11.8.25

Reencuentros


 

“Es como si el alma despertara de nuevo”, me dice Ana, después de cincuenta y cinco años sin vernos. Hay momentos en la vida que nos devuelven lo esencial. Reencontrarse con viejos amigos no es solo recordar, es volver a sentir. Es revivir la risa compartida, el apoyo silencioso, la complicidad de quienes nos vieron crecer. Y para nosotros, ese reencuentro tiene un nombre, un paisaje y un latido común: Alcázar de San Juan.
Alcázar de San Juan no fue solo el lugar donde nacimos y crecimos; fue el escenario donde aprendimos lo que significa compartir la vida. Allí nacieron amistades que hoy siguen vivas en la memoria y en el corazón.

¿Cómo olvidar los guateques en casa de algunos valientes con tocadiscos, como Fortu, M. Conchi, Pepe…? Aquellos bailes improvisados con luces bajas, canciones de Los Brincos, el Dúo Dinámico, o Fórmula V, la tuna, risas nerviosas y promesas que sabían a eternidad. Las tardes de sábado en los cines Alcázar, Crisfel y Cenjor, con olores mezclados de palomitas, pipas y tejidos viejos, donde más que películas, mirábamos de reojo al amor platónico unas filas más allá. La Fortuna, con sus vitrinas repletas de dulces, tebeos y sobres sorpresa, era una parada obligada, un templo de sabores que aún hoy podemos saborear en la memoria. Y cómo no, La Teresa o Eloy, rincones que fueron parte de nuestra coreografía vital. Los partidos de baloncesto jugando una de las fases de ascenso a primera división.

En cada esquina de este pueblo se tejieron lazos profundos, de esos que no necesitan palabras para entenderse. Alcázar de San Juan fue el punto de partida, donde la amistad surgía con la naturalidad con que los niños se dan la mano: simplemente estando.

Allí compartimos bicicletas, meriendas en Santa Águeda, Santa Apolonia o San Marcos, partidas de futbolín, confidencias al atardecer de los primeros amores, silencios cómplices, aficiones deportivas, y sueños por cumplir. Entre plazas, escuelas, calles y ferias y fiestas, forjamos vínculos que aún hoy nos definen. Aprendimos lo que es tener un compañero de vida, aunque entonces no supiéramos ponerle nombre.

Con el tiempo llegaron los cambios, las responsabilidades, la distancia. La vida, con su ritmo callado, nos fue llevando por caminos distintos. A veces, una canción o una calle nos traía un recuerdo fugaz y una sonrisa inevitable. Pero el contacto, poco a poco, se fue perdiendo.

Hasta que un día, el corazón —ya en la madurez— nos susurra que es hora de mirar atrás. No con tristeza, sino con gratitud. Y entonces ocurre la magia: reencontrarse con viejos amigos es abrir una ventana a lo más puro de nuestra historia. Al mirarnos, nos reconocemos. No importa cuántos años hayan pasado ni cuánto hayamos cambiado.

Volver no es solo un acto físico. Es un gesto del alma. Es recuperar esa parte nuestra que quedó entre las calles y la gente de Alcázar de San Juan. Las conversaciones fluirán como si el tiempo no existiera. Reiremos con más sabiduría, compartiremos recuerdos, pero también cicatrices, aprendizajes y nuevos sueños. Y, sobre todo, agradecimiento. Porque la vida, que tanto nos separó, también nos ofrece la dicha de reencontrarnos.

A veces, creemos que ya es tarde, o sentimos pudor por el tiempo transcurrido. Pero la verdad es que la mayoría anhela lo mismo: una charla sincera, un abrazo sentido, una conexión que vuelve a nacer. Las amistades verdaderas no mueren: esperan. Y basta un gesto pequeño —una llamada, un mensaje— para despertarlas.

Reencontrarnos no es volver al pasado. Es dar sentido al presente. Es reír, recordar y sentirse parte de algo más grande: una historia común. Un nosotros.

Por eso quiero compartir un sueño. Era un fin de semana otoñal, lleno de nostalgia y esperanza. Cientos de amigos, de todas las generaciones, tanto quienes están como quienes regresan por un día, se reencontraban en Alcázar de San Juan. Aquel día fue proclamado con emoción como El Día del Reencuentro.

La jornada comenzó con una cálida y emotiva recepción encabezada por nuestra alcaldesa, quien nos abrió las puertas del corazón del pueblo con generosidad y cercanía. Con ella compartimos nuestras historias, nuestras memorias entrelazadas, nuestras raíces comunes.

No solo se vivió como un acto institucional, sino como un verdadero abrazo colectivo, simbólico y sincero, a lo que fuimos, a lo que somos, y a lo que nunca dejaremos de ser. Luego se degustaron alguno de los platos tradicionales como las gachas, pipirrana, pisto, guiso de bodas, duelos y quebrantos, cordero, «ensalá» de limón…, vinos, el queso y las «tortas de Alcázar». El sueño vivido me regaló un despertar sonriente y esperanzador, que me hizo recordar que los lazos verdaderos nunca se rompen. Las siguientes horas sentí una mezcla de nostalgia suave y asombro por lo lejos que ha llegado el tiempo.

Porque Alcázar de San Juan no es solo un lugar en el mapa. Es un punto de encuentro emocional. Es la tierra donde nacieron amistades que aún nos acompañan, incluso en la distancia. Volver allí será como mirar una vieja fotografía… y verla cobrar vida.

Nunca es tarde para reencontrarse. Si alguien te marcó, si algún rostro ronda tu memoria con ternura, no lo dejes pasar. Tal vez ese reencuentro esté a solo un mensaje de distancia. Porque hay amistades que no mueren: solo duermen. Y cuando vuelven a mirarse, lo entienden todo.

Antonio Leal Jiménez

3.8.25

 La Academia de Bellas Artes Santa Cecilia (ABASC) es un pilar fundamental en la vida cultural de El Puerto de Santa María. Con 125 años de historia, ha sido semillero de artistas, espacio de encuentro intergeneracional y motor de pensamiento crítico. Su labor educativa y su compromiso con la cultura la han convertido en una institución imprescindible que ha sabido conservar su alma artística mientras abre sus puertas al pensamiento contemporáneo.

