27.8.25

EL HÉROE DE TRAFALGAR

  

Fragmento de John Raphael Smith: Peasant and Pigs 


La historia que a continuación os voy a relatar, ocurrió realmente y quedó grabada para siempre en la memoria colectiva de todos los gaditanos. Se trata de uno de los sucesos más asombrosos que jamás ningún mortal haya conocido, exceptuando a todos aquellos que la vivieron en primera persona. Aún después, cuando estos la contaron a los que querían escucharla, no daban crédito a sus oídos y, es por eso que, en la actualidad, casi nadie conoce lo que aconteció en aquel bajel, porque, su recuerdo ha ido desvaneciéndose lentamente en la noche de los tiempos, debido a la fragilidad de la memoria del hombre común, sobre todo cuando la realidad supera a la ficción.

Como todos los lectores sabrán, la epidemia de peste amarilla que azotó Andalucía entre los años 1802 y 1804, dejó a la flota española sin la cantidad suficiente de tripulantes, por lo que mucho de los marineros hubieron de ser reclutados de manera apresurada en una leva que se llevó a cabo por diversas localidades. Estos marineros eran de diversos orígenes: mendigos, campesinos, soldados de infantería, incluso reclusos liberados… Por otro lado, el estado mismo de los buques era lamentable y ruinoso, tanto que algunos capitanes españoles, habían sufragado de sus bolsillos las reparaciones y la pintura de sus barcos para no quedar deshonrados ante los capitanes franceses.


Así, de esta guisa, se llegó al día 21 de octubre de 1805 en el que tiene lugar la batalla de Trafalgar, que enfrenta a la Armada inglesa, dirigida por el Almirante Nelson, con la franco-española, capitaneada por Villeneuve. Y aquí, es donde entra en acción nuestro protagonista, un vejeriego llamado a filas de manera forzosa que participó en la susodicha batalla. Me permito recordarles que a lo largo de la historia, muchos han sido lo héroes que pasaron sin pena ni gloria y, peor aún, sin ningún reconocimiento. Éste es uno de ellos. Héroe anónimo, del que nadie guarda ningún recuerdo.

Nuestro amigo de Vejer, era un campesino que vivía en una humilde choza y que su posesión más preciada era un cerdo. Cuando fue reclutado para integrarse en la tripulación de uno de los barcos, el Neptuno, ni corto ni perezoso, se llevó al cerdo con él y consiguió esconderlo dentro del buque sin que nadie tuviera conocimiento de ello, con la intención de volvérselo a llevar una vez concluida la contienda.

Estaba esta embarcación capitaneada por el Brigadier Cayetano Valdés y Flórez, que luego llegó a ser Capitán General de la Armada, dotada de 80 cañones con una tripulación de 797 hombres (y un cerdo). En una de las malas maniobras que ordenó el Vicealmirante Villeneuve, recibió varias andanadas de la flota inglesa y quedó a la deriva. Sin rumbo tras perder el mástil, el barco encalló. Desde tierra, se intenta rescatar a los supervivientes, pero el fuerte oleaje no permitía llegar a los botes a la orilla. No sabemos cómo, pero si el por qué, aparece nuestro vejeriego con el cerdo y agudizando el ingenio, se le ocurre atar una maroma a la pata del animal y arrojarlo a la mar para que llegase -porque los cerdos saben nadar- hasta la orilla. El cochino, sabiendo lo que hacía, pudo llegar y usaron la maroma para atar los botes y llegar hasta el barco. Prácticamente la totalidad de la tripulación fue rescatada.


Nada se supo nunca del destino de este cerdo salvavidas, pero no conozco ninguna calle, plaza o monumento que lo recuerden a él ni a su dueño; sólo espero que su heroicidad le sirviese para tener un final más feliz que el resto de sus congéneres. Hablábamos al principio del nulo reconocimiento a algunos héroes, Valga esta historia para rendirle un merecido homenaje al famoso cerdo, porque como todos vds. saben, es un animal que "lo da todo por y, sobre todo, para nosotros", pero éste en particular, salvó a muchos marineros de perecer ahogados.




26.8.25

Mañana de Otoño

 

Playa de la Muralla, El Puerto de Santa María

Es media mañana de un día de fiesta de primeros de Noviembre, y he venido a mi lugar preferido para leer, pensar, escribir o hablar por teléfono sin prisas con alguno de mis amigos preferidos. Aquí soy más YO.

El lugar es el aparcamiento situado en primera línea, casi encima del mar, en una de las playas de la ciudad.
Vengo siempre fuera de la temporada de verano, claro. Toda la terraza para mí. Los veraneantes se han ido, dejando la playa para las gaviotas, los paseantes y los “contemplantes” como yo.

Me quedo dentro del coche, que he puesto pegado a la acera, junto a la escalera por la que se accede a la arena. Si llega alguien y se queda un rato, me molesta. Luego se va y vuelve la paz, la soledad de la buena. La mayoría de los coches que van llegando no paran; sus ocupantes miran al mar y se van. Yo no. Yo me quedo y contemplo esta bahía que la Naturaleza tuvo a bien dejar delante de nuestras casas, para deleite y disfrute de todos y “enganche” de muchos.
 

Cuando más me gusta venir es en días de mal tiempo. Sentir cómo, al llover, el agua discurre por los cristales, o los golpea con fuerza, o cómo resbala lentamente en forma de largas lágrimas. A través de los cristales veo el paisaje distorsionado, tembloroso: los barcos, el mar, Cádiz, la blanca Rota…

Si se avecina una tormenta me da un subidón… Veo llegar los nubarrones negros que parece que tienen prisa por dejar el mar y soltar todo el agua que traen en sus panzas grandotas y gruñonas. Primero llegan los relámpagos anunciando que ya está aquí, que te ha atrapado. Eso me da bastante miedo, pero del miedo malo, de pasarlo mal. Pero con tal de ver el espectáculo que se va a representar en este escenario único, me quedo y cierro los ojos, apretándolos muy fuerte para no ver la cegadora luz. A veces me impresiona por su grandeza y me voy para casa pues presiento que puede ser peligroso estando sola. La mayoría de las veces me quedo; no son tantas las ocasiones de tormenta que se dan por aquí.

