Antecedentes
Con una mirada retrospectiva los tratadistas teóricos del siglo XII el tema de la polifonía buscando referencias sobre la interpretación de algunos cantos a varias voces en la música culta de tipo religioso de la zona de Francia. Recordemos que el Canto Romano Antiguo habría efectuado un viaje de ida y vuelta para retornar a su punto de origen transformado por las influencias de la Liturgia Galicana. El canto gregoriano es el canto oficial de la Iglesia Católica. Es una música vocal, monódica (a una sola voz) y "a capella" (sin acompañamiento de instrumentos). El canto gregoriano es una enorme colección de obras vocales puesta bajo la advocación del papa San Gregorio I Magno (590-604)), por una leyenda que falsamente le atribuye su invención. Pero el canto gregoriano no es obra de un solo hombre, ni siquiera de una sola generación, ni apareció en un solo lugar concreto. Es la obra acumulada de muchos cantores, en muchos lugares y durante muchos tiempos; sin embargo cristaliza en un repertorio muy unido que se extiende por todo el occidente cristiano medieval. El canto gregoriano es la expresión musical de fe de la Iglesia, manifestada en su liturgia y que se ha mantenido durante siglos. Pero también es un patrimonio inmaterial de la humanidad, digno de ser oído como auténtica obra de arte.
Desde los primeros tiempos del cristianismo, los fieles recurrieron a la música para solemnizar los cultos, siguiendo la tradición judaica del canto de los salmos. San Pablo menciona salmos, himnos y canciones espirituales (Ef 5, 19. Col 3, 16). Al irse cristianizando las diversas comarcas occidentales se iban desarrollando diversos estilos de canto, al mezclarse con las costumbres locales. De este modo aparecen el canto ambrosiano en Milán, el canto viejo-romano en Roma, el canto mozárabe o visigótico en la Península Ibérica, el canto galicano en Francia, o el canto beneventano en el sur de Italia.
Lo que hoy llamamos canto gregoriano surge en Francia, al desarrollarse el rito romano en contacto con el ambiente galicano. En el siglo VII la visita del papa Esteban II al reino franco pone en contacto ambas tradiciones musicales y litúrgicas. Tras esto Carlomagno pone todo su interés en unificar la liturgia cristiana en todo su imperio como manera de legitimizar su reinado, basándose en esta refundición sobre el ritual romano. El papado aprobará esta unificación, y la promoverá en toda la Europa occidental (Islas Británicas, estados germánicos, Italia, reinos ibéricos...). Algunos ritos y cantos regionales sobreviven algún tiempo, pero al final este nuevo canto "franco-romano" se impondrá por toda Europa.
Fuente: Síntesis tomado de la Revista de Música Culta FILOMÚSICA
Gonzalo Díaz-Arbolí
4 comentarios:
Siempre me ha gustado el canto gregoriano y lo he escuchado en distintas ocasiones y sitios. Te recoge en ti mismo y te eleva, aunque no entiendas el texto de la frase en latín.
Estoy oyéndolos mientras escribo, Gonzalo. Maravilloso. Gracias.
Dice en el texto sobre el canto gregoriano: "es un patrimonio inmaterial de la humanidad, digno de ser oído como una auténtica obra de arte". Estoy totalmente de acuerdo y, como dice Rafael Resines, "te eleva y te recoge en ti mismo". Los monjes benedictinos me ha encantado, quizás porque, acompañado con los hermosos paisajes, aún "eleva" más, si cabe.
Gracias y un abrazo, Gonzalo.
Enjundiosa entrada sobre el gregoriano, Gonzalo, ese canto monódico que se transmite en tetragrama y en clave de fa en cuarta linea y que su desnuda sencillez lo ha convertido en patrimonio de la humanidad, porque su profundo sentimiento nos hace abandonar los caminos de piedra y barro, para transportarnos por sus armoniosas veredas hasta las altas moradas que nos envuelven en su tensión emocional a través del recogimiento de su liturgia y que no es solo patrimonio de la Iglesia Católica, sino de una inmensa mayoría de la humanidad. Magníficas las grabaciones y tu recitado de ese singular soneto de Gerardo Diego que tan bien expresa la crisis-catarsis-éxtasis del alma
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