketing digital ha potenciado esta dimensión narrativa al ofrecer nuevos espacios para contar y compartir historias. Desde las redes sociales hasta las experiencias interactivas, las marcas tienen hoy la posibilidad de construir relatos en tiempo real, de dialogar con sus audiencias y de desarrollar en conjunto significado junto a ellas. En un entorno hiperconectado, la autenticidad narrativa se ha convertido en el valor más preciado.

Los responsables de marketing en la actualidad han descubierto que toda empresa es, en el fondo, una narradora: cada campaña, cada experiencia de usuario, cada mensaje forma parte de un universo simbólico que le da identidad y coherencia. Así como Cervantes supo combinar idealismo y realismo para revelar la complejidad del ser humano, las marcas deben entretejer emoción y verdad para conectar con un público cada vez más consciente y exigente.

Contar historias auténticas —como las de don Quijote y Sancho Panza— no es solo una técnica comunicativa, sino un acto de fe en la capacidad humana de imaginar, crear y transformar la realidad.

Sancho Panza, representa la experiencia y el sentido común frente al idealismo de su amo. Si don Quijote simboliza la pasión y la fe, Sancho Panza encarna la prudencia práctica. De esa tensión nace un equilibrio perfecto: la visión que inspira y la estrategia que realiza.

Esa misma dualidad define al marketing moderno. Toda empresa necesita tanto el idealismo quijotesco que impulsa la innovación como la sabiduría popular de Sancho que orienta las decisiones con sentido humano y ético. Como dice un refrán anónimo de origen popular: “Al buen entendedor, pocas palabras bastan.”

Durante años, el marketing se centró en vender productos. Hoy el foco se ha desplazado hacia las personas. Cuando se mira al ser humano detrás del consumidor, aparecen valores, emociones y aspiraciones que transforman la manera de hacer empresa. El marketing deja de ser una técnica de persuasión para convertirse en una herramienta de realización colectiva, capaz de conectar los sueños de las personas con los valores de una marca.

La auténtica filosofía del marketing —como el idealismo quijotesco— debe ser una búsqueda de sentido, una fuerza que inspire, conecte y genere confianza. Las marcas que comprenden esto no solo venden: inspiran, movilizan y trascienden.



Algunos refranes de Sancho para el marketing contemporáneo:

- “Mas vale pájaro en mano que buitre volando” (Sancho, I, 31: 397; II, 12: 783). Este refrán encierra la esencia de la estrategia y la planificación. En marketing, anticiparse a los cambios, prever tendencias y actuar con visión son condiciones indispensables para la sostenibilidad. Las marcas que improvisan o reaccionan sin rumbo terminan en crisis de imagen. En cambio, las que invierten en investigación, innovación, sostenibilidad y coherencia aplican la prudencia que todo gestor debería practicar.

- “En la tardanza suele estar muchas veces el peligro” (Sancho, II,71:1316). En el contexto empresarial actual, esta máxima se traduce en proactividad e innovación temprana. Las empresas que “madrugan” —que se adelantan a las necesidades del consumidor y a las transformaciones tecnológicas— son las que conquistan el liderazgo. Algunos ejemplos: Apple, Google y Microsoft en tecnología; Amazon en E- Commerce; Netflix en entretenimiento; Nike en Deporte; Tesla y BMW en automoción; Nestlé y Starbucks en alimentación…Estas empresas no esperan que el mercado cambie, ellas lo crean. La anticipación es la forma moderna de la prudencia.

- “No con quien naces, sino con quien paces” (Sancho,II, 10: 767; II, 32: 973; II, 58: 1290). El éxito no depende del origen, sino de la capacidad de convivir y colaborar. En un entorno empresarial cada vez más cooperativo, el valor de las redes, comunidades y alianzas resulta esencial. El marketing del siglo XXI ya no se sustenta en jerarquías, sino en ecosistemas de confianza donde las marcas dialogan con sus usuarios y los convierten en coautores de su identidad.

- “Dime con quién andas, decirte he quién eres” (Sancho, II, 23: 900). La reputación de una marca se construye tanto por sus acciones como por las asociaciones que establece. En tiempos de la conexión digital continua, la coherencia se ha vuelto una moneda escasa y, por tanto, valiosa. Las empresas deben elegir cuidadosamente con quién colaboran, qué causas apoyan y qué valores defienden. En marketing, la coherencia no es un accesorio: es la estrategia.

- “Todas las cosas tienen remedio, si no es la muerte” (Sancho, II, 10: 766). En las derrotas de su amo, Sancho veía lecciones, no fracasos. En el ámbito empresarial, esta actitud representa la resiliencia y el aprendizaje continuo. Cada error o campaña fallida puede transformarse en una oportunidad de mejora. Las empresas más exitosas no son las que nunca caen, sino las que se levantan más sabias. Como escribe Simon Sinek (El juego infinito,2019): “No creamos servicios para ganar dinero; ganamos dinero para crear mejores servicios.”

- “Donde una puerta se cierra, otra se abre” (Sancho, I, 21: 243). Sancho entendía que las crisis son parte del camino. En un mercado cambiante, las empresas deben aprender a ver las dificultades como espacios para la creatividad y la reinvención. La estrategia de nicho, basada en la excelencia y la diferenciación, es el camino del éxito sostenible. La clave está en cerrar puertas con propósito y abrir ventanas con visión.

