15.11.23

16 de noviembre, Día Mundial del Flamenco 2023

Antonia Contreras y su Malagueña de La Trini (2009)




El Día Internacional del Flamenco se celebra cada 16 de noviembre en conmemoración de la fecha en que la UNESCO reconoció al arte jondo, en 2010, como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

El flamenco es una de las representaciones artísticas nacidas en España y emblema del país a nivel internacional. Se trata de una expresión que resulta de fusionar la música vocal, la danza y el acompañamiento musical, estos elementos se los conoce como cante, baile y toque. Se caracteriza por la perfecta armonía que existe entre ellos. 

El cante funde la tradición oral y colectiva, aunque también añade elementos de toque personal. 
El baile recibió influencias de las danzas procedentes del subcontinente indio, de donde se cree viene el pueblo gitano. Busca seducir y mostrar pasión y otras emociones, incluyendo la tristeza y alegría. 
El toque, nació como simple acompañamiento del cante y el baile, pero con el paso de los años adquirió un lugar propio dentro de este hermoso arte.
No fue sino hasta después de la Guerra de Independencia Española cuando el flamenco comenzó a destacar y a innovar, particularmente gracias a la fascinación por lo andaluz, el bandolerismo y la eclosión de las escuelas taurinas de Sevilla y Ronda.

La danza
Montoyas y Tarantos bilan en la plaza de la Iglesia de Vejer de la Frontera


Breve Historia del flamenco
El flamenco tuvo sus orígenes en Andalucía, pero también encuentra algunas raíces en otras regiones del país, como Murcia o Extremadura y se ha extendido alrededor del mundo como emblema del país. Se cree que flamenco surgió a finales del siglo XVIII en las ciudades y campos de la baja Andalucía. Los primeros vestigios escritos de este arte los encontramos en Jerez de la Frontera. 
El auge del flamenco permitió que cruzara las fronteras de Andalucía y comenzara a llegar a más ciudades del país. Incluso fue bien recibido en la corte madrileña. Con la expansión del flamenco surgieron los conocidos como cafés cantantes; estos eran locales nocturnos en los que el público bebía mientras disfrutaba de un espectáculo flamenco.
Es una tradición que sigue vigente hasta nuestros días y que encontró sus orígenes en la Sevilla de 1881. Fue en este año cuando Silverio Franconetti, un cantaor de grandes dotes artísticas, abrió el primer café cantante de la ciudad. Fue precisamente en ellos donde surgió el cantaor profesional, pero también donde el flamenco terminó de configurarse.

Entre 1920 y 1955 surgió la ópera flamenca. El arte del cante y baile se llevó entonces a las plazas de toros y a los teatros, lo que permitió que el flamenco se extendiera no solo por toda España, sino también por las principales ciudades del mundo. 

También en estos años aparecieron los primeros villancicos tradicionales aflamencados y los cantes flamencos navideños. Estos buscaban aflamencar la temática de la Navidad y, gracias a lo innovador de sus letras y al arte del toque, se mantienen hasta nuestros días. De este género destaca la Zambomba Jerezana, que desde 2015 es un Bien de Interés Cultural Inmaterial por la Junta de Andalucía.

En la década de los 50 surgió la Flamencología en Jerez de la Frontera. La Cátedra de Flamencología es la institución más antigua que tiene por objeto estudiar, investigar, conservar, promover y defender el arte flamenco.

En los 70 surgió la fusión flamenca, una mezcla del cante con otros estilos musicales que llegaron de Europa y Estados Unidos. Fue gracias a Rocío Jurado, originaria de Chipiona, que el flamenco se internacionalizó, pero también se transformó. Ella sustituyó la bata de cola por los vestidos de noche y llevó el arte flamenco a Latinoamérica.

Además de la voz, el flamenco utiliza diversos instrumentos como la guitarra, las castañuelas y el cajón, pero también se incorporan las palmas y el zapateado. Las cuerdas y la percusión acompañan al cante y al baile flamenco de forma armónica creando un espectáculo único.  

El flamenco es un lenguaje lleno de conmoción, lleno de ayeo, de queja: de quejío. El ayeo, el quejío… es como si el lenguaje aún no existiera. El cante, el grito… parecieran que son hermanos.



Es tan amplia la clasificación de los cantes flamencos que hoy lo vamos a dedicar solo a los fandangos influidos por los cantes de Málaga: "Las Malagueñas".
Ricardo Molina define a la malagueña como cante originado por la transformación del fandango en estilo artístico gracias al genio de sus egregios cultivadores. La malagueña sencilla e ingenua de Antonio Ortega “Juan Breva”, adquiere con Antonio Chacón rango de cante grande.
La malagueña no se ajusta a compás alguno, es un cante libre y su tema musical es muy variable. La malagueña de Juan Breva, en cuanto a su melodía, carece de parentesco con la de Enrique “El Mellizo”, pues la del primero es una modificación del cante de verdiales, mientras que en la del segundo, su íntima tragedia hace pensar en la siguiriya. En cambio la de Chacón sí parecen estar emparentadas con las soleares.



Malagueña y cante de Juan Breva

Desde el punto de vista literario, la malagueña es una estrofa de cinco versos octosílabos con rima cruzada asonante o consonante. El argumento de las coplas es de un dramatismo literario y teatral, aunque no faltan casos de honda y fresca naturalidad, tal es en algunas viejas letras adaptadas al cante por el gaditano Enrique “El Mellizo”. La fuerza creadora de este cantaor, del barrio Santa María, arregló, a su manera, una de las múltiples variantes del cante por malagueñas y, con ella, Cádiz hizo a Málaga una de las mejores donaciones recibidas del acervo flamenco de la capital mediterránea.
De esta malagueña del “Mellizo”, Fernando Quiñones dice: Su íntima tragedia, su rajo desolador, hacen pensar en la seguiriya.

Pericón. Malagueña del Mellizo


Fuente: Internet, youtube, Wikipedia
Gonzalo Díaz-Arbolí

1 comentario:

Julio R. de la Rúa dijo...


El Flamenco es arte y es emoción.
Gonzalo con esta sencilla entrada, me "obligas" a encontrarme nuevamente con el Flamenco.
Si escucharlo siempre me gustó, el conocerlo por dentro gracias a los escritos de Ildefonso Falcones e Ignacio Pantojo, me hizo valorarlo más y así las emociones son más hondas.
Muchas gracias Gonzalo

Publicar un comentario