Reconocida en 2025 con la Bandera de Andalucía de las Ciencias Sociales y las Letras, destaca por su compromiso con la cultura y la divulgación del conocimiento.
Con trecientos socios y más de ciento cincuenta alumnos matriculados en disciplinas como solfeo y piano, guitarra, pintura, cerámica, dibujo artístico y modelado, la institución se mantiene como una referencia viva del quehacer cultural en la ciudad.
Pero la esencia de ABASC va más allá de sus aulas. Su vocación siempre ha sido doble: conservar la herencia artística y, al mismo tiempo, abrirse al pensamiento contemporáneo. Desde sus inicios, ha sido un espacio de encuentro donde conviven generaciones, saberes y miradas distintas.

Lo demuestra su programación regular, especialmente los Martes de la Academia, un ciclo de conferencias, en el que profesionales e investigadores especializados en diversas disciplinas del conocimiento y la práctica dialogan sobre temas que van desde el arte hasta los debates sociales más actuales. Es un verdadero foro vivo que atrae tanto a ponentes nacionales como al público local, generando comunidad y pensamiento.

Martes de la Academia. 2015
Publicación en 1615 de la primera edición de la “Segunda parte del Ingenioso caballero don Quijote de la Mancha” de Miguel de Cervantes. Director, José  luis Alonso de Santos

A estos encuentros se suman recitales, exposiciones, presentaciones de libros, homenajes, charlas científicas, investigaciones sobre el patrimonio local y publicaciones, entre las que destacan Los Pliegos de la Academia, centrados en traducciones literarias y poéticas de alta calidad que reúne a escritores, traductores, historiadores y académicos de distintas áreas.Todo esto convierte a la ABASC en un centro cultural de referencia en Andalucía.

Otra de sus grandes fortalezas es el Cuerpo de Académicos de Artes, Ciencias y Letras, fundado en 1984, e integrado por profesionales de reconocido prestigio en diversas disciplinas del conocimiento. Todos participan activamente, tejiendo redes con universidades, conservatorios, museos y centros de investigación.

Constitución del Cuerpo de Académicos  11 septiembre 1984

Con más de un siglo de historia, la ABASC se mantiene como un referente cultural en Andalucía, abierta tanto a la tradición como a la innovación, todo ello gracias al inconmensurable trabajo de las diversas Juntas Directivas.

Hoy, en pleno cambio de era, una nueva pregunta atraviesa su trayectoria: ¿cómo afrontar el impacto de la Inteligencia Artificial (IA) en el mundo de la cultura y la difusión del conocimiento?

Lejos de verlo como una amenaza, la ABASC podría encontrar en esta transformación una valiosa oportunidad para seguir creciendo. La IA ya está presente en muchas formas de creación: música generada por algoritmos, plataformas que asisten a ilustradores, herramientas de apoyo para escritores y compositores. En este contexto, adaptarse no solo es deseable, sino necesario para atraer a nuevas generaciones y mantener la relevancia cultural.

Como propuesta para abrir este diálogo, planteamos la organización de un ciclo temático en 2026, titulado "Cultura y Arte e Inteligencia Artificial", que invite a pensar críticamente —pero con curiosidad— sobre estas nuevas formas de creación. La idea sería reunir a artistas, tecnólogos, filósofos y educadores para reflexionar sobre preguntas clave: ¿puede una máquina ser creativa? ¿Cómo cambian nuestras herramientas la forma de enseñar y aprender cultura? ¿Qué límites éticos debemos considerar? ¿Hasta dónde puede llegar la IA?

El ciclo podría incluir conferencias, mesas redondas, demostraciones prácticas y una exposición de obras generadas con IA, siempre desde el compromiso de combinar sensibilidad artística con innovación. Este tipo de iniciativas no solo enriquecerían la programación cultural de la ABASC, sino que permitirían sentar las bases de futuras líneas formativas más acordes con los tiempos que se avecinan.

A medio plazo, también podría contemplarse la incorporación de talleres experimentales que exploren el uso de IA en disciplinas como dibujo, cerámica o escultura digital: generación de bocetos, propuestas de color, sugerencias de forma o textura... Todo ello sin sustituir la creatividad humana, sino ampliando sus horizontes.

Por supuesto, este camino requerirá formación específica para el profesorado, inversión en recursos técnicos y una reflexión ética profunda sobre los límites y posibilidades de la tecnología. Pero si algo ha demostrado la ABASC a lo largo de su historia es su capacidad de evolucionar sin perder su esencia: el amor al arte, al conocimiento y a la difusión de la cultura.

En un mundo donde los lenguajes cambian y las herramientas evolucionan, el arte y la cultura siguen siendo un territorio de preguntas, emociones y exploración. La IA bien entendida, puede ser una nueva aliada en ese camino.El futuro ya está aquí, y ABASC tiene mucho que decir en esta conversación.

Estamos viviendo una transformación silenciosa, impulsada por la tecnología y la conexión global. No se trata de cambiar todo de inmediato, sino de empezar a mirar lo que ya está pasando.
Las nuevas tecnologías han ampliado nuestras capacidades para comunicarnos, aprender y relacionarnos. Poco a poco, están cambiando la forma en que vivimos, trabajamos y nos organizamos como sociedad.No es una amenaza, sino una oportunidad. No se trata de temer al cambio, sino de entenderlo y adaptarnos con calma, paso a paso.Esta es solo una mirada hacia lo que podría venir. Nada más, pero tampoco nada menos.

La ABASC, que ha sabido mantenerse viva durante ciento veinticinco años, está hoy ante una encrucijada estimulante. Adaptarse no es solo una opción, sino un puente entre la tradición y el futuro de la necesidad de seguir siendo un referente en cultura en El Puerto de Santa María.


Antonio Leal Jiménez
Académico de Santa Cecilia
1 de agosto 2025

2.8.25

Historia de la letra "ñ"

Origen de la Ñ
El fonema que representa la letra “ñ” es el sonido nasal palatal. Es decir, el sonido que se produce cuando el aire sale por la nariz y el dorso de la lengua se apoya contra el paladar.
Este es un sonido que no existía en el latín. Pero con la evolución del mismo surgieron las lenguas romances, que sí utilizaban este fonema; pero no había una grafía ni una norma concreta para dejarlo por escrito. Esto derivó en una situación caótica en la que cada cuál elegía de qué formas quería escribirlo. Era frecuente -incluso- encontrarse diferentes formas gramaticales para el mismo sonido en un mismo texto.
Los usos más aceptados era la n acompañada por otros signos, como la “I”, la “G” o la “Y”. Pero en el caso de la lengua de Castilla, la práctica más extendida era escribir la “n” geminada. Es decir, con una doble “ene”.

