22.5.23

Hay profesoras que no se olvidan nunca

El viernes 21 de mayo de 2023 los alumnos de la profesora Ángeles Vélez Melero en el IES Trafalgar de Barbate, le rindieron un homenaje porque se traslada a Sevilla. Después de 13 años se cambia de centro y la huella que ha dejado en este instituto y en los alumnos que han tenido la suerte de disfrutarla como profesora es imborrable.

El impacto de un profesor en la vida de sus alumnos puede ser profundo y duradero. Los profesores no solo transmiten conocimientos, sino que también desempeñan un papel fundamental en la formación de la personalidad, las habilidades y el futuro de los estudiantes. La huella que deja un profesor va más allá de la educación académica y puede influir en múltiples aspectos de la vida de sus alumnos.


La sociedad y cada uno de nosotros sabemos que necesitamos docentes con verdadera vocación profesional, que a pesar de las dificultades que encuentren en su difícil tarea, siempre descubran la manera de dirigirse de dedicarles a sus alumnos la palabra adecuada, profesores que transmiten pasión por la enseñanza, que sean creativos, responsables, con capacidad de identificarse con sus alumnos, que tengan una buena relación con ellos, que dejen huellas, esos profesores son aquellos que son recordados por siempre, no sólo porque son excelentes en sus disciplinas sino porque son capaces de transformar la vida de sus estudiantes y de lograr que encuentren sentido a lo que aprenden.

Son personas que te dejan luz, te ayudan a crecer, te permiten apostar por la superación personal y se convierten en un referente en tu vida. Por supuesto, este tipo de relación y de vínculo es profundo, alejado de cualquier artificio o de cualquier superficialidad. Cumpliendo cada uno de nuestros sueños y metas. Rodeados de personas especiales que nos hagan sentir que todo vale la pena.

Da igual lo mal o buen estudiante que se haya sido, a la profesora Vélez siempre se la recordará con nostalgia y con una sonrisa. Más allá de las enseñanzas del programa educativo, lo que evoca la memoria son los valores que inculca, la pasión que transmite en sus clases, la motivación con la que lograron superar el curso. 

La profesora Vélez no solo posee un amplio conocimiento y un buen plan de estudio de la materia que imparte; es entusiasta, cariñosa y empática pero también, firme y respetuosa, responsable, flexible y comunicativa. Tiene carisma, es decir, atrae y fascina.  

La relación con sus compañeros es extraordinaria, me contaba una de ellas: Yo la voy a echar muchísimo de menos. No sé cómo voy a empezar el curso próximo sin ella...

El vídeo con que finaliza esta “entrada”, La alfombra roja y los aplausos significan un mínimo gesto de admiración y gratitud por todo lo que le debemos.
Fue una sorpresa muy bonita. La profesora Vélez estaba muy emocionada. Lo estábamos todos, realmente.



Conclusión: Los profesores tienen el poder de marcar la vida de sus alumnos de manera significativa, y su influencia puede perdurar a lo largo del tiempo. Es por eso que el papel de los profesores es tan valioso y digno de reconocimiento en la sociedad.




12 comentarios:

A. Muñoz dijo...

Gracias, Gonzalo por tan magnífica glosa de una gran profesora y amiga.

P. Guerrero dijo...

De los mejores recuerdos que puede tener un adulto, son los que te han podido dejar un maestro, de colegio, instituto y/o universidad, en tu infancia o ju entud, y digo maestro por la grandeza de la palabra. Eso no se olvida nunca, imprime carácter.
El texto, como siempre, muy completo e ilustrativo

J. Barrio dijo...

Profesoras que dejan huella ,allí por donde pasan
Le deseo mucha suerte en nuevo destino ,la vida a veces nos lleva a estos cambios .

Oliva Q. dijo...

Es una bellísima persona

Laurentina dijo...

Amigo, con las palabras que le dedicas a esta profesora, nos haces homenaje a todos los docentes. Gracias, Gonzalo. Un abrazo.

Oliva Peregrino Gavira dijo...


Pues si, una gran profesora y muy buena persona donde vaya siempre dejará huella un abrazo muy grande y suerte en tu nuevo destino.

Luis Manzorro Benitez dijo...

Creo, Gonzalo, que un buen profesor, sobre todo cuando los alumnos son de poca edad, cuando lo aprenden todo sin esfuerzo, casi sin proponérselo, es fundamental para que los niños vayan creciendo y mejorando en todas la facetas de la vida: responsabilidad, respeto, esfuerzo, compañerismo...
Mi primera maestra fue Doña Trini, vino destinada al colegio rural de La Muela, creo que en 1956 o 57, y era catalana. Sobre ella, creo recordar, escribí y publique en Facebook mi primera relato. Solo diré que como maestra era un diez; como persona era un diez; como mujer era un 10... Era un ser extraordinario, que en el tiempo que estuvo en la escuela, tres o cuatro años, consiguió una cosa importantísima: que los padres, campesinos que no sabían leer ni escribir, se implicaran y apoyaran el gran trabajo que ella hacía.
Gracias por hablar hoy de educadores, porque la educación es la herramienta que puede hacer mejor la sociedad.

Maribel Cadiz dijo...

Enhorabuena por ese merecido homenaje y mucha suerte en tu nuevo destino. Aquí en vejer también nos consta tu buen hacer.

Carmen Crespo Castro dijo...

¡Enhorabuena! por tu próximo destino.Que pena que no te vayamos a ver tan a menudo!!!

María Jesús Aparicio Delgado dijo...

Una suerte que haya profesoras así todavía, bonito homenaje. Enseñar es una actitud, una vocación, no sólo se trata de dar conocimientos a los niños

Amiga dijo...

Gran profesora y mejor persona,mucha,suerte,en tu nueva andadura Ángeles...un abrazo!!

Anónimo dijo...

Angeles es una gran profesional. Culta, educada, empática y sabe motivar a sus adolescentes y crear ambientes positivos. La profesora que todos quisiéramos para nuestros hijos. Le irá bien allá donde vaya. Ese barrio de Nervión en Sevilla tiene mucha suerte.

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