Me tropecé contigo en primavera,
una tarde de sol delgada y fina,
y fuiste en mi espalda enredadera
y en mi cintura, lazo y serpentina.
Me diste la blandura de tu cera
y yo te di las sal de mi salina.
Y navegamos juntos, sin bandera,
por el mar de la rosa y de la espina.
Y después, a morir, a ser dos ríos
sin adelfas, oscuros y vacíos,
para la boca torpe de la gente...
Y por detrás, dos lunas, dos espadas,
dos cinturas, dos bocas enlazadas
y dos arcos de amor de un mismo puente.
Nació el 6 de febrero de 1908 en Sevilla, en el seno de una familia acomodada y de la aristocracia española, situada en la calle San Pedro Mártir, 14; desde ese instante estuvo marcado por el aire del verso, puesto que curiosamente en esta nació 34 años antes el poeta Manuel Machado, cuya influencia también estará presente en su obra. Sus padres fueron José de León y Manjón, terrateniente y VII marqués del Valle de la Reina, y María Justa Arias de Saavedra, VI marquesa del Moscoso y VII condesa de Gómara.
Rafael de León recibió una educación privilegiada. En 1916, cuando tenía ocho años, comenzó a estudiar como alumno interno en el colegio San Luís Gonzaga, de los jesuitas en El Puerto de Santa María, allí se relacionó con el escritor y poeta Rafael Alberti. Tras haber culminado los estudios de bachillerato, comenzó a estudiar derecho en la Universidad de Granada. Allí hizo amistad con el poeta Federico García Lorca.
![]() |
La redacción de la Revista del Colegio de los Jesuitas, El Puerto de S. M. El cuarto por la derecha de pie es Rafael de León . (Foto Archivo LSA). |
No se conoció que Rafael ejerciera trabajo alguno relacionado con sus estudios universitarios, pues se dedicó a vivir de las holgadas rentas paternas, gastando sus dineros en asistir a los cafés cantantes y teatros de variedades de Sevilla. En estos ambientes se sentía Rafael "como pez en el agua" y allí fue haciendo amistades, participando del ambiente liberal y permisivo que concedía el nuevo régimen republicano. En esos ambientes fue donde conoció y colaboró con el letrista Antonio García Padilla, alias "Kola", -padre de la conocidísima actriz y cantante Carmen Sevilla-, y de aquella relación surgieron algunas canciones conocidas. Como letrista, "Kola" no llegaba ni con mucho a la depurada calidad de Rafael; pero éste, aceptó de buen grado el ser colaboradores en la firma de canciones, ya que de esa manera se le facilitaba la entrada, por la puerta grande, en ese mundillo hostil para un aristócrata, de la creación artística en los cabarets y salas de moda. Situación muy paralela a la que años más tarde repetiría con el autor teatral Antonio Quintero; y con los letristas Xandro Valerio y Ochaíta; los cuales co-firmaron muchas letras de canciones y algunas poesías con Rafael León.
Dos años después, la cantante Custodia Romero estrenó una canción compuesta por de León, llamada “Manolo Reyes”. Al año siguiente ingresó al servicio militar, y en ese periodo escribió algunas letras para la intérprete Estrellita Castro, y conoció a la cantante Concha Piquer.
![]() |
Del
diario "ABC" aparecen: Rafael de León y los artistas Antonio
Quintero, Concha Piquer y Manuel López-Quiroga. |
La copla viene de la palabra latina "Cópula" que significa unión. “Las letras de la copla clásica despliegan historias de sentimientos desbordados, en los que los personajes se ven superados por unas pasiones que no pueden ni quieren controlar”.
