10.8.23

18 de agosto de 1947. La tragedia silenciada que tiñó Cádiz de rojo


Cómo homenaje, el blog “Desde mi rincón del arte” quiere participar, en el recuerdo del dolor y la pérdida que causó esta dantesca catástrofe para honrar así, a quienes en su día no pudieron ejercer ni siquiera el derecho a la protesta.

El 18 de agosto de 2023 se cumplen 76 años de la Explosión de Cádiz, en negrita, como hay que escribirlo; una fecha trágica e inconfundible que sigue presente en el recuerdo de todos los gaditanos y que nunca olvidaremos.

La noche en la que la explosión negligente de un polvorín de la Armada que, según las cifras oficiales, probablemente menores que las reales: mató a 152 personas, dejó más de 5,000 heridos, y en torno a 2,000 edificios dañados de los cuales 500 quedaron completamente destruidos, devastó media ciudad y tiñó el cielo de un intenso rojo infernal. Y como cuenta el historiador José Antonio Aparicio Florido: La inseguridad del almacenaje era tal que, en julio de 1943, el teniente coronel Manuel Bescós emitió un informe que ya advertía que “la carga podía explotar en cualquier momento” y que, cuando eso ocurriese, “provocaría una verdadera catástrofe nacional”. Cuatro años después, su peor vaticinio se hizo realidad, aunque su informe nunca llegó a usarse ni citarse en la posterior investigación de las causas del siniestro. El suceso no tardó en envolverse de un halo de misterio, alentado por el propio franquismo.

Epicentro de la explosión

No era lo que los gaditanos esperaban de esa noche del 18 de agosto de 1947. Más allá de las murallas de Puerta Tierra, en la que hoy es la zona nueva de la ciudad, la vida bullía. Unos disfrutaban al fresco de sus lujosas villas de verano, otros trabajaban en el turno nocturno de los astilleros y otro tanto se disponía a cenar en sus humildes casas de la barriada obrera de San Severiano.

Así quedó la Casa Cuna

Los niños de la cercana Casa Cuna dormían cuando, en lo que era el Almacén n.º 1 de la Base de Defensas Submarinas de Cádiz, 1.600 cargas armadas con el inestable explosivo trilita saltaron por los aires. Fue a las 21:45, sonaban las señales de Radio Nacional del parte cuando la ciudad se quedó a oscuras, tan solo iluminada por el inmenso hongo rojo que dibujó la explosión en el cielo.

Fue una noche terrible. Había cuerpos por todos sitios, gente llorando, buscando a sus familiares. Centenares de familias quedaron rotas para siempre en un suceso que pronto quedaría envuelto en el oscurantismo del régimen franquista.


Así quedaron las puertas de la Catedral en intramuros a pesar de las murallas
 
La potencia de la deflagración fue tal que dejó un cráter de dos metros de profundidad y fue audible desde Huelva o Sevilla y visible desde Ceuta. El centro histórico se salvó de la onda expansiva gracias a las murallas, pero la zona de extramuros resultó devastada con casi 2.000 edificios dañados. “Para hacernos una idea, las 200 toneladas que explotaron equivalen en 18 veces a la madre de todas las bombas, la GBU-43, que Estados Unidos lanzó sobre Afganistán en abril de 2017”.



Los archivos clasificados
La desclasificación de los archivos militares relacionados con la Explosión de Cádiz y su acceso libre para los investigadores es otro de los objetivos y reivindicaciones para este señalado aniversario. La investigación no ha acabado aún, continúa muy viva y existen algunas lagunas, pequeños vacíos de la historia que faltan por cubrir y que requiere una revisión exhaustiva de la documentación original. Sabemos quién la tiene, dónde se conserva, los números de los legajos y cajas; es justo que se nos abra la llave. Es el mayor ejercicio de transparencia que se nos podría ofrecer y que tanto tiempo llevamos reclamando sin éxito.
Conozcan la opinión del investigador D. José Antonio Aparicio Florido: AQUÍ Y AQUÍ.

Ya todo está prescrito, pero sería simbólico, un descanso, que la Armada reconociese lo ocurrido. Al fin y al cabo, la deuda moral no prescribe nunca y un simple gesto puede ser el comienzo de la ansiada reconciliación y la definitiva asunción de un desastre irreversible.

Minas submarinas que no llegaron a explotar, gracias a la intervención de Pascual Pery Junquera y un grupo de marineros

En 1986, la corporación municipal había nombrado hijos predilectos o adoptivos a los únicos héroes reconocidos: Pascual Pery Junquera y a un grupo de marineros; en 2011, y después de mucho insistir, a otro de los héroes olvidados: Antonio Ristori Fernández.

Mis recuerdos de aquel trágico día: la explosión ocurrió a las 21:45, yo tenía entonces nueve años y vivía con mis padres en Vejer de la Frontera, en esos días y según la tradición se celebran las fiestas en honor de la Patrona Ntra. Sra. de la Oliva y en mis juegos infantiles no me percaté de nada especial, pero sí mi padre que observó como todo el cielo se cubrió de un intenso rojo de fuego, momentos después escuchó un estruendo lejano; impresionado y estremecido llegó a casa para saber de nosotros, éramos 7 hermanos. 
Hasta el día siguiente no supimos de la terrible tragedia, mis padres, con familiares en Cádiz, querían desplazarse para donar sangre pero, entonces el transporte no era fácil lo que les imposibilitó cumplir sus deseos. 

Quiero que conste este comentario de mi sobrina Carol Díaz-Arbolí Jiménez:
Estamos vivos gracias al tío de Carlos Pery (Pascual Pery Junquera) que desactivó las bombas jugándose la vida y, mi bisabuelo materno (el cirujano José Jiménez Lebrón) que estuvo atendiendo a los heridos mientras su mujer fallecía. 

Rezamos todos los días por su alma.



Fuente: Los exhaustivos artículos y entrevistas del investigador gaditano, D. José Antonio  Aparicio Florido.  
Gonzalo Díaz-Arbolí

2 comentarios:

Carol Díaz-Arboli Jiménez dijo...

Estamos vivos gracias al tío de Carlos Pery (Pascual Pery Junquera) que desactivó las bombas jugándose la vida y, mi bisabuelo materno (el cirujano José Jiménez Lebrón) que estuvo atendiendo a los heridos mientras su mujer fallecía.
Rezamos todos los días por su alma.

José Valencia Roldán. dijo...

Sobre la explosión de Cádiz, conozco unos hechos que jamás lo he visto comentado.
He prestado mis servicios tanto en la estación de Telegrafía sin Hilos como la Costera Radiotelefónica en Cádiz, y de ahí me viene los testimonios de las personas que en el momento de la explosión, estaban de guardia.
La explosión, arrasó todas las líneas eléctricas, y ambas estaciones tenían generadores propios que se pusieron en marcha, y la primera información del suceso que llegó a Sevilla, fueron comunicadas por el personal de guardia en ambas estaciones.

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