13.9.23

CARLOS CANO, fue mucho más que un cantautor


Poeta lúcido e investigador de las raíces de lo andaluz. Su amor por todo lo árabe y su vocación andalucista, son parte de la profunda huella que dejó.

Creó canciones de intenso sabor arábigo-andaluz hasta tal punto que en Teheran, el lider supremo de Irán el ayatolá Ruhollah Jomeiní ordenó que se incluyera en sus programas de radio.


Han pasado unos cuantos años desde que Carlos Cano, siendo muy joven, abandonó Andalucía para siempre. Pero somos muchos los que no le hemos olvidado y por ello hoy, le queremos dedicar esta entrada, -extracto de la Conferencia dictada por el experto musicólogo José Valencia Roldán-, en el blog “Desde mi rincón del arte”, a este andaluz, que fue más que un cantor de coplas, era un analista de la vida, un editor de las injusticias y defensor de la libertad. Juglar y trovador que supo cantar las tribulaciones y ternuras de su pueblo, en una palabra, un andaluz enamorado de su tierra.

José Carlos Cano Fernández (Granada, 28 de enero de 1946 - 19 de diciembre de 2000). Éste granadino puro se consideraba mestizo, heredero de tres culturas, cristiana, árabe y judía, cantautor, compositor y poeta que recuperó estilos tradicionales del sur peninsular, relativamente olvidados, y muy especialmente la copla, que la recuperó para actualizarla. Su música traspasó fronteras llegando a ser nexo de unión entre la cultura española y la cultura latinoamericana.

Era el mayor de tres hermanos, se crío con su madre y su abuela en su Granada natal, donde vivió largos años, porque como él dijo de adulto "Las cosas se pueden hacer sin necesidad de irse a Madrid". No tuvo una niñez muy feliz pero tenía gran sed de aprender y leía todo lo que llegaba a sus manos.
Compuso su primera canción con 24 años en Barcelona, mientras trabajaba en un andamio de peón de albañil, el tema refleja en la situación en que vivía.

Analizaremos su vida a través de algunas de sus canciones:

"A Duras Penas" incluidas en su primer disco, 1975, es una obra de arte. Todas las canciones forman una gran canción y están unidas por la angustia, el miedo, la miseria y el hartazgo de tanto canalla suelto.
Describe, el bajo nivel intelectual y moral de la época de la dictadura. Carlos más que cantar, grita de indignación por el pasado y esperanza para el futuro.
Como tantos otros andaluces, tuvo que emigrar, trabajó en un hotel en Suiza, en la imprenta del periódico Der Spiegel en Alemania, de marinero en el puerto de Rotterdam, etc.
Tocado por la gracia creativa de la música, decidió irse a Barcelona para relacionarse con los andaluces que vivían en Cataluña y entrar en contacto con algunos poetas. Poco después, ingresa en el grupo de Poesía 70, crea el "Manifiesto de Canción del Sur" con el propósito de renovar la música popular andaluza. Llegó incluso a tener canciones prohibidas, hasta tal punto que, en 1973, el presidente de España Arias Navarro lo declaró "persona non grata", por su participación en un homenaje a García Lorca en Paris.
Conoce a la familia de Blas Infante y lee una obra que le marca profundamente; el Ideal Andaluz y comienza a tomar conciencia de la Andalucía que se constituyó en aquella Asamblea de Ronda de 1918. Es Andalucía la musa que necesitaba para estimular su capacidad creadora.  Su vena de crítica politico-social ya se manifestaba claramente.


"A duras Penas" es una obra de arte. Todas las canciones forman una gran canción y están unidas por la angustia, el miedo, la miseria...

A principios de los años 70 el granadino escribe un poema titulado Las Amapolas: Posteriormente, cambió partes esenciales del poema para completar y en 1974 saca, La verdiblanca, una canción que serviría de himno andaluz, pero desprovisto de solemnidad y cargado de sencillez y ternura a su pueblo, hasta que se popularizó el Himno de Andalucía.
La verdiblanca se estrenó en el Teatro Lope de Vega de Sevilla el 20 de diciembre de 1975, en un concierto organizado por La Voz del Guadalquivir, donde Carlos Cano, junto al cantautor sevillano Benito Moreno (España huele a pueblo), y Lole y Manuel, protagonizó una jornada histórica.
Carlos Cano reconoce que cuando compuso esta canción, casi no se hablaba de Andalucía, es una copla cargada de esperanzas, pero para él, era un compromiso latente.