Sancho Panza es, en cierto modo, uno de los primeros “hombres de marketing” de la literatura. Escucha, interpreta, aconseja y humaniza. Sus refranes condensan siglos de experiencia en breves lecciones de prudencia, empatía y realismo. El marketing del siglo XXI —y, por extensión, el marketing digital— si quiere ser auténticos, debe inspirarse en esa sabiduría sencilla y práctica: planificar antes de actuar, colaborar antes que imponer, comunicar con claridad, aprender de los errores y mantener siempre el equilibrio entre los sueños de Don Quijote y el sentido común de Sancho.

En un mundo saturado de mensajes e información, solo las empresas con alma —aquellas que, como don Quijote, se atreven a luchar contra los molinos del conformismo— podrán marcar la diferencia. Porque cada campaña, cada producto y cada mensaje son, en el fondo, una aventura humana. El marketing, entendido así, se convierte en una moderna caballería andante: una fuerza que transforma los sueños en realidades y las marcas en relatos que inspiran.

Hoy más que nunca, el marketing no busca vender: busca inspirar.
Volver a leer El Quijote es renovar la fe en las personas que se atreven a soñar.

Antonio Leal Jiménez
Académico de Santa Cecilia

28.10.25

EN RECUERDO DEL POETA, SALVADOR CORTÉS NUÑEZ (EL CHIGÜI)

 

Salvador Cortés, miembro de la Junta Directiva de la Academia de Bellas Artes Santa Cecilia

He tenido el honor de ser elegido por el Presidente de la Academia de Bellas Artes Santa Cecilia para representarla en este acto de Homenaje a Salvador Cortés Núñez, miembro de la Junta Directiva desde el año 2008 hasta su prematura muerte en agosto de 2019, quiero dejar constancia de que no por mis méritos, más bien, por la amistad que nos unió durante más de 20 años.

RETAZOS DE UNA BIOGRAFÍA.
Salvador Cortés Núñez, más conocido por “El Chigüi, amigo del peregil”, su alter ego literario, nos decía que, los que tienen apodo viven más porque la "Parca" se confunde cuando viene a buscarlos, dudando de si el apodo corresponde o no al nombre de pila. Y mientras lo averigua, el gitano se escapa de morir.

Gitano audaz y valiente, tocado por la gracia y la curiosidad, igual hablaba de la teoría de la relatividad de Einstein como de los orígenes del pueblo gitano. Siempre magnificó las bondades con el mismo rigor que repudiaba la injusticia.

Buscador de sus ancestros, descarta su origen en los egiptanos a pesar de su parecido con Ramsés; se cree oriundo de la India pero se pierde en el laberinto de su búsqueda. Su avidez por aprender era tan fuerte como su espíritu de servicio. Que se leía hasta los anuncios para crecer en su inmensa cultura. Era poeta, escritor, buen conversador, educado y respetuoso sin par. Un personaje único e irrepetible.

Publicó “Seis días en el Puerto de María” (2000), “Tres días en El Puerto de María” (2005), “Yo el Chigüi, amigo del Peregil”, "Alma Gitana" y "Un fantasma anda suelto en el Puerto", con esa sencillez y capacidad, que posee, para crear historias y personajes prodigiosos.

Le caracterizó el temple que tan solo se alcanza en la fragua. Su alma gitana y andaluza de sangre universal corría por sus venas. Perteneció a la nobleza de la estirpe gitana descendiente de patriarcas de dos grandes sagas familiares: Los Cortés y los Núñez.

Acumuló méritos sin buscarlos, sirvió sin alardes y vivió con la coherencia de quien entiende que el verdadero valor de una persona está en su humanidad. Fue, en verdad, un ejemplo viviente de integridad y sencillez. Partió en silencio, pero su recuerdo y su obra permanecerán en nuestros corazones para siempre.

La anécdota del burro Liviano (estremecedora la despedida, cuando Liviano vuelve la cabeza y lo mira y Salvador lo mira a él y los dos salen llorando). 
En su memoria vamos a ver un vídeo donde relata el descubrimiento del espíritu Arbolín. 

Descubrimiento del espíritu Arbolín "Presentación del libro: Un fantasma anda suelto por El Puerto"

Un día le pedí que escribiese su visión de nuestra Academia y como siempre fue original. Transcribo parte del escrito:

La Academia como fundación cultural, disfruta, padece, goza y sufre de los mismos síntomas y posturas que son normales, y aún diría más, exclusivo a todos los españoles, andaluces y portuenses.

Esta postura de los individuos, consiste en no ser nunca dual ni polifacético, salvo excepciones. Por lo general se tiene una idea fija, que siempre es mejor que la otra, se pertenece a un grupo y se es contrario al otro. Yo defiendo a Alberti y tengo que ser contrario a Tejada y si alabo a Tejada es para criticar y maldecir a Alberti. Si soy ateo he de pensar y tomar posturas contrarias a los cristianos y si soy de aquí tengo que ser contrario a los de allí.