¡Y hoy!
Hoy es uno de esos días en que la gente no sale de casa. ¡Tenemos temporal de Levante! Y está nublado, con nubes bajas; todo gris.
El que no ha vivido un día de temporal de Levante, no sabe lo que es un día de viento, parafraseando en parte, lo que alguien dijo en otro ambiente y quedó grabado en azulejo.
Aparcada en mi lugar de siempre, sólo puedo deciros que el coche se bambolea casi constantemente. La arena azota fuertemente los bajos del coche, golpea la arena en las ventanas y es imposible abrir la puerta.
Hay algún loco que corre por la playa. Que digo yo que cómo se le ocurre a ese muchacho correr hoy. Mira que hay días en el año; pues nada, hoy. La marea está baja y corre muy deprisa en dirección a Fuentebravía. El viento lo lleva en volandas, que como sea un canijo, no va a poner los pies en el suelo. Cuando viene de vuelta, camina formando un ángulo agudo con el suelo. Viene peleando con el viento; no hay otra manera de hacerlo si no quiere ir de nuevo para Rota o Fuentebravía, que eso nunca se sabe.


Y en otro orden de cosas:
Si quieres saber si una persona es foránea, sólo tienes que oírla hablar en un día como el de hoy:
- ¡Qué aire hace!- dice.
- ¿Aire? A esto se llama VIENTO. A ver, repita conmigo: VIEN-TO. Venga, otra vez.
Y ya no se le olvida en la vida, pero eso sí, al hablarle debes tenerle bien sujeto en el pretil de la playa, mirando hacia el Este, hacia Medina. Lo de sujetarle no es por placer, no. Es que si le sueltas sale volando como una cometa.
¡Bendito Levante, que “todo lo verde lo seca, menos a los guardias civiles”!- como decía el Papi, cuando iba por la playa vendiendo las patatas fritas.
Y es verdad. Si no fuera porque de vez en cuando este viento nos visita o nos ataca, (según se mire), y con la humedad que padecemos en la costa, estaríamos todos bien floridos, que no hermosos. Me refiero a floridos de moho, “apurgaraos” mismamente.


¡ Así que venga el Levante y que remenee mi coche conmigo dentro! ¡No viene mal que la acunen a una de vez en cuando!



Laurentina Gómez Rubio



24.8.25

La emoción de un abuelo...

 



Transcribo esta tarjeta de mi nieta Rebeca, he de decir que su primer idioma es el inglés, en realidad es bilingue.  Cada vez que la leo me emociono y las lágrimas resbalan por mis mejillas.

Belo,

TÍ VOLGLIO MOLTO BENE


Eres el mejor abuelo que cualquier nieta podría pedir, eres tan cariñoso, todos lo días nos da un halago, un motivo para quererme más a mi misma (lo cual es fundamental en esta vida para tener confianza en si misma)  :)

Además tu amor a la letras ha💑 sido transmitido a través de generaciones, por lo cual te doy las gracias.❤.

Cada vez que le comento a un amigo que, mi abuelo tiene un blog sobre cultura, arte,  música y folklore español (primordialmente), me miran con cara de emoción y sorpresa y, a mí me retumba el orgullo por el cuerpo. Ojalá pudiera escribir con tu misma delicadeza pues voy anotando las palabras nuevas en mi móvil, así que algún día acabe escribiendo como tú.

Me hace gracia que el otro día comentaras lo mucho que te interesa la definición de la palabra "ataraxia", porque así es exactamente como te veo a ti. Eres la personificación de dicha palabra (bueno salvo cuando estamos a punto de coger un tren, o cuando te inspira para escribir un libro, la rapidez y eficacia con la que resuelves las acciones que te propones (también tiene un mérito je,je, je).

                   👩 Rebequita                   👨 Belito

Posdata, Se me olvidó escribir antes que me rebosa de orgullo tener a una familia que sea invitada a eventos como los del último viernes,  el nombramiento como académico de Manuel Alejandro. Adoro formar parte de acontecimientos así, en un castillo donde se alojó Cristobal Colón  (o solo fue uno de los reyes, Alfonso X el Sabio?), con vino de las bodegas Osborne y con poetas tan románticos y entusiasmados de la pura realidad. Gracias. 💜.

Repito, te quiero con locura Belo

Es una oración que debería repetir todos los días porque te lo mereces, Belito mío 💜. Mua, 💛💛💛 mua, mua💙💙💙


Posdata: Nunca pares de ser tan curioso respecto a la cultura y literatura mundial. ¡¡Me encanta eso sobre ti!!






23.8.25

25 de agosto, San Luis Rey de Francia. En memoria de mi madre, Luisa Arbolí .

 La Madre es ese ser que ama a su hijo tal como es, aunque no sea como ella quisiera

León Tolstoi. Escritor ruso, 1828-1910



Nació el 17 de junio de 1909, en Chipiona, hija de José Arbolí Navarro y de Ana María Romaríz García. Tuvieron tres hijos, fue la más pequeña, siempre la llamaron "La chica". Murió el 27 de diciembre de 1979, en Cádiz.
Llegó a Vejer en 1923 con 14 años, su padre había sido destinado como secretario en propiedad del Ayuntamiento de Vejer de la Frontera.

Cuentan las crónicas sociales de aquella época que, la señorita Luisita Arbolí con sus 18 primaveras, tenía muchos admiradores, pero en contra de la voluntad de sus padres, se enamoró locamente de Pepito Díaz; las razones: sus ojos verdes y unas larguísimas pestañas negras que parecían pintadas, buen deportista, futbolista profesional y un buen pianista.

Con 22 años contrajo matrimonio con José Díaz Muñoz de 26 años, el 12 de enero de 1932 en Vejer. Tuvieron nueve hijos. En realidad fueron más, uno llamado Servando que murió con cinco meses y un aborto de mellizos. Después nombraron a otro Servando ya que por tradición en todas las familias Arbolí se repite este nombre.
Nunca podré, queridos padres, agradeceros el regalo de la vida. Gracias a ello he podido conocer a 4 hijos y 6 nietos maravillosos. ¡Merece la pena vivir!






