21 de junio: Día Internacional de la Música conmemora todo el arte y la historia musical existente alrededor del mundo sin importar su género. El Día fue creado por el Consejo Internacional de Música en el año de 1975 gracias a Yehudi Menuhim, violinista y presidente del Consejo. Sin embargo, fue la Sociedad Internacional de Educación Musical quién dio un impulso a la celebración en el año de 1980, al declararlo como Día Internacional. El objetivo principal de este día no es sólo recalcar las bondades e importancia del arte musical alrededor del mundo, sino también promover la paz y la amistad de las naciones a través de la unión que causa la música. Es bien sabido que la música es una forma de arte universal que traspasa barreras y que puede unir poblaciones bajo un mismo propósito. Hecho por el cual la celebración toma cada vez más fuerza.
Para celebrarlo, qué mejor que ver y escuchar a uno de los grandes compositores, Gustav Mahler, en su "Quinta Sinfonía en do sostenido menor". FELIZ DÍA DE LA MÚSICA.
Gustav Mahler nació el 7 de julio de 1860, muere el 18 de mayo 1911. Se crió en el seno de una familia judía de lengua alemana.
A la edad de 4 años empezó a tocar el viejo piano de sus abuelos, en cuya interpretación no tardó en exhibirse como un virtuoso. Cursó estudios en el Conservatorio de Viena y de Filosofía en la misma ciudad. En vida tuvo mucho más éxito como director que como compositor.
Sinfonía Quinta en do sostenido menor de Mahler: Fue concebida en cinco movimientos:
Primer movimiento: Marcha fúnebre que comienza con una fanfarria de trompetas cuyo ritmo domina el movimiento.
Segundo movimiento: Se basa en el material de ese demoníaco primer trío de la marcha inicial.
Tercer movimiento: Scherzo es el más largo de la sinfonía y por sí mismo comprende la segunda parte de la obra.
Cuarto movimiento: Comienza con el Adagietto, probablemente el "mayor éxito" de Mahler, que a menudo ha sido interpretado como una pieza independiente, Este lento movimiento hace callar a todos en la orquesta excepto a las cuerdas y el arpa.
Quinto movimiento: Brillante Rondo-Final, una animada celebración coronada por el regreso del tema del coral del segundo movimiento.
Mahler comenzó su composición en 1901, después de una grave enfermedad. Durante su convalecencia realizó el esquema de los primeros movimientos. No estaba solo, le acompaña su radiante esposa Alma, que además ayudaba a su esposo en su aspecto musical por tener amplios conocimientos de música. Entre ellos copiar la partitura de la nueva sinfonía.
Allí compone el famoso adagietto y el movimiento final. Cuando termina la partitura, la interpreta al piano para su amada esposa. Seguirá corrigiendo su obra no terminándola hasta el otoño de 1903.
Decide estrenar la nueva sinfonía en el ciclo de los Gürzenich Konzerte de Colonia, el 18 de octubre de 1904 con la Filarmónica de Viena. Pero la reacción del público y la crítica estuvo dividida.
Primer movimiento:
Marcha fúnebre, con paso mesurado, estricto, como una procesión fúnebre, consiste en dos secciones intermedias a modo de tríos. Empieza con una fanfarria de la trompeta que da paso a una marcha fúnebre de estilo militar. Un segundo elemento se añade en forma de una triste melodía de los violoncelos siguiendo el ritmo de la marcha. Toda esta primera sección se repite de forma variada. La fanfarria inicial da inicio al primer trío. Un episodio violento que termina al regresar la fanfarria inicial y los temas de la marcha. Un redoble de los timbales siguiendo el motivo de la fanfarria, da inicio al segundo trío, que se inicia por los violines y toma elementos del primer tema es forma variada. Termina con un crescendo, después del cual retorna la fanfarria inicial hasta dejar a la trompeta en solo. En la coda aparecen elementos de la marcha que se van desdibujando hasta desaparecer.
El segundo movimiento:
Tempestuosamente agitado. Con la mayor vehemencia. Empieza de modo agitado y expresionista, los violines presentan una torturada melodía que es detenida por los metales. Luego la orquesta queda totalmente inestable, hasta que aparece el segundo tema, basado en la melodía del segundo trío del movimiento anterior. Se regresa al ambiente agitado del principio del movimiento, siendo detenido por una amplia cantinela de los violoncelos a la que van añadiendo otros elementos. Sigue un desarrollo complicado donde se mezclan los elementos anteriores en atrevidos contrapuntos, llevando a la música a un estado de excitación creciente hasta la recapitulación con la torturada melodía inicial de los violines. Siguen citas de los temas siguientes y empieza una lucha entre ellos hasta que es detenida por un coral en forma de solemne himno en dos partes, separadas por una fanfarria. Se retorna a la agitación expresionista inicial que culmina en un climax. Regresa la calma, terminando con la disolución de los elementos de la marcha.
