Fecha que se estableció por la UNESCO en 1975, para conmemorar sus diversas manifestaciones y su trascendencia a nivel internacional. Es una oportunidad que se nos presenta para honrar a todos los músicos y los estilos que disfrutan y comparten todas las personas, en el sentido de unir y compartir un mismo sentimiento, es un símbolo de igualdad, ya que todos podemos identificarnos con ella.
Su creación fue idea de Lord Yehudi Menuhin para promover la música entre todos los sectores de la sociedad y los ideales de paz y amistad entre los pueblos de la UNESCO. La música se ha transformado en un verdadero bálsamo para la vida. Se sabe, de acuerdo a innumerables estudios, que son muchas las bondades y ventajas que tiene la música para todos los seres humanos y que si se inicia en las primeras etapas de la formación de los niños, puede obrar verdaderos milagros. La música siempre va a representar un motivo de celebración.
Grupo de amigos celebran el Día de la Música |
Resumen biográfico de Carl Orff y su obra Cármina Burana
Compositor alemán, nace y muere en Múnich, (1895-1982). Comenzó a estudiar piano, órgano y violonchelo apenas tenía cinco años. Al acabar el bachiller estudió composición en la Academia de Música de Múnich, graduándose en 1914. Como el plan de estudios era muy conservador, se dedicó a explorar, por su cuenta, el repertorio musical contemporáneo que era lo que realmente le interesaba. Orff se sentía descontento con las clases de composición recibidas en la Academia por lo que, en 1920, reanudó sus estudios con el distinguido profesor Kaminski. En la búsqueda de un estilo musical propio, descubrió la música del Barroco temprano.
El primer trabajo de Orff fue como compositor de música incidental para un teatro de Múnich. Tras un breve interludio en el teatro, fuera de Múnich, en 1919 volvió para dedicarse a enseñar composición. Quería inventar nuevas formas para atraer a los niños a la música. Para ello ideó, junto a Dorothee Günter, una escuela especial de euritmia: combinación de música, gimnasia y danza basada en la obra de Daleroze y Laban. A Orff se le ocurrió que los alumnos acompañaran las rutinas de danza, improvisando su propia música, con sencillos instrumentos de percusión afinados y muy fáciles de tocar, lo que motivaría a los niños a dominar el lenguaje musical básico. Creó un sistema integral – el Schulwerk - de ejercicios prácticos para facilitar el proceso. Tan buen resultado dio que recibió el apoyo del Ministerio de Educación Alemán y, aún hoy, se sigue utilizando en todo el mundo.
Inspirado en las óperas de Monteverdi, compuso varias obras escénicas, entre ellas destaca Cármina Burana, una cantata que utiliza como texto algunos cantos medievales de los goliardos de los siglos XII y XIII reunidos en el manuscrito encontrado en Benediktbeuern, Alemania, en el siglo XIX. En ella, además de la orquesta y coros, intervienen solistas: soprano, tenor y barítono. Destaca también su abundante y espléndida percusión.
El primer trabajo de Orff fue como compositor de música incidental para un teatro de Múnich. Tras un breve interludio en el teatro, fuera de Múnich, en 1919 volvió para dedicarse a enseñar composición. Quería inventar nuevas formas para atraer a los niños a la música. Para ello ideó, junto a Dorothee Günter, una escuela especial de euritmia: combinación de música, gimnasia y danza basada en la obra de Daleroze y Laban. A Orff se le ocurrió que los alumnos acompañaran las rutinas de danza, improvisando su propia música, con sencillos instrumentos de percusión afinados y muy fáciles de tocar, lo que motivaría a los niños a dominar el lenguaje musical básico. Creó un sistema integral – el Schulwerk - de ejercicios prácticos para facilitar el proceso. Tan buen resultado dio que recibió el apoyo del Ministerio de Educación Alemán y, aún hoy, se sigue utilizando en todo el mundo.
Inspirado en las óperas de Monteverdi, compuso varias obras escénicas, entre ellas destaca Cármina Burana, una cantata que utiliza como texto algunos cantos medievales de los goliardos de los siglos XII y XIII reunidos en el manuscrito encontrado en Benediktbeuern, Alemania, en el siglo XIX. En ella, además de la orquesta y coros, intervienen solistas: soprano, tenor y barítono. Destaca también su abundante y espléndida percusión.
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El nombre de la obra Cármina burana procede del latín cármĕn -inis: ‘canto, cántico o poema’ (no confundir con la palabra árabe carmén: ‘jardín’), y burana es el adjetivo gentilicio que indica la procedencia: ‘de Bura’ (el nombre latino del pueblo alemán de Benediktbeuern). El significado del nombre es, por tanto, ‘Canciones de Beuern’.
Aunque generalmente se encuentra escrito Carmina (sin tilde, como en el original latín) se pronuncia /kármina/. Para evitar que un hispanohablante pronuncie la palabra erróneamente (lo cual sucede con mucha frecuencia entre músicos y locutores), la Real Academia Española sugiere que a las palabras latinas se les coloque la tilde (en casos como este en que la ortografía latina no coincide con la española).
El original Cármina burana es una colección de cantos de los siglos XII y XIII, que se han conservado en un único códice encontrado en 1803 por Johann Christoph von Aretin en la abadía de Bura Sancti Benedicti (Benediktbeuern), en Baviera; en el transcurso de la secularización llegaron a la Biblioteca Estatal de Baviera en Múnich, donde se conservan (Signatura: clm 4660/4660a).
El códice recoge un total de 300 rimas, escritas en su mayoría en latín (aunque no con metro clásico), algunas partes en un dialecto del alto alemán medio, y del francés antiguo.
Fueron escritos hacia el año 1230, posiblemente en la abadía benedictina de Seckau o en el convento de Neustift, ambos en Austria.
En estos poemas se hace gala del gozo por vivir y del interés por los placeres terrenales, por el amor carnal y por el goce de la naturaleza, y con su crítica satírica a los estamentos sociales y eclesiásticos, nos dan una visión contrapuesta a la que se desarrolló en los siglos XVIII y segunda parte del XIX acerca de la Edad Media como una «época oscura».
En estos poemas se hace gala del gozo por vivir y del interés por los placeres terrenales, por el amor carnal y por el goce de la naturaleza, y con su crítica satírica a los estamentos sociales y eclesiásticos, nos dan una visión contrapuesta a la que se desarrolló en los siglos XVIII y segunda parte del XIX acerca de la Edad Media como una «época oscura».
Enmarcado dentro de la corriente del neoclasicismo musical. Su obra Carmina Burana es la colección de cantos goliardos antes citado, que atrajo a Orff por lo diverso de sus versos que eran tanto humorísticos, tristes o sugestivos; eligió unos veinte al azar y los arregló en crudas canciones para solistas y coro, acompañados por instrumentos y mágicas imágenes.
Para los interesados en escuchar la obra completa
Fuente: internet, YOUTUBE
Gonzalo Díaz-Arbolí
2 comentarios:
Muchas gracias, Gonzalo, por traernos a este fantástico personaje: Carl Orft. No solo tenemos que agradecerle que su "sistema integral" para enseñar música que, según dices, se sigue utilizando, sino por componer esta música tan extraordinaria; escucharla mientras se van viendo los maravilloso cuadros, supongo que de J.W. Turner, produce una sensación maravillosa.
Feliz Navidad!!!
Muy bien enfocada esta entrada, Gonzalo, que desvela la nebulosa de los Cármina Burana de Carl Orff, que dan vida a la primera manifestación del hedonismo iniciada por los monjes goliardos de la Edad Media.
Un estupendo artículo, Gonzalo y mi entusiasta felicitación
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