Y hoy, me arrepiento, en lo más hondo de mi alma, de no haberte dicho más veces te quiero, de no abrazarte, de no besarte, de no ayudarte lo suficiente; de no haberte valorado, de no haberme dado cuenta de la entrega y del sacrificio extremo que hiciste por tus nueve hijos; de no contarte mis sueños, de no haberte preguntado por los tuyos, de tantas preguntas y ansiadas respuestas que se quedaron demoradas en el sendero de mi adolescencia y juventud. Y siento con intensidad y tristeza, no haber sido consciente de mi responsabilidad y que, mi más sentido y ardoroso último beso ya no pudieras percibirlo.
Hoy, llegado el momento en que ya no hace daño la vida que se pierde, sigo añorando tu dulzura y tus caricias, ya irremediablemente perdidas.


Recuerdos los olores: El aroma de la alhucema automáticamente me transporta a la infancia, me recuerda tu ternura, cuando me bañabas y el rezo del “bendita sea tu pureza…”ese olor que lo impregnaba todo como no creo que exista otro igual.


También el olor del jazmín de la maceta del balcón del comedor de nuestra casa en Vejer, especialmente en las tardes de primavera y verano cuando permanecía abierto todo el día. El recuerdo del aroma que llenaba aquella mesa grande para nueve hermanos, la abuela Ana y una de sus hermanas, Tití, que nos visitaba con mucha frecuencia. Papá esperaba a las dos en punto para que todos estuviésemos sentados alrededor de la mesa, solo Servando era capaz de llegar tarde y después de la reprimenda su respuesta le arrancaba una sonrisa cómplice, Manolo, el Cid Campeador como le llamaban mis hermanas y, con el ánimo por las nubes por el título, bajaba todos los días al portal la basura en la oscuridad de la noche, a cambio pedía siempre para comer a mediodía patatas fritas con huevos. También en las peleas entre hermanos, sobre todo M.Carmen y Servando. M.Carmen tenía una frase mágica que utilizaba en casos extremos: "Servando como te pareces a Omar Sharif". Y se producía el milagro: "de verdad hermana". Discusión resuelta y vuelta a las risas...Desde aquel balcón vimos un día, asombrados, a Javier con ocho años, a lomos de un enorme elefante anunciando un circo que por aquellos días actuaban en el pueblo. ¡Cuántos recuerdos!


Mientras hice el servicio militar, llegaba los viernes por la tarde, en el "coche de la hora" a pasar el fin de semana en casa, cuanto más me acercaba al hogar, el olor del puchero que a diario hacía mamá, se acrecentaba y al subir la escalera lo inundaba todo. 

Mis hermanas haciendo las tareas de la casa, -nunca aprendí a hacer una cama-. Las sacrificadas y heroínas jóvenes de entonces. Eran otros tiempos, felizmente hoy superados.




No te detengas en mi tumba a llorar.
No estoy ahí, no estoy dormida.
Soy los mil vientos que soplan,
soy la suave nieve que cae,
soy la suave lluvia de otoño,
soy los campos de granos maduros,
estoy en el silencio de la mañana,
soy el rápido impulso ascendente
de hermosas aves en vuelo circular.
Soy las estrellas que brillan en la noche,
estoy en los pétalos que florecen,
en los pájaros que cantan,
en cada pequeña cosa.
No te detengas en mi tumba a llorar.
No estoy ahí, no he muerto.
POEMA. De Mary Elizabeth Frye



Gonzalo Díaz Arbolí







Hoy la Iglesia tiene en su memoria a San Luis, Rey de Francia. Hijo de Dª Blanca de Castilla, primo de San Fernando III y tío segundo de Alfonso X

San Luis nace en Poissy el 25 de abril de 1214. A los doce años, tras la muerte de su padre -Luis VIII-, es coronado rey de los franceses bajo la regencia de su madre, Doña Blanca de Castilla, que lo educó cristianamente. En 1234 asume el gobierno, esforzándose sobre todo por establecer la justicia y la paz en su reino. En su vida personal se dedica a la oración, la penitencia y la caridad para con los pobres y desamparados, a quienes frecuentemente sienta a su mesa, lavándoles los pies y sirviéndoles él mismo, a imitación de Cristo.

En 1248, Luis IX parte hacia Tierra Santa para liberarla; pero es hecho prisionero. Tras el pago de un rescate, regresa a su reino e inicia grandes reformas, entre ellas la prohibición del duelo judiciario (o “duelo de Dios”). Funda hospitales y monasterios, y realiza su gran proyecto: la construcción de la “Sainte-Chapelle” como un santuario de luz y vidrio colorado destinado a acoger las reliquias, sobre todo la corona de espinas de Cristo, que adquirió del emperador de Constantinopla. Dona a su hermana, la beata Isabel, las tierras de Longchamp para construir una abadía para las monjas de Santa Clara.

El prestigio de París
Durante su reinado se vive un periodo de gran evolución cultural, intelectual y teológica. Luis dialoga con san Buenaventura y san Tomás de Aquino; y junto a su capellán, Robert de Sorbon, funda la Sorbona en 1257. Sigue con gran atención los trabajos finales de la catedral de Notre dame, en particular los rosetones y los pórticos. Así, París se convierte en la ciudad más prestigiosa de la cristiandad de Occidente gracias a su universidad, la Sainte-Chapelle y Notre-Dame.

 

18.8.25

Poesía sufí y frases de Rumi

Este relato conmovedor entrelaza melodías místicas con atmósferas relajantes, creando un espacio sereno para la paz interior y la contemplación. Deja que la música te guíe hacia la quietud y la armonía. Espero que os ayuden en vuestro camino.


Quiero dejaros en esta ocasión una poesía y algunas frases maravillosas escritas por Rumi , un célebre poeta místico musulmán persa y erudito religioso, fundador de la orden sufí Mevleví, más conocidos como derviches giróvagos, que nació el 30 de septiembre de 1207 en la actual Afganistán.

Rumí ha tenido una significativa influencia en la literatura persa, urdú y turca. Sus poemas se leen diariamente en países como Irán, Afganistán y Tayikistan y han sido traducidos a varios idiomas de todo el mundo.