En el año 1985, Carlos da un gran giro a su carrera. Ficha por Ariola y amplía sus horizontes, compone "Cuadernos de Coplas". Con Antonio Burgos alcanza otro éxito nacional: Habaneras de Cádiz, ciudad a la que estuvo siempre estrechamente vinculado. Este disco contiene las murgas de Emilio el Moro. La crítica le costó cara y no fue contratado por ayuntamientos socialistas en algunos años. Con este disco se aleja de Andalucía, en un viaje a través de la soledad y el corazón.



A través del olvido. Edita este disco en el año 1986, que representa su decepción con Andalucía, obra de gran calado pero que pasó desapercibida, la clave, que es Andalucía, no la nombra en ningún momento.
Todo el mundo pensó, que era una historia de amor entre un hombre y una mujer, cuando en realidad, era una historia de amor, entre un hombre y su tierra, a la que ha idealizado y de la que tiene un concepto mágico.
El disco es dedicado a poetas andaluces, que abandonaron Andalucía tales como: Luis Cernuda, Antonio Machado, Gustavo Adolfo Bequer y tantos otros.



Con el trabajo "Quédate con la copla" 1987, rescata a la copla de su injusto olvido que desde los años 60 había desaparecido, asumió la responsabilidad de que jóvenes y mayores, se acercaran a este género sin miedos ni tapujos. Cano se dedicó a inyectar vida nueva al cancionero español.
Hemos elegido el pasodoble-canción Chiclanera, obra que debemos al músico Rafael Oropesa y la letra a Luis Vega Quiñones y Antonio Carmona. Como su nombre indica, está dedicado a una mujer de la ciudad gaditana de Chiclana. La Canción la popularizó Angelillo en la película “Centinela Alerta”, estrenada en el año 1936.
La letra se debe a una mala experiencia amorosa que al parecer tuvo Luis Vega, el cual iba con cierta asiduidad a Chiclana y poco antes de llegar a la ciudad, conoció en una venta a una mujer chiclanera que había pasado por la misma experiencia, se consolaron mutuamente y él siempre conservó ese recuerdo.



Maria la Portuguesa.- Entre 1999 y 2000, edita otro disco de coplas mezclando coplas antiguas con otras suyas más significativas.

Esta canción, se la inspiró a Carlos Cano, la admiración que sentía por la cantante lusa Amalia Rodríguez, su color de voz, negro casi morisco, de una capacidad, fuera de lo común, para el cantante español era “la voz más grave, hermosa y mágica de la Península Ibérica.

María la Portuguesa, la escribió Antonio Burgos y se basaron en la leyenda de la inexplicable muerte del pescador Juan Flores, tiroteado por un guardia portugués, el día 5 de enero de 1985 en la desembocadura del Guadiana, cerca de la localidad de Castro Marín.

A la muerte del pescador, nació una leyenda que recoge Carlos Cano que nos cuenta una historia de amor entre el pescador muerto y esta misteriosa mujer portuguesa llamada María. María, estuvo toda la noche velando el cadáver del pescador en Castro Marín, cuando por la mañana la familia se llevaron el cadáver en el transbordador, no le permitieron que María fuese con ellos, pero al llegar el barco a Ayamonte, allí estaba María esperándolo, en aquella época no había puente y por carretera se tardaba más que por barco.

En la foto del sepelio de Juan Flores en Ayamonte, se observa a una mujer de unos 45 años con un ramo de rosas blancas, una vez acabado el acto, dicha mujer desapareció, sólo se sabe de ella que se llamaba María y era portuguesa.




Habanera de Cádiz.- Carlos Cano, era persona de pocos amigos, eso sí, amigos para siempre, entre ellos figuraban periodistas como José Luis Balbín, Raúl del Pozo, Antonio Burgos o Luis del Olmo. Era un analista de la vida, un redactor de las injusticias y un editor de la libertad. Sus coplas, eran ingeniosos artículos periodísticos que narraban la vida con mayúsculas.


Desde siempre Cádiz, estuvo unida a Carlos Cano y Carlos Cano siempre permaneció unido a Cádiz, aunque nació en Granada, lo bautizaron en la Caleta, con agua de esta playa. Para él Cádiz representaba el mar, la libertad, lo extrovertido, lo de fuera.

Cuando fue a Cuba, invitado por el Ministerio de Cultura de la isla, quedó impresionado de la ciudad y sus gentes, se da cuenta de la estrecha relación entre el pueblo cubano y el pueblo andaluz de Cádiz. Su amor al pueblo cubano es como un amor paralelo al pueblo gaditano. Esa misma sensación de Cuba, también la comparte con su amigo y colaborador Antonio Burgos, y juntos deciden componer una habanera de Cádiz.