Funciones del mítico trió Quintero, León y Quiroga: Quintero era el encargado de darle cuerpo dramático a la obra, León aportaba la parte lírica y poética y Quiroga la parte musical. La primera vez que trabajaron juntos fue con el espectáculo Ropa tendida, en 1942. Lo hicieron para Concha Piquer y lo pagó Antonio Márquez, torero de prestigio madrileño, con fama dinero y categoría, renunció a todo por ser manager de la Piquer que entonces era amante de la artista. Se habían conocido en 1928 y vivieron juntos desde 1933, no se casaron hasta que no se divorció de su primera mujer, su matrimonio duró toda la vida. Por eso, Rafael de León le escribió a Concha Piquer, El romance de la otra:
"Yo soy la otra, la otra,
y a nada tengo derecho,
porque no llevo un anillo,
con una fecha por dentro".
Hacer clic sobre la imagen para visualizar el vídeo.
Grabación original La Voz de su Amo, 1944, con acompañamiento de orquesta dirigida por el Maestro Quiroga.
En 1941 salió a la luz su primer poemario, Pena y alegría del amor, además, tuvo una amplia participación en el cine a través de las letras de sus canciones. Los años siguientes a 1941 fueron de constante creación para Rafael de León. Año tras año, se puso en escena o se llevó al cine alguna obra donde su participación como letrista estuvo presente. Y así surgieron espectáculos como Cabalgata, y películas como La blanca paloma. En 1943 publicó su segundo libro, Jardín de papel, además llevó a escena las presentaciones Retablo español y, en 1944 Zambra. Fueron innumerables las colaboraciones de Rafael durante más de 10 años.
Rafael se mantuvo siempre activo en cuanto a la vida artística. En 1952 compuso las letras de los espectáculos El puerto de los amores y Aventuras del querer, con la colaboración de Manuel Quiroga. En los años siguientes escribió Copla y suspiro, El patio de los luceros, Puente de coplas y Carrusel de España. En 1958 salió a la luz en la ciudad de Montevideo, Uruguay, su libro Romance del amor oscuro.
Los últimos años de vida de Rafael fueron de intensa labor como compositor y creador de espectáculos, así como también letrista en varias películas. En 1970, en el Teatro Nuevo Cómico de Madrid, se estrenó No me quieras tanto, y en 1975 Isabel Pantoja protagonizó Garlochi, con canciones escritas por él. Dos años después, bajo el alias de Abraham Vilor, compuso la comedia Candelas, que se estrenó el 8 de octubre en el Teatro Principal de Valencia.
Aquella Carmen la escribió Rafael León en 1963 a la muerte de su querida amiga Carmen Amaya, esta bonita letra verdadero icono del baile flamenco, se estrenó en 1981 cuando le puso música el maestro Solano para que la grabara Isabel Pantoja, con esta canción alcanzó la fama.
Hacer clic sobre la imagen para visualizar el vídeo.
Rafael de León murió el 22 de diciembre de 1982, en la ciudad de Madrid, tras sufrir un infarto de miocardio.
El estilo literario de Rafael de León, en cuanto a su poesía, fue de lenguaje sencillo y preciso. Además, se caracterizó por mantener vigente lo tradicional y popular, sobre todo lo relacionado con la cultura andaluza. De allí partió la influencia de Federico García Lorca en cuanto a los romances gitanos. Los cantos de Rafael fueron poesía también, en muchas ocasiones recurrió a términos o palabras que no formaron parte de la lengua española. La temática más frecuente dentro del trabajo literario del autor fueron las tradiciones, el amor, la alegría, las fiestas y a veces la tristeza. Rafael de León puso en práctica en algunas de sus estrofas el uso de los versos octosílabos dentro del tipo de los romances. Sin embargo, las seguidillas, coplas y redondillas también estuvieron presentes.
Rafael de León pertenece por derecho propio a la denominada "Generación del 27" de los poetas españoles, aunque un incomprensible olvido ha hecho que nunca figure en esa nómina. De ningún poeta español del siglo XX, han sido tan recitadas sus poesías y tan cantadas las letras de sus canciones, pero incomprensiblemente sigue siendo el gran ausente.
En su obra las mujeres no son sólo las que sufren, también las que se toman la justicia por su mano, las protagonistas absolutas.