Autor de la fotografía, José L. Meléndez 

"Tu eres lo que estás buscando"
"No te aflijas, cualquier cosa que pierdes volverá en otra forma"
"Deja que la belleza que amas sea lo que haces."
"¿Realmente sabes lo que eres? Tu eres el manuscrito de una carta divina. Tu eres un espejo reflejando una cara noble. Este universo no está fuera de tí. Mira dentro de tí, todo lo que deseas, realmente ya lo eres."
"Poco a poco Dios nos quita la belleza humana. Poco a poco el árbol joven se marchita. Ve y recita: Todo aquel que este dotado de vida acabará pereciendo. No te enamores de los huesos, busca el espíritu."
"Tienes que crecer desde dentro hacia fuera, nadie puede enseñarte, nadie puede hacerte espiritual, no hay otro maestro, sino tu propia alma."
"El corazón del hombre es un instrumento musical, contiene una música grandiosa. Dormida, pero está allí, esperando el momento apropiado para ser interpretada, expresada, cantada, danzada. Y es a través del amor que el momento llega."
“Más allá de las ideas de actuar correcta o incorrectamente, existe un campo. Y es allí donde me reuniré contigo.”
“El conformismo, en el camino espiritual, puede ser una forma de apoyarse en certezas externas. El auténtico caminante, escucha, pero luego debe comprobarlo todo por sí mismo. Apunta más allá de toda forma, por ello no se conforma con nada, ni se conforma a nada.”

"No eres una gota contenida en el océano.
Eres todo el océano contenido en una gota."

"Vacíate de preocupaciones.
Piensa en quíen creó el pensamiento!
¿Porqué te quedas en prisión
cuando la puerta está totalmente abierta?"

"Dios hace que pases de un sentimiento a otro y te enseña por medio de los opuestos,
de forma que tienes dos alas para volar, no una."
"En cuanto comienzas a andar, el camino acaba apareciendo."
"Baila, como si nadie te estuviera mirando

Ama, como si nunca te hubieran herido,
Canta, como si nadie te hubiera oído,
Trabaja, como si no necesitases dinero,
Vive, como si el cielo estuviese en la tierra>
!Ven, ven, quienquiera que seas, ven!
Infiel, religioso o pagano, poco importa,
!Nuestra caravana no es la de la desilusión!
!Nuestra caravana es la de la esperanza!
!Ven, aunque hayas roto mil veces tus promesas!
!Ven, a pesar de todo, ven!
Hoy, como cualquier otro día nos despertamos vacíos y asustados,
No abras la puerta del estudio y empieces a leer
Toma un instrumento musical.
Deja que la belleza de lo que amamos sea lo que hacemos,
Hay cientos de formas de arrodillarse y besar el suelo."

"Ven,
Te diré en secreto
Adónde lleva esta danza.

Mira como las partículas del aire
Y los granos de arena del desierto
Giran sin norte.

Cada átomo
Feliz o miserable,
Gira enamorado
En torno del sol.

Una persona no está enamorada
si el amor no ilumina su Alma.
No es un amante
si no gira como las estrellas alrededor de la luna.

Excepto el amor intenso, excepto el amor,
no tengo otro trabajo;
Salvo el amor tierno, salvo el amor tierno,
no siembro otra semilla."

Yalal ad Din Muhammad Rumi
Persia (1207-1273)





Sufi Spirit ✧ Duduk Meditation Music ✧ RUMI Spiritual Music
Idea de 
José Luis Meléndez.

16.8.25

18 de agosto de 1947. La tragedia silenciada que tiñó Cádiz de rojo


Cómo homenaje, el blog “Desde mi rincón del arte” quiere participar, en el recuerdo del dolor y la pérdida que causó esta dantesca catástrofe para honrar así, a quienes en su día no pudieron ejercer ni siquiera el derecho a la protesta.

El 18 de agosto de 2025 se cumplen 78 años de la Explosión de Cádiz, en negrita, como hay que escribirlo; una fecha trágica e inconfundible que sigue presente en el recuerdo de todos los gaditanos y que nunca olvidaremos.

La noche en la que la explosión negligente de un polvorín de la Armada que, según las cifras oficiales, probablemente menores que las reales: mató a 152 personas, dejó más de 5,000 heridos, y en torno a 2,000 edificios dañados de los cuales 500 quedaron completamente destruidos, devastó media ciudad y tiñó el cielo de un intenso rojo infernal. Y como cuenta el historiador José Antonio Aparicio Florido: La inseguridad del almacenaje era tal que, en julio de 1943, el teniente coronel Manuel Bescós emitió un informe que ya advertía que “la carga podía explotar en cualquier momento” y que, cuando eso ocurriese, “provocaría una verdadera catástrofe nacional”. Cuatro años después, su peor vaticinio se hizo realidad, aunque su informe nunca llegó a usarse ni citarse en la posterior investigación de las causas del siniestro. El suceso no tardó en envolverse de un halo de misterio, alentado por el propio franquismo.

Epicentro de la explosión

No era lo que los gaditanos esperaban de esa noche del 18 de agosto de 1947. Más allá de las murallas de Puerta Tierra, en la que hoy es la zona nueva de la ciudad, la vida bullía. Unos disfrutaban al fresco de sus lujosas villas de verano, otros trabajaban en el turno nocturno de los astilleros y otro tanto se disponía a cenar en sus humildes casas de la barriada obrera de San Severiano.

Así quedó la Casa Cuna

Los niños de la cercana Casa Cuna dormían cuando, en lo que era el Almacén n.º 1 de la Base de Defensas Submarinas de Cádiz, 1.600 cargas armadas con el inestable explosivo trilita saltaron por los aires. Fue a las 21:45, sonaban las señales de Radio Nacional del parte cuando la ciudad se quedó a oscuras, tan solo iluminada por el inmenso hongo rojo que dibujó la explosión en el cielo.

Fue una noche terrible. Había cuerpos por todos sitios, gente llorando, buscando a sus familiares. Centenares de familias quedaron rotas para siempre en un suceso que pronto quedaría envuelto en el oscurantismo del régimen franquista.