La Academia de BB.AA. Santa Cecilia, ha demostrado que estos pensamientos no son endémicos ni prevalecen en ella. Por el contrario la forma de pensar y actuar de la institución, es abierta, polifacética y altruista.
El mejor ejemplo de esta postura abierta, desinteresada y distendida la he gozado en mis vivencias en la Academia, “Yo soy el Chigüi, el amigo del Peregil” gitano, defensor y amigo de la gitanería, vendedor ambulante en los mercadillo de la provincia etc. etc. y lo describía con estos versos:

 “Yo soy un gitano estudiao,
y en los curas me han domao.
Hoy es culto muy discreto
el que era un analfabeto”

Con este historial y currículum, entré en la Academia y me maravillo del respeto, el cariño y la sapiencia con que me tratan. Para cualquier decisión importante se me pide opinión y parecer.

Participo en cualquier evento a la altura del que más, yo diría que más que el que más, pues muchas veces en “Los Martes de la Academia” para dar las conferencias han traído a catedráticos de fuera, Doctor en Tal y Tal, eminente científico de la Universidad Tal.

Entonces mi amigo Arbolí, (al que su desmedida imaginación ha confundido con ARBOLÍN, uno de sus espíritus protectores), me llama ¡Salvador ven! Y dice: Doctor aquí le presento a Salvador Cortés. Y este eminente hombre ha entablado una conversación conmigo en igualdad de condiciones, yo diría que más a gusto y entusiasmado que si estuviera con otro de más nivel cultural, de tal manera que se ha distendido la conversación entre nosotros y ha hecho falta la presencia de algunos de los directivos para que el profesor terminara conmigo y pudiera seguir atendiendo a los demás asistentes. Todas estas actividades nos acercan más a todos aquellos ciudadanos que por una causa u otra han estado fuera de nuestras lindes.
Recuerdo al Dr. en Física Quántica, Jesús Martínez Linares, Investigador Científico, que me explicaba cómo a través del Bosón de Higgs, se dio forma al universo con partículas fundamentales de calor y espacio, me lo explicaba con palabras sencillas para que yo lo entendiera. Al final nos intercambiamos nuestros libros.


No quiero terminar esta breve semblanza sin comentar uno de sus poemas, Libertad, -La libertad es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos-  (Don Quijote de la Mancha, segunda parte, capítulo LVIII).


Pertenece al poemario “Alma gitana” Ya la portada nos indica con la bandera (azul y verde y la rueda) el resumen de una fructífera vida en defensa de sus orígenes. Firma “Yo el Chigüi, amigo del Peregil” y ¿quién es ese amigo? el Dr. Juan Pérez Gil, único en su especie, así consta en la dedicatoria de uno de sus libros: un personaje fruto de su prodigiosa imaginación. El libro es un canto a la amistad.


Un río para lavarme
un jato para dormir
un puente para taparme
y un campo para vivir.

Un camino y una senda,
un puerto donde llegar,
y en el corazón del viento
un sueño de libertad.

Gitano libre soy,
es mi destino el andar,
y en el camino desgrano
el alma de mi cantar.

Sinsabores y desgracias,
persecuciones y huidas,
me van siguiendo los pasos
y cerrando mis heridas.

Encuero y descalzo vivo,
pero nunca miro atrás,
llevo en las manos grandeza
y en el alma libertad.

Sé que sus hijos son los responsables de mi participación en este homenaje y se lo agradezco de corazón porque, he tenido la oportunidad de expresar mi cariño y admiración por una de las personas más cabal y honrada que he conocido en este mundo intangible donde viven las almas generosas capaces de ayudar a los vivos.


Gonzalo Díaz Arbolí
Académico de Bellas Artes Santa Cecilia

26.10.25

DUBLINESES. Cuento "Los muertos", de James Joyce.

 Dublineses es una serie de quince  cuentos magníficos, del escritor irlandés James Joyce. Es una de sus primeras obras. Se publicó en 1914. Los quince magníficos cuentos, constituyen una representación realista, y da muestras de su gran sensibilidad y de una maravillosas capacidad imaginativa, aun naturalista en ocasiones sutilmente burlona, de las clases media y baja irlandesas, en su Dublín natal de los primeros años del siglo XX.

 Los relatos se escribieron en un momento en el que el nacionalismo irlandés estaba en su apogeo y dominaba en Irlanda la búsqueda de una identidad nacional, que se materializaría en la declaración de independencia de 1921. Atrapado en una encrucijada de la historia y de la cultura, el país se encontraba sacudido por varias ideologías e influencias convergentes, y estos relatos ofrecen una visión de los conflictos, a menudo fútiles, que estas tensiones generaron en la vida diaria de la gente de Dublín.

Joyce, 1939
En estos relatos el escritor trata de reflejar la parálisis cultural, mental y social que aquejaba a la ciudad, sometida secularmente a los dictados del Imperio británico y de la Iglesia católica. El propósito último del libro es de índole moral. ​
En ese libro, Joyce, da muestras de su gran sensibilidad y de una maravillosa capacidad imaginativa. Desde luego su núcleo central, al igual que en todas sus obras, es su ciudad, Dublín.
¿Qué misterio hace que una isla medio despoblada en el confín de Europa posea la más alta concentración de escritores de talento del mundo?

