Puede que Leopoldo de Alba y Salcedo sea uno de los vejeriegos más ilustrados y uno de los que, sin duda alguna, merecería aparecer en una supuesta galería de paisanos ilustres.
Leopoldo de Alba y Salcedo
Nace en Vejer de la Frontera en 1843, hijo de Manuel de Alba, maestro de Vejer y de Soledad Salcedo y Mera. Muere en Madrid el 9 de octubre de 1913. Periodista, diplomático, político y escritor, perteneció al Partido Liberal-Conservador.
Como político: Fue elegido diputado a Cortes por el Partido Liberal-Conservador en representación del distrito de Sariñena (Huesca) en dos ocasiones: 1876 y 1879.
Como diplomático recordar que en 1884 fue nombrado enviado extraordinario y Ministro Plenipotenciario de España en China y Siam, "cerca de S.M. el emperador de China y Su Majestad el rey de Siam", que así es como se recoge en el libro "Evangelización y prestigio: primeros encuentros entre España y Corea", de Ernesto de Laurentis. También ocupó los cargos de Secretario de la Comisión Central de Estadística o Vicesecretario de la Comisión Central del Catastro.
Jugó un importante papel en el reconocimiento de Chiclana como ciudad. En agosto de 1876, mediante un Real Decreto del rey Alfonso XII, la entonces villa de Chiclana de la Frontera se convertiría en ciudad. Antes de que se publicara en la Gaceta de Madrid —Boletín Oficial del Estado de la época—, el alcalde de la ciudad, Francisco Manjón, recibió una carta del diputado a Cortes, en la que se podía leer:
Muy Señor mío y de mi consideración; Queriendo dar a Chiclana una modesta prueba del cariño y consideración que le profeso y aprovechando mi carácter de Diputado, entablé las gestiones oportunas para ver de obtener el título de Ciudad, que por sus circunstancias merecía. Previniendo determinar inconvenientes, no me pareció del todo oportuno comunicación a Ud. de mi pensamiento; pero hoy en que aparece concedida tan honrosa distinción en “La Gaceta” del veinticinco, tengo el gusto de participarle por si estima ponerlo en conocimiento de la Corporación que tan dignamente preside"
Como periodista, dirigió periódicos como El Estandarte, La Opinión, La Patria, La política moderna o La Crónica de España. En sus Memorias, Pío Baroja escribe: "Alba Salcedo era un tipo curioso. Hablaba con acento andaluz un poco bronco. Había sido ministro de España en China y escrito varios folletos políticos en la época de la revolución de 1868 y en tiempos de Alfonso XII"
Dirigió en Madrid los periódicos La Prensa, La Patria, El Puente de Alcolea, El Estandarte, La Opinión, La Política Moderna y La Crónica de España.
Dirigió en Madrid los periódicos La Prensa, La Patria, El Puente de Alcolea, El Estandarte, La Opinión, La Política Moderna y La Crónica de España.
Como escritor es autor varias obras entre las que destacan: "La dictadura: apuntes históricos de actualidad" o de "La revolución española en el siglo XIX", dedicada a los generales Serrano, Prim y Topete y de la que en La Iberia se recomienda su lectura porque: "abraza el gran periodo histórico desde que, libertado Fernando VII de su cautiverio, empezó la triste serie de sus arbitrariedades y perfidias, hasta el triunfo de la Revolución de setiembre en los campos de Alcolea. Se remonta el señor Alba Salcedo a las causas primordiales del radical cambio político de nuestra patria, y así comienza a historiar los sucesos desde la promulgación del gran Código sancionado por las inmortales "Cortes de Cádiz". En La Correspondencia de España se puede leer la siguiente referencia: Comprende este libro los principales sucesos políticos ocurridos en España desde principios de siglo hasta la proclamación de la regencia del general Serrano. El autor pone de relieve en su obra los esfuerzos que ha tenido necesidad de hacer el pueblo español para conquistar su libertad.
No me resisto a colocar algunos párrafos del libro:
Reuniéronse las Cortes el 28 de Setiembre de 1821, y en ellas no hubo asuntos de interés general, cuando no se ocuparon más que de ordenanzas, códigos, división del territorio, etc., terminando sus tareas parlamentarias el 15 de Febrero de 1822.
El 10 de Marzo de dicho año se abrió la segunda legislatura, con arreglo a lo que disponía la Constitución, siendo nombrado Riego, como en desagravio por lo que había sufrido, presidente de ellas.
Los realistas, que estaban trabajando descaradamente para lograr su intento de hacer desaparecer el régimen constitucional, empezaron a obtener buenos resultados de su maquiavelismo.
Facciones por todas partes; motines en Aranjuez, en el que se gritaba: ¡Viva el rey absoluto, muera la Constitución! Insurreccionóse la guardia de palacio y mata al oficial por considerarlo liberal: se van al Pardo varios batallones, que entran en Madrid en la madrugada del 7 de Julio (1822), y atacan la Plaza Mayor, que defendía la Milicia Nacional y los liberales, quedando estos triunfantes y derrotados los batallones de la Guardia, que sufrieron innumerables pérdidas.
Se creó una terrible sociedad secreta del partido servil, llamada; El Ángel exterminador.
Tanto el Diario ABC, como La Época o El Liberal dieron cuenta del fallecimiento de D. Leopoldo de Alba y Salcedo.
Gonzalo Díaz-Arbolí
Fuente: https://dpalabra.wordpress.com/personajes/leopoldo-de-alba-y-salcedo/
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