En la Edad Media, copiar un libro era una tarea que llevaba años y que los monjes hacían a mano, letra a letra, con tinta que costaba dinero, y trazos que costaban vidas. Y cuando cada trazo importa, cualquier forma de ahorrar se convierte en una revolución.

Así nació la Ñ. Los copistas comenzaron a abreviar las letras duplicadas, colocando un trazo sobre la letra original. Esa virgulilla (~), que hoy vemos como un adorno, fue primero una necesidad: menos tinta y menos tiempo. 

Pasó con “anno”, que se convirtió en año, con “hispannus”, que con el tiempo pasó a español, con “pannum”, que acabó en paño... No era un invento estilístico, era supervivencia, hacer más con menos. Pura picaresca española.


En el siglo XIII, Alfonso X el Sabio, viendo la anarquía a la que tenían que hacer frente los escribanos y los lectores, estableció el uso preferente de la Ñ para el castellano. Pero no fue hasta que Antonio de Nebrija la incluyó en la primera gramática del castellano en el año 1492, cuando la Ñ quedaría anclada para siempre a nuestro idioma.

A diferencia de lo que se suele creer, el español no es el único idioma que usa la Ñ. Sólo en la Península Ibérica (además del castellano) también la utilizan el asturiano, el euskera y el gallego.

Sin la Ñ, “Spain is not different”. Si se perdiese la letra más característica de nuestro idioma, los españoles no podrían referirse a sí mismos como españoles, no podrían irse de cañas y no podrían demostrar su enfado con esa palabra que usted y yo sabemos.

Hubo un momento en los años 90 en el se corría un serio peligro de no haber podido escribir (ni leer) este artículo. La Comunidad Económica Europea, en un arrebato de arrogancia y desprecio cultural, estuvo a punto de conseguir que los fabricantes de ordenadores eliminasen nuestra querida Ñ del teclado.


Una tentativa que la mismísima RAE calificó de “atentado”. Al fin y al cabo, en torno a 500 millones de personas en el planeta tienen el español como primera lengua, sólo por detrás del chino mandarín (y desde luego más hablantes que el inglés, el francés o el alemán).

Gracias a la intervención de personajes de reconocido prestigio como Mario Vargas Llosa, Fernando Lázaro Carreter o Gabriel García Márquez, la iniciativa europea se acabó viendo frustrada.

De hecho, fue el escritor colombiano, Gabriel García Márquez, quién explicó: “Es escandaloso que la CE se haya atrevido a proponer a España la eliminación de la eñe solo por razones de comodidad comercial” (...) “los autores de semejante abuso y tamaña arrogancia deberían saber que la eñe no es una antigualla arquitectónica, sino todo lo contrario, un salto cultural de una lengua romance que dejó atrás a las otras al expresar con una sola letra un sonido que en otras letras sigue expresándose con dos”.

Finalmente, la solución definitiva al conflicto llegó en 1993 con un Real Decreto de artículo único que, basándose en el artículo 107 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (que contempla imponer excepciones a las normas por “excepción cultural”) consiguió blindar a la Ñ de este “atentado”.

“Todos los aparatos de funcionamiento mecánico, eléctrico o electrónico, que se utilicen para la escritura, grabación, impresión, retransmisión de información y transmisión de datos, y que se vendan en España, deberán incorporar la letra Ñ y los signos de apertura de interrogación y de exclamación” (Real Decreto 564/1993, de 16 de abril de 1993).
La 'ñ' podrá utilizarse en el dominio '.eu'

No existe en el orden latino internacional, es la única letra del alfabeto castellano originada en la península ibérica. Las primeras letras eñes de la historia se encuentran en un texto fechado en 1176 pero no formó parte del diccionario de la Real Academia Española (RAE) hasta 1803.
Más de 15,700 palabras en nuestro idioma la contienen y más de 350 comienzan con esa consonante .


Con mi agradecimiento a
Juan Carlos Aguinaco
que me indicó el camino.
Gonzalo Díaz Arbolí

31.7.25

En memoria de un entrañable amigo: Jesús Almendros.

 

Jesús Almendros Fernández


Querido y entrañable amigo, Jesús: 

¡Cómo nos duele, ya, el silencio de tu voz! como director del programa de cine en Radio Puerto y de tus palabras escritas como colaborador del Diario de Cádiz y en tus magníficos e innumerable artículos que escribiste para el blog de la Academia de Bellas Artes Santa Cecilia.

Pero hoy, no queríamos, no podíamos encontrarnos con la lluviosa pena de llamar a tus aposentos y que ya no pudieras abrirnos tu puerta, pues habías llegado el momento de tu definitivo sueño.

Desde el cruel silencio que hoy nos amordaza queremos hacerle llegar a la soledad y al desconsuelo de Blanca, de tus hijos y de tus nietos el calor del afecto que tu supiste encender entre los que hemos tenido el privilegio de ser tus amigos y que, además, también nos enseñaste a alimentarlo y a acrecentarlo.

Ahora, como nunca, queremos formar todos… ¡formamos todos parte! de tu familia, deslumbrados por el relámpago de amistad, cercanía, sinceridad y entusiasmo que tú has sido.

A todos nos acompañará siempre la sombra cálida y entrañable del amigo, que desde la otra orilla, donde tú ya habitas, nos dictará el consejo, que, en cada momento, para no perder tu costumbre, nos ayudará a salvar los escollos a los que nos enfrente cualquier marejada de la vida y nos trasladará plácidamente al remanso y a la quietud de una ensenada.

Teniendo que soportar la negrura que nos deja este hueco de tu ausencia, nos dan ganar de gritar con Miguel Hernández:

¡No perdono a la muerte enamorada!
¡no perdono a la vida desatenta!
¡no perdono a la tierra ni a la nada!

Tu amplia producción literaria, tus artículos, tus grandes conocimientos de director de cine, nos obliga a recordarte, Jesús, en la fantasía de tus viajes por el mundo, desde donde nos remitía tus artículos, Nueva York, desde tu Gijón natal, o desde tu querida Donostía, mezcla de sueño y realidad, quimera y deseo, de forma que en su probeta de alquimista del tiempo y del espacio, hace que vivamos las escenas con emocionados latidos de realidad.
Jesús, tu presencia entre nosotros, muy unidos a tu familia, será perenne e imborrable, pero tú tampoco nos olvides desde tu nueva dimensión.