Nos centraremos en el relato “Los muertos” The dead. Con más de 15.000 palabras, este cuento también ha sido considerado una novela corta. Fue llevado al cine, en 1987, por el director John Huston, en ella reflejó el verdadero espíritu de la Navidad, con una secuencia de la cena verdaderamente magistral; esta sería su última película. 
El argumento es el siguiente: En el día de la Epifanía de 1904, está a punto de comenzar una de las celebraciones más concurridas de Dublín, la fiesta de las Señoritas Morkam. Entre sus invitados se encuentra Gabriel Conroy, sobrino de las anfitrionas y esposo de una de las mujeres más bellas del país. Gabriel enamorado de su esposa, la contempla detenidamente cuando suena una antigua canción de amor...  De vuelta a casa, Gretta le confiesa a su esposo que aquella canción le recuerda un amor de juventud, truncado por la muerte de su amado. Nunca en sus años de matrimonio Gabriel había oído esta historia. Sus sentimientos son una mezcla de tristeza, desesperación y celos que le conducen  a meditar sobre el sinsentido de la vida.

Hace clic sobre la imagen para visualizar el vídeo.

Unos toquecitos en el cristal lo hicieron volverse a la ventana. Otra vez había empezado a nevar. Soñoliento, se fijó en los copos, plata y sombra, cayendo oblicuos contra la farola. Le había llegado el momento de encaminarse al Oeste. Sí, los periódicos tenían razón: la nieve caía por toda Irlanda. Caía por toda la oscura llanura central, sobre las colinas desnudas; caía suavemente sobre la Marisma de Allen y, más hacia el oeste, suave caía sobre las oscuras olas amotinadas del Shannon. Caía también en la colina del cementerio solitario en que yacía enterrado Michael Furey. Se amontonaba espesa sobre las cruces y lápidas torcidas, en las lanzas de la pequeña verja, sobre los espinos resecos. Su alma fue desvaneciéndose mientras oía caer la nieve tenuemente por todo el universo, y tenuemente caer, como el descenso de un último ocaso, sobre todos los vivos y los muertos.


Hace clic sobre la imagen para visualizar el vídeo.

La intención de James Joyce era escribir un capítulo de la historia moral de su país, y escogió Dublín para escenificarla porque esa ciudad le parecía el centro de la parálisis.

Han dicho varios críticos que en esta obra el protagonismo lo tiene el idioma inglés y en eso estoy de acuerdo. Es cierto también que el lenguaje es uno de los más gratos enigmas de nuestra realidad.  Hay dos tipos de escritores en cuanto a aquello que nos hacen sentir. De unos sentimos las emociones y las ideas. De otros, sin embargo, nos impacta más el lenguaje. Indudablemente Joyce pertenece a los del segundo tipo.

Una de mis escenas favoritas en esta película, cuando el actor recita el poema llamado "Donal Og", que significa Joven Donal, es de hecho una balada irlandesa muy antigua que data de muchos siglos atrás. Fue traducido al inglés durante un período llamado el Renacimiento celta en el que gran parte de la intelectualidad de Irlanda, tanto católica como protestante, se remontaba a sus propias raíces lingüísticas y culturales en un esfuerzo por crear un entorno artístico revitalizado que fuera exclusivamente irlandés. Además de Lady Gregory, quien sin duda fue una persona real y una traductora brillante, El propio Joyce tenía sentimientos bastante encontrados sobre el Renacimiento, y de hecho el director de la película John Huston agregó esta escena donde no existe en el cuento original. Sin embargo, diría que encaja de manera absolutamente brillante con los temas de la historia del amor, la tristeza y los secretos del corazón humano.

Hace clic sobre la imagen para visualizar el vídeo.
Tímido remedo del poema "Donal og"

Gonzalo Díaz Arbolí

La estación dormida de Alcázar de San Juan

 

Apunte del artista alcazareño Antonio Tomás Romero



Escribo estas líneas para recordar que aún estamos a tiempo. Cuando el tren se detiene, no solo se detiene el viaje: se detiene también la vida de la ciudad. El tren del futuro debe pasar por aquí.

He pasado media vida oyendo el silbido de los trenes. En Alcázar de San Juan, ese sonido no es un rumor: es el latido de nuestra historia. El tren nos despertaba y nos despedía, nos daba trabajo y esperanza, nos conectaba con el mundo y con nosotros mismos. Durante más de siglo y medio, la estación fue el corazón de la ciudad. Hoy late más despacio, pero aún late.

Quien creció aquí lo entiende sin palabras. En los andenes aprendimos a esperar, a despedirnos y a mirar al horizonte con la certeza de que siempre habría un tren de regreso. Casi todas las familias tenían un ferroviario en casa. El tren no era solo transporte: era forma de vida. Por eso duele ver cómo la estación se apaga poco a poco, como una lámpara vieja sin bombilla.

En 2010, el ministro de Fomento José Blanco López y el presidente José María Barreda Fontes, anunciaron que Alcázar de San Juan, sería un gran eje logístico nacional. Se habló de plataforma intermodal, inversiones millonarias y un futuro prometedor. Ese mismo año se firmó un protocolo para construir una terminal de mercancías, destinada a ser centro neurálgico del transporte ferroviario en España.

Pero el tiempo siguió su curso. Lo que prometía progreso acabó en vía muerta. La estación, símbolo de movimiento, empezó a cubrirse de silencio.