Así quedaron las puertas de la Catedral en intramuros a pesar de las murallas
 
La potencia de la deflagración fue tal que dejó un cráter de dos metros de profundidad y fue audible desde Huelva o Sevilla y visible desde Ceuta. El centro histórico se salvó de la onda expansiva gracias a las murallas, pero la zona de extramuros resultó devastada con casi 2.000 edificios dañados. “Para hacernos una idea, las 200 toneladas que explotaron equivalen en 18 veces a la madre de todas las bombas, la GBU-43, que Estados Unidos lanzó sobre Afganistán en abril de 2017”.

Los archivos clasificados
La desclasificación de los archivos militares relacionados con la Explosión de Cádiz y su acceso libre para los investigadores es otro de los objetivos y reivindicaciones para este señalado aniversario. La investigación no ha acabado aún, continúa muy viva y existen algunas lagunas, pequeños vacíos de la historia que faltan por cubrir y que requiere una revisión exhaustiva de la documentación original. Sabemos quién la tiene, dónde se conserva, los números de los legajos y cajas; es justo que se nos abra la llave. Es el mayor ejercicio de transparencia que se nos podría ofrecer y que tanto tiempo llevamos reclamando sin éxito.
Conozcan la opinión del investigador D. José Antonio Aparicio Florido: AQUÍ Y AQUÍ.

Ya todo está prescrito, pero sería simbólico, un descanso, que la Armada reconociese lo ocurrido. Al fin y al cabo, la deuda moral no prescribe nunca y un simple gesto puede ser el comienzo de la ansiada reconciliación y la definitiva asunción de un desastre irreversible.

Minas submarinas que no llegaron a explotar, gracias a la intervención de Pascual Pery Junquera y un grupo de marineros

En 1986, la corporación municipal había nombrado hijos predilectos o adoptivos a los únicos héroes reconocidos: Pascual Pery Junquera y a un grupo de marineros; en 2011, y después de mucho insistir, a otro de los héroes olvidados: Antonio Ristori Fernández.

Mis recuerdos de aquel trágico día: la explosión ocurrió a las 21:45, yo tenía entonces nueve años y vivía con mis padres en Vejer de la Frontera, en esos días y según la tradición se celebran las fiestas en honor de la Patrona Ntra. Sra. de la Oliva y en mis juegos infantiles no me percaté de nada especial, pero sí mi padre que observó como todo el cielo se cubrió de un intenso rojo de fuego, momentos después escuchó un estruendo lejano; impresionado y estremecido llegó a casa para saber de nosotros, entonces éramos 7 hermanos. 
Hasta el día siguiente no supimos de la terrible tragedia, mis padres, con familiares en Cádiz, querían desplazarse para donar sangre pero el transporte no era fácil lo que les imposibilitó cumplir sus deseos. 

Quiero que conste este comentario de mi sobrina Carol Díaz-Arbolí Jiménez:
Estamos vivos gracias al tío de Carlos Pery (Pascual Pery Junquera) que desactivó las bombas jugándose la vida y, mi bisabuelo materno (el cirujano José Jiménez Lebrón) que estuvo atendiendo a los heridos mientras su mujer fallecía. 

Rezamos todos los días por su alma.



Fuente: Los exhaustivos artículos y entrevistas del investigador gaditano, D. José Antonio  Aparicio Florido.  
Gonzalo Díaz-Arbolí

14.8.25

Afrontar este tórrido verano 2025 con poesía.

  
¿Hay una palabra que atesore más gozo, tanto sol y tanta vida como verano? Un dios de luz, coronado de espigas y frutos, tres meses despilfarrando por el mundo el cuerno de la abundancia. Aparte la codorniz solitaria, de suave canto, y la amistosa golondrina, otros bautistas urgían con la inminencia del verano. Los niños se sorprendían. Se acostaban las gallinas. Y el verano se restituía intacto, cálido, esplendente y animado, invitando a su fiesta.

El segador, de fuste y brío… Hoz en mano y pañuelo blanco, saliente como un pabellón, sombreando el bello rostro juvenil. Era la siega. Bella como una canción de siglos. Y los campesinos a ella daban con alegría y fervor.

Establecer la era comportaba dedicación, esmero y hasta rango. Cuadras y casetas habían de habilitarse. Que en la era y sus oficios bien pudieran invertirse dos meses y aún más. Goces, sudores, esperanzas y contrariedades, como los granos del cereal se remecían en esa amplia temporada.

Labradores de ayer. Pasó el gañán, sudoriento, con barba de días y renegrida la tez por los hornos de agosto. A pesar de tantas mejoras, el agricultor de ley, colgado sigue del cielo, espiando, día y noche, nubes, soles y vientos. Pero su gozo, como antaño, en ver cómo tira la siembra está. Y en perderse entre la mies que a golpes le cosquillea en la barbilla. Y en hundir la mano en el cereal cosechado y ver que, por fin, granó “como piñones”. 

Inseguro vive, intranquilo. Las simientes esas… transgénicas, le revuelven hasta los posos. ¿No se dijo siempre que “el trigo, trigo y el hombre, hombre”?  
Ahora me viene a la memoria unos versos del poeta Manuel Manzorro:

Aforaste con tus dedos sementeras y lluvias,
barruntando fatigas, y 
allá por los hirvientes recalmones del verano.

Cuántos campesinos maduros que dejaron la pana y el dril se establecieron en la ciudad. Y de corazón viven en el pueblo, porque allá, aparcadas, dejaron su vida y su alma. Acércate sencillo y amable. Son muchos, inconfundibles. Se juntan. Buscan paseos tranquilos, despejados. Siempre hablan de lo mismo. No han perdido el pelo del pueblo ni la dignidad señorial del hombre del campo. Uno cualquiera. Háblale del tiempo, las cosechas… Y pronto te abrumará de nostalgias sangrantes: él, allá en su pueblo, llevaba un par de mulas grandes como dos montañas. Pateaba terrones todo el día y no se cansaba. 

