27.11.20

MÚSICA RELIGIOSA. Cristobal de Morales


Cristobal de Morales, nació en la ciudad de Sevilla, en 1500, donde se formó como niño cantor en el coro de la catedral, de la mano de Pedro Fernández de Castilleja y de Fernando de Peñaloza. Éste último fue el introductor de la técnica flamenca, que influiría en sus composiciones sacras. Pasó diez años en Roma como cantor en el coro del Papa Paulo III. Fue allí donde se ocupó de publicar la mayoría de sus partituras, que tuvieron una influencia decisiva en otros músicos, como Palestrina. A su regreso a España, fue maestro del coro de la Catedral de Toledo. El misticismo de su música ha sido comparado con el de Santa Teresa de Jesús en poesía. Murió en 1553. 


Ha sido considerado como el compositor español más importante de principios del XVI, siendo el principal representante de la escuela polifónica andaluza y uno de los tres grandes, junto a Tomás Luis de Victoria y Francisco Guerrero, de la composición polifónica española del Renacimiento. Contribuyó de manera significativa al repertorio de piezas para la liturgia fúnebre. Su Requiem a 5 voces (o Missa pro Defunctis) fue publicado en Roma en 1554 durante su pertenencia al coro papal, y desde allí se hizo conocido en toda Europa. Esta extraordinaria e impresionante obra se cantó seguramente en México en 1559 como parte de las ceremonias fúnebres por el Emperador Carlos V (casi un exacto contemporáneo de Morales), y también posteriormente en 1598, en el contexto de una Misa de Requiem celebrada en la Catedral de Toledo para honrar la memoria de Felipe II. 

Es, sin duda, el mejor compositor español de toda la primera mitad del siglo XVI, su fama se extendió inmediatamente por Europa, perviviendo hasta nuestros días.

Escuchen (aquellos que estén leyendo a través de internet esta secuencia de la –pulsen en:) Misa Pro Defunctis a 5 voces, obra de gran emoción y belleza


Gonzalo Díaz-Arbolí

2 comentarios:

Eugenio Martínez dijo...

Me alegra mucho que recuperes, con entusiasmo, la figura de Cristóbal de Morales, porque en los medios musicales con los que he tenido alguna relación, siempre se ha valorado la figura de Palestrina muy por encima de la del propio Morales y de la de Luis de Victoria. De este último no sería tan extraño porque fue discípulo de Palestrina.
Mi felicitación, Gonzalo, por recuperar nuestros valores y tratar de situarlos en el lugar que les corresponde.

Gondiazar dijo...

Gracias, maestro. Siempre atento.

Publicar un comentario