La ciudadanía tomó protagonismo: en 2006 nació la Plataforma por el Tren en Madridejos y Consuegra; en 2010, la Plataforma por el AVE de Alcázar; y en 2018, la Plataforma Regional en Defensa del Ferrocarril Público, Social y Sostenible. Voces empeñadas en mantener vivo el tren como servicio público, sostenible y vertebrador del territorio.

Han pasado quince años y los hechos hablan por sí mismos: parte de las instalaciones permanece fuera de servicio. Donde antes había vida, ahora hay memoria. El motor que impulsó generaciones se ha convertido en símbolo de abandono.

Y la amenaza continúa. El proyecto del baipás de Montoro, para las conexiones Jaén/Madrid, podría vaciar la estación casi por completo. No sería un cierre repentino, sino una muerte lenta, discreta, imperceptible.

Aun así, no todo está perdido. Con la mirada puesta en un futuro más próspero, la alcaldesa Rosa Melchor y su equipo trabajan sin descanso desde el Ayuntamiento para hacer realidad la Plataforma Logística Intermodal de Transporte. El proyecto busca conectar los grandes corredores ferroviarios del país: el central, que une Algeciras con Francia, y el atlántico-mediterráneo, que enlaza Valencia con Portugal. Una iniciativa que se perfila como símbolo de crecimiento, innovación y nuevas oportunidades para la ciudad y la región.

Alcázar de San Juan tiene la ubicación, las vías y la historia para volver a ser un nudo esencial del transporte sostenible. Deseamos que la estación sea una puerta al futuro, no un vestigio del pasado. Solo faltan decisiones valientes.

El artista local Antonio Tomás Romero, hijo de ferroviario, lo expresó así: “Nosotros hemos ido desapareciendo, pero nuestra estación seguirá ahí como la Puerta de Alcalá: testigo de generaciones que crecimos con el Correíllo, el Rápido, el Automotor a Tomelloso…” Sus palabras no son nostalgia: son memoria viva. Hablan de un pueblo que construyó su identidad al compás del tren.

Cuando paso junto a la estación y veo los andenes vacíos, siento tristeza y rabia. No quiero que nuestro lugar se convierta en un edificio fantasma. Alcázar de San Juan sería menos Alcázar de San Juan sin su estación.

Defenderla no es nostalgia, es justicia. El edificio tiene enorme potencial, arquitectónico y simbólico. Sus espacios son amplios, bien ubicados, con valor histórico y estratégico, idóneos para usos logísticos, culturales y económicos.

Imaginemos la estación renacida: un lugar que vuelve a latir al ritmo de la ciudad, un motor que mueve trenes, ideas y sueños. Un espacio de creatividad y encuentros, donde cada persona encuentra inspiración. Esta idea nace de la convicción de que los espacios pueden ser semillas de creatividad, donde cada persona descubre su lugar para inspirarse.

Visualizamos un edificio vivo, abierto y dinámico, donde ciudadanos, empresas y emprendedores se cruzan para compartir experiencias y proyectos. Un gran acercamiento que celebra talento local, innovación y una economía cercana que genera empleo y multiplica el bienestar.

Durante varios días, la estación se convierte en un universo de descubrimientos: pasillos llenos de propuestas audaces, salas que despiertan nuevas ideas, espacios que invitan a crear, aprender y colaborar. Cada rincón es oportunidad de soñar y actuar, para conectar con otros y con el futuro que podemos construir juntos.

No es solo un evento: es un latido que transforma la ciudad, un puente entre personas y empresas, un recordatorio de lo que aún podemos llegar a ser. Es una estación donde cada paso despierta la curiosidad, y enciende la chispa del entusiasmo y cada instante deja un brillo de inspiración que perdura mucho después de que el último tren haya partido. Tomás Moro creó la palabra utopía; nosotros la convertimos en acción, acercando sueños a la realidad.

Si de verdad queremos un modelo sostenible, no podemos dejar morir nuestra estación. Invertir en Alcázar de San Juan no es sentimental: es racional. El progreso no debe borrar la memoria. El impacto esperado generará empleo logístico, tecnológico y turístico y reactivará la ciudad.


22.10.25

Adagio en Sol menor de Tomaso Giovanni Albinoni


Biografía

Tomaso Giovanni Albinoni (Venecia, 8 de junio de 1671--17 de enero de 1751) fue un compositor italiano del Barroco. En su época fue célebre como compositor de ópera, pero actualmente es conocido sobre todo por su música instrumental, parte de la cual se graba con regularidad. 
El Adagio en sol menor pretende ser su obra más difundida pese a que, en realidad, se trata de una obra apócrifa compuesta en el siglo XX por el musicólogo y especialista en su obra Remo Giazotto en 1945, quien basó su trabajo en fragmentos que supuestamente encontró de una oba de Albinoni, aunque no se han encontrado pruebas de dichos fragmentos. Se publicó por primera vez en 1958. 

Era hijo de Antonio Albinoni (1634-1709), un rico comerciante de papel en Venecia. Estudió violín y canto. Se sabe relativamente poco de su vida, si se tiene en cuenta su importancia contemporánea como compositor y el hecho de que vivió durante un período relativamente bien documentado. En 1694 dedicó su Opus 1 a su compatriota veneciano cardenal Pietro Ottoboni (sobrino-nieto del papa Alejandro VIII). Es probable que Albinoni fuera contratado en 1700 como violinista por Fernando Carlo, duque de Mantua, a quien le dedicó su colección de piezas instrumentales Opus 2. En 1701 escribió sus muy populares suites Opus 3, y dedicó tal colección al Gran Duque Fernando III de Toscana.