Menos mal, la parla con sus colegas. Todos se cobijan en los recuerdos de cuanto tejió su vida: el campo, el verano… –Fui labrador de poco pelo –te comenta–. Pero cien veces más lo sería. ¡Que no gozaba yo cada barbechera rompiéndole el pecho a la tierra…! Y en sementera, dejándole dentro la semilla con mimo. Como si sembrara un hijo. Y a esperar nueve meses.
Gonzalo Díaz Arbolí


Hacer clic sobre la imagen para visualizar el vídeo. 
Banda sonora. "Intermezzo". Cavalleria rusticana. Mascagni
Dedicado a mi amigo, Luis Manzorro Benítez.
Ilustraciones tomadas del libro Voces del campo

No te imaginas los maravillosos recuerdos que has traído a mi memoria, y cuantas palabras que desconocía y que ahora, sabiendo el significado de algunos utensilios que manejaba mi padre, me harán valorarlo aún más: un ejemplo es "aparvadero".
 ¡Cuántas veces mi hermano y yo nos subíamos en en ese travesaño, y cuantas veces nos caímos al montón de paja!....sin saber cómo se llamaba. 
Me he emocionado leyendo palabras ya olvidadas como: besana, majada, rastrojo, parva, esquila....La palabra "esquila" ha hecho que me acuerde de una maravillosa cabra que tuvimos, y a la que le pusimos una preciosa esquila. 
También me han emocionado frases como: "Hoy, en eras y corrales, desvencijados, carcomidos, sueñan cargas y caminos que nunca volverán", o "veredas enamoradas". Yo estaba enamorado de una de esas preciosas veredas, por la que de niño, con mi aro, iba a visitar a una vecina que me gustaba. 
Texto: Luis Manzorro Benítez

11.8.25

Reencuentros


 

“Es como si el alma despertara de nuevo”, me dice Ana, después de cincuenta y cinco años sin vernos. Hay momentos en la vida que nos devuelven lo esencial. Reencontrarse con viejos amigos no es solo recordar, es volver a sentir. Es revivir la risa compartida, el apoyo silencioso, la complicidad de quienes nos vieron crecer. Y para nosotros, ese reencuentro tiene un nombre, un paisaje y un latido común: Alcázar de San Juan.
Alcázar de San Juan no fue solo el lugar donde nacimos y crecimos; fue el escenario donde aprendimos lo que significa compartir la vida. Allí nacieron amistades que hoy siguen vivas en la memoria y en el corazón.

¿Cómo olvidar los guateques en casa de algunos valientes con tocadiscos, como Fortu, M. Conchi, Pepe…? Aquellos bailes improvisados con luces bajas, canciones de Los Brincos, el Dúo Dinámico, o Fórmula V, la tuna, risas nerviosas y promesas que sabían a eternidad. Las tardes de sábado en los cines Alcázar, Crisfel y Cenjor, con olores mezclados de palomitas, pipas y tejidos viejos, donde más que películas, mirábamos de reojo al amor platónico unas filas más allá. La Fortuna, con sus vitrinas repletas de dulces, tebeos y sobres sorpresa, era una parada obligada, un templo de sabores que aún hoy podemos saborear en la memoria. Y cómo no, La Teresa o Eloy, rincones que fueron parte de nuestra coreografía vital. Los partidos de baloncesto jugando una de las fases de ascenso a primera división.

En cada esquina de este pueblo se tejieron lazos profundos, de esos que no necesitan palabras para entenderse. Alcázar de San Juan fue el punto de partida, donde la amistad surgía con la naturalidad con que los niños se dan la mano: simplemente estando.

Allí compartimos bicicletas, meriendas en Santa Águeda, Santa Apolonia o San Marcos, partidas de futbolín, confidencias al atardecer de los primeros amores, silencios cómplices, aficiones deportivas, y sueños por cumplir. Entre plazas, escuelas, calles y ferias y fiestas, forjamos vínculos que aún hoy nos definen. Aprendimos lo que es tener un compañero de vida, aunque entonces no supiéramos ponerle nombre.

Con el tiempo llegaron los cambios, las responsabilidades, la distancia. La vida, con su ritmo callado, nos fue llevando por caminos distintos. A veces, una canción o una calle nos traía un recuerdo fugaz y una sonrisa inevitable. Pero el contacto, poco a poco, se fue perdiendo.

Hasta que un día, el corazón —ya en la madurez— nos susurra que es hora de mirar atrás. No con tristeza, sino con gratitud. Y entonces ocurre la magia: reencontrarse con viejos amigos es abrir una ventana a lo más puro de nuestra historia. Al mirarnos, nos reconocemos. No importa cuántos años hayan pasado ni cuánto hayamos cambiado.

Volver no es solo un acto físico. Es un gesto del alma. Es recuperar esa parte nuestra que quedó entre las calles y la gente de Alcázar de San Juan. Las conversaciones fluirán como si el tiempo no existiera. Reiremos con más sabiduría, compartiremos recuerdos, pero también cicatrices, aprendizajes y nuevos sueños. Y, sobre todo, agradecimiento. Porque la vida, que tanto nos separó, también nos ofrece la dicha de reencontrarnos.

A veces, creemos que ya es tarde, o sentimos pudor por el tiempo transcurrido. Pero la verdad es que la mayoría anhela lo mismo: una charla sincera, un abrazo sentido, una conexión que vuelve a nacer. Las amistades verdaderas no mueren: esperan. Y basta un gesto pequeño —una llamada, un mensaje— para despertarlas.

Reencontrarnos no es volver al pasado. Es dar sentido al presente. Es reír, recordar y sentirse parte de algo más grande: una historia común. Un nosotros.

Por eso quiero compartir un sueño. Era un fin de semana otoñal, lleno de nostalgia y esperanza. Cientos de amigos, de todas las generaciones, tanto quienes están como quienes regresan por un día, se reencontraban en Alcázar de San Juan. Aquel día fue proclamado con emoción como El Día del Reencuentro.

La jornada comenzó con una cálida y emotiva recepción encabezada por nuestra alcaldesa, quien nos abrió las puertas del corazón del pueblo con generosidad y cercanía. Con ella compartimos nuestras historias, nuestras memorias entrelazadas, nuestras raíces comunes.