Como consuelo, Séneca escribió: ”En la pérdida del amigo ni estén secos los ojos, ni tampoco arroyen el suelo. También el duelo tiene vanidad. Esforcémonos para que el recuerdo de los seres que perdimos se nos vuelva apacible y alegre. Aquel que pensamos haber perdido, se nos adelantó. La memoria de nuestros amigos es agradable como las manzanas que tienen una sabrosa pereza.
Ahora no tienes ni ayer ni mañana, has olvidado el tiempo, has perdonado la vida, ya estás en paz.

Qué la tierra te sea leve.
Un fuerte abrazo y hasta pronto.

Gracias por todo lo que nos enseñaste, querido amigo.
Siempre estarás en nuestra memoria.
31 de julio de 2025
Tus amigos tertulianos

Su cuerpo será trasladado hasta el tanatorio municipal donde mañana, 1 de agosto, tendrá lugar el responso., a las once de la mañana.

29.7.25

Recordando al poeta Miguel Hernández. Un agudo sentimiento de pérdida y tristeza


El destino de todos los poetas ha estado siempre marcado por un ansia irreprimible de perfección, como la increíble peripecia de entusiasmo y vocación de Miguel Hernández.

Desde su alta frente como las palmeras de su Orihuela natal, entre el polvo que viaja con el rebaño de cabras, es apremiante culminar con presteza la reivindicación de nuestro admirado poeta para que su voz siga ocupando el privilegiado lugar que ocupa en la historia de la poesía castellana.

Miguel Hernández tenía un carácter alegre y unos redondos e inquietos ojos, unido a una singular capacidad creadora y a su irrenunciable vocación poética, que nos produce el mismo estremecimiento que un rayo de luz palpitando en nuestras venas.

La sonoridad, la emoción lírica que Miguel Hernández le imprime a su caudalosa profusión de metáforas, nos transporta a los dominios de lo inefable.

Detengámonos en el sortilegio metafórico con el que nos revela el pudor de su novia, Josefina Manresa.
En este soneto, parece ser, que relata un hecho real, de un día que Josefina le tiró un limón a Miguel en la cabeza porque él, estando en el huerto, le robó un beso al descuido y ella, ofendida, le tiró un limón y le produjo una herida sangrante, y además, a ella, parece ser que le hizo gracia el limonado hecho y encima se ríe.

Me tiraste un limón, y tan amargo,
con una mano cálida y tan pura,
que no menoscabó su arquitectura
y probé su amargura, sin embargo.

Con el golpe amarillo, de un letargo
dulce pasó a una ansiosa calentura
mi sangre, que sintió la mordedura
de una punta de seno duro y largo.

Pero al mirarte y verte la sonrisa
que te produjo el limonado hecho,
a mi voraz malicia tan ajena,

se me durmió la sangre en la camisa,
y se volvió el poroso y áureo pecho
una picuda y deslumbrante pena.

La elegía son sentimientos como el lamento, la nostalgia y la melancolía, que son causados por un desamor, por la muerte de un ser querido, por un lugar o por un acontecimiento triste.

La Elegía a Ramón Sijé:
Es un canto muy triste, un grito desesperado que pretende invocar a la amistad, una expresión muy poética del dolor de la pérdida de un amigo. Está entre los poemas más aplaudidos y expresivos de Miguel Hernández que escribe estas palabras para su amigo de Orihuela tras su muerte repentina.

No hay duda de que la ausencia sigue siendo el motivo que se perpetúa, el poema muestra el corazón resquebrajado del poeta que se ha visto sumido en la más auténtica desolación ante la muerte de su amigo Ramón.

La primera estrofa del poema se inicia con el pronombre personal YO dando motivos al lector para percatarse que, la voz poética y Miguel Hernández son la misma cosa.
En esta estrofa nos muestra la rotura del corazón del poeta. Sí, Miguel Hernández está profundamente afectado por la muerte de su amigo y ya solo le queda el lamento. Por ello, dice que “quiere ser el hortelano de la tierra que ocupa y estercola tan temprano, compañero del alma”. Quiere estar con él, aunque sea solo sembrando la tierra que ocupa.

En la segunda y tercera estrofa, se profundiza en este dramatismo de la descomposición orgánica del cuerpo de su amigo que, a su vez, sirve de alimento a la tierra y los seres que la habitan. A causa de ello, el dolor por la pérdida crece hasta el punto de usar una hipérbole, para decirnos: Tanto dolor se agrupa en mi costado/,que por doler me duele hasta el aliento.

Llegados a la cuarta y quinta estrofa podemos observar cómo ha sufrido el vate esta noticia y cómo de repentina ha sido la muerte de su amigo. Así es como introduce hasta la exageración donde afirma: Siento más tu muerte que mi mi herida, / lloro mi desventura y sus conjuntos / y siento más tu muerte que mi vida.

La novena estrofa tiene unos aires de rabia desbocados:

Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.

No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.

En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes
sedienta de catástrofes y hambrienta.

Cierra el poema estas dos tiernas y bellísimas estrofas, donde se imagina con su amigo paseando por los campos de almendros y lo menciona como "compañero del alma", donde demuestra el grado de empatía. Y ya en el últimas líneas se dirige al amigo como si existiera la posibilidad de una nueva charla entre ellos, en definitiva, como si su amigo fuera a leer el poema, o a escucharlo.

Tu corazón, ya terciopelo ajado,
llama a un campo de almendras espumosas
mi avariciosa voz de enamorado.

A las aladas almas de las rosas
del almendro de nata te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.

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CANCIÓN DEL ESPOSO SOLDADO

He poblado tu vientre de amor y sementera,
he prolongado el eco de sangre a que respondo
y espero sobre el surco como el arado espera:
he llegado hasta el fondo.

Morena de altas torres, alta luz y ojos altos,
esposa de mi piel, gran trago de mi vida,
tus pechos locos crecen hacia mí dando saltos
de cierva concebida.

Ya me parece que eres un cristal delicado,
temo que te me rompas al más leve tropiezo,
y a reforzar tus venas con mi piel de soldado
fuera como el cerezo.

Espejo de mi carne, sustento de mis alas,
te doy vida en la muerte que me dan y no tomo.
Mujer, mujer, te quiero cercado por las balas,
ansiado por el plomo.

Sobre los ataúdes feroces en acecho,
sobre los mismos muertos sin remedio y sin fosa
te quiero, y te quisiera besar con todo el pecho
hasta en el polvo, esposa.

Cuando junto a los campos de combate te piensa
mi frente que no enfría ni aplaca tu figura,
te acercas hacia mí como una boca inmensa
de hambrienta dentadura.