Hacer clic sobre la imagen para escuchar la interpretación
Versión  para órgano y viólín 

En 1705 se casó. Antonino Biffi, el maestro di cappella de San Marcos de Venecia fue testigo de su boda, y evidentemente era amigo de Albinoni. Sin embargo, no parece que Albinoni tuviera ninguna otra relación con ese establecimiento que tanto destacaba musicalmente en Venecia. Logró su temprana fama como compositor de ópera en muchas ciudades de Italia. Durante esta época compuso abundante música instrumental: antes de 1705, escribió sobre todo sonatas en trío y conciertos para violín, pero entre esa fecha y 1719 se dedicó más a sonatas para solo y conciertos para oboe.

A diferencia de la mayor parte de los compositores de su época, parece que nunca buscó un puesto en la Iglesia o en la corte, pero lo cierto es que era un hombre independiente con recursos propios. En 1722, Maximiliano II Manuel de Baviera, a quien Albinoni había dedicado un conjunto de doce conciertos, le invitó a dirigir dos de sus óperas en Múnich.

Alrededor de 1740, una colección de sonatas para violín se publicó en Francia como una obra póstuma, y los eruditos supusieron durante mucho tiempo que ello significaba que Albinoni había muerto para entonces. Sin embargo, parece que siguió viviendo en Venecia sin que haya llegado hasta nosotros ninguna composición en este último período de su vida. Un archivo de la parroquia de San Bernabé indica que Tomaso Albinoni falleció en 1751 «a la edad de 79 años», de diabetes.

                                                  Hacer clic sobre la imagen para escuchar la interpretación

Gonzalo Díaz Arbolí

La paradoja de la intolerancia, formulada por Karl Popper

«La personificación de la tolerancia», estatua expuesta en el parque Luzanky. Forma parte de una exposición mayor en honor a José II que fue desmantelada por los nacionalistas checos tras su independencia, por considerarla un símbolo de la cultura alemana

La tolerancia es uno de los pilares fundamentales de las sociedades democráticas y pluralistas. Sin embargo, como advirtió Karl Popper en *La sociedad abierta y sus enemigos* (1945), una tolerancia ilimitada puede conducir paradójicamente a la destrucción de la propia tolerancia. Esta idea, conocida como la “paradoja de la tolerancia”, plantea un dilema moral y político: ¿hasta qué punto puede una sociedad libre permitir la expresión y acción de quienes buscan suprimir la libertad?

Popper sostenía que si una sociedad tolera sin restricciones a los intolerantes, corre el riesgo de que estos utilicen las libertades democráticas para destruirlas desde dentro. La historia  de los siglos XX y XXI, marcada por el ascenso de regímenes totalitarios, muestra cómo la pasividad ante discursos intolerantes puede desembocar en la anulación de la libertad. No se trata, según Popper, de censurar toda opinión irracional o dogmática, sino de negar tolerancia a aquellos movimientos que recurren a la violencia o rechazan el diálogo racional, pues estos no buscan convivir, sino dominar.


Otros filósofos, como John Rawls, han matizado esta postura, proponiendo que la sociedad justa debe tolerar a los intolerantes mientras no representen una amenaza concreta para la estabilidad y la libertad. Esta visión introduce un criterio de prudencia: la intolerancia solo debe ser limitada cuando pone en peligro real los fundamentos democráticos. Así, la restricción no se justifica por la discrepancia de ideas, sino por la necesidad de preservar el marco que permite el debate libre y pacífico.

En la actualidad, la paradoja de la tolerancia adquiere nueva relevancia ante el auge del discurso de odio y la desinformación en los medios digitales. Permitir que voces extremistas utilicen la libertad de expresión para promover la exclusión o la violencia puede erosionar los valores que sostienen la convivencia democrática. La defensa de la tolerancia, por tanto, exige discernimiento: no toda limitación es censura, del mismo modo que no toda libertad absoluta es justa.

En conclusión, la paradoja de la tolerancia nos recuerda que la libertad no puede sobrevivir sin límites racionales. Ser intolerante con la intolerancia no implica renunciar a los valores democráticos, sino protegerlos de su autodestrucción. Solo una sociedad que sepa defender sus principios frente a quienes buscan abolirlos puede considerarse verdaderamente libre y tolerante.

La paradoja de la tolerancia: Karl Popper


La esperanza llega para quienes viven con ELA..

 


El Gobierno aprueba la financiación de la Ley tras años de espera

El 16 de junio del pasado año, El Semanal de La Mancha publicó el artículo “La Esclerosis Lateral Amiotrófica: Una Mirada Profunda”, de nuestro colaborador Antonio Leal Jiménez. Trataba sobre una llamada a la conciencia colectiva sobre una enfermedad cruel que, hasta hoy, seguía sin recibir la atención que merece.

Aquellas líneas fueron un grito por la empatía y la justicia, reflejo del sufrimiento de miles de personas que, cada día, enfrentan la ELA con una valentía silenciosa. Hoy, por fin, ese clamor ha encontrado respuesta.

