24.1.23

Antonio Machado y Ruiz. Sevilla, 26.VII.1875–Collioure (Francia), 22.II.1939. Poeta y pensador. CAP.II

 


CAPÍTULO II

Como hombre que vivía la actualidad política de su tiempo, el poeta firmó en 1926 el llamamiento de la coalición Alianza Republicana. Ese mismo año se publicó en la Revista de Occidente, El cancionero apócrifo de Abel Martín. En 1927 fue elegido miembro de la Real Academia Española, cargo que no llegó a ocupar, para el sillón que ocupó Echegaray.

Publicó en la Revista de Occidente, donde en 1929 se incluyeron las primeras Canciones a Guiomar, el nombre poético que Machado dio a Pilar Valderrama. Ella se dirigió a Segovia para conocerlo. Desde entonces aquel entusiasmo por el poeta generó una relación amorosa y sentimental que duró hasta su separación con motivo del inicio de la Guerra Civil en julio de 1936, amor que no llegó a transformarse en mayores vínculos físicos, pero que se trasluce literariamente en los poemas que Antonio le dedicó desde entonces.

Tu poeta piensa en ti (Canciones a Guiomar).

En abril de 1931 el poeta, con otros republicanos, izó la bandera republicana en los balcones del Ayuntamiento de Segovia y durante tres días se encargaron de mantener el orden en la ciudad. Al comienzo del curso académico 1931-1932 fue trasladado Antonio al instituto Calderón de la Barca de Madrid. Desde entonces hasta que la Guerra Civil le llevó hasta Valencia, se instaló en la casa de su hermano José, donde vivía también la madre. Los dos hermanos continuaron con su mutua admiración como poetas y su cariño fraternal, que llegó hasta el final de sus días.
Como ha señalado la sobrina del poeta, Leonor Machado, Antonio tenía el aspecto de ir por el mundo sin verlo, distraído como consecuencia de abstraído.

En la cabecera de su cama seguía el retrato ovalado de Leonor vestida con el mismo traje que en la fotografía de boda, porque su recuerdo nunca abandonó al poeta. En 1931 el Ayuntamiento de Sevilla nombró a los hermanos Manuel y Antonio Hijos Adoptivos de su ciudad natal. Mientras, el poeta era el centro de la actividad cultural de Madrid y de España. En 1932 la ciudad de Soria nombró a Antonio Hijo Adoptivo en agradecimiento a tantos poemas consagrados a la tierra soriana. También participó en el homenaje ofrecido a Valle-Inclán, al que asistieron también Unamuno, Juan Ramón Jiménez y Américo Castro, que se tenían entre sí una gran admiración.

En 1933 apareció la tercera edición de las Poesías completas de Antonio y publicó los Últimos comentarios de Abel Martín.  En 1935 empezó a publicar las Primeras prosas del Juan de Mairena, en el Diario de Madrid, con lúcidas observaciones sobre el momento político de la República, que continuaron también en El Sol.

Este año le trasladaron al Instituto Cervantes de Madrid, recién creado, y le ofrecieron la presidencia del Comité Mundial de los escritores para la defensa de la cultura. En Madrid se fueron dando cita grandes intelectuales de todo el mundo, entre ellos Pablo Neruda, admirador del gran poeta español.

Antonio publicó a comienzos del año 1936 la cuarta edición de Poesías completas y Juan de Mairena, Sentencias, donaires, apuntes y recuerdos de un profesor apócrifo, ambos en la editorial Espasa Calpe de Madrid.

Juan de Mairena es una de las obras fundamentales de la literatura española contemporáneas.
Mairena es un apócrifo del poeta y filósofo, es algo más profundo que una suplantación de nombre, es un desdoblamiento de Machado en personajes que pueden expresar con más ardor lo que el poeta piensa. Es un libro pleno de sabiduría y humor. Refleja una visión escéptica de la vida y el mundo perfilada a través del tamiz de la ironía.