Escríbeme a la lucha, siénteme en la trinchera:
aquí con el fusil tu nombre evoco y fijo,
y defiendo tu vientre de pobre que me espera,
y defiendo tu hijo.

Nacerá nuestro hijo con el puño cerrado
envuelto en un clamor de victoria y guitarras,
y dejaré a tu puerta mi vida de soldado
sin colmillos ni garras.

Es preciso matar para seguir viviendo.
Un día iré a la sombra de tu pelo lejano,
y dormiré en la sábana de almidón y de estruendo
cosida por tu mano.

Tus piernas implacables al parto van derechas,
y tu implacable boca de labios indomables,
y ante mi soledad de explosiones y brechas
recorres un camino de besos implacables.

Para el hijo será la paz que estoy forjando.
Y al fin en un océano de irremediables huesos
tu corazón y el mío naufragarán, quedando
una mujer y un hombre gastados por los besos.


Dedicado a mi amiga Mercedes,
que me señaló el camino
Gonzalo Díaz-Arbolí

 


Santiago Ramos Plaza: el poeta alcazareño que no merece este silencio

 



El pasado 25 de julio celebramos la fiesta de Santiago, el apóstol y patrón de España. Cada año, mucha gente se une a esta celebración, pero hoy quiero hablar de otro Santiago.

Uno que no hizo el Camino ni llegó a Compostela. En lugar de eso, era viajero habitual en el “correíllo” y caminaba por su pueblo con libretas llenas de poesía, donde plasmaba versos sencillos llenos de verdad. Era un poeta que hablaba y escribía con verdadero amor a Alcázar de San Juan, usando plumas de la imprenta Mata.

Cantaba a su gente, a esas caras que había conocido siempre, a las historias de infancia y a las largas tardes; a las calles que lo vieron crecer y al paisaje que lo abrazaba. Un poeta manchego, con voz humilde y mirada limpia que algunos lo nominaron “poeta del pueblo”, desconociendo que, en realidad, su poesía es universal. Nunca buscó premios ni fama: se entregó por completo a sus versos, dejando su alma en cada palabra, sabiendo que tenía que darlo todo.

Sus poemas reflejan el amor profundo que emanaba de su espíritu por su gente y por la tierra que lo vio nacer, con una sensibilidad que no se aprende: se lleva dentro. Y, como suele pasar con quienes aman de verdad, parece que ha quedado en el olvido.

Santiago no murió solo una vez; también murió cuando su pueblo dejó de pronunciar su nombre. ¿Qué queda de él ahora? ¿Dónde está ese reconocimiento natural para quien dejó tanto en sus versos? ¿Por qué no hay homenajes, ni placas, ni calles con su nombre? La respuesta está en el silencio: un silencio que nace de la indiferencia y de nuestra costumbre de olvidar.

Una parte de su cuerpo descansa bajo tierra, junto a Doña Acacia. Sus poemas, en cambio, permanecen guardados en rincones que nadie visita. Y pocos, se toman la molestia de recordarlos. Hacerlo no es solo justicia para él, sino también una forma de reconocernos a nosotros mismos. Porque en sus versos estamos también nosotros.

Si dejamos que se pierdan, una parte de lo que somos también lo hará. Nuestro querido poeta no escribió para ser recordado, pero eso no quiere decir que debamos olvidarlo. Al contrario, al hacerlo, de alguna forma, nos recordamos a nosotros mismos.

Antonio Leal Jiménez
Académico de Santa Cecilia


25.7.25

26 julio, Día de San Joaquín y Santa Ana. DÍA DE LAS ABUELAS Y ABUELOS.

De izq. a dcha. Esperanza, Estela, Rebeca, Miguel, Irene y Patricia.

Diariamente cuando camino a casa, suelo leer el cartel que hay en una especie de mostrador exterior que tiene el Bar "Encálagüela Juana" dice: Los "agüelos" deberían ser eternos".  

Si, los abuelos deberíamos ser eternos. Esta es una frase repetida por gran multitud de personas que valora a los mayores que se convierten en sus segundos padres. Cuidamos, acompañamos, incluso permitimos pequeños caprichos a los nietos, y de ahí surge una relación que devuelve historias preciosas entre ambos


Hoy, en mi regreso,  volví a leer el mencionado cartel y reflexioné sobre el sentido de la frase, llevaba la cámara fotográfica, pedí permiso para tomar la escena, y ya en mi despacho encendí el ordenador para organizar un poco mis cavilaciones y  estas son las notas que escribo:
En primer lugar me hice la siguiente pregunta: ¿Qué papel representamos los abuelos en la familia? 

Existe un dicho popular, que se repite como un mantra, "los padres educan y los abuelos maleducan"; bien, pues ni es real, ni cierto. Tendemos a repetirlo cuando algunas de las decisiones de los abuelos no concuerda con nuestro ideal. 

Los abuelos somos un pilar fundamental en la educación de los nietos, les transmitimos sabiduría, experiencia, tranquilidad, cariño, estabilidad, valores, y conservamos la biografía familiar. Sin embargo, el beneficio es mutuo, ya que los abuelos también nos enriquecemos emocionalmente con el contacto de los nietos. Somos un tesoro, no por ser útiles, sino porque somos valiosos en sí mismos.
Los abuelos empatizamos con los nietos. Nos rejuvenecemos junto a ellos. De repente tenemos una 'segunda oportunidad' para demostrar nuestro cariño y amor sin tanto estrés ni ataduras de la época en la que criamos a nuestros hijos. 
En esta época donde ambos padres deben trabajar para llevar más ingresos a casa, el papel de los abuelos se ha vuelto aún más importante.

Los abuelos dejamos huella en el alma de los nietos, pues nuestro amor es tan profundo, incondicional e inmenso que no podemos evitar demostrarlo de todas las formas posibles. Y muchos de nuestros nietos nos toman como modelo.

Los nietos son para los abuelos una fuente de satisfacción, porque, excepto en casos extraordinarios, estos ya no tienen obligaciones de crianza, sino solo el placer de mimarlos. De los nietos recibimos diversión y amor. Nada relaja más a un abuelo que un nieto.
Además, hay cambios generacionales fácilmente constatables: los abuelos no somos personas ancianas, tenemos más salud y, en consecuencia, somos más activos; algunos están en la plenitud profesional.