El Gobierno ha aprobado un real decreto-ley que destina 500 millones de euros a la financiación de la Ley ELA, un fondo que permitirá a los enfermos recibir hasta 10.000 euros mensuales para cubrir los altos costes de sus cuidados.

El ministro Pablo Bustinduy Amador, ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, se ha disculpado por el retraso en la aplicación de la medida y ha expresado su deseo de que las ayudas lleguen “con rapidez y eficacia” a los hogares donde más se necesitan.

Desde El Semanal de La Mancha nos sentimos profundamente satisfechos de ver cómo, después de tanto esfuerzo y tantas voces alzadas, la sociedad y las instituciones comienzan a mirar de frente a la ELA.

Este paso no borra el dolor ni las ausencias, pero sí abre una puerta a la esperanza.

Porque detrás de cada cifra hay un rostro, una historia y una vida que merece ser vivida con dignidad.
El Semanal de La Mancha celebra este avance histórico en la lucha por la dignidad y los derechos de los pacientes.

Publcado en el EL SEMANAL 22/OCT/25
Antonio Leal Jiménez
Académico de Santa Cecilia



Banda sonora de "1492 La conquista del paraiso. Vangelis"


La película 1492: La conquista del paraíso (1992), dirigida por Ridley Scott, ofrece una visión crítica y humanista de los viajes de Cristóbal Colón y de las consecuencias del encuentro entre Europa y el Nuevo Mundo. Estrenada en el marco del quinto centenario del descubrimiento de América, la cinta se distancia del tono festivo característico de otras conmemoraciones y propone una reflexión sobre los ideales, los conflictos y los efectos culturales del proceso de conquista.

El filme presenta a Colón como un hombre movido por la curiosidad científica y el espíritu visionario del Renacimiento, pero también como una figura trágica que acaba siendo víctima de la ambición, la corrupción y la incomprensión de su tiempo. A través de las memorias dictadas a su hijo Fernando, la narrativa se articula como un viaje doble: el físico, hacia territorios desconocidos, y el moral, hacia el desencanto ante la imposibilidad de construir la utopía que soñaba.

La representación de los pueblos indígenas se plantea desde una perspectiva ambigua: por un lado, simbolizan la pureza y la inocencia frente a la codicia europea; por otro, son mostrados como víctimas del choque cultural y la violencia colonizadora. Así, la película no sólo reconstruye un episodio histórico, sino que cuestiona los fundamentos éticos de la colonización y sus secuelas en la historia universal.

La música de Vangelis, especialmente la pieza “La conquista del paraíso” refuerza el tono épico y espiritual del relato. Su carácter solemne y coral acentúa tanto la dimensión heroica de la empresa de Colón como el sentido de pérdida y desilusión que atraviesa toda la narración.

En conjunto, 1492: La conquista del paraíso se presenta como una obra de gran carga simbólica que invita a reconsiderar el mito del descubrimiento, mostrando la complejidad de un proceso que transformó radicalmente el destino de dos mundos.

Letra de la Conquista para el paraíso

Brilla una luz en el corazón del hombre
Eso desafía a los muertos de la noche
Un rayo que brilla dentro de cada alma
Como alas de esperanza alzando el vuelo
Un día soleado, cuando nace un bebé
Las pequeñas cosas que decimos
Un brillo especial en los ojos de alguien
Regalos simples, todos los días
En algún lugar hay un paraíso
Donde todos encuentran liberación
Está aquí en la tierra y entre tus ojos
Un lugar donde todos encontramos nuestra paz
Ven, abre tu corazón
Alcanzar las estrellas
Cree en tu propio poder
Ahora aquí en este lugar
Aquí en esta tierra
Esta es la hora

Es solo un lugar que llamamos paraíso
Cada uno de nosotros tiene su propio
No tiene nombre, no, no tiene precio
Es solo un lugar que llamamos
Un sueño que va más allá de las estrellas
El azul infinito de los cielos
Siempre preguntándonos quiénes somos
Siempre preguntando, ¿por qué?
Ven, abre tu corazón
Alcanzar las estrellas
Cree en tu propio poder
Ahora aquí en este lugar
Aquí en esta tierra
Esta es la hora
Brilla una luz en el corazón del hombre
Eso desafía a los muertos de la noche
Un rayo que brilla dentro de cada alma
Como alas de esperanza alzando el vuelo


Hacer clic sobre la imagen para visualizar el vídeo

1492, La conquista del Paraiso. Orquesta y coro de Voces para la Paz. Dir. Miguel Roa

Gonzalo Díaz Arbolí


21.10.25

"En un mercado persa," una «escena intermezzo» de 1920

 

