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Semblanza dedicada al Dr. Servando Arbolí y Faraudo en recuerdo de su día de nacimiento



Nació el 2 de junio de 1840 en una familia en la que no faltaron algunos blasones, y si por ascendencia paterna pudo gloriarse de que el autor de sus días era hermano de aquel venerable Obispo cuyas dotes adivinó el Magistral Cabrera, por la materna contaba a su bisabuelo Don Pedro Faraudo, general de las Galeras de Civita Vechia, pero D. Servando, en esto de achaques nobiliarios, profesaba la máxima de que "nobleza obliga, pero más obliga el servicio de Dios nuestro señor, única nobleza que salva".


Estudió en el colegio de San Felipe Neri de Cádiz, famoso por muchos conceptos, aunque le sobraría con el de haber contado entre sus profesores a D. Alberto Lista y a su tío D. Juan José Arbolí, mas tarde obispo de Cádiz, que fue su director. En Cádiz cursó Filosofía y Teología cuyos grados de Licenciado y Doctor obtuvo en el Seminario de Granada por los años de 1862. Fue profesor de Historia Eclesiástica en el seminario de San Bartolomé en cuya asignatura se dio a conocer por sus especiales aptitudes para el nobilísimo ejercicio de la enseñanza. Asimismo, fue Diácono de la Catedral de Cádiz desde 1863 a 1876. El 15 de octubre de 1876 fue trasladado por S.M. a la dignidad de Capellán Mayor de San Fernando de Sevilla. Fue también Director de la Biblioteca Capitular y Colombina de Sevilla.

Gran orador y literato fue autor de innumerables obras entre las que podemos destacar el folleto titulado "Páginas Gaditanas" que fue publicado en 1882 y dedicado a la ciudad de Cádiz, y en el cual para pagar una deuda del corazón, incluye un sermón del venerable prelado (su tío el Obispo Arbolí). Hay que recordar que se educó bajo sus auspicios y bajo su dirección inmediata, de tal manera que cuando en septiembre de 1862 fue consagrado éste Obispo de Cádiz, lo asoció en su clase como paje y desde entonces lo había tenido a su lado constantemente. Contaba por aquel entonces 12 años. Basta recordar esta estrecha relación con el siguiente episodio más que significativo, y es que en el lecho de su muerte el Obispo le dijo a su sobrino:

"Oye este mi último consejo: una cosa te encargo, y es que seas muy humilde, y una cosa pido a Dios, que cuando te mueras sepa yo que te has salvado".

En este Sermón reivindica la memoria del Obispo y lo defiende de las acusaciones de "sentimentalismo", concepto definido por Marcelino Menéndez y Pelayo para enjuiciar a su filosofía. Otro folleto interesante fue "El Papa y el Congreso sobre la llamada cuestión Romana" y otros muchos artículos publicados en el Boletín Eclesiástico escritos antes de su Ordenación. En Granada dirigió la Revista Órgano de la Juventud Católica donde publicó su opúsculo "El Progreso y lo Absoluto", "La Filosofía contemporánea", "Crítica sobre la Escuela Ecléctica".

También dio a la luz importantes sermones predicados en Cádiz, como el de la Virgen del Rosario, y los del Miércoles de Ceniza y IV Domingo de cuaresma en la Catedral. También cuenta con numerosos discursos de recepción en la Academia de las Buenas Letras como "Jesucristo y los Filósofos". Finalmente, otra obra suya importante fue "la Eucaristía y la Inmaculada Devoción Española" que fue acogida con gran entusiasmo en Sevilla.
Destaquemos para terminar, el excelente discurso en el Seminario Conciliar de Cádiz siendo alumno del mismo, ante la visita de la Reina Isabel II en el año de 1862.

EL 31 de octubre de 1897, el periódico El Porvenir, abrió su primera página con una crónica cultural firmada por Íñigo Romero, dedicada a Servando Arbolí y Faraudo, "Dignidad de Capellán Mayor de San Fernando, honra y prez del Cabildo Metropolitano de Sevilla", valoración que haría suya el humanista Joaquín Hazañas y la Rúa, el 23 de febrero de 1908 cuando pronunció en el Ateneo el discurso necrológico. El doctor Servando Arbolí y Faraudo fue un sacerdote santo, culto y con excepcionales dotes oratorias. Con 20 años ya era catedrático del Seminario diocesano gaditano, hasta su llegada a Sevilla en 1876, con etapa trascendental en Granada, que fue su segunda patria, entre 1863 y 1876. Entre sus múltiples actividades culturales destaca la dirección de la Biblioteca Colombina. la bibliografía básica firmada por Servando Arbolí entre 1860 y 1904, reuniendo casi cuatrocientos títulos entre sermones, opúsculos, artículos, conferencias, oraciones fúnebres, discursos, etcétera.
Podríamos describirlo vulgarmente como "piquito de oro". Etimología: del griego Χρυσόστομος (Chrysóstomos), que significa 'boca de oro'.

Cuando el doctor Servando Arbolí llegó a Sevilla ya era canónigo de la Catedral granadina, misionero apostólico, arcade romano, académico correspondiente de la Real Academia de la Historia y capellán de honor; catedrático de Patrología, Historia y Disciplina Eclesiástica en el Real Seminario Central de San Cecilio. Y en Sevilla añadió a su biografía el cargo de Dignidad de Capellán Mayor de San Fernando, subdelegado castrense de la ciudad y arzobispado; académico de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras; caballero comendador de las Reales Órdenes de Carlos III y de Isabel la Católica, etcétera.
Falleció en Sevilla el 20 de enero de 1908.

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SERVANDO ARBOLÍ y FARAUDO fue mi tío Bisabuelo Segundo
Gonzalo Díaz-Arbolí

2 comentarios:

luis dijo...

Impresionante, amigo Gonzalo, el rancio abolengo de tu bonito apellido ARBOLI. Te felicito por continuar la senda de estos importantes personajes y no desmerecer en absoluto la estirpe de tus antepasado. Un abrazo.

Gondiazar dijo...

Muchísimas gracias, anónimo amigo Luis, especialmente por el segundo párrafo.

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