Perdonad esta digresión. pero nos olvidemos del rol de las abuelas. En mi familia la abuela educa con una suave severidad. Nuestra última nieta de siete años, la quiere "Cocúa" qué palabra tan extraña, ¿verdad? quiere decir, (con locura), a pesar de las regañinas. Palabra inventada por nuestras nietas primogénitas gemelas. Otra palabra creada por ellas: "Bela y Belo" que, en el colmo de la ternura se transforman en "Belito o Belita". Estas palabras ya pertenecen al acervo familiar. 

Los nietos son quienes más nos abrazan, quienes nos dicen de forma más explícita lo que nos quieren,  será ¿porque tenemos más tiempo para escucharlos?
Recuerdo aferrarme a las piernas de mi abuela materna cuando recibía alguna reprimenda de mi padre, en ella me cobijaba para sentir el calor que irradiaban sus arrugadas manos.

A mi abuelo paterno le debo el amor por la música y el hermoso e inolvidable recuerdo de nuestras largas caminatas con hermanos y primos con la parada obligatoria para reponer fuerzas en la Venta Castro, en el cruce de la carretera de Medina en Vejer de la Frontera, de aquellas grandes tazas llenas de leche y el pan con manteca 'colorá' o chocolate.

Ahora casi al final de mi larga vida, una de mis frustraciones ha sido no poder disfrutar y aprender de mi abuelo materno, murió cuando yo tenía casi cinco años, siempre me llamó el general, quizá de haber vivido más a su lado hubiese cambiado mi futuro.  
Ahora descubro el intenso goce que me produce ser abuelo, e intento ser el mejor abuelo del mundo.

Decía Almudena Grandes, la felicidad es una forma de resistir. Traten de ser felices.


 Este vídeo ha sido realizado por nuestros hijos y nietos para celebrar el 80 cumpleaños de Bela. 
Hacer clic sobre la imagen para visualizar el vídeo 
Gonzalo Díaz-Arbolí

20.7.25

26 de julio 2025 se celebra el 150º aniversario de Antonio Machado, uno de los poetas más importantes de la literatura española

 


Antonio Machado y Ruiz. Sevilla, 26.VII.1875 – Collioure (Francia), 22.II.1939. Poeta y pensador.
Nació en el célebre palacio sevillano de Las Dueñas. Vivían allí varias familias en régimen de alquiler y el duque de Alba, su propietario, encargó la administración al padre del poeta. La infancia de Antonio Machado se desarrolló en un ámbito familiar ilustrado y progresista. Su padre, Antonio Machado y Álvarez, doctor en Letras y abogado, fue un prestigioso folclorista. Publicó en otras obras la Biblioteca de las Tradiciones Populares, importante trabajo que, junto con artículos periodísticos (que firmó con el seudónimo de Demófilo), Su hijo Antonio le describe así trabajando en su casa de Sevilla: 
Mi padre en su despacho
 la alta frente, 
la breve mosca, y el bigote lacio”.

El poeta guardará siempre una visión luminosa de su infancia sevillana: 

Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla. 
Y un huerto claro donde madura el limonero”. 

En 1883 su abuelo fue nombrado catedrático de la Universidad Central de Madrid y allí se trasladó toda la familia Machado, donde vivieron entre selectas amistades vinculadas en general a la Institución Libre de Enseñanza, a cuyo instituto-escuela asistieron los dos hermanos mayores: Antonio Machado, de ocho años de edad, y su hermano Manuel, de nueve años, hasta que comenzaron el bachillerato en los institutos de San Isidro y Cardenal Cisneros.

Antonio Machado participó activamente también en la vida cultural del Ateneo de Madrid. Pero no todo fueron gozos. En 1895 murió el abuelo, cuando los dos nietos mayores tenían veintidós y veintiún años y hubieron de asumir, junto con la abuela y la madre, el sostén de la familia. Los dos hermanos colaboraron en el Diccionario de Ideas Afines, dirigido por Eduardo Benot. La influencia ideológica de éste y otros viejos amigos de la familia, como Giner, Costa o Cossío, les preparó para entender en toda su tragedia el acontecimiento generacional que se aproximaba: el desastre del 98.

En 1900 Antonio Machado trabajó como actor en la compañía de Fernando Díaz de Mendoza y en septiembre obtuvo el grado de bachiller. Madrid en esos años reunía a los rebeldes que empezaban a levantar con orgullo el nombre del modernismo como réplica descarada al mote despectivo con que les insultaban viejos escritores conformistas instalados en el poder. Estaban allí poetas como Villaespesa, Rubén Darío, Juan Ramón Jiménez, Blasco Ibáñez, Benavente y también los Machado, y los que en 1912 bautizará Azorín con el nombre de Generación del 98: Valle-Iclán, Baroja, Maeztu y también los dos poetas y hermanos Machado.
Todos admiraban por entonces a Unamuno y al viejo maestro Galdós.

En 1903, salió en Madrid el primer libro de Antonio Machado: Soledades, en la colección La Revista Ibérica. Su intimismo desde el acento modernista obtuvo un gran éxito y comentarios muy elogiosos. El maestro Rubén Darío dedicó a Antonio Machado sus dos famosos poemas: “Misterioso y Silencioso” y “Ruego por Antonio a mis dioses”, que añaden puntos de gloria al joven poeta, además de demostrar el aprecio que por su poesía y persona comenzó a sentir el gran poeta nicaragüense.

Al mismo tiempo, Antonio Machado preparó oposiciones a cátedra de Francés para instituto de segunda enseñanza y obtuvo la plaza del Instituto General y Técnico de Soria, a la que se incorporó en septiembre de 1907 previa su toma de posesión en el mes de mayo. En 1907 aparecieron en la editorial Pueyo la colección de los poemas machadianos titulados Soledades, galerías y otros poemas. Entre ellos estaba su primer poema soriano: “Orillas del Duero”.

Antonio Machado - A orillas del Duero. Recita: Tomás Galindo

En el curso de 1907-1908 a Antonio Machado le abrumaba el tedio, lejos de Madrid, donde quedaron sus intereses: familia, amigos, vida literaria. Soria era entonces una pequeña ciudad de provincias. El poeta de las conversaciones en los cafés madrileños se sentía al principio ajeno a la ciudad y mandó colaboraciones a la revista madrileña La Lectura, y escribía también para el periódico Tierra Soriana. Pero el poeta íntimo quedó prendido en los solitarios paseos por las callejuelas de Soria bajo la luz de la luna: 

¡Soria fría! La campana
 de la audiencia da la una
 Soria, ciudad castellana 
 ¡tan bella! bajo la luna”.