Compositor británico Albert William Ketèlbey (1875-1985).
Albert William Ketelbey fue un prodigio musical desde su infancia, compositor, director y pianista inglés de principios del siglo XX. Nació en Birmingham (Inglaterra), y era hijo de George Ketelbey y Sarah Aston. A los once años escribió una sonata para piano que interpretó en Worcester, en presencia de Edward Elgar, que en esos momentos era profesor de música de la ciudad.
Después de estudiar un tiempo en el Milland Institute School of Music y en el Fitzroy College de Londres, consiguió una beca para estudiar en el Trinity College of Music de esta ciudad, donde mostró su gran talento para interpretar varios instrumentos orquestales. Su fama se debe la composición de piezas orquestales atmosféricas.
Siendo el director del teatro de Vaudeville, Ketelbey continuó escribiendo música vocal e instrumental. Después, se hizo famoso y muchas de las canciones que componía, fueron utilizadas como acompañamiento de películas, y como música de ambiente en salas de baile.
Compuso un buen número de piezas para piano con el seudónimo de Antón Vodorinski, pero la música por la que se le recuerda en la actualidad es la serie de piezas orquestales atmosféricas que comenzó en 1912 con La melodía del fantasma.
Siguió en 1915 con En el jardín de un monasterio, un «intermezzo característico», estableciéndose así un modelo para el resto de obras que alumbró en los años veinte y los primeros años de la década siguiente. 

Como "En un mercado persa," una «escena intermezzo» de 1920 


Es una obra relativamente corta, unos siete minutos, y evoca el ambiente de un mercado oriental a través de sus melodías exóticas. Describe a los mercaderes, los mendigos, la princesa con su cortejo, el juglar, el encantador de serpientes, el califa con sus guardias anunciado con trompetas.

Cada personaje tiene una música diferente. Las que más se repiten en la obra destaca: la escena de los mercaderes, con una música muy rítmica y alegre y la de la princesa, con una música tranquila y melódica. El ajetreo del mercado y como va creciendo la actividad para finalmente apagarse al decaer el día. La obra musical está compuesta por diez escenas.

La música describe sucesivamente:
· La llegada de los camelleros y el paso majestuoso de sus monturas.
· El canto de los mendigos
· La llegada de la princesa.
· Los malabaristas y los encantadores de serpientes.
· El paso solemne del califa visitando el mercado.
· De nuevo el canto de los mendigos, la melodía de la princesa y la caravana de los camelleros alejándose, simbolizando el final del mercado en el crepúsculo.

En un mercado persa _Albert W. Ketèlbey
Gonzalo Díaz Arbolí

19.10.25

El día 20 de octubre el calendario católico conmemora a Santa Irene de Tancor



Santa Irene de Tancor (aproximadamente. 635 - 653), fue una religiosa portuguesa nacida, según la tradición, en el área próxima a la actual ciudad de Tomar, Portugal, en el siglo VII. En portugués moderno se la conoce con el nombre de Santa Iria.

Etimología: Irene = Aquella que trae la paz. Viene de la lengua griega.

Nació en el lejano siglo VII en la región de Tancor.
La historia nos dice que esta joven era muy bella y piadosa. Sin orgullo por los dones físicos que Dios le había concedido, ella se dedicó a darle gracias por ellos y a vivir una intimidad muy estrecha con el Señor.
Su mejor cualidad residía en su fuerza interior, sí esa que mueve el Espíritu Santo en los corazones.

La época no le fue muy propicia para vivir en paz. Los musulmanes dominaban ampliamente toda la zona. Ella, sin en embargo, hija de padres cristianos, recibió una esmerada educación en el monasterio.

Una vez que hubo terminado sus estudios, volvió a casa con la intención clara de dedicarse a la vida religiosa.
Dicen sus biografías que rezaba mucho en casa. Apenas salía. Eso sí, la única salida que hacía era para ir a la Misa.
Un apuesto joven puso los ojos en ella y se enamoró locamente de sus encantos.
Cuando ella le comunicó que había hecho voto de virginidad, sintió el joven una gran pena en su corazón enamorado.
Al principio lo aceptó más o menos bien. Pero a medida que pasaban los días, su mente y su vida entera maquinaban lo peor.
Y efectivamente, el chico le pagó a un criminal una cantidad de dinero para que le diese muerte. Cuando su cuerpo joven cayó a tierra sin vida, lo arrojó al río Tajo.
Un tío de Irene se enteró del vil asesinato. Fue corriendo a las riberas del río para encontrar su cadáver y llevarlo en procesión al monasterio.
Hoy se conoce esta ciudad con el nombre de Santarén (Santa Irene). Es un nombre muy popular en España y Portugal. Murió en el año 653.

Convento de Santa Iria en Tomar, Portugal.

El Convento de Santa Iria fue erigido en Tomar en el siglo XVI, sobre el antiguo monasterio benedictino, a orillas del río Nabão. Este templo exhibe un portal de estilo renacentista en su fachada norte.
La iglesia es una gran obra de estilo renacentista, consecuencia de la llamada escuela “Renacença Coimbra”. Son obra de João de Castilho el portal de la iglesia y su ventana.
Del interior de la pequeña iglesia destaca la Capilla Dos Valles, con un valioso retablo en piedra calcárea, obra de João Ruão. En el exterior, debajo del nicho con la imagen de Santa Iria, patrona de Tomar, encontrarás una piedra con un toro en relieve, al que algunos esotéricos le otorgan un significado simbólico, ya que el toro está mirando hacia el Norte, en dirección al Castillo Templario y a la constelación Arcturus, que está relacionada con el personaje del Rey Arturo y las narraciones de la Tabla Redonda y del Grial.



A petición de mi nieta Irene,

surge este texto,

publicado con el corazón

y dedicado a ella,

como pequeño homenaje de cariño.

Gonzalo Díaz Arbolí