Te fuiste, Ebru, en el calor de tus palabras
nacidas de la sangre que corren por tus venas
de un mundo soñado donde existe la justicia.
Te fuiste en la oscuridad de una noche
entre húmedas paredes de una cárcel
y una cama de hospital con sabor a muerte
en la oscuridad de la luz que te robaron
ante tus ojos, cerrando la puerta de tu vida
que comenzaba en la luz de la mañana.
Y un candado de hierro aprisionó tus sueños.
Dedos de acero cerraron tus ojos despiertos.
Una pluma de tinta negra firmo tu suerte
para que callaras la verdad de tus palabras
y quedaran ocultas en el seno de las sombras
para que nadie viera el brillo de tu mirada.
La injusticia cruel te encarceló en la noche
para que no vieras el sol iluminando el día
de una vida que comienza con el sol que clarea,
las voces en las calles y los deseos vividos
las tardes con sueño esperando unos ojos
que quieren ver la luz de las estrellas
que no mienten y sólo bailan y miran.
Las noches son los sueños de la vida.
Te marchaste por el camino de la muerte
cuando los días ofrecían mañanas de vida,
tardes de paseos y noches de sueños
con poemas escondidos en los recuerdos
que has creado en los años de tu vida,
entre árboles sin palabras que saludan,
cielos negros y estrellas tristes apagadas
que lloran el castigo de tu ausencia
que esperabas paciente y no merecías.
Se apagó tu boca. Y en tus labios, la vida.
Y en la vida, los sueños de la justicia.
El cielo se vistió de luto de ausencia
que otros adornaron con falsas palabras,
llantos fingidos y lágrimas de arena.
Curioseo entre las fotos de periódicos,
en los medios reflejados en una pantalla
y veo tu cara y fijo mis ojos en tus ojos
con párpados como puertas abiertas
que destilan brisas valientes de palabras,
brillos de esperanza y deseos de justicia
que te llevaron cautiva de la voz de la mentira
para borrarte la verdad de tu presente
que brotaban del corazón de tus labios.
Las ideas justas y libres no mueren,
cuando nacen de la verdad del corazón
de la justicia que aviva la vida de tus días,
y de los sueños luminosos de tus noches
cuando el mundo se abre ante tus ojos
como el libro de la vida con sus hojas abiertas
Nosotros, humanos, los silenciosos del mundo,
porque no salen palabras de los labios cerrados,
con ojos que no miran y mentes de fango
y el miedo grapado en la piel de la vida
preferimos el silencio oscuro que esclaviza
las palabras negras sin alma que enamoran
un corazón sin latidos con huidos sentimientos.
Y elegimos la vida en lo oscuro de las sombras
huyendo del alba que abre la luz a la mañana,
la ceguera consciente como un seguro de nada,
el engaño en la luz del sol de las mañanas,
la humillación consentida ante la cabeza altiva
apoyada en unos hombros de brisa diluida
que sostiene una piedra sin cara, sin ojos y sin labios,
la espalda que oculta el rostro que mira,
porque somos prisioneros y esclavos obedientes
de la voz que ordena, roba la vida y castiga
a habitar en la sombra y borrar los recuerdos.
La mentira es el consuelo de la vida.
Y rogamos que nada cambie y todo perdure
que en el olor podrido del poder del engaño
reine el miedo y se apague la risa.
Y aplaudimos con fuerza las voces de aire
bajo un sol que no calienta, olas detenidas,
y tristes noches sin luna y sin estrellas
esperando palabras de sangre que consuelan.
Tú, Ebru, de rostro de verdad luminosa,
has defendido la libertad de las palabras
ante payasos de muerte armados y sin libros
muriendo porque lo han querido tus sueños
y tu corazón que sangra con la esperanza
de ver un día la luz del mar en tus ojos.
Te has ido defendiendo una guerra perdida
contra sombras negras que ocultan la mañana,
con ojos alegres y deseos de esperanza
hacia el país de los sueños de otra vida
esperando un cielo donde brillan las estrellas
que iluminan los ojos encendidos de tus sueños.
Diego Ruiz Mata (en el libro “Ausencias”)
Académico de Santa Cecilia
"Acabamos de perder a nuestra amiga abogada Ebru Timtik, que ha fallecido tras 238 días en ayuno para pedir un juicio justo", anunció en un tuit la ÇHD, de la que Timtik era miembro.Timtik fue condenada en marzo de 2019 a 13 años y seis meses de prisión por "ser miembro de una organización terrorista" en un polémico juicio en el que la defensa criticó la falta de acceso a las pruebas y que el tribunal aceptó testigos anónimos.
Junto a ella fueron condenados otros 17 abogados del ÇHD a un total de 159 años de prisión por vínculos con el grupo armado ultramarxista Partido-Frente Revolucionario de Liberación del Pueblo (DHKP-C).La abogada turca Ebru Timtik, quien falleció tras permanecer casi ocho meses en huelga de hambre.
Timtik inició una huelga de hambre el pasado 2 de enero, seguida un mes después por otro abogado condenado, Aytaç Ünsal. Ambos fueron hospitalizados a finales de julio después de que un tribunal se negara a liberarlos, pese a un informe del Instituto de Medicina Forense de Estambul detallará su deterioro físico.
Miles de personas mandaron hoy mensajes de condolencias por la muerte de la letrada y criticaron la situación del sistema judicial en Turquía.
Timtik es la cuarta persona presa turca que fallece este año en huelga de hambre, tras la muerte de dos músicos de la banda Grup Yorum, que exigían la liberación de siete miembros del grupo; y la muerte de Mustafa Koçak, que pedía un "juicio justo".