Es el escepticismo el que le lleva a la búsqueda de la verdad “El amor a la verdad es el más noble de los amores”. Para Mairena un principio moral lo cubre todo “Nadie es más que nadie”. La moral de Machado descansa sobre el auténtico sentido de igualdad; el valor supremo del hombre es el que se le reconoce como persona humana.



Proverbios de Juan de Mairena: 
Los hombres que están siempre de vuelta de todas las cosas son los que no han ido nunca a ninguna parte. Porque ya es mucho ir; volver, ¡nadie ha vuelto!
Sed modestos: yo os aconsejo la modestia, o, por mejor decir: yo os aconsejo un orgullo modesto, que es lo español y lo cristiano. Recordad el proverbio de Castilla: "Nadie es más que nadie" Esto quiere decir cuánto es difícil a todos, porque, por mucho que un hombre valga, nunca tendrá valor más alto que el de ser hombre.
Así hablaba Mairena a sus discípulos. Y aadía: ¿Comprendéis ahaora por qué los grandees hombres solemos ser modestos?
Y yo, editor de esta publicación os aconsejo que utiliceis este libro para consulta en la mesita de noche.
 
Mairena es un profesor que dialoga con sus alumnos, tan alejado de la pedantería como de la indiferencia. Su método es el socrático. Sin temor a que la discusión de acalore. Mairena es siempre benévolo con sus alumnos. No pretende transmitir tanto conocimiento como capacidad de reflexión, duda metódica, modo de vivir. Comprensivo no solo con los discípulos, muestra una ternura noble por las debilidades del ser humano. “El pueblo sabe más y mejor que nosotros” Como señala Mairena:

Da doble luz a su verso
para leído de frente
y de sesgo

Y es que la exigente búsqueda humana de Antonio Machado se fue dando en una pluralidad de mundos en los que han ido confluyendo sus interrogantes estéticos al par que sus preocupaciones éticas y políticas.

No es el yo fundamental
eso que busca el poeta
sino el tú esencial.

Complejo y, a la vez de enorme transparencia, como todo, en nuestro poeta. Ha de salir de sí mismo, de un yo cerrado e inmóvil y reconocerse en lo más íntimo de sí mismo, siendo siempre otro. Éste es el sentido de estos últimos versos que acaba iluminando toda su obra:

No, mi corazón no duerme.
Está despierto, despierto.
Ni duerme ni sueña, mira,
los claros ojos abiertos,
señas lejanas y escucha
a orillas del gran silencio.

Los acontecimientos literarios y políticos se acumularon en los primeros meses de ese año. En enero había muerto Valle-Inclán y en el homenaje popular a su memoria Alberti leyó unas cuartillas de Antonio Machado. Pocos días antes éste había sido uno de los que firmaron una convocatoria en honor de Alberti, recién llegado de Rusia. Las elecciones de febrero dieron el triunfo al Frente Popular y a finales de mes se firmó el Manifiesto de la Unión Universal por la Paz.
El poeta fue uno de los firmantes como vocal del comité español.

Al comenzar la guerra, el 18 de julio, Machado estaba en Madrid con su madre, hermanos y sobrinos.
Manuel había partido para Burgos el 15 del mismo mes a visitar a una hermana de su esposa, religiosa en un convento burgalés. Así quedaron separados los dos hermanos para siempre. También la guerra separó a Guiomar y a Antonio. Ella en Galicia y él en Madrid. El poeta, fiel republicano, prestó su apoyo al Gobierno agredido por la sublevación franquista escribiendo en El Sol, Madrid y en Cuadernos de la casa de la cultura, de cuyo patronato era presidente. El 17 de octubre de 1936 publicó en el semanario Ayuda la elegía a Federico García Lorca, asesinado en agosto: “El crimen fue en Granada”. Preocupados por la seguridad del poeta, Alberti y León Felipe le aconsejaron que se trasladase de Madrid a Valencia con su familia.