Ojos verdes es una canción romántica del género de la copla compuesta en la década de 1930 por Manuel Quiroga con letra de Rafael de León. Está considerada una de las más famosas coplas españolas.
El germen de la canción nació en un encuentro en 1931 entre Rafael de León, Federico García Lorca y Miguel de Molina en el café La Granja Oriente de Barcelona, cuando Lorca estrenó Yerma. Durante una nostálgica conversación Rafael de León escribió en una servilleta algunas frases sobre el verde típico de Andalucía, inspirándose en el Romance sonámbulo de Lorca. Por su parte, la música, así como su título, están dedicados al color de los ojos de la esposa del compositor Manuel Quiroga.
Otros dicen que se inspiró en una leyenda de Gustavo Adolfo Bécquer, Ojos Verdes, que era el diablo disfrazado de mujer que estaba en el fondo de un lago.
Sufrió la censura de la época se tuvo que cambiar “apoyá en la puerta de la mancebía”, por “apoyá en la reja de la casa mía”. El maestro Quiroga siempre dijo que esta canción se había inspirado en una canción popular del folclore asturiano. La letra y la música se alían en esta copla para alcanzar una ternura nostálgica, una calidez sensual, una sensibilidad quebradiza…
Apoyá en er quisio de la mansebía
miraba ensenderse la noche de mayo;
pasaban los hombres y yo sonreía
hasta que a mi puerta paraste el caballo.
«Serrana, ¿me das candela?»
Y yo te dije: «Gaché,
ven y tómala en mis labios
que yo fuego te daré».
Dejaste er caballo
y lumbre te di,
y fueron dos verdes luceros de mayo
tus ojos pa mí.
Ojos verdes, verdes como la albahaca.
Verdes como el trigo verde
y el verde, verde limón.
Ojos verdes, verdes, con brillo de faca,
que están clavaítos en mi corazón.
Pa mí ya no hay soles, luceros ni luna,
no hay más que unos ojos que mi vía son.
Ojos verdes, verdes como la albahaca.
Verdes como el trigo verde
y el verde, verde limón.
II
Vimos desde el cuarto despertar el día
y sonar el alba en la Torre la Vela.
Dejaste mis brazos cuando amanecía
y en mi boca un gusto de menta y canela.
«Serrana, para un vestío
yo te quiero regalá».
Yo te dije: «Estás cumplío,
no me tienes que dar na».
Subiste ar caballo,
te fuiste de mí
y nunca una noche
más bella de mayo
he vuelto a viví.
Ojos verdes, verdes como la albahaca.
Verdes como el trigo verde
y el verde, verde limón.
Ojos verdes, verdes, con brillo de faca,
que están clavaítos en mi corazón.
Pa mí ya no hay soles, luceros ni luna,
no hay más que unos ojos que mi vía son.
Ojos verdes, verdes como la albahaca.
Verdes como el trigo verde
y el verde, verde limón.
Hacer clic sobre la imagen para visualizar el vídeo.
La Dra. en Literatura, Olga Rendón Infante comenta: Todo el mundo se sabe el estribillo, como pasa con algunos versos de Lorca. Por cierto, curiosamente el verde en Lorca no simboliza a Andalucía, sino a la muerte. Es el color que elige siempre para marcarla, incluso en el "Romance sonámbulo".
La muchacha y su novio contrabandista mueren. Él herido de gravedad y ella parece que se suicida. "verde carne, pelo verde, con ojos de fría plata.."
Reyes de León, sobrina nieta del autor, sostiene que se puede acudir a los poemas de su familiar “casi como un consuelo. Pena y alegría del amor ha sido el libro que más he tenido en la mesilla en los últimos años. Y cada vez que lo leo descubro un significado nuevo, alguna capa que permanecía secreta hasta entonces”, asegura la heredera universal del autor, que lamenta que, por la extrema discreción con que el poeta llevaba su vida privada, “nunca podremos resolver esa intriga de a quiénes estaban dedicados los poemas”.
