3.3.24

Soneto: "Enseña cómo todas las cosas avisan de la muerte" de Francisco de Quevedo

 


Breve biografía.
Quevedo nació en Madrid, el 14 de septiembre de 1580, en el seno de una familia de hidalgos provenientes de la aldea de (Vejorís Santiurde de Toranzo), en las montañas de Cantabria. Nació cojo, con ambos pies deformes y una severa miopía; quizá por ello pasó una infancia solitaria y triste (origen del "desgarrón afectivo" del que habló a su respecto el crítico Dámaso Alonso) en la Villa y Corte, rodeado de nobles y potentados, ya que sus padres (y algunos otros familiares) desempeñaban altos cargos en Palacio, soportando las pullas de otros niños y entregándose compulsivamente a la lectura. Su madre, María de Santibáñez, era dama de la reina, y su padre, Pedro Gómez de Quevedo, era el secretario de la hermana del rey Felipe II, María de Austria. Pero Quevedo tuvo que superar muy pronto una amargura mayor al quedarse huérfano de padre a los seis años (1586), de forma que le nombraron por tutor a un pariente lejano, Agustín de Villanueva, del consejo de Aragón; en 1591, además, cuando contaba once años, falleció su hermano Pedro.
Estudió en Alcalá de Henares y en Valladolid. Durante un tiempo se dedicó a la diplomacia, y participó en actividades políticas, lo que le llevó a ser desterrado e incluso a la cárcel.
Fue un autor muy popular por su agudeza e ingenio, así como por sus chistes y escritos burlescos. Enemigo declarado de Góngora, intercambio con el poeta cordobés numerosos escritos de carácter satírico. Murió en Villanueva de los Infantes en 1645.

El soneto parece una metáfora por la ruina del imperio español, o también, podría tratarse de un lamento por la decadencia política de España. De cualquier forma, expresa la angustia de ser ciudadano español en aquel momento histórico.

Miré los muros de la Patria mía,
si un tiempo fuertes, ya desmoronados,
de la carrera de la edad cansados,
por quien caduca ya su valentía.

Salíme al Campo, vi que el Sol bebía
los arroyos del hielo desatados,
y del Monte quejosos los ganados,
que con sombras hurtó su luz al día.

Entré en mi Casa; vi que, amancillada,
de anciana habitación era despojos;
mi báculo más corvo y menos fuerte.

Vencida de la edad sentí mi espada,
y no hallé cosa en que poner los ojos
que no fuese recuerdo de la muerte.

Argumento.
El autor trata de explicarnos el paso del tiempo desde que nombra a “la patria mía” donde se refiere a España, que antes era grande y poderosa, hasta lo que se ha convertido tras el paso del tiempo. La frustración que tiene al no poder encontrar nada que no le recordase a la muerte.
El poema está estructurado en cuatro partes:
- En la primera estrofa habla sobre las consecuencias del paso del tiempo en la ciudad.
- En la segunda estrofa nos cuenta cómo ve a la muerte en las características de la naturaleza del campo donde se encuentra el narrador.
- En la tercera estrofa vuelve a describir el paso del tiempo, pero ahora en su habitación y las consecuencias que esto tiene.
- Y en la cuarta estrofa termina diciendo que en todos los lugares donde mira puede sentir la presencia de la muerte.

La obra se sitúa dentro de la poesía barroca, con lo que algunas de las características son: el reflejo de la conciencia de crisis, el pesimismo y el desengaño característicos de esta etapa cultural,  describe la idea de que el recuerdo de la muerte es muy difícil de olvidar y por eso el autor intenta explicar, que mirase donde mirase, podía sentir a la muerte.
La conciencia de crisis avivó el interés por los temas morales, filosóficos y religiosos: la vanidad de las cosas, el engaños de las apariencias, el paso del tiempo y la presencia de la muerte... 
Aunque no se le menciona mucho, la muerte es el personaje principal de la obra, que sin ser nombrado en exceso, hace que mediante comparaciones se le pueda ver cada vez que el narrador habla sobre el paso del tiempo. Esto queda reflejado en los dos últimos versos del soneto.
La historia se cuenta en primera persona, por lo que el punto de vista es subjetivo, es decir, puede variar según sus pensamientos. Pero, sin duda, se refiere a la corrupción reinante y la xenofobia de aquella época. 
El conocimiento de la historia ayuda enormemente a calibrar la dimensión de los problemas, a no sacarlos de quicio. Para reflexionar. 

Un mensaje de esperanza:
Comentario de Julio de la Rúa::
... Aprovecho para traer una frase de Albert Schweizer, teólogo, médico, músico, pastor protestante, cooperante en África y premio Nóbel de la Paz..."El paso de los años arruga la piel, pero resistirse al entusiasmo arruga el alma"

El amanecer es la parte más bonita del día porque es cuando el universo te dice:  ¡levántate! Te regalo otra oportunidad de vivir y comenzar nuevamente de mi mano".


Gonzalo Díaz-Arbolí

1 comentario:

Julio R. de la Rúa dijo...

Es un soneto muy pesimista y hay momentos y circunstancias que por supuesto llevan a ese estado de ánimo.
Pero aprovecho para traer una frase de Albert Schweizer, teólogo, médico, músico, pastor protestante, cooperante en África y premio Nóbel de la Paz..."El paso de los años arruga la piel, pero resistirse al entusiasmo arruga el alma".
Muchas gracias Gonzalo.

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