El Crimen fue en Granada

El crimen fue en Granada. Laura Alcoba

Año y medio vivieron en Rocafort, un pueblecito cercano a la capital. El poeta tenía buen ánimo, pero la salud muy resentida. Desde Valencia Antonio Machado escribió asiduamente en Hora de España lo que será el tomo segundo de Juan de Mairena y numerosos artículos para otras revistas y periódicos. Colaboró también en el Servicio Español de Información y publicó su último libro, La guerra, con ilustraciones de José Machado. En 1937, ante las juventudes socialistas unificadas, pronunció el discurso del 1 de mayo y otro en la clausura del II Congreso Internacional de Escritores que organizó en Madrid y Valencia la Alianza de Intelectuales Antifascistas.

A comienzos de marzo de 1938 se trasladaron a Barcelona el poeta, su madre y José, con María, su esposa, y sus sobrinas. Allí siguió colaborando con prosa y verso en las mismas publicaciones y escribía asiduamente en La Vanguardia de Barcelona y en periódicos de Soria y Madrid. Contribuyó también, para ser radiados, con otros trabajos consagrados a la buena causa para la República

Ante el avance de las tropas franquistas, comenzó en Barcelona el éxodo de la población. Antonio Machado y su familia fueron evacuados por la Universidad de Barcelona el día 22 de enero de 1939 junto con otros intelectuales, como Carles Riba, Corpus Barga, Tomás Navarro Tomás, etc., iniciando una penosísima travesía hasta llegar a Collioure, pequeño puerto francés del Mediterráneo, tan próximo a España. Durante el penosísimo camino el poeta tuvo que abandonar su equipaje y así se perdieron los papeles que llevaba.

A su llegada a Collioure se dirigió al pequeño hotel de Buñol-Quintana. Corpus Barga llevó a la madre, Ana, en brazos, mientras que José ayudó a Antonio, que apenas podía andar. Al final llegaron al hotel y fueron recibidos por madame Quintana. Éste iba a ser el último refugio del poeta y de su madre.

Antes de un mes ambos habían muerto de tantas penalidades. Los dos terminaron acostados en una pequeña habitación, una cama junto a la otra. En dos días agonizó el hijo al lado de la madre, él consciente, ella sin apercibirse de nada. Murió el gran poeta el 22 de febrero a las tres y media de la tarde. Tres días después moría ella.

El día 23 enterraron al poeta rodeado de exiliados españoles y de la población de Collioure y de otras muchas personas llegadas al pueblecito mediterráneo.

Las autoridades españolas en el exilio y las francesas también estaban presentes. El féretro, cubierto por la bandera republicana, lo llevaban a hombros españoles, entre ellos varios oficiales. En el gabán del poeta encontró su hermano José sus últimos versos,

“Estos días azules y este sol de la infancia”.

Se cumplía lo que había escrito:

Y cuando llegue el día de mi último viaje
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,
me encontraréis a bordo, ligero de equipaje
casi desnudo, como los hijos de la mar”.

La madre y el poeta están enterrados en el pequeño cementerio marino de Collioure. Las obras del poeta están presentes y traducidas en las principales lenguas del mundo. El reconocimiento universal de Antonio Machado fue formalmente declarado por la UNESCO, a petición de la Fundación Antonio Machado, en reunión celebrada en París en 1989, “Poeta de valores universales”



Fuentes: 
Real Academia de la Historia (Recopilación del editor)
Prólogo de Juan de Mairena (Biblioteca El Mundo) por Alfonso Guerra (Resumen editor)
Youtube
Gonzalo Díaz-Arbolí


1 comentario:

Julio de laR. dijo...

Espléndida entrada Gonzalo.
En 1969 mientras viajaba sólo con mi coche por Europa, me acompañó en la radio durante horas una cinta grabada, en la que Joan Manuel Serrat cantaba versos de Antonio Machado.
Antonio Machado, un poeta lleno de sensibilidad, valores e ideales...
Me resulta especialmente emocionante, el video en el que Laura Alcoba canta "El crimen fue en Granada".
Muchas gracias

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