1.2.21

La pandemia de COVID-19 atraviesa un momento peligroso...


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La humanidad, durante siglos ha padecido otras terribles pandemias como la Covid-19,  la peste negra, la gran peste de Londres, la pandemia de gripe de 1918, que diezmaron su población, -más de 20 millones de personas murieron en esta última y, que demostró la efectividad del distanciamiento social para mitigar su propagación.  
Y aunque los avances científicos, la situación poblacional, determinante en el avance de una pandemia, además, el extraordinario crecimiento de la población mundial ―de unos 300 millones de habitantes en el año 1000, a los 7.800 millones actuales― ha contribuido a que el virus encuentre auténticas autopistas de propagación en cuestión de días, todo esto, ha modificado la vida de los habitantes del planeta de una manera espectacular y, en particular, nuestra respuesta a las epidemias.


Pero todavía sufrimos el comportamiento de los incivilizados, la indisciplina social, el ocio nocturno de los más jóvenes, las reuniones sociales, tanto, que hemos visto cómo las autoridades han tenido que dictar medidas extremas de confinamiento.

Este vídeo es, un llamamiento a ser disciplinados y concienciarse al máximo, recordando el clima de terror que supuso la peste negra. En este vídeo podemos observar los terribles efectos que causó.


El triunfo de la Muerte es una de las obras más conocidas del pintor flamenco Pieter Brueghel el Viejo, de la Escuela flamenca del siglo XVI.

Obra moral que muestra el triunfo de la Muerte sobre las cosas mundanas, simbolizado a través de un gran ejército de esqueletos arrasando la Tierra. Al fondo aparece un paisaje yermo donde aún se desarrollan escenas de destrucción. En un primer plano, la Muerte al frente de sus ejércitos sobre un caballo rojizo, destruye el mundo de los vivos, quienes son conducidos a un enorme ataúd, sin esperanza de salvación. Todos los estamentos sociales están incluidos en la composición, sin que el poder o la devoción puedan salvarles. Algunos intentan luchar contra su funesto destino, otros se abandonan a su suerte. Sólo una pareja de amantes, en la parte inferior derecha, permanece ajena al futuro que…
En 1644 fue adquirido por Ramiro Núñez de Guzmán, Virrey de Nápoles, en 1827, pasó a formar parte de la colección del Museo del Prado.

El cuadro es impresionante, espeluznante, sin imágenes de esperanza, su realismo crudo, tanto, que se siente y duele la fuerza del desgarro, y nos invita a una seria reflexión sobre la vida.
Me viene a la memoria, la inscripción sobre la puerta del infierno en el canto tercero de la Divina comedia de Dante Alighieri “Perded toda esperanza, vosotros los que entráis aquí”, se refiere a la esperanza de salvación de las almas que están en ese lugar, aún después del día del juicio final. Es parte del marco teológico de la Comedia.

En la actualidad no tiene sentido aplicarla, la esperanza, y la promesa de las autoridades sanitarias, el avance firme en la estrategia de vacunación contra la Covid-19, es el principio del fin de esta terrorífica pandemia. 
Este virus lo paramos unidos.
Gonzalo Díaz Arbolí

2 comentarios:

Julio de la Rúa dijo...

El cuadro es extraordinario por lo espeluznante y sin imágenes de esperanza.
Además, la música de John Willians con ese aire klezmer, la verdad es que nos invita a una seria reflexión sobre la vida.

Eugenio Martínez Orejas dijo...

Qué impresionante el cuadro y qué realismo crudo y dilacerante, tanto, que se siente y duele la fuerza del desgarro producido por su duro realismo y la tremenda fuerza de las imágenes.
Me gusta la descripción que haces, Gonzalo, y el acompañamiento musical que has elegido. Y todo ello, como dice Julio, nos invita a una seria reflexión sobre la vida y más allá.

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