No solo se vivió como un acto institucional, sino como un verdadero abrazo colectivo, simbólico y sincero, a lo que fuimos, a lo que somos, y a lo que nunca dejaremos de ser. Luego se degustaron alguno de los platos tradicionales como las gachas, pipirrana, pisto, guiso de bodas, duelos y quebrantos, cordero, «ensalá» de limón…, vinos, el queso y las «tortas de Alcázar». El sueño vivido me regaló un despertar sonriente y esperanzador, que me hizo recordar que los lazos verdaderos nunca se rompen. Las siguientes horas sentí una mezcla de nostalgia suave y asombro por lo lejos que ha llegado el tiempo.

Porque Alcázar de San Juan no es solo un lugar en el mapa. Es un punto de encuentro emocional. Es la tierra donde nacieron amistades que aún nos acompañan, incluso en la distancia. Volver allí será como mirar una vieja fotografía… y verla cobrar vida.

Nunca es tarde para reencontrarse. Si alguien te marcó, si algún rostro ronda tu memoria con ternura, no lo dejes pasar. Tal vez ese reencuentro esté a solo un mensaje de distancia. Porque hay amistades que no mueren: solo duermen. Y cuando vuelven a mirarse, lo entienden todo.

Antonio Leal Jiménez

3.8.25

 La Academia de Bellas Artes Santa Cecilia (ABASC) es un pilar fundamental en la vida cultural de El Puerto de Santa María. Con 125 años de historia, ha sido semillero de artistas, espacio de encuentro intergeneracional y motor de pensamiento crítico. Su labor educativa y su compromiso con la cultura la han convertido en una institución imprescindible que ha sabido conservar su alma artística mientras abre sus puertas al pensamiento contemporáneo.

Reconocida en 2025 con la Bandera de Andalucía de las Ciencias Sociales y las Letras, destaca por su compromiso con la cultura y la divulgación del conocimiento.
Con trecientos socios y más de ciento cincuenta alumnos matriculados en disciplinas como solfeo y piano, guitarra, pintura, cerámica, dibujo artístico y modelado, la institución se mantiene como una referencia viva del quehacer cultural en la ciudad.
Pero la esencia de ABASC va más allá de sus aulas. Su vocación siempre ha sido doble: conservar la herencia artística y, al mismo tiempo, abrirse al pensamiento contemporáneo. Desde sus inicios, ha sido un espacio de encuentro donde conviven generaciones, saberes y miradas distintas.

Lo demuestra su programación regular, especialmente los Martes de la Academia, un ciclo de conferencias, en el que profesionales e investigadores especializados en diversas disciplinas del conocimiento y la práctica dialogan sobre temas que van desde el arte hasta los debates sociales más actuales. Es un verdadero foro vivo que atrae tanto a ponentes nacionales como al público local, generando comunidad y pensamiento.

Martes de la Academia. 2015
Publicación en 1615 de la primera edición de la “Segunda parte del Ingenioso caballero don Quijote de la Mancha” de Miguel de Cervantes. Director, José  luis Alonso de Santos

A estos encuentros se suman recitales, exposiciones, presentaciones de libros, homenajes, charlas científicas, investigaciones sobre el patrimonio local y publicaciones, entre las que destacan Los Pliegos de la Academia, centrados en traducciones literarias y poéticas de alta calidad que reúne a escritores, traductores, historiadores y académicos de distintas áreas.Todo esto convierte a la ABASC en un centro cultural de referencia en Andalucía.

Otra de sus grandes fortalezas es el Cuerpo de Académicos de Artes, Ciencias y Letras, fundado en 1984, e integrado por profesionales de reconocido prestigio en diversas disciplinas del conocimiento. Todos participan activamente, tejiendo redes con universidades, conservatorios, museos y centros de investigación.

Constitución del Cuerpo de Académicos  11 septiembre 1984

Con más de un siglo de historia, la ABASC se mantiene como un referente cultural en Andalucía, abierta tanto a la tradición como a la innovación, todo ello gracias al inconmensurable trabajo de las diversas Juntas Directivas.

Hoy, en pleno cambio de era, una nueva pregunta atraviesa su trayectoria: ¿cómo afrontar el impacto de la Inteligencia Artificial (IA) en el mundo de la cultura y la difusión del conocimiento?

Lejos de verlo como una amenaza, la ABASC podría encontrar en esta transformación una valiosa oportunidad para seguir creciendo. La IA ya está presente en muchas formas de creación: música generada por algoritmos, plataformas que asisten a ilustradores, herramientas de apoyo para escritores y compositores. En este contexto, adaptarse no solo es deseable, sino necesario para atraer a nuevas generaciones y mantener la relevancia cultural.

Como propuesta para abrir este diálogo, planteamos la organización de un ciclo temático en 2026, titulado "Cultura y Arte e Inteligencia Artificial", que invite a pensar críticamente —pero con curiosidad— sobre estas nuevas formas de creación. La idea sería reunir a artistas, tecnólogos, filósofos y educadores para reflexionar sobre preguntas clave: ¿puede una máquina ser creativa? ¿Cómo cambian nuestras herramientas la forma de enseñar y aprender cultura? ¿Qué límites éticos debemos considerar? ¿Hasta dónde puede llegar la IA?

El ciclo podría incluir conferencias, mesas redondas, demostraciones prácticas y una exposición de obras generadas con IA, siempre desde el compromiso de combinar sensibilidad artística con innovación. Este tipo de iniciativas no solo enriquecerían la programación cultural de la ABASC, sino que permitirían sentar las bases de futuras líneas formativas más acordes con los tiempos que se avecinan.

A medio plazo, también podría contemplarse la incorporación de talleres experimentales que exploren el uso de IA en disciplinas como dibujo, cerámica o escultura digital: generación de bocetos, propuestas de color, sugerencias de forma o textura... Todo ello sin sustituir la creatividad humana, sino ampliando sus horizontes.

Por supuesto, este camino requerirá formación específica para el profesorado, inversión en recursos técnicos y una reflexión ética profunda sobre los límites y posibilidades de la tecnología. Pero si algo ha demostrado la ABASC a lo largo de su historia es su capacidad de evolucionar sin perder su esencia: el amor al arte, al conocimiento y a la difusión de la cultura.

