Hay un discurso del odio, que todavía hoy, la propaganda anglosajona cargadas de Leyenda Negra, falsedades y errores históricos, y que se refleja en la manera en la que el resto del mundo ven a la nación española: sobre su naturaleza violenta, fanática, atrasada, la de la siesta e indolencia. Son estereotipos que han dañado y mucho a nuestro pasado histórico. ¿Acaso fueron los precursores de las fake news -(bulos)?
Extracto de la crónica de Julio Martín Alarcón, 24-9-20, El Confidencial
"Después de la cena teníamos una comedia pero resultó más larga que placentera y en apariencia, la corte española no se puede comparar con la de Inglaterra, porque es como comparar una taberna de Norfolk con una posada de Londres". Así describía el conde de Corwallis su impresión sobre España poco después de haber desembarcado en La Coruña y haber viajado hasta Valladolid en donde le recibió el duque de Lerma, que le agasajó (I. A. A. Thompson, 'La monarquía hispánica en tiempos del Quijote').
Cornwallis venía como embajador del Reino de Inglaterra a dar fe de la ratificación por parte de Felipe III del Tratado de Londres de 1604, es decir el acuerdo de Paz que ponía fin a la guerra que había iniciado Felipe II con la Gran Armada. En esencia, el tratado le era más que favorable a la Monarquía Hispánica. Inglaterra renunció a impedir el comercio marítimo de España con Flandes y al corso inglés que hostigaba a los barcos españoles en el Atlántico y España, por su parte, a no imponer un rey católico en Inglaterra. ¿Cómo era posible si había sido la supuesta 'Armada Invencible' que debía conquistar Inglaterra la que había sido humillada y derrotada?
La Gran Armada.
Porque la realidad es que ni 'Armada Invencible' derrotada por los ingleses, ni nada parecido. Tras el desastre de la Gran Armada se produjo la mayor derrota naval de toda la historia de Inglaterra, que fue contra el mismo rival, en Lisboa y La Coruña, apenas un año después de la supuesta gran victoria de Sir Francis Drake y los suyos contra los barcos de Felipe II. La Contra Armada una réplica inglesa más grande que la española —180 barcos y 27.667 hombres por 130 y 20.000 de los españoles— perdió a más del 70% de sus hombres cuando retornó a sus costas en julio de 1889, aún más maltrecha que la armada española que arribó un año antes a Santander.
Propaganda anglosajona
El relato de Cornwallis viene a resaltar lo más significativo de todo el episodio histórico: la verdadera victoria de los ingleses fue la de la propaganda. Desde mismo momento en el que se produjo el desastre español se dedicaron a difundirlo: fue impresa en panfletos e incluso se acuñó el célebre término de "Armada Invencible", que nunca fue empleado por los españoles. En ningún documento.
Es padre del mismo relato que continuó con esmero el historiador Geoffrey Parker, cuando en 2011 presentó en España una reedición de su clásico 'La Gran Armada' (Planeta), que ha dado la vuelta al mundo ahondando en una versión que no se ajusta del todo a los hechos.
Tomado de Wikipedia
El objetivo básico de Isabel I era aprovechar la debilidad de la Armada de España tras el fracaso de la Gran Armada de 1588 y asestar un golpe definitivo a Felipe II, obligándole a aceptar los términos de paz que Inglaterra impusiese.
Esto último permitiría a Inglaterra tener una base permanente en el Atlántico desde la que atacar los convoyes españoles procedentes de América, lo que supondría un avance significativo hacia el objetivo más a largo plazo de arrebatar a España el control de las rutas comerciales hacia el Nuevo Mundo.
La operación acabó en una total derrota, sin precedentes para los ingleses, y constituyó un rotundo fracaso de dimensiones comparables a las de la Armada Invencible española. A raíz de este desastre, el que había sido hasta entonces héroe popular en Inglaterra, Francis Drake, cayó en desgracia.
3 comentarios:
Véase el libro:CONTRA Armada de Luís Gorrochategui, editado por Crítica, para ampliar la magnífica documentación que proporciona la entrada.
Excelente recomendación, Javier. Gracias.
Estupenda entrada donde desmontas las falsedades de la propaganda anglosajona que trata de oscurecer aún más nuestra leyenda negra y que, en lo que a mi se refiere, me sirve de verdadero apoyo a las profundas fobias que siento por ese país situado en la orilla contraria del Canal de la Mancha
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