De pronto surgió lo inesperado: en la casa de huéspedes había una jovencita de quince años hija de la patrona. Leonor era una belleza frágil, rubia y de ojos azules. Antonio va a amarla desde entonces con toda la pasión del amor primero. El 30 de julio de 1909 contrajeron matrimonio en Santa María la Mayor Leonor Izquierdo Cuevas, de dieciséis años, y Antonio Machado Ruiz, de treinta y cuatro. El poeta estaba ahora en la apacible posesión del amor y fue cuando el paisaje de Soria penetró mágico y vigoroso en la poesía de Machado, comenzando la nueva etapa esplendorosa y sublime de su poesía: álamos del amor en la ribera del Duero, grises alcores, cárdenas roqueras.


En La Lectura publicó el poeta varios poemas que más tarde entregó a Gregorio Martínez Sierra para su posterior publicación en el libro Campos de Castilla.

En noviembre fue nombrado miembro de número de la Academia de la Poesía Española y en diciembre le concedió la Junta para la Ampliación de Estudios la beca que había solicitado para seguir cursos de Filosofía Francesa en la Universidad de París.

En enero de 1911, desde Soria, se trasladaron Leonor y Antonio a la capital francesa. Pero inesperadamente, el 14 de julio Leonor sufrió una hemolisis. Era la fiesta nacional francesa y Antonio recorrió París sin encontrar un solo médico. Al día siguiente ingresó la enferma en una clínica, donde permaneció hasta septiembre, fecha en que regresaron a Soria. Trece meses vivió aún Leonor bajo el cuidado amoroso del poeta, que alquiló una casa en el alto del Mirón. En mayo de 1912 salió a la luz pública en la editorial Renacimiento su obra cumbre, Campos de Castilla, en que Machado abandonó la lírica intimista y se inundó de un paisaje que rebosaba las más profundas sensaciones humanas y donde latía la vida de las personas. Esta obra, que marcó el cambio de rumbo de la poesía española, fue entusiásticamente acogida en todos los ambientes literarios y en la prensa: entre otros artículos, los encomiásticos de Unamuno, en La Nación de Buenos Aires, de Ortega en Los Lunes de El Imparcial, de Azorín en ABC, etc., con el reconocimiento de un poeta en la cima de la literatura. Las relaciones con Unamuno fueron intensas y de especial admiración mutua. Poco después, el 1 de agosto murió Leonor a los diecinueve años.
Antonio abandonó la ciudad ocho días después, no pudiendo soportar la ausencia de Leonor: 

Señor, ya me arrancaste lo que yo más quería
 Oye otra vez, Dios mío, mi corazón clamar. 
Tu voluntad se hizo, Señor, contra la mía
Señor, ya estamos solos mi corazón y el mar”.

El 15 de octubre recibió la confirmación de su nombramiento como catedrático de Lengua Francesa en el Instituto General y Técnico de Baeza y aquí, “en un pueblo húmedo y frío, destartalado y sombrío, entre andaluz y manchego”, encerró Antonio su soledad entre libros. Fue entonces cuando estudió la lengua griega para leer en su fuente a Platón y a Aristóteles.
Profundizó en Descartes, en Kant, en Bergson. En 1916 obtuvo la licenciatura en Filosofía y Letras.

El recuerdo de Leonor le seguía y traía a sus versos la tierra de Soria, más entrañable ahora en la lejanía: 

“Allá en las tierras altas, 
por donde traza el Duero
 su curva de ballesta
en torno a Soria, entre plomizos cerros
 y manchas de raídos encinares,
 mi corazón está vagando en sueños...”.

Antonio estaba ya siempre en las citas de todos los acontecimientos literarios, reflejando su personalidad poética y social. En carta a Miguel de Unamuno hizo un retrato de la comarca andaluza que era ahora su retiro: mendigos y señoritos, jugadores, emigración y pobreza: 

Esa España inferior que ora y bosteza
vieja y tahúr, zaragatera y triste: 
esa España inferior que ora y embiste, 
cuando se digna usar de la cabeza”.

Siguió escribiendo y publicando sus poemas en La Lectura. Su poesía iba haciéndose cada vez más meditativa, más condensada en la descripción del paisaje con olivos de Jaén: 

“Campo, campo, campo. 
Entre los olivos. 
Los cortijos blancos”.

En Baeza conoció a un joven granadino de diecinueve años que formaba parte de una excursión, y así se encontraron por primera vez Antonio Machado y Federico García Lorca. El poeta, siempre comprometido socialmente, formó parte de la Comisión para la Reforma de la Segunda Enseñanza, en medio de una polémica que enfrentó a los diversos sectores del profesorado. En el otoño, consiguió lo que llevaba esperando desde hacía años: el traslado a otra ciudad que le acercase a Madrid: Segovia. Durante doce años iba y venía en tren de su instituto de Segovia a las reuniones y calles de Madrid.

El poeta fue también uno de los propulsores de la creación de la Universidad Popular en Segovia, un proyecto avanzado de renovación cultural. Muy interesado en la transformación real de España, fue uno de los fundadores en 1922 de la Liga Provincial de los Derechos del Hombre. Gozaba del máximo prestigio en los ambientes poéticos.  


Fuentes: 
Real Academia de la Historia (Recopilación del editor)
Prólogo de Juan de Mairena (Biblioteca El Mundo) por Alfonso Guerra (Resumen editor)
Youtube
Gonzalo Díaz-Arbolí


19.7.25

20 de julio de 1969. Se cumplen 56 años de la llegada del ser humano a la Luna


 

El 20 de julio de 1969, la misión Apolo 11 llevó a los primeros humanos a la Luna. Los astronautas Neil Armstrong y Buzz Aldrin, el módulo lunar, llamado "Eagle", alunizó suavemente en el Mar de la Tranquilidad, mientras que Michael Collins permaneció en órbita en el módulo de mando. Armstrong pronunció la famosa frase: "Este es un pequeño paso para un hombre, pero un gran salto para la humanidad". Caminaron por la Luna, realizaron experimentos y recolectaron muestras de roca lunar. Después de unas dos horas y media, regresaron al módulo lunar y se prepararon para el despegue.


¿Historia o leyenda?
Se cuenta que en los meses previos a la expedición, los astronautas se adiestraron en un remoto desierto de aspecto lunar del oeste de Estados Unidos. La zona es el hogar de varias comunidades de norteamericanos nativos, y hay un historia que describe un encuentro entre los astronautas y uno de los habitantes locales.