En un mundo donde los lenguajes cambian y las herramientas evolucionan, el arte y la cultura siguen siendo un territorio de preguntas, emociones y exploración. La IA bien entendida, puede ser una nueva aliada en ese camino.El futuro ya está aquí, y ABASC tiene mucho que decir en esta conversación.

Estamos viviendo una transformación silenciosa, impulsada por la tecnología y la conexión global. No se trata de cambiar todo de inmediato, sino de empezar a mirar lo que ya está pasando.
Las nuevas tecnologías han ampliado nuestras capacidades para comunicarnos, aprender y relacionarnos. Poco a poco, están cambiando la forma en que vivimos, trabajamos y nos organizamos como sociedad.No es una amenaza, sino una oportunidad. No se trata de temer al cambio, sino de entenderlo y adaptarnos con calma, paso a paso.Esta es solo una mirada hacia lo que podría venir. Nada más, pero tampoco nada menos.

La ABASC, que ha sabido mantenerse viva durante ciento veinticinco años, está hoy ante una encrucijada estimulante. Adaptarse no es solo una opción, sino un puente entre la tradición y el futuro de la necesidad de seguir siendo un referente en cultura en El Puerto de Santa María.


Antonio Leal Jiménez
Académico de Santa Cecilia
1 de agosto 2025

2.8.25

Historia de la letra "ñ"

Origen de la Ñ
El fonema que representa la letra “ñ” es el sonido nasal palatal. Es decir, el sonido que se produce cuando el aire sale por la nariz y el dorso de la lengua se apoya contra el paladar.
Este es un sonido que no existía en el latín. Pero con la evolución del mismo surgieron las lenguas romances, que sí utilizaban este fonema; pero no había una grafía ni una norma concreta para dejarlo por escrito. Esto derivó en una situación caótica en la que cada cuál elegía de qué formas quería escribirlo. Era frecuente -incluso- encontrarse diferentes formas gramaticales para el mismo sonido en un mismo texto.
Los usos más aceptados era la n acompañada por otros signos, como la “I”, la “G” o la “Y”. Pero en el caso de la lengua de Castilla, la práctica más extendida era escribir la “n” geminada. Es decir, con una doble “ene”.

En la Edad Media, copiar un libro era una tarea que llevaba años y que los monjes hacían a mano, letra a letra, con tinta que costaba dinero, y trazos que costaban vidas. Y cuando cada trazo importa, cualquier forma de ahorrar se convierte en una revolución.

Así nació la Ñ. Los copistas comenzaron a abreviar las letras duplicadas, colocando un trazo sobre la letra original. Esa virgulilla (~), que hoy vemos como un adorno, fue primero una necesidad: menos tinta y menos tiempo. 

Pasó con “anno”, que se convirtió en año, con “hispannus”, que con el tiempo pasó a español, con “pannum”, que acabó en paño... No era un invento estilístico, era supervivencia, hacer más con menos. Pura picaresca española.


En el siglo XIII, Alfonso X el Sabio, viendo la anarquía a la que tenían que hacer frente los escribanos y los lectores, estableció el uso preferente de la Ñ para el castellano. Pero no fue hasta que Antonio de Nebrija la incluyó en la primera gramática del castellano en el año 1492, cuando la Ñ quedaría anclada para siempre a nuestro idioma.

A diferencia de lo que se suele creer, el español no es el único idioma que usa la Ñ. Sólo en la Península Ibérica (además del castellano) también la utilizan el asturiano, el euskera y el gallego.

Sin la Ñ, “Spain is not different”. Si se perdiese la letra más característica de nuestro idioma, los españoles no podrían referirse a sí mismos como españoles, no podrían irse de cañas y no podrían demostrar su enfado con esa palabra que usted y yo sabemos.

Hubo un momento en los años 90 en el se corría un serio peligro de no haber podido escribir (ni leer) este artículo. La Comunidad Económica Europea, en un arrebato de arrogancia y desprecio cultural, estuvo a punto de conseguir que los fabricantes de ordenadores eliminasen nuestra querida Ñ del teclado.


Una tentativa que la mismísima RAE calificó de “atentado”. Al fin y al cabo, en torno a 500 millones de personas en el planeta tienen el español como primera lengua, sólo por detrás del chino mandarín (y desde luego más hablantes que el inglés, el francés o el alemán).

Gracias a la intervención de personajes de reconocido prestigio como Mario Vargas Llosa, Fernando Lázaro Carreter o Gabriel García Márquez, la iniciativa europea se acabó viendo frustrada.

De hecho, fue el escritor colombiano, Gabriel García Márquez, quién explicó: “Es escandaloso que la CE se haya atrevido a proponer a España la eliminación de la eñe solo por razones de comodidad comercial” (...) “los autores de semejante abuso y tamaña arrogancia deberían saber que la eñe no es una antigualla arquitectónica, sino todo lo contrario, un salto cultural de una lengua romance que dejó atrás a las otras al expresar con una sola letra un sonido que en otras letras sigue expresándose con dos”.

Finalmente, la solución definitiva al conflicto llegó en 1993 con un Real Decreto de artículo único que, basándose en el artículo 107 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (que contempla imponer excepciones a las normas por “excepción cultural”) consiguió blindar a la Ñ de este “atentado”.

“Todos los aparatos de funcionamiento mecánico, eléctrico o electrónico, que se utilicen para la escritura, grabación, impresión, retransmisión de información y transmisión de datos, y que se vendan en España, deberán incorporar la letra Ñ y los signos de apertura de interrogación y de exclamación” (Real Decreto 564/1993, de 16 de abril de 1993).
La 'ñ' podrá utilizarse en el dominio '.eu'

No existe en el orden latino internacional, es la única letra del alfabeto castellano originada en la península ibérica. Las primeras letras eñes de la historia se encuentran en un texto fechado en 1176 pero no formó parte del diccionario de la Real Academia Española (RAE) hasta 1803.
Más de 15,700 palabras en nuestro idioma la contienen y más de 350 comienzan con esa consonante .


Con mi agradecimiento a
Juan Carlos Aguinaco
que me indicó el camino.
Gonzalo Díaz Arbolí