4.6.24

Rememorando al poeta, Vicente Aleixandre y Merlo (1898-1984) en el 40º aniversario de su muerte

 

'Velintonia 3', película documental que rescata la figura del escritor y Premio Nobel de Literatura Vicente Aleixandre.
Actualmente se trabaja en el rodaje, en la casa que fuera su morada y en diversas localizaciones de Madrid, Miraflores de la Sierra, Málaga y Sevilla,  a través de los recuerdos que aún habitan en sus paredes, en el número 3 de la madrileña calle Velintonia, hoy Vicente Aleixandre, en el barrio de Chamberí, uno de los símbolos y centros neurálgicos de la poesía y la narrativa española del siglo XX.

Para ello, la película cuenta con los testimonios y experiencias de grandes de la literatura española que tuvieron el honor de conocer a Vicente Aleixandre y vivir en primera persona lo que significó Velintonia, y otro intelectuales estudiosos de su obra, como:
. El novelista, director y crítico de cine, Premio Nacional de Narrativa en 2007, Vicente Molina Foix.
. La profesora Dra. en Filología Hispánica, Olga Rendón Infante, que entrevistada en la casa que fue su hogar para "Velintonia 3"  dice: "Pocas veces he sentido tanto sobrecogimiento en un lugar"
. El Premio Nacional de Literatura- Poesía y Premio Nacional de la Crítica en 2000, así como Premio Internacional de Poesía Loewe en 2005, Guillermo Carnero. 
, Su amigo el poeta Jaime Siles, Premio de la Crítica Nacional (1983) y Premio Internacional Loewe de Poesía (1989), para el que «esa casa era una especie de santuario mágico de la poesía». 
. El poeta de la Generación del 70 Antonio Carvajal, Premio Nacional de la Crítica en 1990 y Premio Nacional de Poesía en 2012. 
. El periodista y poeta, Premio Nacional al Fomento de la Lectura en 1995, Javier Lostalé.
. Su también amigo, el Premio Nacional de Literatura en 1982 y Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana en 2012  Antonio Colinas, quien asegura que «Cernuda decía en los años 30 que Aleixandre tenía esa capacidad para buscar la concordia entre amigos, y el reflejo de ello es su casa». 
El documental cuenta además con Alejandro Sanz como asesor literario y biográfico, uno de los mayores expertos en el Nobel, presidente de la Asociación de Amigos de Vicente Aleixandre y editor de sus obras completas publicadas en 2022 por Editorial Lumen bajo el título 'Poesía Completa'.


Deshabitado y vacío, en estado casi ruinoso y de abandono y en pleno proceso de subasta, el inmueble aun destila la memoria del Nobel, así como de las intensas reuniones y veladas que allí compartieron los poetas y escritores que acudían a visitarlo. Y es que, como dijo Pere Gimferrer en su discurso de entrada en la RAE, «Aleixandre no vivió una sola vida, sino muchas: la suya propia, y, además, tanto la literaria como la personal de cada uno de sus numerosos amigos y discípulos próximos». Todos ellos, Federico García Lorca, Luis Cernuda, Gerardo Diego, Miguel Hernández, Jorge Guillén, Dámaso Alonso, Pablo Neruda, José Hierro, Leopoldo de Luis, Carlos Bousoño, José Luis Cano, José Agustín Goytisolo, Vicente Molina Foix y tantos otros– pasaron por Velintonia, convertida en un refugio para la poesía, en una morada de versos y encuentros, en una utopía entre la realidad y la ficción, donde varias generaciones de creadores soñaban con la libertad y encontraban un oasis de amistad, amor y esperanza en tiempos oscuros. Aleixandre vivió la mayor parte de su vida en esa casa escribiendo y recibiendo a las generaciones de poetas, escritores e intelectuales del pasado siglo, a sus compañeros del 27, a los del 36, a los del 56, e incluso a los novísimos. El poeta no estuvo recluido entre sus muros, sino abierto a la circulación constante de amigos, siempre conectado y conectando al mundo.

Casa que fuera su morada en Chamberí, situado en el número 3 de la calle de Velintonia, ahora renombrada como Vicente Aleixandre.

BIOGRAFÍA:
Es difícil separar la vida de Vicente Aleixandre de su constante entrega a la poesía. Nació en Sevilla, en el crucial año de 1898, (el mismo en el que nacen Dámaso Alonso y Federico García Lorca) y murió en Madrid en 1984, hijo de Elvira Merlo y García de Pruneda, natural de La Coruña, y del entonces capitán de Ingenieros Cirilo Aleixandre y Ballester, natural de Valencia. Fue inscrito días después en el Registro Civil de la capital hispalense con el nombre del abuelo paterno, Vicente.
No es el amor quien muere
somos nosotros mismos.