Tercer movimiento:
Vigoroso, no demasiado rápido. Se trata de un complicado scherzo mezclado con elementos de sonata. Los temas usados son una cadena de ligeros valses derivados de los ländler alemanes. Una llamada de la trompa introduce el primer vals, en un estilo cercano al de Richard Strauss. El segundo vals es interpretado en un tempo más lento. Reaparece el primero en una sección de desarrollo de los temas. Una frase de la trompa antecede al trío. Comienza con un extraordinario pizzicato de la cuerda con temas derivados de los anteriores. Continua con un propio desarrollo antes de regresar a la sección del scherzo en forma de recapitulación. La entrada de las trompas lleva el movimiento a su final.
Cuarto movimiento:
Famoso adagietto, para cuerda y arpas, que tanta fama a dado a Mahler, por su inclusión en la música del film de Visconti, “Muerte en Venecia”.
El arpa prepara la entrada del tema principal, una soñadora melodía de la cuerda, que es repetida luego en modo menor, lo que le da un carácter de tristeza. La expresión aumenta llegando a su climax. La sección central es más dramática y se repite en forma variada. En la tercera parte se reexpone la sección inicial, iniciada por el arpa. Su climax es más intenso que el de la primera parte, terminando después con una tranquila coda.
Este Adagietto fue la declaración de amor de Gustav Mahler a Alma. En lugar de una carta, lo confió a este movimiento sin una palabra de explicación.
Quinto movimiento:
Es un allegro en una forma ampliada de rondó que contiene también elementos de sonata. El tema principal es de carácter alegre y popular. El segundo tema deriva del adagietto. A estos dos temas se añade una sección fugada. Con estos elementos Mahler construye su edificio. Al principio la madera interpreta varios motivos. Entre ellos se encuentra un tema empleado anteriormente en uno de sus lied. Es el motivo interpretado por el fagot.
La obra rebosa un estado de ánimo especial. De todas sus sinfonías es probablemente la que aglutina de manera más evidente sus obsesiones: la muerte, el amor, la exaltación de la naturaleza, los paisajes campestres, la música popular…Se dice que es la más optimista de todo su ciclo sinfónico.
El delicado Adagietto, un prodigio de honda sencillez, está concebido para cuerda y dos arpas, prescindiendo de cualquier otro colorido tímbrico.
Gustav Mahler entendió musicalmente el amor a través del Adagietto y de otros fragmentos no tan célebres, pero igualmente hermosos, que también dedicó a Alma. El regalo a su esposa queda para la historia.
Fuentes: Internet
Gonzalo Díaz Arbolí
10 comentarios:
Bravo, Gonzalo. Feliz día de la música para todos.
Fantásticas tu publicaciones, Gonzalo, por los audios y por lo que aprendemos con los textos. Me falta oír la parte final, que debe ser ta hermosa como todas las otras partes de la sinfonía, a juzgar por el increíble instrumento con el que empieza.
Sé que sabrás disculparme si, como analfabeto en música, digo una barbaridad, pero estaba pensando que la música está con nosotros desde, quizás, antes de nacer. Si el llanto de un recién nacido se puede considerar música, la naturaleza la compuso para que fuera insoportable y la madre tuviera que correr a darle el pecho. Dicen que las vacas se relajan y dan más leche oyendo música clásica. Casi todos los pájaros son unos virtuosos...en fin la música es una maravilla.
Gracias otra vez y un abrazo.
Gracias a ti, amigo, por tus brillantes comentarios....Cuando un bebé dice su primera palabra: "mamá", la pronuncia en do sostenido mayor. Es una broma. Un abrazo.
Maravilhosas músicas de paz...harmonia a alma e ao coração...amenizando os desconfortos...da vida...
A música trás alegria...��
Feliz dia! muchas gracias
Tu entrada sobre Mahler me parece magnífica, de alta riqueza cultural, muy bien estructurada y en un momento muy oportuno e incluso, sin temor a exagerar, necesaria.
Me encanta su adagio. Cada vez que lo saboreo se me saltan las lágrimas cuando los violines están a punto de gritar.
Aunque no entiendo de música clásica no puedo opinar, solo decir que que me ha gustado y he aprendido. La música siempre es un placer escucharla. Un abrazo
Preciosa la sinfonía de Mahler , me ha encantado, muy interesante toda la información que das. Un perfecto homenaje al día de la música . Muchas gracias
Precioso todo. Y promover esa paz y unión universal a través de la música tiene mucho sentido. La música aviva las emociones. Cómo decía la canción ABBA... “Thank you for the music ......
Maravilloso, Gonzalo. Gracias. Llevo escribiendo con Mahler toda la mañana.
Publicar un comentario