En el relato familiar que ha llegado hasta Reyes de León, su pariente vivía alejado de los dogmas y nunca antepuso la política al aprecio que sentía por la gente: fueron sus amigos republicanos los que le salvaron de un posible fusilamiento cuando estuvo preso en la Cárcel Modelo, y el asesinato de su querido García Lorca, según cuentan, lo sumió en el silencio durante horas. Su Réquiem por Federico García Lorca:
“Suena la voz de un muecín
como una fuente delgada,
y desde Sierra Nevada,
una paloma doliente
baja a besarle la frente
Pocos autores definieron de modo tan certero aquello que nos mueve, el complejo caudal de nuestros sentimientos:
“Nuestro amor es agonía,
luto, angustia, llanto, miedo,
muerte, pena, sangre, vida,
luna, rosa, sol y viento”.
Fuente: Internet.
Gonzalo Díaz-Arbolí
7 comentarios:
La entrada de Rafael de León, Gonzalo, me parece estupenda para mantener vivo el fuego de los personajes de Andalucía, porque Rafael de León, a pesar de pertenecer en el tiempo (1908 - 1982) plenamente a la Generación del 27, no figura en ninguna antología de los poetas de esta gloriosa Generación.
¿Ingratitudes de la Historia?. Pues no lo sé. Lo cierto es que esta Generación se distinguió por la calidad y valía de los poetas que la constituyeron y que eligieron el 27, para dar nombre a su grupo, por ser el tercer centenario de la muerte de D. Luis de Góngora y Argote, fundador, nada más y nada menos, como todo el mundo sabe, del culteranismo en la poesía.
¿Que los historiadores o críticos literarios no lo consideraron con la talla suficiente para formar parte de este selectísimo grupo? Pues aquí está nuestro querido amigo Gonzalo para intentar paliar este entuerto. Así que yo creo que todos aplaudimos y celebramos gozosamente esta entrada.
Un abrazo
Me encanta tu entrada, amigo Gonzalo.
A principio de los 60,con 14 ó 15 años,conseguí un "transistor" y, mientras vigilaba el ganado, escuchaba a Concha Piquer, la Niña de los Peines, la Paquera, Pepe Pinto.....y una canción que me gustaba especiálmente: "ojos verdes". Te agradezco el video de la gran Rocio Jurado cantàndola; he comprobado que, después de tantos años, me la sabía casi entera. No recuerdo haber leído ningún poema de Rafael de León; los buscaré.
Un abrazo.
No tengo palabras para elogiar tu trabajo.
Sublime, magnifico, extraordinario.
Que interesante, no sabia que había estudiado en el colegio San Luis Gonzaga, gran compositor y letrista
Según Santiago Castelo, director de la Real Academia de Extremadura, Rafael de León “fue un magnífico poeta de sensibilidades hondas”.
Algunos estudiosos aseguran que Rafael impregna a través de su obra el estilo de García Lorca hasta tal punto que muchos decían que padecía de “garcíalorquismo”. Él absorbió el estilo del Romancero gitano mezclando imágenes abstractas y surrealistas.
Cuando conoció a García Lorca surgió entre ambos una profunda amistad, de hecho, “Ojos verdes” se gestó después de una noche de copas en Barcelona entre los dos poetas. Sin lugar a dudas merece estar incluido en la denominada Generación del 27, llamada así en homenaje a Góngora y por la influencia ejercida de Juan R. Jiménez.
Me parece muy interesante esa relación con algunos poetas del 27, sobre todo con Lorca y Alberti, que fueron los abanderados del neopopularismo que se puso de moda en aquellos años. Y la copla de Ojos verdes es preciosa. Todo el mundo se sabe el estribillo, como pasa con algunos versos de Lorca. Por cierto, curiosamente el verde en Lorca no simboliza a Andalucía, sino a la muerte. Es el color que elige siempre para marcarla, incluso en el "Romance sonámbulo".
La muchacha y su novio contrabandista mueren. Él herido de gravedad y ella parece que se suicida. "verde carne, pelo verde, con ojos de fría plata.."
👏👏👏
Publicar un comentario