Se licenció en Derecho y Comercio en la Universidad de Madrid, y fue profesor de Derecho Mercantil de 1920 a 1922.
Hijo de un ingeniero de ferrocarril, Vicente Aleixandre pertenecía a la burguesía media acomodada. Cuando tenía dos años de edad, su familia se trasladó a Málaga, ciudad a la que el poeta llama en su obra "el Paraíso", pues en ella transcurrió toda su infancia.
En 1909, la familia se instaló en Madrid, donde el futuro poeta cursó las carreras de Derecho y Comercio. Se especializó en Derecho Mercantil, materia que luego enseñó como profesor en la Escuela de Comercio de Madrid (1920-1922).
En 1925, contrajo la tuberculosis que le mantuvo en un sanatorio de la sierra de Guadarrama, próxima a Madrid, alejado durante varios años de la vida cultural y social. Durante esta grave enfermedad, empezó a escribir poesía. A partir de entonces se entregó por completo a la literatura. Mientras se recuperaba de esta operación, escribió algunos poemas que comenzaron a darle gran fama hacia 1926.
Fue uno de los pocos autores de la generación del 27 que se quedó en España después de la Guerra Civil (1936-1939).
En 1934 obtuvo el Premio Nacional de Literatura y desde 1949 fue miembro de la Real Academia Española.
Obtuvo el Premio Nobel de Literatura en 1977 “por su gran obra creadora, enraizada en la tradición de la lírica española y en las modernas corrientes poéticas iluminadoras de la condición del hombre en el cosmos, y de las necesidades de la hora presente”.
Murió siete años después de haber recibido un Premio Nobel con el que, según muchos críticos, no sólo se reconocía universalmente su obra, sino la de toda la Generación del 27.


Fue uno de los escritores e intelectuales que en 1927 rindieron un homenaje a Luis de Góngora.
Vicente Aleixandre ha sido un escritor que ha influido sobremanera en las generaciones poéticas posteriores, por la fuerza y fervor de su obra, a pesar de que algunos poetas no se daban cuenta de ello, especialmente los sociales de la generación del 50. Aleixandre vino a desempeñar para buena parte de los poetas de la posguerra, un papel semejante al que tuvo Juan Ramón Jiménez entre los poetas de la generación del 27: Juan Ramón fue puente de enlace entre el modernismo y el 27, fue maestro inicial para muchos autores del 27. Del mismo modo, Aleixandre fue como el maestro de la generación poética de la posguerra. Su voz fue considerada como la más cálida y humana de los poetas de los últimos años y se vio en él al poeta que ha sabido expresar con más fuerza los impulsos elementales de amor y vida.

Su obra está enraizada en la tradición lírica española y en las corrientes modernistas. Sus primeras obras presentan las mismas huellas que casi todos sus compañeros de generación: el pasado reciente (Bécquer y Darío), los grandes maestros vivos que les sirven como guías (Juan Ramón Jiménez y Antonio Machado) y la poderosa atracción de la Vanguardia (y, en particular, del Surrealismo).
En la obra de Aleixandre destaca su deslumbrante empleo de la metáfora. Es uno de los poetas de la lengua castellana que ha creado imágenes de mayor belleza. A veces (sobre todo en su primera etapa), estas imágenes son demasiado crípticas; pero aunque no se entienda su significado sí se aprecia su rara belleza. 


HISTORIA DEL CORAZÓN. Dedicado a Dámaso Alonso.
Amigos de todas las horas, seguro en 
toda la vicisitud, desde la remota
adolescencia, dedico hoy este libro,
cumplido y rebasado un tercio de
siglo de fraternal amistad.

Escrito en 1954. Había sido concebido como un libro exclusivamente amoroso, pero pronto comprendió que debía ir más allá de la experiencia personal del amor para explorar la historia que, según sus propias palabras: “expresaba la difícil vida humana, su quehacer valiente y doloroso”. Hay en esta obra una nueva atención a las realidades humanas y el estilo pierde el hermetismo de las obras anteriores y adquiere mayor expresividad. Si las obras anteriores expresaban la realidad imaginada, Historia del corazón expresa la realidad humana reconocida. La pasión de La destrucción o el amor y la rebelde huida de Sombra de paraíso ceden ahora el paso a una serena aceptación de la vida. EL poeta se conforta con la certeza de lo que toca, la vida humana limitada, no de lo que sueña. Al deseo de Sombra de paraíso: Humano, nunca nazcas, sustituye ahora la necesidad de la compañía humana, de la “solidaridad”: Era una gran plaza abierta y había olor a existencia.
Otros términos surgen ahora: Reconfortar, reconocer, unir, fundirse, solidaridad, confianza, fe, piedad. La palabra clave de la obra es “reconocer”. 

Destacamos tres de sus poemas:
Tus manos, tus manos, mis manos que... 
Son las amantes vocaciones, los signos que en la tiniebla sin sonido se apelan.

MANO ENTREGADA. 