Un día, mientras efectuaban actividades de adiestramientos, se encontraron con un anciano nativo. El hombre le preguntó qué hacían allí. Le contestaron que formaban parte de una expedición de investigación que muy pronto viajarían para explorar la Luna. Cuando el anciano oyó esto, quedó en silencio por unos momentos, y después les pidió a los astronautas si le podrían hacer un favor.



   -¿Qué quiere usted? - le preguntaron.

Bueno -dijo el anciano- , la gente de mi tribu cree que en la Luna viven espíritus sagrados. Me preguntaba si ustedes les podrán transmitir un mensaje importante para ellos de parte de mi pueblo.

   -¿Cuál es el mensaje?- preguntaron los astronautas.

El hombre pronunció algo en su lenguaje tribal, y después les pidió a los astronautas que lo repitieran una y otra vez hasta que lo memorizaran correctamente.

   -Qué significa? -preguntaron los astronautas.

   -¡Oh! , no puedo decírselo. Es un secreto que solo nuestra tribu y los espíritus de la Luna pueden conocer.

Cuando volvieron a la base buscaron y buscaron hasta que en encontraron a alguien que podía hablar el lenguaje tribal, y les pidieron que tradujera el mensaje secreto. Al repetir lo que habían aprendido de memoria, el traductor se hecho a reír ruidosamente. Tras calmarse los astronautas le preguntaron qué quería decir. El hombre les explico que la frase que habían aprendido de memoria con tanto cuidado decía: "No creáis una palabra de lo que esta gente os diga. Han venido para robaros vuestras tierras".

FuenteWikemedia,

libro de Yuval Noah Harari. Sapiens. De animales a dioses

Breve historia de la humanidad.

Gonzalo Díaz Arbolí

17.7.25

Análisis del poema, "Una Mujer desnuda" de Mario Benedetti


Dibujo del arquitecto y dibujante, Carlos Hurtado Casanova. 3 minutos

Una mujer desnuda y en lo oscuro
tiene una claridad que nos alumbra
de modo que si ocurre un desconsuelo
un apagón o una noche sin luna
es conveniente y hasta imprescindible
tener a mano una mujer desnuda.

Una mujer desnuda y en lo oscuro
genera un resplandor que da confianza
entonces dominguea el almanaque
vibran en su rincón las telarañas
y los ojos felices y felinos
miran y de mirar nunca se cansan.

Una mujer desnuda y en lo oscuro
es una vocación para las manos
para los labios es casi un destino
y para el corazón un despilfarro
una mujer desnuda es un enigma
y siempre es una fiesta descifrarlo.

Una mujer desnuda y en lo oscuro
genera una luz propia y nos enciende
el cielo raso se convierte en cielo
y es una gloria no ser inocente
una mujer querida o vislumbrada
desbarata por una vez la muerte.
Mario Benedetti

Análisis
La mujer, para el poeta, sabe lo que quiere y cuando el hombre está mal, perdido y lo que le rodea es incierto, ella sabe ayudarle, sabe qué hacer para que se sienta mejor. La mujer hace que el hombre se sienta seguro y, al mismo tiempo, su mirada, cuando consigue esto, es de felicidad y al mismo tiempo de protección, como si de una leona se tratara.
El hombre desea, disfruta y valora la importancia del contacto físico con lo femenino y su propio cuerpo lo nota. Aun así, el poeta siente que jamás ha conseguido descubrir lo que piensa la mujer, aunque es divertido pensar lo contrario. Una mujer tiene fuerza, luz y hace que se transmita todo esto al hombre. Es tal su influencia que el hombre siente que es inmune a la muerte.
Lo femenino en la poesía de Benedetti es muy importante, porque tiene fuerza, porque tiene personalidad propia y porque lo femenino, en sus versos, no necesita al hombre, sino todo lo contrario. Lo masculino es dependiente de lo que la mujer haga y más cuando su ánimo se rompe, cae la tristeza. La mujer es capaz de intuir lo que nos ocurre y ayudarnos a levantarnos nuevamente.
La mujer, como expresa Benedetti en el poema, tiene luz propia porque se basta a sí misma para llenarlo todo. No solamente es fuerte, sino que defiende la vida con sus garras, con uñas y dientes. También es capaz de defender todo lo que ama de una manera salvaje, utilizando todos sus recursos.
Pero al mismo tiempo, la mujer también es lo desconocido, casi algo intangible. El hombre que cree conocer a la mujer, cree saber cómo piensa y, en lo más profundo de su ser, piensa que puede dominarla. El hombre se equivoca porque es todo lo contrario. Cuanto más cerca estamos de la mujer, menos sabemos de ella y más difícil se nos hace conocer sus más profundos pensamientos.
Una mujer nos lo da todo, cuando nos ama, sin pedir nada a cambio. Se entrega por completo con una única finalidad: amar, proteger y, sobre todo, hacernos volar, hacernos sentir fuertes, sentir que somos que lo podemos todo y en caso de tener alguna flaqueza, está ella a nuestro lado, como mujer, como compañera, todo.
Nota de Susana Marín.

Ejemplos de figuras literarias en Una Mujer Desnuda y en lo Oscuro. Ejemplos:

ANÁFORA:
“Una mujer desnuda y en los oscuro” Repetición de la frase "Una mujer desnuda y en lo oscuro", reforzando la importancia y el impacto de la figura femenina en el poema.

METÁFORA:
“tiene una claridad que nos alumbra”: Implica una presencia que ilumina y brinda consuelo en momentos oscuros.

“El cielo raso se convierte en cielo”: Insinúa que la presencia de la mujer desnuda transforma la realidad cotidiana en algo más elevado y trascendental.

ANTÍTESIS:
"y es una gloria no ser inocente": Contraposición entre la gloria y la inocencia, transmitiendo que la experiencia es algo enriquecedor y valioso.

PARALELISMO:
"una mujer desnuda es un enigma y siempre es una fiesta descifrarlo": Refuerza la idea de un misterio atractivo y emocionante a resolver.

METONIMIA:
"desbarata por una vez la muerte": Uso de "muerte" para referirse a la oscuridad o tristeza, destacando el poder de la mujer para disipar la negatividad y brindar esperanza.

Hacer clic sobre la imagen para visualizar el vídeo
Dibujos de desnudos del dibujante y arquitecto, Carlos Hurtado Casanova

Gonzalo Díaz-Arbolí