Se reúnen todo un fin de semana en el Coto de Doñana, y con la influencia de José María Pemán en su “Viudita naviera”, las habaneras de Torrevieja y unas gotitas de gracia que le proporciona Lola Flores con su opinión de la Habana.  "La Habana es Cádiz con más negritos y más palmeras que en el parque Genovés" frase que Antonio Burgos la recorta y le añadió "Cádiz es la Habana con más Salero". La similitud entre las dos ciudades es asombrosa. La habanera de Cádiz, pertenece al disco "De lo perdido y otras coplas" del año 2000.



En 1995 fue ingresado en el Hospital San Cecilio en Granada, por un aneurisma de aorta, enfermedad genética que provocó la muerte también de su madre y de su hermano Javier, siendo trasladado en un avión-ambulancia a Nueva York por recomendación directa del Dr. Ramiro Rivera López, uno de los mayores expertos en España en cirugía cardiovascular. En el hospital Monte Sinaí el Dr. Valentín Fuster, responsable de cardiología del Hospital le operó, pudiendo reincorporarse a su vida normal.

En el año 2000 se reproduce el aneurisma, venía a Granada desde Madrid en un avión cuando su aorta le dijo basta. Esta vez su corazón no aguantó. Falleció el 19 de diciembre en su ciudad natal. Tenía 55 años y muchas vidas, con él se fue uno de los artistas andaluces más fecundos y queridos considerado por la crítica y el público de toda España como el último gran juglar de la copla. 
El inevitable acabamiento existencial, significa la apertura de una quiebra en la coraza del tiempo, por la que penetran tantos recuerdos que la hacen rápida presa del dolor y de la nostalgia...Claro indicio de que todo acaba.

Carlos Cano, es uno de los referentes más claros que ha tenido Andalucía, él descubre la cultura andaluza y poco intelectuales la han defendido como él, lo hizo, sin complejos ni falsos folclorismos. Su voz, permanecerá siempre en la memoria de los andaluces, en referencia a la autoestima como pueblo.
Reconocimientos: En 2001, Hijo predilecto de Andalucía a título póstumo. El Ayuntamiento de Granada le dedicó una plaza en el barrio del Realejo. En Cádiz tiene otra frente a La Caleta. En Córdoba también tiene una calle.  
En 1995 la UNESCO le elige "Artista por la Paz"
Hemos hecho un recorrido por solo 7 canciones de las más de  200 que escribió, esperamos que la disfruten.

Nuestro profundo agradecimiento al Dr. en Ciencias Núticas, José Valencia Roldan, reconocido musicólogo por su extraordinario trabajo de investigación.
Gonzalo Díaz-Arbolí

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno el resumen de la historia de Carlos Cano.

Eugenio W. dijo...

Amigo Gonzalo; todos tenemos que agradecerte estas magníficas entradas que nos vienes regalando, pero yo, personalmente, incremento mi gratitud en esta de Carlos Cano donde vas diseccionando las necesidades, las penurias, las angustias, los esfuerzos, las inquietudes, los trabajos, los anhelos y los alcanzados triunfos del cantautor, del poeta, del hombre culto y la persona que lleva en su alma y en su corazón e inteligencia a un gran artista.
Gracias Gonzalo, nuevamente, por hacernos partícipes de tu cultura y de tu generosidad

Julio dijo...

Llevo escuchando desde hace tiempo, la música que canta Carlos Cano.
Ahora, al conocer la vida, el entorno y los ideales del artista...la disfruto desde ese 2º plano de la escucha musical, que es el plano "expresivo" de Aarond Copland.
Mil gracias Gonzalo y Pepe Valencia.

Luis Manzrro Benitez dijo...

Otra fantástica publicación, amigo Gonzalo, que me ha servido, en primer lugar, para, al saber que C. Cano se bautizó en la Caleta, recordar, como si fuera ayer, que con no más de 8 años, mi madre me llevó a la Caleta a darme mi primer baño en el mar. Y en segundo lugar, saber que, aunque me encantaba su voz y sus canciones, realmente no lo conocía. Con tu completa publicación, ahora sé que era "un cantor de coplas, una analista de la vida, un editor de las
injusticias y un defensor de la libertad", además de ser un valiente, declarado persona "non grata" y vetado por políticos que no le llegarían a la suela de sus zapatos.
Ahora volveré a escuchar todas su coplas, pero esta vez con admiración. Muchas gracias por traernos a un personaje singular, que con su música cantaba las verdades sin miedo a los que, en el poder, se podrían sentir aludidos.
Un abrazo.

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