Pero otro día toco tu mano. Mano tibia.
Tu delicada mano silente. A veces cierro
mis ojos y toco leve tu mano, leve toque
que comprueba su forma, que tienta
su estructura, sintiendo bajo la piel alada el duro hueso
insobornable, el triste hueso adonde no llega nunca
el amor. Oh carne dulce, que sí se empapa del amor hermoso.

Es por la piel secreta, secretamente abierta, invisiblemente entreabierta,
por donde el calor tibio propaga su voz, su afán dulce;
por donde mi voz penetra hasta tus venas tibias,
para rodar por ellas en tu escondida sangre,
como otra sangre que sonara oscura, que dulcemente oscura te besara
por dentro, recorriendo despacio como sonido puro
ese cuerpo, que ahora resuena mío, mío poblado de mis voces profundas,
oh resonado cuerpo de mi amor, oh poseído cuerpo, oh cuerpo sólo sonido de mi voz poseyéndole.

Por eso, cuando acaricio tu mano, sé que sólo el hueso rehúsa
mi amor -el nunca incandescente hueso del hombre-.
Y que una zona triste de tu ser se rehúsa,
mientras tu carne entera llega un instante lúcido
en que total flamea, por virtud de ese lento contacto de tu mano,
de tu porosa mano suavisima que gime,
tu delicada mano silente, por donde entro
despacio, despacísimo, secretamente en tu vida,
hasta tus venas hondas totales donde bogo,
donde te pueblo y canto completo entre tu carne.

Su tema es muy simple: el poeta acaricia la mano de la amada, y poco a poco, le va transmitiendo su calor, su vida, que rueda por sus venas
...como otra sangre que sonara oscura, que dulcemente oscura te besara
por dentro, recorriendo despacio como sonido...
...tu delicada mano silente, por donde entro
despacio, despacísimo, secretamente en tu vida...

MI ROSTRO EN TUS MANOS

Cuando me miras,
cuando a mi lado, sin moverte, sentada, suave te inclinas;
cuando alargas tus dos manos, suavisima, porque quieres, porque quisieras ahora, tocar, sí, mi cara.
Tus dos manos como de sueño,
que casi como una sombra me alcanzan.
Miro tu rostro. Un soplo de ternura te ha echado como una luz por tus rasgos.
Qué hermosa pareces. Más niña pareces. Y me miras.
Y me estás sonriendo.
¿Qué suplicas cuando alargando tus dos manos, muda, me tocas?
Siento el fervor de la sombra, del humo que vivido llega.
Qué hermosura, alma mía. La habitación, engolfada, quieta reposa.
Y tú estás callada, y yo siento mi rostro, suspenso, dulce, en tus dedos.
Estás suplicando. Como una niña te haces. Una niña suplica.
Estás pidiendo. Se está quebrando una voz que no existe, y que pide.
Amor demorado. Amor en los dedos que pulsa sin ruido,
sin voces. Y yo te miro a los ojos, y miro y te oigo.
Oigo el alma quietísima, niña, que canta escuchada.
Amor como beso. Amor en los dedos, que escucho, cerrado en tus manos.


Nombre        
Mía eres. Pero otro
es aparentemente tu dueño. Por eso,
cuando digo tu nombre,
algo oculto se agita en mi alma.
Tu nombre suave, apenas pasado delicadamente por mi labio.
Pasa, se detiene, en el borde un instante se queda,
y luego vuela ligero, ¿quién lo creyera?: hecho puro sonido.
Me duele tu nombre como tu misma dolorosa carne en mis labios.
No sé si él emerge de mi pecho. Allí estaba
dormido, celeste, acaso luminoso. Recorría mi sangre
su sabido dominio, pero llegaba un instante
en que pasaba por la secreta yema donde tú residías,
secreto nombre, nunca sabido, por nadie aprendido,
doradamente quieto, cubierto solo, sin ruido, por mi leve sangre.
Ella luego te traía a mis labios. Mi sangre pasaba
con su luz todavía por mi boca. Y yo entonces estaba hablando con alguien
y arribaba el momento en que tu nombre con mi sangre pasaba por mi labio.
Un instante mi labio por virtud de su sangre sabía
a ti, y se ponía dorado, luminoso: brillaba de tu sabor sin que nadie lo viera.

Oh, cuán dulce era callar entonces, un momento. Tu nombre,
¿decirlo? ¿Dejarlo que brillara, secreto, revelado a los otros?
Oh, callarlo, más secretamente que nunca, tenerlo en la boca, sentirlo
continuo, dulce, lento, sensible sobre la lengua, y luego, cerrando los ojos,
dejarlo pasar al pecho
de nuevo, en su paz querida, en la visita callada
que se alberga, se aposenta y delicadamente se efunde.

Hoy tu nombre está aquí. No decirlo, no decirlo jamás, como un beso
que nadie daría, como nadie daría los labios a otro amor sino al suyo.


Fuentes:
Real Academia de la Historia 
ABC Cultural 26/02/2024
Escritores. org, 
Wikipedia, 
youtube
Gonzalo Díaz-Arbolí




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