4.2.21

BIOGRAFÍA de Duke Ellington. Capítulo II

 


Nace en Washington el 29 de abril de 1899, en una familia de clase media.

Su padre es mayordomo trabajando en casa de un médico y su madre es hija de un capitán de la policía. Ambos tocan el piano.
Duke recibe buena educación moral y alguna clase de piano en su infancia y juventud. En una sala de billar, aprende de los músicos de ragtime. Asiste a clases de composición y armonía y con su talento comienza a escribir sus propias composiciones y a actuar como intérprete.
Era elegante, reservado pero no distante, mesurado en las respuestas, trabajador, elitista pese a sus tendencias populistas, no mostraba su intimidad, muy equilibrado, muy capacitado para las relaciones interpersonales, con enorme personalidad y con las cualidades del líder.


Se casó con 19 años y en 1923 se desplazaron a Harlem, donde al poco tiempo, creó su propia banda de jazz.
No tenía dinero para atraer a las grandes estrellas del jazz, pero sabía escoger a músicos con carácter y talento, los escuchaba, estudiaba sus capacidades y supo sacar lo esencial de cada uno, para hacer una banda insuperable como conjunto. Combinaba las tradiciones musicales con la inspiración del momento y conjugaba la composición progresista con la música popular.
Duke Ellington al piano tenía carencias, no era un virtuoso, pero su música no tenía igual en variedad, exotismo, con preferencias por lo insólito, dando un rumbo estilístico especial a su banda.


En 1927 es contratado en el Cotton Club de Harlem, amplía el número de músicos de su banda y eso es un trampolín a la fama.
Llega la Gran depresión del 29, por lo que en 1931 deja el Cotton Club y su banda sobrevive gracias a una serie de giras por el país, grabaciones en discos de pizarra a 78 rpm, contratos en la radio y apariciones en películas. Aprovechó también para componer mucho, sobre todo en los años 1938-39.
A final de los años 30, llega el ascenso de las Big Band en Harlem, lo que trajo el estilo de música y baile denominado “swing”, que permaneció durante más de una década, que es muy populista y con pocas pretensiones intelectuales. Esta música aunque se alejaba de las tendencias de música culta de Duke, él la supo aprovechar para consolidar el prestigio de su banda.
Ya en la década de los 40, surge el nuevo estilo “Bebop” al que no se adhiere.
Duke Ellington desde esos años finales de los 30, compuso muchas piezas extensas, verdaderas “suites”, poemas sinfónicos y composiciones experimentales que eran un equilibrio entre composición, orquestación e improvisación. Y así continuó durante décadas.
En la década de los 50, el gusto del público se desplazó hacia cantantes populares como Frank Sinatra, luego vino el “rock and roll” y su banda vivió un declive por lo que tuvo que renovarla.


Tuvo que reformular su música en los 60, participó en combos con otros grandes del jazz y con su banda volvió a las grabaciones de discos, la televisión y las composiciones para el cine.
Los últimos años de su vida fue un personaje público, Embajador Honorífico del Jazz, su 70 cumpleaños fue celebrado en la Casa Blanca, George Pompidou le concede la Legión de Honor francesa, Haile Selassie en Etiopía le otorga la Estrella del Emperador…
Al inicio de los años 70, miembros de su banda que estuvieron con él durante décadas, fallecieron y a él le diagnostican un cáncer de pulmón en 1974. Ingresado en el Hospital solicitó un piano eléctrico para tenerlo en la habitación y seguir trabajando en su ópera cómica Queenie Pie, hasta que murió el 24 de mayo, a los 75 años de edad.
En 1999 le fue concedido el Premio Putlizer.
El Jazz nunca ha contado con un compositor de la variedad, la profundidad y la inspiración de Ellington. Fue uno de los compositores más importantes de América.
Julio de la Rúa



2 comentarios:

Eugenio Martínez dijo...

En la misma tónica del primer capítulo, nos regaláis en este segundo una interesante y atractiva biografía de Duke Ellington que también he leído con una amplia sonrisa de curiosidad y satisfacción. Nuevamente gracias

Unknown dijo...

de nuevo conciso y acertado, buen articulo

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